56.- NECESITAMOS TERAPIA
Investiguemos junto lo siguiente. En muchos estudios sicológicos se ha descubierto que el acto de abrazar es un instrumento terapéutico tan increíblemente eficaz, que es capaz de dejar en shock hasta el más furioso de las personas. ¿Por qué crees tú que ocurre esto?. A pesar que muchos otros piensan que lo único que servía era la claridad, el ingenio y el análisis, pero todo es insignificante ante lo puede hacer un abrazo desde tu interior, un abrazo con intención.
El humano necesita que lo necesiten, NO así el ser humano. Nosotros fuimos creados como seres humanos, pero a medida que vamos creciendo nos vamos transformando mas en humano, dejando de lado el SER.
Nacemos como personas altruistas, el altruismo viene con nosotros porque es una pieza fundamental del ser humano, nacemos como personas buenas, empáticas, generosos, bondadosos. ¿ No es acaso el motivo por el cual Jesús Nazaret decía en uno de sus refranes más importantes de su evangelización, amanse los unos a los otros como yo los he amado?. ¿No es acaso lo que toda enseñanza oriental milenaria nos dice...., el que despertemos de nuestro egoísmo interior, y que seamos más compasivos?. Pero no de tener lastimas por el más débil o más pobre, sino que de ser mas empático y bondadoso con el que está a mi lado.
El mundo necesita una terapia porque al mundo le falta amor. En un mundo en el que realmente reinara el amor no se necesitaría ninguna terapia, ¿No es acaso de ese reino de amor del cual habla Jesús y también la de encontrar la iluminación como dicen los orientales? Mis queridos el amor sería suficiente, más que suficiente. Abrazar es un simple gesto de amor, de calor, de afecto, de contener. La sensación de calor que transmite la otra persona derrite muchas enfermedades, derrite el ego, el frío como el hielo, y te hace sentir de nuevo como un niño. No hay odio o ira que pueda ir en contra de un afectuoso abrazo.
Los psicólogos son plenamente conscientes de que si a un niño no lo besan, no lo abrazan, le falta alimento. El cuerpo necesita comida tanto como el alma necesita amor. Puedes cubrir todas las necesidades físicas de un niño, proporcionarle todas las comodidades físicas, pero si no lo abrazas no llegará a ser una persona totalmente sana. En el fondo se sentirá triste, abandonado, sin afecto. Lo habrán atendido, pero no lo han querido.
Se ha observado que si no se abraza a un niño, empieza como a retroceder, incluso puede morir, aunque se le proporcione todo lo necesario. Se le han dispensado todos los cuidados corporales, pero no ha estado rodeado de cariño. Se ha quedado aislado, sin conexión con la existencia. Muchos de los conflictos que tienen los adolescentes cuando son de padres separados, son problemas afectivos con la persona que lo abandono, ya sea la madre o el padre, no entienden por qué deben de querer a alguien que no les brindo cariño cuando estaban niños (desde el vientre de su madre hasta a los inicios de la pubertad), no logran entender porque no puedo amar a mi padre o madre. Tienen esta confusión por la sencilla razón de que se están abriendo a un mundo consiente, están despertando en forma innata. mi pregunta de fondo es ¿Quien enseña a todos estos niños que es realmente el amor?
El amor constituye nuestra conexión, nuestras raíces. Al igual que hay que respirar, porque para el cuerpo es esencial, si se deja de respirar, se deja de existir, el amor es el aliento interno. La energía elemental que habita en el alma gracias al amor divinico.
Para una terapia efectiva no sirve, ni el ingenio, la claridad, los conocimientos, ni la erudición. Puedes tener los mejores doctorados en siquiatría o sicología. Podrás saber todo lo que se puede saber sobre la terapia, ser un experto, pero si no conoces el arte del amor te quedarás en la superficie del milagro de la terapia.
En cuanto empiezas a sentir compasión del paciente, a ser empático con el que sufre (pero no identificarse), veras que sufren fundamentalmente porque no han sido amadas. Si empiezas a sentir la necesidad de amor del paciente y si puedes satisfacer esa necesidad, el paciente experimentará una mejoría casi inmediata. El amor funciona en forma simple y sencilla, no con métodos de lógica y raciocinio para hacer entender el sufrimiento al paciente y de querer calmar ese dolor a través de sicotrópicos. (es decir tenerlo lo más dormido posible del mundo que lo rodea, de la realidad misma).
No cabe duda de que el amor es el fenómeno más terapéutico. A Freud le aterrorizaba tanto, tanto, que jamás se le habría ocurrido abrazar a un paciente, ni siquiera estaba dispuesto a mirarlo cara a cara, porque al escuchar su dolor, sus pesadillas, podría haber empezado a sentir compasión, podrían habérsele humedecido los ojos, echarse a llorar o en un descuido incluso tomarle de la mano. Investiguen ¿Acaso Uds. creen que Freud escribió del origen del altruismo? Siendo que este fue uno de los padres de la sicoanalítica. El siempre tuvo miedo a ser empático con sus pacientes, por eso nace la brecha entre la ciencia y la salud, ya que se toma el dolor y las aflicciones de salud como algo inanimado, como un objeto, nos olvidamos de que al frente de cada persona tenemos un ser humano. Por eso digo que la inteligencia , la lógica no aportan a ver al ser que llevamos dentro, por eso nos es más cómodo separar el ser, del humano, ya que al humano se puede controlar, en cambio al ser no, ya que es una energía omnipresente que no necesita de la humanidad, en su totalidad es puro amor, es única e inagotable.
Por eso que Freud le tenía tanto miedo a una relación afectuosa entre terapeuta y paciente que inventó la siguiente estratagema, el paciente tenía que estar tendido en el diván, y detrás se sentaba el psicoanalista, de modo que no se vieran cara a cara. Es decir cero empatía. Como siempre mis preguntas, ¿Sera lo correcto?
Hay que recordar algo muy importante, que solo cuando nos miramos cara a cara crece el amor. Los animales no pueden desarrollar el amor porque hacen el amor sin mirarse, y así no pueden surgir ni la amistad ni la relación. Es lo que nos diferencia en forma abismante. No existe ningún elemento humano en su relación sexual.
El ser humano ha creado la dimensión de todas las relaciones por la sencilla razón de que es el único animal que hace el amor mirando a su pareja. Los ojos empiezan a establecer comunicación y las expresiones faciales se convierten en un sutil lenguaje. Además, los cambios de humor y las emociones... el gozo, el éxtasis, el resplandor del orgasmo... Así se construye la intimidad. Es el instante cuando estamos amándonos frente a frente
La intimidad es necesaria, es un requisito indispensable. Es un tesoro maravilloso que se cultiva. Por eso es bueno hacer el amor con luz, no en medio de la oscuridad, o al menos con una luz tenue, la de una vela por ej. Hacer el amor con oscuridad es una parte del animal que habita en nosotros, que evita encararse con el otro, una estrategia para esquivarnos.
A Freud le daba mucho miedo el amor, de enredarse o relacionarse. Quería quedarse fuera, no implicarse con la persona, no formar parte de su interioridad, no adentrarse en aguas profundas y limitarse a ser un observador científico, distante, lejano. Quería crear el psicoanálisis como una ciencia, lamentablemente muchos, por no decir el noventa por ciento de los grandes científicos de la siquiatría y sicología aun lo toman como el padre de la sicoanalítica, creo que si él hubiera interiorizado en el mundo interno del altruismo hubiese sido otra la sicología la que imperara en estos días, así como lo estamos viendo nuestras analices sicológicos no llegaremos a encontrar soluciones en la periferia del ser humano, debemos de ir al centro de la conciencia misma, ya que esta en evidencia que el método freudiano cada vez mas está quedando atrás, En un principio quiere encontrar el centro de todo dolor, solo falto salir de la periferia y llagar al centro. Es un arte, mucho más próximo al amor que a la lógica. Si no se logra la unión de la ciencia con nuestra conciencia más pura, no lograremos entender el sufrimiento humano, aun es más, nos seguirán controlando a través de miles de medicamentos. No por eso una de las industrias que más gana en la bolsa de valores, es el mercado de los medicamentos, eso es gracias a Freud ¿ No lo sabía?.
El verdadero psicoanalista no evita profundizar en la interioridad del paciente, se arriesga, empátiza. Por eso a Wilhelm Reich lo considero un altruista. Él fue quien transformó la fisonomía del psicoanálisis, al establecer una relación con el paciente. Desechó el diván y la actitud distante que representa. Fue mucho más revolucionario que Freud, que siguió siendo tradicional, asustado de sus propias represiones quizás. No lo sabemos.
Si no tienes miedo de tus propias represiones puedes ayudar enormemente. Si no tienes miedo de tu inconsciente, si has resuelto un poco tus problemas, puedes ayudar mucho metiéndote en el mundo interior del paciente, participando en lugar de limitarte a observar fríamente.
Existen muchos hombre comunes y corrientes, grandes observadores, predicadores, profetas, elegidos e iluminados, por así decirlo, que tratan de enseñar lo simple pero a la vez lo esencial. Eso es que se puede fusionarse y fundirse con el paciente, aún más, para él, el paciente no es el paciente, sino que es un ser humano mas. Tal cual lo hizo Jesús o Buda.
Esa es la diferencia entre la relación que existe entre un paciente y un terapeuta. La relación que existe entre un discípulo y un maestro. El discípulo no es un paciente, es un ser amado, es querido. El maestro no es solo un observador, porque participa. Han perdido sus distintas entidades, se han hecho uno, esa unidad sirve de gran ayuda para que logren ser uno en la maestría, sin egos, son diferencias, sin que ninguno sea mejor que el otro.
No hay muchas cosas que entender al respecto. Una de ellas es que nos equivocamos al pensar que el niño muere y el hombre se hace adolescente, después muere el adolescente y el hombre llega a joven, después el joven muere y llega a la mediana edad y así sucesivamente.
El niño nunca muere... Tu niño interno jamás deja de existir, nada muere jamás. El niño está ahí, rodeado por otras experiencias, rodeado por la adolescencia, después por la juventud, después por la madurez, después por la vejez... pero el niño siempre sigue ahí. Recuerda como Jesús amaba a los niños, no era porque era una etapa de nuestro crecimiento, sino que decía que nunca dejemos de observar a los niños, su mundo es sano y sin prejuicios, en ellos está la alegría en su totalidad, son simples. Ese es el niño que está dormido en tu interior, ¿pero sabes algo?, está ahí..., dentro de ti. Búscalo.
Eres como una cebolla, una capa encima de otra, pero cuando pelas una cebolla encuentras capas más nuevas. En cuanto profundizas, encuentras capas más nuevas. Lo mismo ocurre con el hombre. Si profundizas en él siempre encontrarás al niño inocente. Ponerse en contacto con ese niño inocente y sano es terapéutico.
El niño inocente que sale a la superficie incluso unos segundos supone una enorme diferencia, porque la inocencia del niño siempre es sana y saludable, sin corromper. Has llegado al corazón mismo de la persona, donde jamás ha entrado la corrupción, has llegado al corazón virgen, y conseguir que ese corazón virgen vuelva a latir con vida es suficiente. Has iniciado un proceso de curación, lo has desencadenado.
Todo niño es tan nuevo, está tan vivo, tan lleno de entusiasmo que esa misma condición lo hace sano. Si puedes acariciar de alguna manera al niño en el paciente... y abrazar es simplemente una de las cosas más importantes. El análisis es el camino de la mente, el abrazo es el camino del corazón. La mente es la causa de todas las enfermedades y el corazón es el origen de toda curación. Es por eso que los científicos de esta era han experimentado en niños el origen del altruismo, porque ellos jamás mentirán, te sorprenderás de como ellos nos dan la mejor de las lecciones de nuestra vida, el que venimos a este mundo buenos, en nosotros no nace lo malo o la maldad, somos nosotros los que nos hacemos malos a medida que vamos creciendo.
Vivir sin ningún problema es muy difícil, casi humanamente imposible. ¿Por qué? Porque un problema te distrae, tienes algo con lo que entretenerte. Un problema te proporciona una ocupación, sin estar ocupado. Un problema te obliga a meterte en algo. Si no existe ningún problema, no podrás aferrarte a la periferia de tu ser, te tragará el centro.
El centro de tu ser está vacío. Es como el cubo de una rueda. La rueda se mueve sobre el cubo vacío. Tu núcleo está vacío, no es nada, es la nada, shunyam, el vacío, es la totalidad de la incertidumbre perfecta. Como tienes miedo de ese vacío te aferras a la llanta de la rueda o como mucho, si eres un poco atrevido, a los rayos, pero nunca te acercas al cubo. Empiezas a asustarte. Tienes miedo a encontrarte con tu conciencia.
Vamos a lo esencial. En primer lugar, ¿por qué quieres crear problemas? ¿Son problemas, realmente? ¿Te has planteado la pregunta de fondo, si realmente son problemas o si tú los estás creando y te has acostumbrado a crearlos, para que te hagan compañía, porque si no hay problemas te sientes solo? Incluso te gustaría sentirte triste, porque hasta lo consideras que es algo normal en cada humano, pero no te gustaría sentirte vacío, eso te aterra más aun que estar triste.
La gente se aferra a sus tristezas, pero no está dispuesta a quedarse vacía. Existen muchos casos clínicos sicológicos de parejas que llevan años peleándose, dicen que llevan peleándose quince años, desde que se casaron, no han parado de pelearse y de hacerse la vida imposible. ¿Por qué no se separan? ¿Por qué se aferran a la infelicidad? O Cambian o se separan. ¿Qué sentido tiene echar a perder la vida de cada uno? Pero yo comprendo qué es lo que ocurre. No están preparados para vivir solos. La infelicidad al menos les hace compañía. Si se separan, no saben qué hacer con sus vidas. Se han adaptado a una pauta de conflictos, ira, violencia y peleas continuas, a no parar de meterse el uno con el otro. Se han aprendido el truco y no saben cómo estar en otra situación con alguien con una personalidad diferente. ¿Cómo estar con alguien distinto? No conocen otra cosa. Han aprendido un lenguaje especial de infelicidad. Moverse con otra persona supondría empezar desde el principio. Tras quince años metido en un asunto concreto, te da miedo meterte en otro, ya que se sentirán vacios, aunque parece loco lo que estoy diciendo pero es así, Viven una vida totalmente inconsciente y superficial, ninguno actúa desde su propia conciencia, desde su centro, lo han perdido durante quince años, por eso viven una vida en el periferia.
Cada uno de nosotros invertimos mucho tiempo a lo largo de un existencia en los sufrimientos. Fíjate en lo siguiente. Cuando desaparece un problema, este va a parar inmediatamente a otro tipo de problema. ¿Por qué haces de la vida un problema? La vida es tan inmensamente hermosa... ¿Por qué no vivirla ahora mismo? Llorar es un gesto de vida. También reír es un gesto de vida. A veces estás triste. Es un gesto de vida, un estado de ánimo. Hermoso. A veces eres feliz, estás desbordante de alegría, bailando. También eso es bueno y hermoso. Ocurra lo que ocurra, acógelo y quédate con ello, poco a poco comprobarás que te has librado de la costumbre de hacer preguntas y de crearle problemas a la vida. Vive esa experiencia desde tu interior, obsérvala, ¿recuerdas esto?
Cuando no creas problemas, la vida desvela todos sus misterios. Nunca se desvela ante una persona que no sea para hacer preguntas. La vida está dispuesta a abrirse si no la conviertes en un problema. Si creas problemas, el mismo hecho de crear problemas te cierra los ojos. No puedes ser testigo de lo que te ocurrirá, ni menos podrás observar. Te vuelves agresivo con la vida.
En eso consiste la diferencia entre el logro científico y el logro religioso. El científico es como un hombre agresivo, que intenta arrancarle verdades a la vida, que obliga a la vida a entregar verdades... casi a punta de pistola, con violencia. El religioso no apunta a la vida con una pistola, haciéndole preguntas. Pero si apunta con el arma de la manipulación a través de tus culpas, la religión a través de la culpa te hace un fiel adepto a una a una doctrina que solo busca controlar tus pensamientos.
En nuestra era actual los diferentes tipos de estrés, ya que son muchos, nos están llevando cada vez más a una neurosis colectiva. Nunca había alcanzado tal carácter de epidemia como en la actualidad. Casi se está convirtiendo en un estado normal de la mente humana. Es algo que hay que comprender.
El pasado era más sano espiritualmente, por la sencilla razón de que no se introducían tantas cosas en la mente al mismo tiempo, de que no se sobrecargaba la mente. La mente actual está sobrecargada cada día más. Lo que no se asimila produce neurosis. Es como si no parases de comer, de atracarte de comida. Lo que el cuerpo no digiere resulta pernicioso. Lo que comes es menos importante que lo que ves y oyes. Con los ojos, con los oídos, con todos los sentidos, no paras de percibir miles de cosas, a cada momento. Para asimilar no dispones de más tiempo. Es como estar sentado continuamente a la mesa, comiendo y sin parar de comer durante veinticuatro horas al día.
Esa es la situación de la mente actual, que está sobrecargada. A nadie puede sorprenderle que se venga abajo. Existe un límite para todo mecanismo, y la mente es uno de los mecanismos más delicados y sutiles.
Una persona realmente sana dedica el 50 por ciento del tiempo a asimilar sus experiencias. 50 por ciento de actividad, 50 por ciento de inactividad, en eso consiste el equilibrio. 50 por ciento de pensar, 50 por ciento de meditar, en eso consiste la cura.
La meditación no es sino el tiempo en el que puedes relajarte por completo y adentrarte en ti mismo, cuando cierras todas las puertas, todos los sentidos, a los estímulos externos. Desapareces del mundo. Te olvidas del mundo, como si no existiera... ni periódicos, ni radio, ni televisión ni gente, ni wasap, ni faceboock. Estás solo en tu ser más íntimo, relajado, en casa.
En esos momentos se asimila todo lo que se ha acumulado. Se desecha lo que no vale la pena. La meditación funciona como un cuchillo de doble filo, por un lado asimila cuanto sirve de alimento y por otro rechaza y se deshace de lo que no te sirve.
Pero la meditación ha desaparecido del mundo. En la antigüedad la gente tenía una forma natural y actitud meditativa. La vida no presentaba complicaciones, la gente tenía tiempo para sentarse tranquilamente sin hacer nada, o mirar las estrellas, los árboles, o escuchar el canto de los pájaros. Tenían intervalos de profunda pasividad. En esos momentos te haces más sano, más entero.
La neurosis supone que llevas tal carga en la mente que esa carga te está matando. No puedes moverte. No hay posibilidad de que tu conciencia escape. No puedes ni arrastrarte... la carga es excesiva. La carga aumenta a cada momento. Te desmoronas, y es natural.
Hay que comprender unas cuantas cosas. La neurosis es como el ratón que llega sin cesar al callejón sin salida, que no aprende. Sí, no aprender es una neurosis... esa es la primera definición. Que siempre llegas al callejón sin salida.
Te has enfadado. ¿Cuántas veces te has enfadado? ¿Y cuántas veces te has arrepentido de haberte enfadado? Sin embargo, con un simple estímulo reaccionarás igual. No has aprendido nada. Te has dejado llevar por la codicia y te ha hecho aún más egoísta. Sabes que la codicia nunca le ha dado a nadie la felicidad, pero sigues siendo codicioso, sigues en lo mismo. No aprendes.
No aprender produce neurosis. Aprender significa asimilar. Intentas algo y descubres que no funciona. Lo dejas. Vas en otra dirección, intentas otra alternativa. Está muy bien, es inteligente. Darte de cabezazos contra una pared donde sabes perfectamente que no hay ninguna puerta es neurótico.
Las personas están cada día más neuróticas porque siguen dirigiéndose al callejón sin salida, intentando algo que no funciona. Quien es capaz de aprender jamás se vuelve neurótico, no es posible. Ve inmediatamente que se trata de un muro y abandona la idea. Empieza a moverse en otras dimensiones. Existen otras alternativas. Ha aprendido algo. A controlarse.
Se cuenta que Edison tenía entre manos un experimento en el que había fracasado setecientas veces. Sus colegas estaban desesperados. Habían pasado tres años y él seguía intentándolo, una y otra vez. Todas las mañanas sentía el mismo entusiasmo, el entusiasmo del primer día. Habían pasado tres años.
Un día sus colegas se reunieron y le dijeron:
—Esto no tiene sentido. Ha salido mal setecientas veces. Ya va siendo hora de que abandonemos el experimento. Por lo visto, Edison replicó: —Pero ¿cómo que ha salido mal? Hemos aprendido que nos hemos equivocado con esas setecientas posibilidades. ¡Ha sido una gran experiencia! Hoy no voy a hacer el mismo experimento. He pensado en otro. Nos estamos acercando a la verdad. ¿Cuántas alternativas erróneas pueden existir? Tiene que haber un límite. Si existen mil alternativas erróneas, ya hemos descartado setecientas, y solo nos quedan trescientas. Y entonces daremos en el blanco. Eso es no caer en un estado neurótico.
En eso consiste aprender. Quien es capaz de aprender nunca se volverá neurótico. Un discípulo nunca se volverá neurótico. "Discípulo" significa el que es capaz de aprender, el que nunca llega a ser un erudito, sino que siempre está en el proceso de aprendizaje.
La erudición, la lógica y el perfeccionismo lleva a la neurosis. No es casualidad que profesores, filósofos y psiquiatras se vuelvan locos fácilmente. Han aprendido y llegado a la conclusión de que ya no queda nada por aprender. En el momento en que decides que ya no queda nada por aprender dejas de crecer.
Dejar de crecer es un paso a la neurosis, esa es la segunda definición. Evidentemente, el mundo era muy distinto en épocas pasadas. El equivalente de unas seis semanas de estímulos sensoriales hace seiscientos años es lo que recibimos ahora en un solo día, una presión para aprender y adaptarse unas cuarenta veces superior. El hombre actual tiene que ser capaz de aprender más que en toda la historia de la humanidad, porque ahora hay más que aprender.
El hombre actual tiene que ser capaz de adaptarse a nuevas situaciones todos los días, porque el mundo está cambiando a toda prisa. Es un gran reto. Cada vez vemos que las 24 horas que pasan son solo 16 horas efectivas, todo está más rápido.
Si se acepta, un gran reto ayudará enormemente a la expansión de la conciencia. El hombre actual, o se volverá completamente neurótico o se transformará debido a la presión misma. Depende de cómo te lo tomes. Una cosa es cierta, que no se puede volver atrás. Los estímulos sensoriales seguirán aumentando. Recibirás más información y la vida cambiará a un ritmo cada vez más rápido. Tendrás que ser capaces de aprender nuevas cosas, de adaptaros a ellas rápidamente. En el pasado el hombre vivía en un mundo casi estático. Entonces se ha dejado el mundo exactamente igual que tu padre te lo había dejado a ti. No has cambiado nada. No había necesidad de aprender demasiado. Bastaba con saber un poquito, y así había espacio en la mente, espacios vacíos, que ayudaban a la gente a mantenerse cuerda. Ahora ya no existe un espacio vacío, a menos que lo crees a propósito. La meditación es más necesaria que nunca. La meditación es tan necesaria que se trata casi de una cuestión vital.
En épocas pasadas era un lujo, a muy pocas personas les interesaba meditar solo a un Buda, un Mahavíra, un Krisna. Los demás eran silenciosos, felices, cuerdos porque sí. No sentían ninguna necesidad de pensar en la meditación, meditaban de una forma inconsciente. La vida se deslizaba con tal silencio, con tal lentitud, que aun los más estúpidos eran capaces de adaptarse a ella. En la actualidad el cambio es tan rápido, va a tal velocidad, que aun los más inteligentes se sienten incapaces de adaptarse a él. La vida cambia día a día, y tienes que volver a aprender, tienes que aprender una y otra vez.
En la actualidad no puedes dejar de aprender, tiene que ser un proceso de por vida. Tendrás que seguir aprendiendo hasta el día mismo de tu muerte, porque solo así te mantendrás cuerdo. La presión es muy grande, cuarenta veces mayor. ¿Cómo aliviar esa presión? Tendrás que internarte a propósito en los momentos de meditación. Si una persona no medita al menos una hora al día, la neurosis no sobrevendrá por casualidad, sino que la persona misma la desencadenará.
Uno debe olvidarse del mundo durante una hora para internarse en su propio ser. Estará tan a solas durante una hora que nada accederá a él, ni un pensamiento, ni un recuerdo, ni una fantasía; durante una hora su conciencia carecerá de contenidos, y eso la rejuvenecerá y la renovará. Eso liberará nuevas fuentes de energía y esa persona volverá al mundo más joven, renovada, más capaz de aprender, con mayor capacidad de asombro en la mirada, con más respeto en el corazón, como un niño.
Esa presión para aprender y la antigua costumbre de no aprender están volviendo loca a la gente. La mente actual está realmente sobrecargada y no se le da tiempo para digerirlo todo, para incorporarlo al propio ser. Ahí es donde entra en juego la meditación y adquiere más importancia que nunca.
Si no le dejamos tiempo a la mente para que descanse con la meditación, reprimimos todos los mensajes que le llegan continuamente. Nos negamos a aprender, decimos que no tenemos tiempo. Entonces los mensajes empiezan a acumularse. Si no tienes tiempo para escuchar los mensajes que recibe tu mente sin cesar, empiezan a acumularse, como se van acumulando los papeles en tu mesa, o las cartas, porque no tienes tiempo para leerlos y contestarlos. La mente se abarrota de la misma manera... Tantos papeles, tantas cartas que leer, que contestar, tantas cosas a las que atender.
Con la meditación la mente se despeja, se digieren las experiencias y desaparece la sobrecarga, dejando la mente renovada, joven, limpia y clara. En tiempos pasados el volumen de entrada de información ocupaba una décima parte del tiempo de una persona y el tiempo de meditación nueve décimas partes. En la actualidad ocurre justo lo contrario, nueve décimas partes para el volumen de entrada de información y una décima parte de tiempo dedicado a la meditación.
Muy raramente te relajas y te sientas en silencio, sin hacer nada. Está desapareciendo incluso esa décima parte de tiempo dedicado a la meditación inconsciente. Así, el ser humano se volverá completamente loco. Ya está ocurriendo.
¿Qué quiero decir con el tiempo de meditación consciente? Simplemente salir al jardín, jugar con tus hijos... eso es tiempo de meditación consciente. O nadar en la piscina... eso es también tiempo de meditación consciente. O cortar el césped, escuchar el canto de los pájaros... también eso es tiempo de meditación consciente. También eso significa desaparecer, porque siempre que la gente tiene tiempo, se sienta en el sofá y se pega al televisor.
Fíjate que la televisión ceba tu mente con una información terriblemente peligrosa. No serás capaz de digerirla. O a lo mejor lees los periódicos. Te están metiendo toda clase de tonterías en la cabeza. Siempre que tienes tiempo enchufas la radio o el televisor. O algún día te sientes bien y para relajarte te vas al cine. ¿Qué clase de relajación es esa? La película no te permitirá relajarte, porque te bombardeará sin cesar con información.
La relajación significa que no te envíen información. Puede servir oír el canto del cuclillo, porque con eso no te están transmitiendo ninguna información. Escuchar música también puede servir, porque no te están cebando con información. La música no tiene idioma, es puro sonido. No envía ningún mensaje, simplemente te deleita. La danza hace lo mismo, al igual que la música. También como trabajar en el jardín o jugar con los niños. O simplemente quedarte sentado sin hacer nada. Esa es la cura. Y si lo haces conscientemente, el efecto será mayor.
Crea un equilibrio. El estrés es un estado mental de desequilibrio, demasiada actividad y ninguna inactividad, demasiado elemento masculino y ningún elemento femenino, demasiado yang y demasiado poco yin. Y tienes que funcionar al 50 por ciento. Tienes que mantener un profundo equilibrio. Necesitas cierta simetría en tu interior. Tienes que ser ardhanarishwar, mitad hombre y mitad mujer, y así nunca te volverás neurótico estresado.
La individualidad no es ni masculina ni femenina, sino simple unidad. Intenta alcanzarla entre el tiempo que pasas haciendo y el tiempo que pasas no haciendo. En eso consiste la salud. Eso es lo que Buda llamaba el Camino del Centro, majjhim nikaya. Quédate justo en el centro. Recuerda que también puedes desequilibrarte y moverte hacia el otro extremo, puedes hacerte demasiado inactivo. También eso resulta peligroso. Tiene sus propios riesgos y dificultades. Si te vuelves demasiado inactivo, tu vida perderá la danza, tu vida perderá alegría, empezarás a morir internamente.
De modo que yo no digo que seas inactivo. Lo que digo es que tiene que existir un equilibrio entre la acción y la inacción. Que se equilibren entre sí, de modo que tú quedes en el centro. Que sean las dos alas de tu ser. Un ala no debe ser mayor que la otra.
En Occidente la actividad es excesiva; la inactividad ha desaparecido. En Oriente la inactividad es excesiva y ha desaparecido la actividad. Occidente conoce la prosperidad y la riqueza en el exterior y la pobreza en el interior; Oriente conoce la riqueza, la prosperidad en el interior y la pobreza en el exterior. Ambos sufren porque ambos han elegido los extremos.
Mi enfoque no es ni oriental ni occidental, ni masculino ni femenino, ni de actividad ni de inactividad, mi enfoque es el de la simetría, el equilibrio absoluto en su totalidad máxima en ti. Por eso les digo, No abandones el mundo. debemos de estar en el mundo pero al mismo tiempo no estamos en él (es la clave de vivir una vida como testigo). Es lo que los taoístas llaman wei-wu-wei, la actividad mediante la inactividad, el encuentro de yin y yang, de anima y animas. El resultado es la iluminación. El desequilibrio significa estrés neurótico..., el equilibrio, la iluminación es el camino para encontrar tu centro eterno.".
Hola mis queridos lectores, agradezco sus lecturas, votos y comentarios.
Un abrazo fraterno, y no olviden de respirar..., solo respirar.
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