18 - Más allá del silencio
Notas del cap:
Este capítulo será... "peculiar" ¬u¬ algunos van a gritar pero les recuerdo que ningún personaje se conoce ni tiene lazos con otro a menos que dentro de la misma historia se diga lo contrario
¡A leer!
18 - Más allá del silencio
Sus ojos se abrieron con la duda y el temor en ellos. Su cuerpo reacciono poniéndose en pie y buscando en sus alrededores algo que le pudiera decir en donde es que se encontraba, mas no pudo reconocer demasiado de su ubicación actual. Solo que estaba oculto entre las callejuelas oscuras en el medio de dos gigantescos edificios que le dieron la impresión de que se podrían caer sobre su cuerpo. Pese al interés por quedarse viendo otro poco más el lugar, opta por salir lento de su escondite, descubriendo que es una ciudad que no puede reconocer, el lugar donde se encuentra y, peor aún, lo poco que podía distinguir de su idioma, es que era diferente al que él conocía
—¿En dónde me encuentro? —Se preguntó y aún más importante, se cuestionó a donde es que debía de ir ahora—. Azteca ¿Estás ahí? ¿Hacia dónde debo ir ahora? —Pregunta, no deseando verlo tan pronto. Pero escucha su voz desde sus espaldas, sobresaliendo de él y señalando un camino especifico con un dedo. México no se mueve, solo se mantiene observándolo por poco tiempo y como, con aquel mirar frio y despectivo hacia su persona, simplemente desaparecía poco después
La sensación de querer pedirle perdón a Azteca le embriago un momento, de verdad quería disculparse por todo lo que le hizo pasar pero. Pero sabía que el Azteca que él tenía en la mente no era el real y que si se disculpaba con él, no tendría ningún sentido. Tal vez, si pudiera disculparse con Mictlan, se dijo al tiempo que comenzaba a correr en la dirección en la que había marcado Azteca. Negó, no creía que fuera a ser de ayuda para algo, en el peor de los casos, podría abrir heridas viejas y no quería lastimarlo ahora, menos sabiendo lo que tendrían que hacer
México afila su mirada con determinación. Tenía que llegar a Axka para acabar con todo antes de que siquiera tuviera la oportunidad de comenzar
--------------------
Caminaba tranquila y seria, con un porte por demás intimidante a donde iba. El suave repiquetear de sus tacones eran apenas aderezados con los suaves murmullos que había a sus alrededores; personas de todo tipo, en su gran mayoría, countrys, se encontraban avanzando a su ritmo, cada quien, metido en sus propios problemas, ajenos al problema del contrario
—Ha —suelta un suave quejido tras haber chocado por accidente con un hombre que no había visto. Levanto la mirada disculpándose con el contrario que, regalándole una suave sonrisa, solo continua con su camino «¿No está demasiado viejo para ser un agente activo?», se preguntó Mexica curiosa de observar que era un country de ya entrada edad con una bandera negra, dorada y blanca, portando un escudo en el mismo lado en que Urss solía usarlo. Si bien, jamás en su vida lo había visto, la extraña sensación que le dio, tras haberse visto a los ojos debido al accidente de hace un momento, le pareció por demás... "raro"
Prefirió no prestar más atención a aquello y continuo su camino tratando de repasar lo que tendría que hacer ahora. Primero que nada, así como Nazi, ella también necesitaría el resto de la información que le hacía falta. Era más que seguro que debía de haber más oculto tras la investigación de Nazi, se dio ella varias veces, mientras llegaba al centro del todo, donde, del mismo burlesco modo. Nazi había comenzado con su historial de traidor. No era otro lugar sino el centro de todos los documentos, el corazón de la organización donde se traspapelaban todos los informes respecto a las misiones que ha habido desde el inicio de la organización hasta la actualidad y, por supuesto, los informes robados, su contenido a grandes rasgos y demás cosas. Mexica sabia, que robar algo de ahí, era prácticamente imposible debido a la cantidad de altas medidas de seguridad que poseían las instalaciones, pero. Así como Nazi había conseguido hacerse con información que no era para él, ella podría con esto y más, se dijo, determinada a tener que llegar hasta las últimas consecuencias si con eso conseguía lo que necesitaba
—Buenas tardes —saludo al trio de countrys que se encontraban custodiando la entrada. Countrys que sin lugar a dudas habían sido anteriormente agentes y que, aunque ahora se encuentren en administración, no tenían nada que envidiarles a los agentes de campo, se dijo Mexica, preparada para tener que enfrentarse a sus posibles contrincantes. Aun así, procuro ser lo más tranquila posible y no mostrarse seria
—Ha pasado el tiempo desde la última vez que te apareciste por aquí niña —saluda Maya, un countryhumans de entrada edad pero que su cuerpo dejaba ver aun lo bien trabajo que estaba y lo que debió de ser un cuerpo de infarto en el pasado
—Vengo buscando una información para un trabajo —se expresa con seriedad hacia los countrys, siendo Mapuche el único que de una suave risa
—Claro, todos vienen por información —susurra divertido—, pocos vienen para tener una charla amena —se burla el country cruzado sus dedos y colocar su barbilla sobre estos en un gesto tal vez infantil pero amable, él era quien más daba la sensación de que se volvería uno de esos ancianitos llenos de amor y ternura que sería más de escuchar que de hablar; aun así, Mexica niega un momento
—Mi hijo está desaparecido —menciona ella de un modo frio, cambiando el gesto de todos por uno un tanto sorprendido—, ustedes comprenderán si no he podido venir a visitarlos —asegura con ese mismo tono serio y casi osco
—Por eso no tuve hijos –susurra la única mujer, Imperio Inca se aleja un poco de su asiento y de debajo del escritorio saca un sobre oscuro con las siglas de "secreto" en ellas— Toma niña, lo dejaron para ti —menciona mientras le extiende el sobre a la mujer que mira confundida la situación
—¿Seguros que es para mí? —pregunta dudosa— ¿Quién lo envía? —insiste luego de observar solo a Mapuche asintiendo con amabilidad. Sin embargo, los tres se encojen de hombros
—Confidencial cielo —susurra Mapuche. Mexica vuelve la mirada al documento y, tratando de concentrar mejor sus pensamientos, asiente marchando poco después de darle las gracias a los tres countrys por su ayuda
—Es la chica de Azteca ¿verdad? —pregunta Inca dudosa de descubrir los asentimientos de los otros dos hombres
—Todavía no me creo la mierda que nos dijeron —suspira Maya sobando sus sienes, soltando un suspiro de alivio al no tener que ponerse en armas
—Es una mamita —se expresa Mapuche con un tono más serio—. Ten por seguro que llegara más lejos de lo que llego Azteca —suspira viendo en dirección de la mujer que se ha marchado. Mapuche solo sonríe suavemente de medio lado—. Como ese de nombre Nazi
—Iba a crear un atentado para obtener información Mapuche —regaña Inca, pero Mapuche solo sonríe con tranquilidad rascando su oreja
—¿No habrías hecho lo mismo en su situación? —sonríe hacia la mujer que muestra un tenue rosa en sus mejillas— ¿No Azteca iba a hacer lo mismo? —sonríe divertido— Te recuerdo mujer, que ese hombre juro acabar con nosotros si nos metíamos de nuevo —susurro, observando las negatorias del resto
—Y que nos manden a hacer este maldito trabajo tampoco es de ayuda —se queja Maya con frustración
---------------
Llego a un lugar solitario, sacando con cuidado los documentos y leyéndolos con velocidad. Sus ojos se abren con sorpresa
—¿Pero qué mierda? —susurra con duda, intentando no hacer demasiado fuertes sus reclamos por la información que necesitaba... la misma información que extrañamente, le ha sido entregada en ese sobre
Era, por decir menos, una especie de lista que explicaba el tipo de "eficacia" en una serie de artefactos que debían de ser creados para contener y detener al arma conocida como Mictlan, una especie de comandos que conseguían frenarlo y aturdirlo tiempo suficiente para que pudiera ser desactivado y/o destruido
No eran cosas muy complicadas, de hecho, era absurdamente sencillo la fabricación de aquellos artilugios, que Mexica se pregunta si es cierto que funcionan. Aunque, al detenerse con uno en particular, siente que tal vez, aquella mierda no sea una mentira como tal vez llego a pensar
Entre los artilugios que habían dispuestos a lo largo de la lista; uno en particular había llamado su atención poderosamente pues, aunque ella no lo vio en persona; por descripciones de Urss y algunos que otros dibujos de su hijo, podía reconocerlo. Parecía una grabadora de bolsillo, pequeña, con un par de botones pero que, tras una explicación de la frecuencia que debía de ser alcanzada, se explica que neutraliza los sentidos del equilibrio y concentración del arma al punto de permitir una ventana. La posibilidad de acabar con el arma en definitiva
La pregunta que rondaba a Mexica, sabía que era estúpida "¿Por qué alguien querría destruir a su hijo?" pero el conocimiento de que su hijo, era en realidad un arma, era algo que no podía ignorar aun si así lo deseaba. También estaba el asunto de que, si bien, es verdad que todos los artículos presentados podían detener al arma, ninguno podía destruirlo, solo lo frenaban, lo ponían en un estado catatónico por escasos segundos y nada más. No eran suficiente para destruirlo
Siguió hojeando las hojas subsecuentes. Guardando especialmente la de la pequeña grabadora y siguiendo, descubre por último, que hay un último documento, esta vez, con una letra diferente pero que alcanzaba a entender a medias. Estaba escrito en ruso. Eso no era el problema, sino el recordar de donde es que creía conocer la letra. Examino mejor el contenido, mientras una parte de su mente se desviaba a la duda que tenía... de "¿De dónde conocía esa letra?" se pregunta, aunque continúa leyendo
—¿Qué? —se pregunta incrédula, leyendo una serie de "materiales" que se necesitaban para conseguir anular por cierto tiempo mayor las habilidades del arma Mictlan. Además de ello, descubre escrito entre pequeñas notas, la explicación de que, tal parecía, obligar —especialmente contra su voluntad— al arma, a ingerir carne humana cruda, parecía especialmente efectiva para mantenerlo en un estado de sedación, semi consciencia y obediencia casi absoluta
Mexica tiene que cubrir su boca con una de sus manos, deteniendo su lectura y tratando de mantenerse fuerte... «¿Para eso obligaron a mi bebe a hacer actos tan atroces?», se pregunta horrorizada, tratando de no volver el estómago en donde se encuentra. Intentando ahogar sus deseos de llorar y volviendo la mirada a los documentos, esta vez, sintiendo una cólera que no quería controlar
En sí, la información que parecía verídica, también podría ser una trampa pero, teniendo conocimiento previo de lo que era el proyecto Mictlan y de todo lo que había sabido directamente por Nazi, sabía que había una posibilidad que tendría que efectuar antes... tal vez, si ese pequeño parecido a su hijo, había podido aparecer en su cabeza y en la Urss para ayudarles a encontrar a México cuando estuvo bajo el control de Rusia... tal vez ella podría volver a contactar con Mictlan y averiguar de primera mano, si esto que ha descubierto, es real o no
—Rusia —susurro suavemente, parpadeando tras descubrir un diminuto garabato que solía hacer el ruso cuando jugaba. Lo había visto algunas veces, incluso llego a ver ese mismo garabato entre los documentos que trajo Alemania aquella vez que descubrió por primera vez el nombre de Mictlan... ¿Por qué es que estaba ese garabato ahí?—. No será que —susurro incrédula, observando más a detalle la letra en el documento... ¿Y si era Rusia quien había escrito aquello?—. Primero tengo que investigar —susurra
... ... ...
Por fuera. Un country observa discretamente a la mujer que, intentando mantener la compostura y volviendo a su mirada un brillo de peligrosa determinación, continúa leyendo y subrayando los documentos que le parecen más importantes a antes de volver a guardarlos todos en el sobre y salir de las instalaciones con velocidad
—La pequeña se ha puesto en marcha —susurra el country a través del intercomunicador que portaba
—Asegúrate que destruya al proyecto Mictlan —sonó la voz al otro lado— Y si no tiene lo que se necesita. Tienes la estricta orden de acabar con todo en Axka —ordeno una voz masculina al country que asintió
—Así se hará señor —susurro, cortando la comunicación y caminando en dirección de Mexica y por donde, sabría deducir, que estaría el proyecto Mictlan "huyendo"— El proyecto Mictlan desaparecerá de una vez y para siempre
Notas finales:
Bueno... ya se sumaron a esta horrible ecuación algunas personas más XD para suerte de muchos, solo del grupo recién presentado, uno será el único que veremos activamente dentro de la historia, los demás, vienen a ser una especie de cameo y que de todos modos veremos, pero no "en el presente" no se su me explico. Igual, lo descubrirán en el futuro de esta saga. Pero aun así ¿Cómo les quedo el ojo? ¬u¬
Datos extras:
*Así como Nazi, Mexica iba a volverse una traidora de ONU con tal de obtener la información que necesitaba sobre Mictlan y su hijo
*"Alguien" que sabe todo el pedo que está pasando, decidió que Mexica seria de más ayuda siendo aún agente activo que una traidora, por eso le dejo los documentos en la recepción para evitar que hiciera una locura
*Los imperios latinos ya están viejos. Pero, saben pelear y aún pueden —y saben— dar batalla ¬u¬
*La persona que le dejo la información a Mexica, sabe lo que esta pasando y los está siguiendo a todos en silencio... y tan pinches bueno tiene que ser porque nadie más se ha percatado de su presencia... digo, eso ya es otro nivel de habilidad XD
¿Les ha gustado? No puedo dar más spoilers
Que tengan un buen día
¡Comenten!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro