V
5 AÑOS ANTES
*AC/DC-Back in Black*
Iván estaba caminando junto a su aprendiz. Era una joven de ascendencia brasileña. A ojos de su acompañante, le parecía la mujer más guapa y bondadosa del mundo. Su pelo era liso, con el flequillo hacia un lado y con maquillaje oscuro alrededor de los ojos. Le llegaba al mago casi por el hombro. Ambos andaban vestidos con una variante del clero que estaban acostumbrados a usar los religiosos. Iván iba de rojo, con pequeños jeroglíficos de color pardo, que representaban, brevemente, la historia de su orden. Su aprendiz, en cambio, llevaba un color blanco, con los mismos grabados, pero de un amarillo oscuro.
-¿Cuánto falta?-preguntó ella.
-Ya estamos aquí. Es este edificio.
Elena Mancha, como se llamaba así su aprendiz, llevaba casi 10 años junto a él. Iván la encontró en el Orfanato de San Elías. Allí creció, pero como nadie la adoptó nunca, esperó a los 18 para independizarse. Luego, conoció a Iván Ditko, que viendo que dominaba las artes místicas, decidió tomarla como aprendiz. Le enseñó los conjuros y hechizos que conocía, la historia de su orden, a desencadenar habilidades especiales, incluso los riesgos que traían estos conocimientos y que tenían que dejar a un lado los sentimientos. Le contó que tenían u poder casi ilimitado, pero el usarlo con mucha frecuencia podría acabar con sus vidas. En poco tiempo, Elena consiguió dominar todas las técnicas que le enseñó su maestro. Sin embargo, desde hacía casi 2 años, se podía decir que su relación se estaba alejando un poco de maestro y alumna.
El lugar al que tenían que ir era un hotel de Torkin, al que solo podían ir los de clase media y algunos de clase baja. Sea como fuera, la razón por la que tenían que acudir era por un supuesto caso de posesión en uno de los apartamentos. La noticia llegó hasta oídos de Iván, que estaba en aquel entonces viviendo en el templo de su orden, ubicado en Santa Fe.
Al llegar a la entrada del edificio, la joven se detuvo a contemplarlo mejor. Tenía cuatro pisos. En algún tiempo tenía que haber gozado de buena reputación. Ahora se dejaba ver claramente la falta de mantenimiento en su apariencia. No había puertas en la entrada, ni tampoco portero. Las escaleras que daban a los pisos de arriba, estaban afuera, simplemente. Iván notó que Elena estaba distraída. Le había parecido oír un grito. El día andaba muy nublado.
-¿Vienes?-preguntó.
-Sí.
Acompañó a su maestro a subir las escaleras. La gente del hotel los veía a través de sus puertas entreabiertas. Elena lo notó, pero le daba la impresión de que Iván también se dio cuenta. Al lado de ellos pasó un gato negro. La joven se asombró.
-¿Viste eso? Era un gato negro. Significa que tendremos mala suerte.-advirtió ella.
-Eso no es cierto. Los gatos negros no dan mala suerte. De hecho, son los principales que pueden ver el aura y las energías en la gente. Son animalitos muy agradables.
-Oh, ya veo. ¿Y si adoptamos uno?
-¿Te refieres a adoptar un gato?
-Sí, ¿por qué no?
-Jaj. ¿Qué será lo siguiente? ¿Niños?
-Puede ser.
Iván se detuvo a mirar a la joven. Llevaban conociéndose el tiempo suficiente como para no poder seguir evitando el tema.
-Sabes que no podemos. La orden lo prohíbe.-advirtió.
-¿La orden? La orden está muerta. ¿Tu maestro murió hace cuánto? ¿Seis, siete años?
-Siete. Mira, Elena. En este tipo de trabajo es complicado de tener una relación, de tener hijos.
-Para eso estamos nosotros. Para protegerlos en caso de ser necesario. Yo te amo, Iván. Yo quiero tener una familia contigo. Escucha, yo…
Escucharon entonces un grito desgarrador justo en el piso de arriba. La voz no parecía ni humana.
-Vamos.-ordenó Iván.-Hablaremos de esto después.
Al llegar al último piso pudieron ver una puerta entreabierta al final del pasillo. No había casi luz, por lo que todo estaba oscuro. El resto de los apartamentos del piso estaban completamente cerrados. Elena se adelantó. Incluso en ese momento, Iván, que había hecho exorcismos decenas de veces, no podía evitar sentirse nervioso. Al ver a Elena, su temor se disipaba. La muchacha se volteó.
-¿Vienes?-preguntó la joven.
-Sí.-respondió.
La contempló aún más incluso en aquel momento. Era como si todos los astros se alinearan para resaltar la belleza y el corazón tan puro de esa mujer. En lo profundo de su corazón, Iván sintió que no la merecía. Decidió acompañarla al apartamento que tenía la puerta entreabierta, dejando ver un débil haz de luz. Incluso en ese momento, Iván sintió que algo no andaba bien. Sin que ninguno se diera cuenta, los vecinos, en fila india, andaban subiendo las escaleras.
Entraron al apartamento. Todo estaba absolutamente silencioso, por lo que decidieron ir al cuarto, donde debía de estar el problema. Atravesaron todo hasta llegar al cuarto, al fondo del apartamento y abrieron la puerta. Ahí había, en la cama, una niña amarrada a ambos extremos. Su piel era completamente pálida, con las venas oscuras. Sus ojos, en cambio, eran de color violeta. Se veía desaliñada, llena de moretones, de aspecto desagradable. Parado al lado de la cama se hallaba el padre. Este se veía cuarentón y con un poco de barba. Al lado de la cama también había un escaparate un poco pequeño para la ropa. Finalmente, el padre tomó la palabra:
-¡Por fin llegan! No saben cuán preocupado he estado. Lleva así durante dos días.
-Relájese, señor Vodovski. Esto será rápido.-aseguró Iván.
Al terminar de dirigirle la palabra, se acercó a la niña, sentándose en un rincón de la cama.
-Bien, ¿cómo te llamas?-preguntó Iván.
La niña sonrió de una manera siniestra y al hablar, su voz parecía más gruesa:
-Iván, hijo de Tor Ditko.-se dirigió hacia Elena.-Elena, hija de un chatarrero. JAJAJ. Han venido ambos a sucumbir ante mis poderes.
-Sabemos quiénes somos. No nos lo tienes que repetir. Y NO has respondido mi pregunta. ¿Quién eres?
Elena se veía un poco nerviosa. Realmente, ese era el primer exorcismo al que asistía con Iván. Por lo tanto, nunca había pasado por ese tipo de juegos mentales demoníacos.
-Aargh…soy el Hombre Oddcroter. He vivido tanto como la humanidad. Nací allí donde todo es desconocido para el hombre. Nací…en la Dimensión de las Sombras.
-Ya, y yo soy el rey.-bromeó Iván.-Mi padre vive en el Sol.
-Jaj. ¿Te crees muy chistoso?
-Acabemos con esto.
Iván se puso al lado de Elena. Entonces, empezaron a hacer gestos y susurrar hechizos de liberación. Sin que lo notaran, los ojos del padre de la niña se habían tornado blancos. Los vecinos, que habían subido, ya estaban llegando a la puerta del cuarto.
-Sabe, Iván…-continuó el Oddcroter.-…Soy un gran admirador de su trabajo. Como último miembro de la Orden de los Hechiceros o como se llamen ahora, usted ha sido un enemigo casi capaz de ganar. Lo he seguido durante tanto, tanto tiempo. El último de los hechiceros.
Iván ya empezaba a notar la presencia de los vecinos. Esta vez, sin embargo, todos estaban con los ojos blancos, como el padre de la niña. El hechicero miró por encima de su hombre, viendo que se acercaban los vecinos. Entonces, la niña rompió sus ataduras y rápidamente agarró el brazo de Elena. La joven emitió un grito agonizante. El hechizo de pronto se vio interrumpido. Antes de que Iván pudiera hacer algo, la niña hizo que la pobre Elena sufriera un ardor insoportable, como si se le quemara por dentro, soltando lágrimas de dolor y deshaciéndose en cenizas.
Iván estaba en shock. No lograba procesar del todo lo que había pasado. Sus ojos pasaron a derramar lágrimas.
-¡Noooooooooo!-gritó.
Lleno de rabia por dentro, con un gesto de sus manos y una palabra sentencia a todos en el edificio.
-Esneméuq.
Luego, todos en el cuarto empezaron a ser cubiertos por fuego en sus cuerpos. Los gritos de desesperación y dolor resonaron en todo el hotel. La niña, incluso, se estaba quemando también. Ya no estaba la voz demoníaca de antes.
Iván tenía el corazón destrozado.
ACTUALIDAD
Avril despertó en el sótano. Desprendía un color violeta que provenía de una especie de puerta de este mismo color. Se veía bastante raro. La manera en que desprendía la luz, la forma de la puerta y lo que creyó ver en ella, bastó para sentirse tentada a adentrarse. Poco a poco, se fue acercando. De repente, una fuerza la atrajo hacia dentro de esta puerta, debía ser un tipo de imán. Avril dejó de estar en nuestro mundo.
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