30 - Adiós
Notas del cap:
Por increíble que parezca, el siguiente capítulo es el capítulo final. Pero de mientras y para que sufran bien y bonito, aquí el capitulo. Por cierto, recomiendo que escuchen la canción mientras van leyendo... les va a doler... disfruten 7w7
¡A leer!
30 - Adiós
=Confirmación exitosa=
La voz de México volvió a sonar, aun robotizada, pero en esta ocasión, mientras descendía lentamente al suelo, sus ojos dorados, lentamente tomaba un color bi color
=Iniciando activación del comando Imperio Azteca=
Mexica tuvo que cerrar uno de sus ojos mientras una luz envolvía el lugar y se escuchaba a lo lejos rayos de energía corriendo, lo alarmante, era saber que aquella otra mujer que resultaba ser un robot, se había conseguido poner en pie y con paso lento pero decidido, estaba tratando de llegar al latino
—¡México corre! —más que una orden, era una súplica a su hijo al ver que aquella mujer se acercaba peligrosamente al adolescente que ahora, con ojos cerrados, se mantenía estático, como si solo fuera ahí, un maniquí y nada mas
Un niño sin nombre creció...
Para ser la mano
Para vigilarte...
Para cuidarte...
O matar bajo órdenes
Se sentía extraño, como si de pronto, todo el dolor, todo el cansancio, todo ese agotamiento físico y mental que había arrastrado desde hacia tanto tiempo atrás, de pronto, simplemente desapareciera. A diferencia de hace un momento atrás, por primera vez en muchos años, se sentía liviano como una pluma, libre, tranquilo
Sus ojos desearon llenarse de lagrimas mientras la imagen de su madre llegaba a él, corriendo para abrazarlo y llenarle de besos, para cargar con su pequeño cuerpo de un niño de cuatro años, para girar con él mientras le hacía cosquillas en su pequeña pancita de niño pequeño
Hermosas imágenes de el latino al lado de la mujer, enseñándole a cocinar, enseñándole a defenderse mientras se pavonea la mujer de un modo discreto. Noches tranquilas donde ambos, sentados en el sofá de la casa, miraban películas de todo tipo en una maratón donde solo habían palomitas, pizza y comida chatarra junto a refrescos y mucho, muchísimo picante de por medio
Aquellas ocasiones donde el latino se enfermaba y la mujer dormía a su lado, cuidando de su salud, momentos graciosos cuando, a la hora de la comida, solían reír de chistes, momentos interesantes cuando, de mas pequeño, Mexica acompañaba al latino hacia su escuela, contándole mil y un historias, de cómo hacia día con día nuevos amigos, de cómo conocía a gente nueva que se hacia sus amigos y como, pedía permiso para que fueran a su casa a jugar después de la escuela
Recuerdo dulces, cuando debían de ir a comprar ropa y parecía una guerra donde acababan en algún determinado punto en la sección de videojuegos compartiendo más tiempo en familia, momentos graciosos cuando la mujer se reía de la nada pues el latino, despistado, no notaba que alguien ya le había coqueteado. Momentos que el mismo añora con deseo cuando alguien parecía querer coquetearle a su hermosa madre y él se interponía volviéndose el infierno para quien intentara, claro está, momentos antes de que la misma mujer mandaba a volar muy lejos a su tonto pretendiente del momento
México extraña esos momentos con su madre, esos momentos con sus amigos, esos momentos cuando conoció a Uk y tuvo una imagen paternal aunque complicada de querer, a fin de cuentas, muy querida para el... pero entonces, llegaban sus malos recuerdos, la enfermedad de su madre, las lagrimas que no dejaba ver pero que en su mala suerte, a veces el latino odia encontrar corriendo por su hermoso rostro, ese agotamiento que con el tiempo le fue ganando hasta tirarla a una cama de hospital, las adversidades, el dolor de saberse secuestrado, el dolor de lo que tuvo que ser obligado a hacer para complacer a aquellos que desearon ser su dueño...
La lección que había tomado
No la pudo entender
Su sangre, un triste secreto
Que ellos habían creado
«—Es hora de que esto termine hermanito» —escucho la voz de Mictlan dentro de su cabeza y estuvo de acuerdo. No porque realmente quisiera acabar con su vida, sino porque quería mantener a salvo a su madre, a sus seres amados, a todos los que eran importantes para el
Abrió sus ojos, determinado a la pelea y lo que encontró, fue a su madre, disparando sin parar con un arma a cada mano en dirección opuesta a donde se encontraba el, justamente, disparando a una mujer que mas parecía una especie de mala combinación de un robot con un ser humano. Sus ojos se abrieron con sorpresa, su cuerpo reaccionó por mero impulso cuando ese robot dio un paso hacia atrás y bruscamente salto hacia la dirección de su madre para intentar atacarla
Su cuerpo, mas rápido, mas liviano, mas fuerte, intercepto a la mujer y, tomando su mano derecha, aquella que apuntaba hacia el pecho de su madre, tomando vuelo, la lanza contra varios cristales que se rompen uno tras otro como si fueran cortinas de papel, el latino le mira con cólera ¿Esta era la verdadera apariencia de su madre? Aquella que le había dado la vida
Bueno, algo tenía muy en claro el latino en estos momentos...
"Padre no es el que te engendra... sino el que te cría"
Y Mexica, era su madre
Tuvo que elegir entre su honor
Y el verdadero amor de su vida
Suplico por ambos
Pero le fue negado
—¡Mi niño! —llamo Mexica al latino que, dando un pequeño brinco, volvió la mirada hacia atrás descubriendo a la mujer que, tan pronto se siente en su rango de visión, salta a abrazarlo y llenarlo de besos. Esos besos maternales que el tanto amaba recibir de su madre cuando más los necesitaba
Las lágrimas corrieron por las mejillas de ambos. Los dos necesitaban mucho ese abrazo que Mexica entregaba a México y que este correspondía cubriendo su rostro sobre el hombro de la lastimada mujer, aferrándose a sus ropas desde atrás como siempre hacia cuando era pequeño y estaba asustado de la oscuridad y los truenos que le recordaban vagamente al sonido de balas siendo disparadas
—Mamá —jadeo el latino, ahogándose en lagrimas y tristeza, subiendo su rostro a la mujer que también lloraba pero con un rostro lleno de alegría, ambos se miraron, se tomaron de las mejillas y se llenaron de los besos mas amorosos e inocentes que podrían darse una madre y su hijo, besos de amor por el contrario y un alivio al saber que por fin estaban juntos otra vez
—Ya estoy aquí mi cielo —sollozó la mujer con alivio, volviendo a estrechar fuertemente a su hijo contra su pecho— mamá está aquí contigo corazón
Un agudo dolor en su pecho broto, México apretó sus ojos contra el pecho de la mujer, tallando suavemente su rostro. Quería quedarse ahí para siempre, quería que todo acabara ahí, que todo llegara su final, que aquí, pudieran decir "vivieron felices para siempre" pero aun si no lo veía, sabía que Mictlan estaba detrás de él, a la espera de que haga su parte del trato ahora que el mayor había hecho la suya
Repetir la historia y crear una herida incurable a un ser amado... se sentía una mierda por lo que iba a hacer
Muchos sueños se rompieron...
Y mucho se sacrifico...
México se alejo de los cálidos y reconfortantes brazos de su madre y, limpiando las lagrimas de la mujer con sus pulgares, le sonrió lo mejor que pudo, intentando contener el nudo en su propia garganta, carraspea y cambia su gesto amable por uno serio y determinado
—Tenemos que acabar con todo esto ahora —le pide a la mujer que, cambiando su gesto amoroso, asiente determinada, volviendo la mirada en dirección donde México había lanzado a aquella falsa humana. Ahora, tomando desde sus costados un par de nuevas pistolas, avanza en dirección de donde aun se escucha el crujir y el corto circuito de algo robótico. Sin embargo, México la detiene, haciendo que ambos giren a verse
—Necesito que me ayudes con algo —pide con un rostro de cachorro, siendo afirmado por la mujer que no se da cuenta de ese tenue brillo dorado en la mirada de su hijo
¿Valió la pena por aquellos que amábamos
Y tuvimos que dejar atrás?
Aquella mujer se ha puesto en pie, entre gruñidos de enfado y el sonido de corto circuito de varias partes desde el interior de su cuerpo, maldice por lo bajo hasta que por fin, entre su maltrecha piel, consigue ponerse en pie y salir del montón de basura donde se encontraba atrapada, mirando a sus alrededores, apenas alcanza a percibir que algo va con velocidad hacia su dirección antes de sentir como es tomada por el cuello y elevada por los aires
No termina de comprender lo que ocurre cuando es estrellada con violencia contra el suelo y luego, arrastrada sin piedad por entre los restos de cristal hasta conseguir chocar con un muro. Jadea, su cuerpo comienza a tener problemas pero, lo que descubre, es que aquella versión de su arma no solo ha destruido con su cuerpo (usando la cabeza de la científica) el muro que ocultaba una habitación adyacente donde se prepara en gigantescos barriles de cientos de galones la formula que es después puesta en los prototipos para la siguiente versión del proyecto Mictlan
Jadea con trabajo, luchando por liberarse del agarre de su propia creación. Consigue arañar lo suficiente para hacer al latino soltarla un segundo. No tiene tiempo de intentar recuperar aire, solo observa al tricolor y grita
—¡Activación del prototipo Azteca! —México suelta un jadeo de dolor, se toma de la cabeza y entre gruñidos da un par de pasos hacia atrás, Yara se pone en pie, tambalea su cuerpo por la dificultad de sus propias articulaciones y, observando con cólera al latino lo toma de los cabellos y lo azota contra los muros del rededor— Reinicio del comando madre —ordena con fuerza, intentando empujar al latino entre diferentes lugares para que no pueda contrarrestar
—¡Anulación del comando Azteca! —grita Mexica, apuntando su arma hacia la mano de Yara, consigue darle y esta a su vez, suelta a México entre maldiciones, subiendo la mirada a la mujer que, con ambas armas en mano, corre por entre los corredores consiguiendo llegar a los puentes de la parte de arriba
—Esa maldita perra —gruñe Yara, liberando de su agarre a México y corriendo en dirección a la country para acabarla— ¡Tengo que acabarte antes de que me robes mi arma! —grita en cólera, dando un poderoso salto que consigue cortar el correr de Mexica y a su vez, evitar que pueda disparar
Yara atrapa el cuello de Mexica y aprieta con velocidad. Mexica cierra sus ojos, soltando sus armas para tratar de liberarse del agarre de la contraria. Jadea con dolor, sus ojos se cierran con trabajo, su pecho se cierra debido a la falta de aire y su consciencia parece irse perdiendo mientras un agudo dolor se acuna en su cuello... si no hacia algo, esa loca iba a romperle el cuello antes de matarla por asfixia
El sonido de una bala se hace presente, Yara pierde el equilibrio y Mexica cae arrodillada al suelo jadeando con trabajo, su mirada se desvía hacia su costado derecho donde está segura que vino el disparo y encuentra a Urss apuntando con frialdad. Al buscar a los alrededores del country, no encuentra México
—¿Estás bien mujer? —pregunta Urss colocando una nueva bala en la cámara de su pistola, Mexica jadea, quiere sonreír aliviada de saber que le ha salvado la vida pero, mientras lucha para ponerse en pie, vuelve a ver a esa mujer, ahora con un hueco en la cabeza, saltando una vez más para tratar de matarla
—¡Acaben con ellos! —grita con cólera y locura la mujer. Desde la habitación de atrás, las mismas formas humanoides comienzan a aparecer. Urss tiene que correr por entre los galones disparando a tantos puede mientras evita que otros le den alcance y le maten, además de eso, otros corren hacia Mexica para matarla aun cuando de eso, está intentando hacerse cargo Yara
Aun seré la mano que te sirva...
Aun si nunca lo descubres
Un halo de luz carmesí aparece ante la mirada borrosa de Mexica y Yara acaba siendo lanzada lejos, estrellándose contra otro muro y creando rupturas en toda la estructura. Mientras Mexica jadea en busca de recuperar el aliento, una mano gentil se posa sobre su cuelo y el dolor que había surgido en ella desaparece, su vista recobra su visibilidad y entonces descubre que quien está a su lado es México viéndolo con una media sonrisa gentil
Ambos se ponen en pie, siendo el latino quien ayude a la mujer y, mientras se miran, un resplandor dorado lanza al latino lejos. Ahora, Yara ha deformado uno de sus brazos a forma de arma que apunta al latino y a la mujer
Mexica da varios pasos hacia atrás, esquivando como puede los disparos hasta que, al intentar bajar del puente en donde se encuentra, descubre que está repleta de un montón de clones que evitan que siga avanzando, la mujer gruñe mirando a todos lados para buscar un modo de escapar, siente vibración en el puente de metal y al girar su mirada hacia atrás descubre a la científica apuntando su arma con una media sonrisa desquiciada y psicópata
—¡Aléjate! —grita instintivamente Mexica sacando de su cintura su ultima pistola y tratar de disparar, sin embargo, no se da cuenta que el arma que ha disparado, no contenía balas, sino que era la inyección que debía de ser para el latino
Para su sorpresa, antes descubre que México se había interpuesto en lo que se volvió un fuego cruzado. Yara disparando a Mexica para matarla y Mexica disparando la inyección a Yara. Ambos ataques, le dieron de lleno al mexicano que apenas pudo mantenerse en pie entre jadeos
Mexica descubre que ha disparado a México la ampolleta pues esta se encuentra enterrada en la espalda del latino mientras que su hombro izquierdo yace desintegrado por la científica y rápidamente regenerando la carne y huesos desaparecidos para volver a la normalidad, aun cuando la ropa continúe destruida y deje ver el hombro del latino intacto sin heridas
México desvía la mirada hacia atrás y sonríe de un modo débil, tratando de mostrar amor a la mujer, vuelve la mirada al frente y corre en dirección de Yara
«—Es ahora» —Mexica escucha la voz de Mictlan en su cabeza cuando México ha empujado a Yara dentro de los contenedores de liquido verde
Mexica corre sin saber hacia que dirección va. Contraria a donde estaba tratando de escapar, el otro lado del puente de metal se encuentra libre y corre por el, baja y llega hasta un muro donde, entre una computadora gigantesca, encuentra una palanca en particular que sabe por Mictlan, debía de activar
—¿Qué va a hacer esto? —pregunta Mexica llegando y tomando la palanca pero aun sin accionarla. Vuelve la mirada hacia atrás donde, entre los contenedores, en una placa transparente, alcanza a ver como México lucha con la científica para mantenerla dentro del espeso liquido
«—Matara a ambos y todo habrá acabado» —la explicación de Mictlan detiene todos los movimientos de Mexica quien abre los ojos con horror
Por favor, perdóname por el dolor...
Por dejarte con el temor
Por los sueños que tuvimos que silenciar
Es todo lo que ellos siempre serán
—¡¿Qué?! ¡NO! —Grita alterada alejando ambas manos de la palanca y buscando con la mirada a su hijo quien seguía peleando para que Yara no saliera del liquido— ¡No voy a asesinar a mi hijo! —jadeo aterrada, buscando con la mirada que mas podía hacer para ayudar a México
«—Ya no hay tiempo» —suspira Mictlan«— tienes que hacerlo, la inyección ha debilitado a México, no podrá soportar mucho tiempo antes de perder el conocimiento y entonces Yara volverá a tomar el control de tu hijo» —Mexica toma su cabeza negando, no quería escuchar esa voz en su cabeza, no quería escuchar lo que iba a pasar a continuación. No. debía de haber otra forma se dijo con desesperación... debía de haberlo
Mexica mira a todos lados, no, debía de haber otra forma, debía de haber otro camino. Las lagrimas corren por sus mejillas mientras busca con desesperación por sus alrededores, pero una vez más, su mirada colinda con la de su hijo quien ha conseguido colocarse en las espaldas de Yara y atraparla en una llave de lucha para que no pueda moverse, aun así, ambos, madre e hijo se miran y una gentil mirada le es regalada de parte del adolescente tricolor
«—Te amo mamá» —Mexica se frena, esa, ha sido la voz de México en su cabeza, ambos se miran, Mexica siente su pecho comprimirse y un dolor acunarse desde el fondo de su alma mientras los ojos bi color de México vuelven a tomar ese color dorado...
Mexica no es consciente que México está usando control mental sobre ella y que, así como Mictlan obligo a Azteca a jalar del gatillo para que lo asesinara. México está obligando a Mexica a girar su cuerpo, a tomar aquella palanca con ambas manos y, mientras ambos se miran, siendo el menor quien le regale una amorosa sonrisa de despedida y la mujer no para de llorar. Entre negatorias desesperadas que se vuelven gritos ahogados, sentir como su cuerpo se niega a sus propios deseos y por fin, jala aquella palanca
«—Te amo con todo mi corazón... gracias por haber sido mi mamá»—
Fueron las últimas palabras que el adolescente quiso entregarle a su amada y amorosa madre antes de enfrentarse a su propio e inminente final
—¡¡¡¡¡¡MÉXICOOOOOOOOOO!!!!!!!!
Muchos sueños se rompieron...
Y mucho se sacrifico...
¿Valió la pena por aquellos que amábamos
Y tuvimos que dejar atrás?
Dolía, vaya que si dolía. Mientras el liquido negaba a que cualquiera de ambos pudiera salir a la superficie y México utilizara al máximo sus habilidades, miro a lo lejos a su madre que le miraba con lagrimas, ella no quería hacerlo, y él lo sabía bien
Pero ambos habían elegido ya. Y aunque México se sentía una mierda por lo que había hecho, puede ver como su amada madre jala la palanca que daría fin a su vida... ahí estaba la herida que jamás podría ser curada en su ser amado
Su mirada se pudo desviar un segundo, a lo lejos, recién acabando con alguno de esos clones deformes, Urss vuelve la mirada no solo a Mexica, también a el que flota en aquel liquido pesado, México le sonríe. Le hace feliz saber que al menos pudo verlo una última vez. Ojala hubiera podido besarlo con amor y despedirse como hizo con su madre, pero eso ya seria pedir demasiado se dijo
Entre los gritos desgarradores de su madre, México puede sentir una corriente de energía correr por todo su cuerpo, su cuerpo deja de funcionar, su oído apenas alcanza a escuchar entre su dolor como su madre lo llama de un modo tan desgarrador que posiblemente ese grito se lo va a llevar a la tumba
Quiere llorar, tal vez sea porque está en el agua y no puede respirar, pero puede sentir ese nudo en su garganta y el movimiento incontrolable de Yara entre sus brazos... no, ella no se iba salvar y mientras el latino siente que el liquido comienza a arder y que le quema, mientras la electricidad recorre cada molécula de su propio cuerpo, su mirada se pierde en algún punto del techo borroso mientras su mente se va desconectando lentamente solo hasta el momento en que ya no siente "vida" en aquel robot que se hizo llamar su madre
Permitió a su consciencia perderse, este era el final que Mictlan, Azteca y Nazi quisieron para él, el fin de sus días, el fin de su existencia, el fin del dolor que creo en aquellos que el mas amo en vida... aquí se termina todo
Aquí, mientras permite a la ultima burbuja de aire salir de su cuerpo con un lamento de dolor y deseando abocar una última palabra de amor para todos aquellos que fueron tan importantes para él, es que México se permite morir...
Hasta aquí llego la segunda arma del proyecto Mictlan
Notas finales:
Errr... si, no creo que haya necesidad de datos extra... digo, ya estamos llorando, si, no solo yo, ustedes también... sea como sea, si tienen dudas (y pueden seguir leyendo) yo con gusto respondo... ya de aquí, viene la ultima parte que viene como un bonus precioso para acabar nuestros corazones y finalmente, las ovas... si, el siguiente capitulo es el capitulo final
¿Les ha gustado?
¿Alguien puede ver entre lagrimas?
Que tengan lindo día... aguanten QnQ
¡Comenten!
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