Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

26 - La Última Carta del Adiós

Notas del cap:

Okey... vengo de 3 putos días de escribir sin parar... tengo acabado ya este fanfic y estoy mal... me quede mal luego del final, pero está acabado por fin, así que, aguántense porque estas fechas van... VAMOS a llorar todos

Siento que este capítulo debí de cortarlo por la mitad pero bueno... ya está escrito, ya ni modo, no tengo la fuerza de voluntad para reescribirlo a como me encuentro

Canción utilizada para este capítulo: La verdad bajo la rosa – Within Temptation

¡A leer!


26 - La Última Carta del Adiós

Se encontró a si mismo corriendo, huyendo como de costumbre, apenas, sin energía para continuar moviendo su pie después del anterior, su cuerpo no puede mas y acaba cayendo de bruces al suelo, golpeando parte de su rostro. Su respiración jadea, hacia tanto que no tenía un descanso, que no le parecía de extrañar que su propio cuerpo no pudiera más. Lo sabía, se había estado sobre exigiendo demasiado desde que tuvo esa charla con aquel espía que parecía haberle querido espantar más que ayudarlo o guiarlo. No le tomo demasiada importancia. No tenía las fuerzas de todos modos

Con trabajo, ayudado únicamente de sus manos, se empujo por un costado, acabando boca arriba, respirando con dificultad. Su cuerpo, cada musculo le dolía, su estomago rugía con dolor, hambriento y asqueado al mismo tiempo. Obligado por Mictlan para alimentarse de carne humana en las últimas horas no solo para mantenerse oculto de la presencia de Nueva España (nombre que el latino solo conocía pero que no había conoció hasta el momento a según su propio conocimiento) y además, ayudaría a mantener a raya a Azteca quien, por algún motivo, últimamente parecía salirse aun mas de control, haciendo difícil a un debilitado tricolor el poder controlarlo

Dame fuerzas para enfrentar la verdad

La duda dentro de mi alma

Ya no puedo justificar

El derramamiento de sangre en su nombre

Ahogo un quejido, un leve sollozo que deseo ser fuerte y profundo, pero sin las fuerzas suficientes para emitirlo como realmente lo sentía. Simplemente se mantuvo ahí, perdido en donde fuera que se encontraba. Estaba a las orillas de otra ciudad, estaba seguro, pero no de donde es que estaba exactamente. Estaba cansado, solo quería volver a casa, olvidar esta horrible pesadilla que no podía ser detenida

Desde que se alimentaba únicamente con carne humana, las cosas se habían vuelto confusas hasta para él, se había vuelto alguien que no era consciente de su entorno (aun mas si es que eso era posible) intento en varias ocasiones atacar a gente inocente en su estado de locura, apenas detenido gracias a Mictlan mientras que las otras personalidades dentro de su cabeza parecían volverse difusas, como si la presencia de un Azteca cada vez más corrupto y desquiciado acaparara a las otras y las absorbiera dejando pronto para percepción del mismo latino solo dos presencias en su cabeza. El corrupto Azteca que cada vez se rompía mas y Mictlan quien, tan agotado como él, luchaba velozmente y se agotaba al mismo tiempo que el latino. Las cosas estaban mal, se estaban volviendo más difíciles y el no podía detenerse, solo seguir corriendo, intentando que esto acabara pronto para no volverse realmente loco

¿Es un pecado buscar la verdad

La verdad bajo la rosa?

Reza conmigo y así encontrare

La puerta a la entrada del cielo

—Madre... Urss —jadeo el latino, luchando contra su propio cansancio para ponerse en pie, ahogando un quejido más fuerte por el dolor. Eso, se sentía tal vez como algún hueso roto que, en su adolorido cuerpo, no puede reconocer su ubicación ¿Tal vez una costilla rota? ¿Tal vez otra vez un hueso de su antebrazo destruido por Mictlan para frenar a Azteca? Ya no estaba seguro para estas alturas

México elevo su mirada, descubrió un asfalto caliente quemando su lastimada piel, pero, mas allá de ello, suficiente cercas si rodaba sobre su cuerpo, había un campo verde que parecía llamarlo para descansar un par de horas, aun así y contra su propio deseo, se negó. Pues, más que acceder a su propio deseo de descansar, mientras ve mas allá de su mirada sus manos manchadas en carmesí por las ultimas victimas que se había visto en la obligación de devorar, estaba también el asunto de la alucinación que estaba viendo más adelante, como si estuviera en pie. Un niño pequeño con sus colores invertidos a comparación de los del latino. Su "hermano mayor" viéndolo fijamente, con un gesto entre la preocupación y una actitud severa que exigía que se pusiera en pie para seguir avanzando

Deseo llorar, llamar a su madre una vez mas y suplicar por que este infierno que estaba viviendo acabara de una vez, pero le dolía, saber que la única forma de acabar con este agonizante dolor que era estar atrapado entre su mente y los mecanismos que su creadora le había puesto, era ni más ni menos que acabar con su vida. Ojala fuera tan fácil como hacían todos los demás humanos, tan fácil como cortar sus venas, como colgarse entre vigas con la soga al cuello o saltando por un puente a un flujo constante de autos en movimiento veloz... pero no, el no podía tener una muerte tan fácil, ni siquiera tragando medicamentos hasta no poder mas, seria suficiente para poder acabar con su vida. Diablos, lo habían creado con una resistencia endemoniada que ahora detestaba

Si bien, pudo agradecerlo alguna vez, no ahora. No ahora que lo que más quería, era que el dolor acabara pero aun mas, aun más allá de que acabara este infierno, era que acabara antes de que hiciera daño a su familia, a sus amigos, a su amado a quien, sabia de antemano ya había contaminado con su presencia y sus malditas habilidades. Ahogo otro gemido, cuando, por fin, sus brazos fueron ayudados por sus piernas para al menos, ponerse de rodillas en el ardiente asfalto y, con trabajo, continuar luchando para ponerse en pie y acabar con esto de una vez por todas

Creí que justificada los medios

Pero la pesadilla permaneció sobre mí

—Estoy cansado —jadeo, sabiendo de antemano que Mictlan no le permitirá descansar. Era de hecho, ahora, cuando más tenía que esforzarse para mantener el ritmo y continuar avanzando. Porque, ahora que el latino no podía más, era el momento más adecuado para seguir avanzando sin la preocupación de que Azteca volviera a aparecer y quisiera destruirlo todo

Por fin, tras interminables minutos llenos de dolor y agonía, el latino había conseguido ponerse en pie, arrastrando sus pies, en una lucha constante por seguir avanzando, con sus heridas sangrantes, con sus ojos casi ciegos por el agotamiento, con sus zapatos casi destruidos por el uso continuo, sus ropas rasgadas mas pareciendo girones, su piel agrietada y amoratada, manchas de sangre manchando todos lados, una mancha carmesí apenas levemente borrosa en sus labios y, aun contra todo, el dolor del latino, avanzando contra su voluntad, obligado no solo por Mictlan, sino por su propia determinación para acabar con aquello que estaba hiriendo a más de uno a la vez

Se pregunto en varias ocasiones, antes de volver a sentir que perdía el conocimiento mientras seguía avanzando, el porqué es que había comenzado este horrible infierno. Se preguntó más de una vez, que clase de castigo estaría pasando para tener que sufrir aquello y no tener la oportunidad de volver a su vida normal. Pero es entonces, que cae en cuenta que su vida nunca fue normal, solo tuvo buenos momentos, dulces y cálidos, rodeado por una mujer amorosa que le amo incondicionalmente hasta las últimas consecuencias, un padre que, preocupado por su bienestar, tuvo que escapar para no ser el blanco del peligro, un amante, si bien, con el triple de su edad, nadie podía negar que le amaba con locura y pasión honesta. Amigos llenos de buenos momentos, incluso, dos idiotas que podía decir prácticamente que tomaba como hermanos sin ser unidos por la sangre. Incluso aun ahora, un amable doctor que intento curar su mente destruida y ayudarlo a tener una vida digna y recuperar aunque fueran pequeños resquicios de esa vida que el tanto anhelaba tener... la vida de un adolescente normal

—Los extraño demasiado —jadeo, limpiando las lagrimas de sus ojos y avanzando con paso lento, arrastrando sus pies cual zombi herido y moribundo, no era mucha la diferencia, solo tal vez que el aun seguía vivo para su terrible desgracia

Cegado para ver

La crueldad de la bestia

Es mi lado más oscuro

(Perdona mis pecados)

—¡Salta! —escucho en su cabeza la voz de Mictlan, y, su cuerpo se movió mucho antes de que su mente pudiera comprender aquel grito que demandaba una orden inmediata. Su cuerpo solo reacciono saltando hacia atrás, sus ojos se abrieron con sorpresa cuando, a quien encontró, fue al mismo sujeto de la vez pasada, el mismo loco de mascara que, viendo que había conseguido escapar de un dardo tranquilizante, parece reír por lo bajo

—Pensé que estarías muerto para estas alturas —se buro el hombre divertido, avanzando con pasos lentos. México gruño, determinado, afilando su mirada y preparándose para una batalla que era clara para estos momentos que no iba a ser nada fácil ni justa y si era realista, no podría ganar. No a como se encontraba. No solo estaba débil, no solo estaba cansado, no solo había comido recién carne humana...

Siendo realistas, aun si pudiera enfrentar a este sujeto enmascarado estando en sus cinco sentidos y a su cien por ciento... sabía que no podía ganarle. Mucho menos, en el estado en el que se encontraba

—Vete a la mierda—maldijo, corriendo del siguiente ataque. Le vio apuntar una pistola en su dirección, pero aun antes de poder dar otro salto, la velocidad del hombre parece sobrehumana y para antes de terminar de pestañear, el sujeto ya se encuentra delante suyo, pasando su mano a apretar su cuello con violencia y elevar al menor del suelo, solo una única mano que intenta romperle el cuello

México jadea. Poco seria decir que le dolía aquel acto, pero era lo de menos, estaba herido, estaba cansado y apenas podía escuchar a la distancia, muy, muy lejana la voz de su hermano mayor tratado de decirle algo que no termina de comprender. Diablos, sus ojos ven borroso, su cuerpo no tiene la fuerza para sostener la batalla y mucho menos, para intentar mantener el aire dentro de sus pulmones mientras algo parece querer crujir en la mano del sujeto. Ho cierto, eso que sonaba era su cuello

=Activación =fue lo único que pudo susurrar en ese instante, aun si no sabía que estaba haciendo. Aquel hombre le miro, como esos ojos chocolate bruscamente se iluminaban en carmesí, como un halo de luz, cual explosión, lo mandaba a volar lejos del cuerpo del menor

Curioso de la recién sorpresa, descubre un pequeño dolor en su muñeca derecha, al viajar la mirada a la zona, descubre que su mano ha sido desintegrada y solo queda la mitad de su antebrazo sangrando y escurriendo mientras el hueso apenas sobresale entre las manchas de sangre que ocultan el pavimento. Aun así, contrario a abocar gritos desgarradores, su mirada tranquila regresa en dirección del adolescente que ahora cae a cuatro patas al suelo, viendo con determinación a su contrincante, gruñendo en cólera mas como un animal que como un ser humano

—Ya veo —susurra el hombre poniéndose en pie. Ante la asombrada mirada, la mano destruida del hombre, comienza a curarse, no es que las heridas se cautericen o sean curadas por algo externo. Es que las venas sobresalen, el hueso parece crecer cual plastilina y moldear los demás huesos perdidos, los huesos ser envueltos por venas y músculos y de estos, tornar a un color carmesí, clara muestra de que este hombre no solo no era humano, sino que era un country en realidad, un countryhumans de piel carmesí con algunas marcas blancas tal vez por la bandera que no se podía ver con claridad— has aprendido a utilizar un poco de tus verdaderas habilidades —hablo de nuevo, cuando su mano fue totalmente reconstruida por sus propias habilidades

México dio varios pasos hacia atrás sorprendido de lo que ha recién descubierto de su enemigo. Maldición, se dijo, eso hacia aun mas difícil la idea de poder acabar a ese maldito maniático... ¿Podía regenerar su cuerpo? ¡A la mierda! Nadie le dijo que había alguien así en su vida! Ni siquiera Uk o el mismo Mictlan tenía esa habilidad ¿Cierto? ¿Qué iba a hacer ahora?

Dio varios pasos hacia atrás, percibió de nuevo la voz de Mictlan, justo a quien necesitaba en estos momentos para saber que iba a pasar con sus habilidades y lo único que escuchó de él, fue un método de escape que, si bien, no le pareció agradable, sabía que en estos momentos, era lo único que ambos podían hacer... no estaban en condiciones de acabar o siquiera de enfrentar al loco frente suyo, así que, mientras México le muestra el dedo del medio de ambas manos junto a una maldición, su cuerpo se ilumina

—Te veo en Axka puto —y el halo que lo había vuelto, lo hace desaparecer en un resplandor de luz. Para cuando la luz desaparece cual flash de cámara, el sujeto con mascara se sabe totalmente solo en el lugar. Sonriendo poco después

—Te estaré esperando Mictlan

El velo de mis sueños

Engaño todo lo que he visto

Perdóname por lo que he sido

(Perdona mis pecados)

************

—México, soy yo amor —escuchó la voz de Urss, llamándolo con preocupación, intentando hacerse paso entre la consciencia del menor que, confundido, se da cuenta que se encuentra en un mar de cadáveres, viendo con duda al hombre que, aunque le mira preocupado y con amor, parece intentar hacerlo entrar en razón

—¿Quién? —se pregunto, aunque no está seguro si pudo hacer la pregunta real o si solo fue algo en su mente, mientras aquel iba acercándose. México negó

—Aquí estoy —volvió a escuchar una dulce voz, sintiendo una calidez envolviendo su cuerpo con cariño. Parpadeo, descubriéndose recostado en el pecho carmesí de su amado soviético, eleva su mirada, siendo recibido por un gentil beso antes de escuchar su voz continuar su monologo— yo siempre estaré aquí para ti, así que no temas y vuelve a dormir — le dijo con amabilidad. México suspiro, aferrándose al cuello del mayor para tratar de dormir

—Te amo Urss —suspiro mientras cerraba sus ojos

—Tienes que morir niño —escucho una voz diferente, sus ojos se abrieron asustado, estaba sentado en un sótano, con sus manos encadenadas con grilletes contra el muro y delante suyo, se encontraba Nazi, si bien, lo veía con seriedad, también se podía ver su pena por aquellas palabras y por lo que debía de hacer ¿Iba a ser asesinado por Nazi?

Pestañeo. No, ese no era Nazi, ese era Azteca, viéndolo con locura y dolor, viendo como el ahora pequeño tricolor estira sus manos para ser cargado, pequeñas manos que parecen asustar al hombre que, aun apunta su arma con la intención de acabar con su vida

—Nuestra existencia lastima hermano —escucha desde sus espadas una voz familiar y pequeña, al girar, en un mundo totalmente oscuro y de tinieblas, un niño pequeño tricolor le mira como exigiendo su muerte. Mictlan tenía razón y eso, le dolía. Dolía saber que era cierto y que no podía evitarlo— tienes que morir

Reza por mí, porque he perdido

Mi fe en esta guerra por la salvación

El paraíso me ha sido negado

¿Por qué no puedo tenerlo?

México bajo la mirada, afirmando lo que ya sabía de todos modos por parte de su hermano mayor, del verdadero experimento Mictlan. El debía de morir, aun si, egoístamente, deseaba seguir viviendo un poco mas en este mundo que, aunque le había dado penas y tristezas, también le había dado la oportunidad de ser feliz, de vivir y de amar, de estar vivo

—¿Por qué nacimos Mictlan? —pregunto a su hermano, sabiendo que le miraba con enfado, que, sin importar lo que dijera a continuación, esa oportunidad les seria negada de todos modos

—No tenemos derecho de vivir —regaño de nuevo, México asintió cansado, derrotado, destruido

—Lo sé... pero incluso nosotros nos agotamos de seguir —suspiro cansado, derramando lagrimas que Mictlan observo y, con dolor, ignoro para hacerlo reaccionar

—Despierta, tenemos que seguir avanzando

**************

Sus ojos se abrieron de golpe, escucho el sonido de algún animal a la distancia que le pareció curioso seguido del sonido de un clacson tal vez. Parpadeo confundido, descubriendo que estaba a mitad de un posible campo de cultivos con pequeñas plantas. Se puso en pie, mirando a sus alrededores. No estaba seguro de donde estaba. En realidad, no tenía ni la mas mínima idea de donde es que se encontraba, pero sabía, sentía en su interior que estaba cada vez mas cercas de su cometido

Jadeo con dolor, otra vez intentando ponerse en pie, sintiendo sus huesos crujir y el agotamiento ser algo que no podía contener. Miro mas allá de donde se encontraba, en la dirección que debía de tomar para poder llegar a su destino, fue bendecido con un plantío de sandias y, con la esperanza de por fin, en días, poder tener comida real en su estomago y no carne humana, se acerco a tomar un par de sandias, solo lo suficiente para comer antes de seguir con su mano

La oscuridad se ha posado sobre mí

Consume mi alma mortal

Todas mis virtudes sacrificadas

¿Puede el cielo ser tan cruel?

Suspiro, volviendo la mirada hacia el frente. Su estomago estaba satisfecho pero, apenas había encontrado un camino en dirección a un pequeño pueblo algo apartado pero que por momentos, parecía turístico pues había escuchado a las personas hablar en ingles, la sensación de estar "a salvo" le pareció chocante al descubrir entre las personas, cual cruel alucinación la presencia de Azteca, observando divertido lo que les envolvía

México se asusto, no quería volver a tener que lidiar con el tan pronto. Sus heridas aun estaban frescas, sus huesos aun crujían y lo peor, es que mientras observa a Azteca acercarse a una mujer para atacar, escucha el latino a lo lejos un grito de un hombre aterrado. El latino vuelve la mirada hacia atrás, asustado de encontrar a Azteca atravesando con un palo a un hombre y otro más, gritando con pavor. México abre sus ojos con miedo. No otra vez, no quería volver a vivir esto otra vez suplico

Cubrió sus ojos un momento, las personas gritaron a su alrededor, esta vez mas fuerte que las anteriores y curioso, el latino se descubrió en medio de una masacre. Maldijo por lo bajo, Mictlan no estaba aquí, lo que significaba que él debía de moverse y darse prisa antes de que Azteca matara a más personas. Volvió a maldecir, observando que los que parecían simples turistas corrían lejos de él mientras que un grupo de policías armados se acercaban y le apuntaban entre gritos en diferentes idiomas para lo que era seguro, una orden para rendirse

México volvió la mirada al suelo, donde yacían sus manos aun aferrando el palo que había usado Azteca para atravesar el cuerpo del inocente hombre. Maldijo, con lágrimas queriendo asomarse por sus ojos, se arrodilla, solo para tomar la mano de quien aun estaba respirando con trabajo. México no lo había notado, solo tomó su mano, acercándola a sus labios y, no teniendo el valor, dar una mordida que rompe no solo la piel y el musculo, también el hueso y arranca con brusquedad, dando mordisco y tragando con desgano

Hombres y mujeres comienzan a gritar por igual. La policía lo mira con miedo, el latino consigue un trozo de metal lo suficiente afilado para apuñalar a quien aun respiraba y abrir su pecho, con brusquedad, de un modo tan inhumano mientras se hace paso entre la piel, el musculo y las costillas hasta conseguir el corazón aun palpitante pero torpe. Lo toma, lo jala de su lugar seguro y entre crueles mordidas, comienza a robar su vida mientras arcadas atacan al latino que, por fin, siente ardor en todo su cuerpo. La policía por fin ha reaccionado y le ha disparado sin piedad en un intento por detenerlo. Que lastima

Del mismo modo inconsciente en que se crean las feromonas, las armas que alcanzan a ser disparadas fallan patéticamente, algunos dando al cielo, otros dando a varios metros de distancia del latino que, continua alimentándose contra su voluntad, asqueado, pero buscando a sus alrededores hasta dar con la silueta de Azteca, viéndolo con locura y como lentamente desaparece mientras el termina de alimentarse del corazón y su sangre

Mira al hombre que ahora yace sin vida en el suelo, pide disculpas y al menos cierra sus ojos antes de ponerse en pie, manchado en sangre, observando como la poca gente que había observando el horrido espectáculo, corre al suponer que el country caníbal iba a ir contra alguien mas. México jadeo con dolor, deseaba volver el estomago pero sabía que Azteca estaría calmado por algún tiempo, lo odiaba, no quería seguir esto, pero su cuerpo se movió, como si persiguiera a las personas en ese lugar, corrió detrás de ellos

No, no quería matar a más personas, solo quería escapar de ese pequeño pueblo y seguir avanzando, pero las personas habían comprendido mal la situación, incluso los policías corrían de su camino, aterrados de ser los siguientes en convertirse en su comida

Creí que justificada los medios

Pero la pesadilla permaneció sobre mí

(Perdona mis pecados)

Se freno, cuando, asqueado, tuvo que encontrarse en una ciudad, con gente caminando con calma a su alrededor mientras Azteca aparecía de nuevo, de forma lenta, frente a su mirada. Mictlan también, le miraba con desagrado, con total repulsión que parecía volverse sentimientos encontrados. Lo sabía, para Mictlan, el verdadero Azteca había significado su mundo y mas, pero para él, este Azteca y el verdadero, solo son el origen de sus horribles pesadillas

Pesadillas de las que no puede escapar

—Por favor —jadeo cansado— que alguien me ayude —sollozó

Cegado para ver

La crueldad de la bestia

Es mi lado más oscuro

(Perdona mis pecados)

El velo de mis sueños

Engaño todo lo que he visto

Perdóname por lo que he sido

(Perdona mis pecados)

Su consciencia volvió entonces, perdido y confundido como siempre, encontrando ahora solo un mar de sangre, gente corriendo por diferentes lugares, intentando escapar de él, mientras en el charco de sangre donde había despertado, encuentra un sin fin de cadáveres tirados, destruidos y mordisqueados que parecían cada uno mas mordido que los anteriores

El desagrado lo invadió y sin poder evitarlo, su estomago volvió todo lo que había comido en ese momento. El sabor del vomito junto con la sangre y la sensación de la sangre se hizo algo que despreciaría por el resto de su corta existencia. Simplemente cerró sus ojos y siguió expulsando el contenido de su estomago hasta que por fin, no hubo nada más que sacar. Maldijo por lo bajo, tenía un horrible sabor de boca y apenas creía poder ver de forma borrosa a Mictlan quien por momentos le miraba del mismo modo de siempre, con desaprobación

Jadeo cansado, sabía que Mictlan siempre estaría eternamente molesto con él, por el simple hecho de existir, porque su vida creaba muerte allá a donde iba y, aun cuando México estaba luchando por contenerse, era cierto que estaba dejando un camino de muerte allá por donde pasaba. No podía mas, se estaba volviendo loco ¿Iba a poder llegar en este estado hasta Axka? Le parecía tan distante en estos momentos, pero sabía que el tricolor no se lo iba a permitir. Mictlan estaba determinado a acabar con este infierno en Axka, y sabia que así tuviera que arrastrarlo con sus poderes, México y Mictlan llegarían a su destino no importando que tanta muerte tuvieran que dejar en su camino

De pronto se pregunta si no es que Mictlan también ha enloquecido o si es que el ya está perdiendo el sentido de que era cierto y que era lo que el verdadero Mictlan decía ¿Y si era su mente la que comprendía otras palabras en Mictlan? Tal vez Mictlan estaba preocupado, pero su mente, contaminada por Azteca, le decía otra cosa. No le sorprendería, pero si le preocupa que esta situación fuera cierta, porque entonces, la corrupción de Azteca se estaba saliendo de control mucho más rápido de lo que podía controlar

Giro su cuerpo, tenía que avanzar y volver sobre sus pasos o avanzar a donde fuera que Mictlan le dijera que era el camino. Ya no podían confiar en Azteca luego de la locura que estaba haciendo, además, Nazi y Rusia estaban tan borrosos que era seguro para estas alturas que ya habían sido casi tragados al completo por la personalidad de Azteca. Esto era malo, se estaba saliendo de control demasiado rápido

«¿Cuánto tiempo llevo corriendo?» se pregunto cansado, corriendo lo mas que podía, frenando su avanzar cuando, delante suyo, a lo lejos, cree ver a ese otro espía viejo caminar con tranquilidad a contra flujo comparado al tricolor «¿Otra alucinación?» se pregunta, tallando sus ojos, parpadeando y descubriendo que no, posiblemente no era una alucinación

Honestamente, llegados a este punto, ya ni siquiera puede estar seguro de que es lo que está viendo y lo que es real. Para estas alturas, ya todo es igual, ya todo son alucinaciones que solo Mictlan podía decirle si eran o no verdad entre sus confusiones. Ahora, aun si no lo deseaba, Mictlan era posiblemente su único lazo real a su propia realidad

Estoy esperando, estoy rezando

No conseguiré perderme entre dos mundos

Por todo lo que he visto

En medio de la verdad

—Tele transpórtate —escucha la orden de Mictlan antes de preguntarle si ese que veía era real o solo otra alucinación. México no tiene oportunidad de preguntar, su alucinación toma control de su cuerpo, a ojos de aquel espía, la piel del tricolor cambia sus colores, sus ojos se iluminan un segundo y entonces, en un resplandor de luz, desaparece

México cae de espaldas al suelo, golpeando su espalda entre cajas y bolsas de basura que mas que amortiguar su caída, lo lastiman aun mas. Suelta quejidos de dolor, su consciencia desaparece por escasos momentos mientras se pregunta donde es que se encuentra. Parece la eterna pregunta que hace solo por inercia pero que sabe jamás será correspondida por ninguna de sus personas dentro de su cabeza

—Levántate —escucha la orden del menor. El tricolor se pone en pie, jadeando con dolor, al parecer, en la caída se ha dislocado un hombro y, aunque le duele ponerse en pie, encuentra una esquina que le parece perfecta, se acerca despacio, sobando su lastimado brazo y, mientras se empuja suavemente, toma aire, toma vuelo y entonces, golpea de nuevo su hombro dislocado contra el muro consiguiendo acomodarlo en su lugar aunque a cambio, emite un pequeño grito de dolor

«Estoy cansado» jadea, arrastrando los pies, sin fuerzas para seguir corriendo, pero avanzando contra su propia voluntad, por momentos, sintiendo que pierde el conocimiento aunque sus pies continúan avanzando. Extraña cuando estaba Nazi y Rusia. Si bien, estaban locos, al menos tenía la oportunidad de intercambiar cada cierto tiempo con ellos y dejarles su cuerpo para seguir avanzando... pero ya no, ahora solo era él, solo Mictlan y solo el corrupto y loco de Azteca. Negó

No iba a permitir que sus alucinaciones acabaran con él, no iba a dejárselas tan fácil, ni a Mictlan ni a Azteca. Aun si sus demás alucinaciones, aun si las demás personalidades dentro de su cabeza ya habían casi desaparecido por completo, México iba a salir de este embrollo, así tuviera que atravesar su corazón una y mil veces, iba a conseguirlo... no podía rendirse...

Todo esto era por su madre y por los que el amaba y deseaba proteger

Dame la fuerza para enfrentar el mal que he hecho

Ahora que conozco

Mi lado más oscuro

Cayó un segundo al suelo, arrodillado, agotado, prácticamente, por un segundo, rendido. Una lluvia había azotado a sus alrededores, ni siquiera se había podido percatar del momento exacto en que esto había ocurrido y aun así, ahí estaba, mirándose a través de un charco borroso de agua en medio de un suelo de tierra

Se miro en su deformado reflejo y, por más que pudo distinguir su figura, no se reconoció a sí mismo en este mar de desagradables sentimientos que lo carcomían lentamente. Tomo un hondo respiro, intento ponerse en pie, el agotamiento de sus músculos era doloroso, pero ya comenzaba a acostumbrarse lo suficiente para que dejara de ser algo de importancia, aun así, se pregunta si es una buena idea que vaya desarrollando esta fuerza puesto que, podría ser contraproducente en el futuro si es que quería acabar con su vida más adelante

Mientras se mira a través de aquel charco y se intenta levantar, la sensación de que ya no puede más vuelve a él. No, no es solo el agotamiento físico lo que le está deteniendo y frenando. Es, la simple pregunta que se ha hecho desde que recupero sus memorias y fue totalmente consciente de lo que le había estado pasando y lo que había obligado a hacer a los demás a su alrededor

El latino negó ¿Cómo podía seguir adelante, sabiendo todas las muertes que ha causado? Sabiendo todo el mal que ha hecho, todo el daño a los demás. El fue el culpable del daño a su madre, él fue el culpable que Azteca se volviera loco, él fue el culpable de que Nazi se alejara de sus amigos, incluso, aun si no quería aceptarlo... tal vez el fue culpable de que Urss lo amara y ahora estuviera persiguiéndolo

Se sentía mal, porque estaba feliz de saber que aun sabiendo el monstruo que era, Urss aun seguía buscándolo, aun deseaba devolverlo a casa, a los brazos de su madre y por supuesto, tenerlo a su lado. Se sentía mal, por ser feliz al tener este pequeño conocimiento. Se sentía una total mierda, porque sabía el daño que causaba a la gente que le importaba y aun así, quería ser lo suficiente egoísta para saber con alivio que había aun gente que se preocupaba por el

Era su arma de doble filo, trayéndole esperanza y a su vez, agonía al saber que si no se detenían acabarían en algo peor que la muerte. No podía permitirlo, pero le dolía. Se maldijo a sí mismo por ser tan débil. Por ser humano

Por desear que aun haya gente que se preocupe por un monstruo como el

¿Cómo puede la sangre ser nuestra salvación...

Y justificar el dolor

Que hemos causado a través de los tiempos?

¿Aprenderé lo que realmente es sagrado?

¿Redimiré mi alma?

¿La verdad me hará libre?

Un fuerte trueno le hizo elevar la mirada cuando creyó alcanzar a ver a la lejanía los pies desnudos y llenos de heridas de Mictlan, aun cuando era solo parte de su mente, aun cuando era algo así como un ser imaginario demasiado real, aun se pregunta el latino porque siempre lucia tan herido, tal vez, mucho más que él, y no, no solo se refería a sus heridas físicas, sino a su mirada triste y acusadora que se enmascaraba en una honesta preocupación por la misma gente que apreciaba e latino, tosió, el frio estaba calando en sus huesos y le estaba lastimando ¿Tal vez ya tendría pulmonía? Seria mucha suerte si una enfermedad así lo mataba antes de llegar a su comentico. Intento golpearse la cabeza con diversión ¿Hasta cuándo iba a seguir soñando porque cosas externas acabaran con su miseria? Eso no iba a pasar de todos modos, lo habían creado prácticamente indestructible, no iba a ser destruido por algo tan banal como una estúpida enfermedad

—No lo entiendo —jadeo, liberando entre su estrés, lagrimas honestas, dejando de intentar ponerse en pie pese a que sabía que esto iba a hacer enojar mucho a Mictlan, simplemente, se desmorono ahí mismo, dejando correr lagrimas que se combinaban perfectamente con la lluvia congelada que oscurecía el ambiente volviéndolo prácticamente una noche tenebrosa con relámpagos—, no lo entiendo Mictlan —volvió a llamarlo, subiendo su mirada al pequeño niño que cambia despacio su gesto serio a uno que claramente era enfadado por su lentitud para ponerse en pie. Tal vez, porque sabía que de todos modos no se iba a poner en pie por si solo hasta que recibiera respuesta a sus propias dudas

—Aun falta mucho camino —alego molesto, aun cuando sabía que era lo que iba a preguntarle, no quiso responder, solo apurarlo. No les quedaba mucho tiempo y al menos, contra todo pronóstico, estaban consiguiendo llegar tal vez primero si todo iba bien y México se exigía un poco mas

—¡¿Cómo el derramamiento de nuestra sangre —jadeo, intentando cortar el propio monologo de su hermano mayor—, como puede ser la salvación y justificar todo el dolor que hemos causado a través del tiempo Mictlan?! —hubo un silencio, Mictlan simplemente lo observo, como parecía perderse, cada vez mas roto, cada vez mas perdido— ¡Explícame! —jadeo el latino con lagrimas corriendo, aun si la lluvia empapaba ya todo su rostro, el pequeño niño podía reconocer sus lagrimas de la lluvia, mas se mantuvo en silencio, observando su dolor— ¡¿Solo la muerte puede redimir nuestros pecados?! —jadeo con dolor, volviendo a toser, teniendo que cubrir su boca con una de sus manos, jadeando

—¿De verdad crees que al decírtela verdad, podrás ser libre de tus propios pecados México? —pregunto el menor con frialdad, observando como el latino ha dejado de prestarle atención para observar su mano donde, con horror, observa la sangre combinarse con el agua de la lluvia. Las enfermedades que Mictlan estaba manteniendo a raya se expanden aun con sus esmeros, ambos lo saben, este camino es un calvario para ambos tricolor

No hubieron mas palabras después de eso, simplemente, con el mismo dolor carcomiendo su ser entero, destruyendo su alma, consiguió ponerse en pie, sabiéndose observado por Mictlan quien, desaparece poco después de que el latino haya conseguido ponerse en pie y que avance arrastrando los pies, tomando su estomago con dolor

Intento negar en su mente, las imágenes de aquellos dulces momentos del pasado, aquellos pocos recuerdos agradables surcaron su consciencia un momento y honestamente, a comparación de todo el infierno que había estado viviendo en los últimos años, prefirió ciegamente seguir manteniendo sus memorias agradables que ser consciente de lo que ocurría en estos momentos a su alrededor. Después de todo, era por ellos por quienes estaba haciendo todo

Cegado para ver

La crueldad de la bestia

Es mi lado más oscuro

(Perdona mis pecados)

El velo de mis sueños

Engaño todo lo que he visto

Perdóname por lo que he sido

(Perdona mis pecados)

Continúa corriendo, continua "destruyendo" su cuerpo otro poco más, olvidando lo que es, lo que debía de ser. Su mente se permite un segundo para desconectarse, lo necesita por así decirlo. Recuerdos agradables y memorables, tal vez, aquella vez que conoció a Urss estando al lado de Rusia y el casi era atropellado, aquella noche cuando cenaron juntos (poco antes de ser expulsado del en ese entonces su hogar) la vez que tuvieron su primera cita y fueron a Chapultepec

Dulces recuerdos con su madre, desde que era pequeño, como cocinaban juntos, como su madre, tan fuerte y guerrera le enseño defensa personal, como, cuando México le presento a su madre a USA y Canadá estos parecieron enamorados de la mujer viendo en ella una verdadera madre mas allá que aquella que les había dado la vida, ahora cree divertido imaginar que son iguales. Ambos hermanos y el, optaron a Mexica por madre que a quien les había dado la vida. Rio por ese pensamiento agradable y gracioso

Las poca imágenes que tenia de pequeño con su padre España, el día que fueron de compras y tuvieron un "enfrentamiento" en una de esas máquinas para bailar y ambos acabaron hechos polvo mientras su madre se reía de ambos y los grababa... los recuerdos de todos los adultos viéndose, hablando, riendo tranquilos antes de que el llegara y pudieran continuar con una escena por demás hermosa y que valía la pena mantener en sus pensamientos

Aun contra todo pronóstico, incluso puede recordar los pocos momentos que tuvo con Rusia, mucho antes de ser secuestrado por él y torturado, lo recuerda siendo un estudiante mas; tímido pese a su enorme tamaño, educado, respetuoso cuando se trataba de él, pero que parecía querer divertirse de verdad y, aun en su timidez, ser algo atrevido

Recuerda a sus amigos, al eterno grupo de latinos y los demás countrys que siempre estaban ahí haciendo un caos del que después el latino acababa mas embarrado que nadie, por supuesto, siempre arrastraba a uno que otro pobre diablo con él y no siempre acababa siendo solo él, el castigado, pero aun así, esos recuerdos le gustan mucho mas

También, aunque son mucho menos que nadie, mantiene algunos pocos recuerdos con Nazi, no quiere perderlo, no quiere olvidarlo. Si bien, con el country "traidor" no pudo tener tantos recuerdos buenos, sabe que él le dio muchas frases que le ayudaron a seguir adelante. La que más puede mantener en sus memorias, es cuando lo conoció. Cuando sin siquiera saber su nombre, le dio esperanza para seguir luchando, negándose a rendirse pues aun quedaba mucho por delante. Si, Nazi tenía razón, aun había mucho camino por delante y el latino no podía rendirse

Porque no solo era esta vez la vida de su madre la que corría peligro. Era la vida de su padre España, era la vida de Urss, de USA, de Canadá, de su doctor Italia, de ese espía del que ahora no puede recordar su nombre, era la vida de las personas que ya había asesinado y de las que aun habían podido escapar de su alcance... habían muchas vidas en juego, no podía rendirse, aun cuando él deseaba desde hace mucho, tirar la toalla y dejarse caer

Et est signum (y es un signo)

Dies datus (día dado)

Et tenebris (es la oscuridad)

Mea culpa acta est fabula pereo (la obra es mi culpa que yo me haya ido)

Su consciencia volvió bruscamente con el llamado cruel de Mictlan sacándolo de su mente, haciéndolo darse cuenta de sus alrededores ¿Dónde estaba? ¿Por qué seguía haciendo la misma pregunta que siempre acababa sin ser respondida?

La luz de un nuevo día quemaba sobre sus hombros y cabeza, al parecer llevaba demasiado tiempo corriendo sin ser consciente de su estado. Descubrió que sus pantalones estaban prácticamente rotos, sus zapatos mas destruidos de la suela que nada y aun así, aunque sus ropas eran girones y harapos que ni un vagabundo tendría en uso, se sintió extraño cuando observo mas allá de la colina por donde estaba avanzando por fin, sin correr, solo caminando

—¿Es aquí? —pregunto suavemente, consiguiendo pasar de los altos montículos de tierra y un bosque semi espeso para encontrarse con una extraña planicie que, mas allá permitía ver el mar. Siendo, en todo esto, lo único que parecía desentonar con la hermosa escena, una especie de edificio con cúpula que más le dio la sensación de un observatorio al latino. México sintió un desagradable escalofrío trepando en su espalda con desagrado— se siente tan familiar —suspiro aliviado de que sus pies por fin se detuvieran, miro a sus alrededores

Es verdad que el posiblemente jamás haya visto esta imagen, pero aun así, le pareció que la había visto hace tanto tiempo atrás y lo sintió como una añoranza dolorosa, al menos hasta que creyó ver a su costado, que desde sus espaldas, Mictlan aparecía, observando con el mismo gesto de añoranza el ambiente

—No lo conoces tu —suspira Mictlan observando fijamente el ambiente, descubriendo cercas de un barranco un viejo y casi destruido barandal de piedra que le trae dolorosos recuerdos de añoranza— yo lo viví —suspiro, notando la mirada de su hermano menor. Mictlan solo cierra sus ojos y avanza, obligando a México a también avanzar— al estar dentro de tu cabeza puedes tener la sensación de recuerdos o vivencias que le ocurrieron al Mictlan original, es un efecto secundario de nuestra condición

Finaliza, siendo ahora el tricolor, quien se niegue a avanzar, observando el único edificio que desentonaba con el ambiente agradable que se veía

—Entonces —susurro, señalando en dirección del edificio pequeño color blanco— ¿Ese es Axka? —pregunto, mas no recibió una respuesta del menor, solo una afirmación con su cabeza

—Prepárate México —hablo de nuevo, luego de un extraño y pesado silencio— entraremos a Axka

Notas finales:

8 hojas para este capítulo... dios mío, de verdad esta super largo XD amm. Si, medio me quería disculpar... en teoría, este capítulo es el punto de vista de México a lo largo de toda esta historia...solo que resumido en un único capitulo

Si, mientras veíamos los diferentes puntos de vista de los demás personajes, esto era lo que estaba sufriendo México con Mictlan

Datos extra:

*Como recordaran de la temporada anterior, Nueva España trato de activar un comando en México que Mictlan consiguió evitar, luego, entre el final de esa segunda temporada y el inicio de esta, el comando Azteca había sido activado. Bueno, la activación no fue correcta y por tanto, el comando se esta ejecutando mal, corrompiéndose y así mismo, corrompiendo al latino, por eso sus alucinaciones

*(Esto, hablando de un modo más científico) tengo entendido que dentro de una persona con múltiples personalidades, si una personalidad es más fuerte que las otras, puede incluso absorber, devorar o desaparecer a las personalidades más débiles, por tanto, aquí, Azteca es quien esta absorbiendo a Nazi y Rusia de la mente de México

*I.R y el country de la máscara vuelven a aparecer por segunda vez delante de México pero el latino ha conseguido escapar de ellos activando cada tanto sus habilidades y escapar

*Lo único que está controlando a Azteca es que México está alimentándose de carne humana, recordaran que en la temporada anterior Nueva España explico que la razón por la que México se alimentaba de carne humana cruda era para minimizar sus habilidades, bueno, esto también funciona para con Azteca y su comando

*Debido a la misma corrupción de Azteca, México esta alucinando cada vez más, llegando al punto donde ya no sabe si lo que hay delante suyo es real o no, aquí, quien tiene que hacer el trabajo es Mictlan guiándolo

*Aun si Mictlan solo es otra personalidad dentro de la cabeza de México, no niega que él también se agota con este camino

*Este capítulo acaba con la llegada de México y Mictlan a Axka, a partir de aquí, comienza el clímax de la historia y el final de la misma

Bueno, por sorprendente que parezca, este capítulo no estaba tan largo como pensé... o tal vez porque estuve haciendo otra cosas mientras corregía errores de ortografía es que no note que se sentía tan largo... como sea, les recomiendo que se vayan preparando para llorar porque yo que lo escribí, acabe llorando de verdad...

En fin

¿Les ha gustado?

Que tengan lindo día

¡Comenten!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro