Investiguemos juntos ¿Que es la mente? La mente no es una cosa, sino un suceso. Una cosa es algo que tiene sustancia, un suceso es algo que es un proceso. Una cosa es como una roca, un suceso es como una ola. Existe, pero no tiene sustancia. Es solo algo que ocurre entre el viento y el mar, un proceso continuo.

Esto es lo primero que hay que entender, que la mente es un proceso continuo, como una ola o como un río, pero que no tiene sustancia. Si tuviera sustancia, no se podría disolver.

Como no tiene sustancia, puede desaparecer sin dejar la menor huella. Cuando una ola desaparece en el océano, ¿qué queda? Nada, ni siquiera una huella. Por eso los que saben dicen que la mente es como una ave que vuela hacia el cielo, no deja pisadas, no deja ninguna huella, El ave vuela, pero no deja rastro ni huellas.

La mente es solo un proceso. De hecho, todo lo hay en ella es pensamientos que se mueven tan deprisa que a ti te parece que eso nos hace ver que allí existe algo con continuidad.

Viene un pensamiento, y después otro, y otro, y muchos más... hay tan poca separación entre ellos que no puedes percibir el intervalo entre un pensamiento y otro. Es así, como dos pensamientos se unen, forman una continuidad, y debido a esa continuidad tú creas tu mente. Pero en realidad la mente como asi misma no existe, solo existe un continium de pensamientos.

Existen pensamientos... pero no "mente". Igual que existen electrones, pero no "materia". El pensamiento es el electrón de la mente. Es como una muchedumbre. Solo existen individuos, pero muchos individuos juntos dan la impresión de ser una sola cosa (un átomo). Es decir una masa.

Una nación existe, pero no existe... allí solo existen individuos. Los individuos son los electrones de una nación, de una comunidad, de una muchedumbre. Es porque solo la debemos identificar con un nombre para definir el concepto de nación.

Los pensamientos existen, la mente como tal no existe. La mente es solo la etiqueta de un proceso continuo de pensamientos que denominamos mente. Cuando miras hacia las profundidades de la mente, esta desaparece. Quedan pensamientos, pero cuando la "mente" ha desaparecido y solo existen pensamientos individuales, muchas cosas se resuelven al instante.

Lo primero de lo que te das cuenta es que los pensamientos son como nubes (energía cuántica identificada) van y vienen, y tú eres el portador. Cuando no hay mente, te llega inmediatamente la percepción de que ya no participas en los pensamientos.

Los pensamientos están ahí, pasando a través de ti como pasan las nubes a través del cielo, o el viento a través de los árboles y de ti. Esto es porque tú eres un inmenso vacío. No hay impedimento, no hay obstáculos. No existe ningún muro que les limite el paso. No eres un fenómeno amurallado. Tu cielo está abierto hasta el infinito, los pensamientos van y vienen.

Cuando empiezas a sentir que los pensamientos van y vienen y que tú eres un observador, un testigo, se adquiere entonces el dominio sobre la mente.

La mente no se puede controlar en el sentido ordinario. En primer lugar, dado que no existe. ¿Te acuerdas? ¿cómo vas a poder controlarla? En segundo lugar, ¿quién va a controlar la mente? Porque más allá de la mente no existe nada... y cuando digo que no existe nada, quiero decir que más allá de la mente no existe nada, solo está la incertidumbre de la nada. Una divinidad que se alberga en la incertidumbre.

Aun así, según los últimos estudios científicos, esta nada donde está la incertidumbre, está llena de información. El universo mismo entonces es pura y absolutamente información, es ahí la importancia de como fluye la información a través de la física cuántica, la energía que existe en forma indefinida y eterna, es pura información, que está ahí para que nosotros verifiquemos la verdadera realidad de nuestro origen como seres energéticos, y que nos depositamos en cuerpos tangibles, lo que es la parte humana, pero nuestra energía elemental, nuestra esencia es pura información divina que se manifiesta cuando tu eres parte y te haces uno con tu conciencia.

Entonces ¿Quién va a controlar la mente? Si alguien estuviera controlando la mente, sería solo una parte, un fragmento de la mente controlando otro fragmento de la mente. Eso es el ego. Con todos sus deseos de fama, de poder, de querer lograr ser alguien atropellando a todo el mundo.

La mente no se puede controlar de ese modo. No existe, no hay nadie para controlarla. El vacío interior puede ver, pero no puede controlar (por algo es vacio en donde solo está la información en su totalidad). Puede mirar, pero no puede controlar... pero la simple mirada es el control. El fenómeno mismo de la observación, de ser testigo, se convierte en maestría porque la mente desaparece.

Es como cuando vas andando en una noche oscura y te hechas a correr porque tienes miedo de alguien que te sigue. Ese alguien no es más que tu propia sombra, cuanto más corras más cerca estará tu sombra. No importa la velocidad a la que corras, la sombra seguirá ahí. Cada vez que te vuelves a mirar, la sombra sigue detrás de ti. Esa no es manera de escapar de ella, no es la manera de controlarla. Tendrás que pararte a mirar bien la sombra. Quédate quieto y mira al fondo de la sombra, veras que la sombra desaparece, porque la sombra no existe, es solo una ausencia de luz.

La mente no es nada más que la ausencia de tu presencia. Cuando te sientas en silencio (relajado(a)), cuando miras a las profundidades de la mente, simplemente desaparece. Quedan pensamientos, que son existenciales, pero la mente no se ve por ninguna parte. sigue estando ahí.

Pero cuando la mente desaparece, se hace posible una segunda percepción... puedes ver que los pensamientos no son tuyos. Claro que te llegan y a veces se quedan algún tiempo en ti, y después se marchan. Eres una parada en su camino, pero no se originan en ti. ¿Te has fijado alguna vez, que de ti no ha surgido ni un solo pensamiento? Ni un solo pensamiento se ha formado por medio de tu ser... siempre vienen del exterior. De tu inconciente.

No te pertenecen, se plantan sobre ti sin raíces, sin hogar. A veces se posan en ti, eso es todo, como una nube que se posa en lo alto de una montaña. después siguen moviéndose por sí solos, tú no tienes que hacer nada. Si te limitas a observar, adquieres control. Veras como efectivamente se mueve la energía cuántica elemental, es como una nube que se mueve con el viento, en este caso debes darte cuenta que el viento es la energía cuántica elemental.

La palabra control no es muy adecuada, porque las palabras pensadas nunca pueden ser muy adecuadas. Las palabras son cosa de la mente, pertenecen al mundo de los pensamientos. Las palabras no pueden ser determinantes. La palabra control no es buena porque no hay nadie que controle y nadie que sea controlado. Pero a falta de algo mejor, ayuda a entender algo que sucede. Cuando miras al fondo, la mente queda controlada. Los pensamientos están ahí, pero ya no te dominan. No pueden hacerte nada, simplemente van y vienen, tú te mantienes intacto, como una flor de loto bajo la lluvia. Las gotas de agua caen sobre los pétalos, pero resbalan sin tan siquiera tocar la flor. El loto se mantiene intacto. Por eso en Oriente el loto ha adquirido tanta importancia, tanto simbolismo. El principal símbolo surgido de Oriente es el loto. Contiene todo el significado de la conciencia oriental. Dice así. "Sé un loto, eso es todo. Mantente intacto y tendrás el control. Mantente intacto y serás el amo".

Desde este punto de vista, la mente es como las olas... una agitación constante.

Cuando el mar está en calma, tranquilo, sin perturbaciones, no hay olas grandes son muy suaves, casi imperceptible. Pero cuando el océano es perturbado por las mareas o por un viento fuerte, se forman olas enormes y toda la superficie es un caos, En ese momento, la mente existe.

He usado estas metáforas para definir a la mente y ayudarte a comprender cierta cualidad interior que no se puede explicar con palabras. Estas metáforas son poéticas. Si intentas comprenderlas con simpatía, adquirirás un conocimiento, pero si intentas comprenderlas lógicamente, no entenderás nada. Son metáforas que debemos aplicarle a la ciencia descubierta hasta hoy día. Ese aire (energía cuántica) que mueve las olas, es algo que existe, no es una cosa, no es tangible , ya lo dijimos, pero son electrones, es energía, y esa energía ya sabemos como que es, es pura física cuántica ( la forma) es el instrumento que a través de la mente quieta y relajada llega hasta el fondo de tu ser, hasta llegar a la conciencia misma, es decir a la energía cuántica elemental (el fondo). A la incertidumbre divina.

Mira ahora desde esta perspectiva. La mente con pensamientos es una perturbación de la conciencia, y se produce el caos. Pero el caos siempre está en la superficie. Las olas siempre están en la superficie. En las profundidades no hay oleaje, no puede haberlo, porque el viento no puede penetrar en las profundidades. Así pues, todo ocurre en la superficie. Si te desplazas hacia dentro, adquieres control. Si te desplazas desde la superficie hacia dentro, llegas al centro. De pronto, aunque la superficie esté perturbada, tú ya no estás perturbado.

Toda la ciencia de la meditación consiste simplemente en centrarse, en moverse hacia el centro. Desde allí, toda la perspectiva cambia. Ahora, aunque haya olas, no pueden alcanzarte. Ahora puedes darte cuenta de que no te pertenecen a ti, que solo hay un conflicto en la superficie con algo ajeno.

Cuando miras desde el centro, el conflicto acaba por desaparecer. Poco a poco te relajas. Poco a poco vas aceptando que, desde luego, sopla un viento muy fuerte y se van a formar olas, pero a ti eso no te preocupa, cuando no estás preocupado puedes disfrutar hasta de las olas. Veras que no tienen nada de malo.

El problema surge cuando también tú estás en la superficie. Estás en una barquita en la superficie, empieza a soplar un viento fuerte y la marea está alta y todo el mar enloquece. Naturalmente, te preocupas, te mueres de miedo. Estás en peligro, en cualquier momento, las olas pueden volcar tu barquita. ¿Qué puedes hacer tú, con tu barquita? ¿Cómo vas a poder controlar la mar (la nada)? . Como vez, aquí debes entender que tu al estar inconsciente de tus actos, al no estar atento y despierto, tu estarás siempre en ese mar turbulento en una mísera barcaza , que es tu vida misma. Debes darte cuenta que tu vida mundana es ese mar revoltoso, y tu un insignificante barquito. ¿Te das cuenta de poder manejar tu mente? ¿De no quedar en la superficie de la ola (periferia) y de encontrar la tranquilidad del mar (centro)?

Si te pones a luchar con la olas, serás derrotado. Luchar no sirve de nada, tienes que aceptar las olas. De hecho, si eres capaz de aceptar las olas y dejas que tu barquita, por pequeña que sea, se mueva con ellas y no contra ellas, entonces no hay peligro. Las olas están ahí claro, pero tú simplemente te debes dejar llevar. Tú simplemente te mueves con ellas, no contra ellas. Te conviertes en parte de ellas. Entonces surge una enorme felicidad (tu centro).

En eso consiste todo el arte del surfing, en moverse con las olas y no contra ellas. Con ellas... hasta llegar a un punto en el que no te diferencias de ellas. El surfing se puede convertir en una gran ejercicio de meditación. Te puede proporcionar vistazos del interior, porque no es una lucha, es un dejarse llevar. Entonces sabes que hasta las olas se pueden disfrutar... y eso se puede saber cuándo observas todo el fenómeno desde el centro.

Es como si vas atravesando un bosque y se juntan las nubes, llega la tormenta y caen muchos rayos y te "extravías". Quieres llegar cuanto antes a casa. Eso es lo que está ocurriendo en la superficie: un viajero perdido, muchas nubes, muchos rayos, pronto caerá una lluvia torrencial y Tú quieres llegar lo más pronto posible a casa, a la seguridad del hogar... y por fin, llegas allí. Entonces te sientas dentro de tu casa. Es ahí donde quieres esperar a que caiga la lluvia. Ahora puedes disfrutarla. Ahora los relámpagos tienen una belleza propia. No era así cuando estabas fuera perdido en el bosque. Ahora, estas sentado dentro de tu casa, todo el fenómeno adquiere una enorme belleza. Ahora cae la lluvia y tú disfrutas con ello. Ahora estás seguro en el interior.

En cuanto llegas al centro, empiezas a disfrutar con todo lo que ocurre en la superficie. Así pues, todo consiste en no luchar en la superficie, sino deslizarse hacia el centro. Entonces se adquiere dominio, no un control forzado, sino un dominio que se produce espontáneamente cuando estás centrado. Es así como tú debes manejar tus pensamientos y las emociones que están en tu interior.

Centrarse en la conciencia es el dominio de la mente. "Así que no intentes "controlar la mente". El lenguaje (las palabras) puede desorientarte. Nadie puede controlar, y los que intentan controlar se vuelven locos, neuróticos, porque intentar controlar la mente, no es otra cosa que una parte de tu mente intentando controlar otra parte de la mente.

¿Quién eres tú, quién está intentando controlar a quien? Tú también eres una ola. Como también existen olas irreligiosas. Están el sexo descontrolado, la ira, los celos, el afán posesivo, el odio, y millones de otras olas. Por otra parte, existen olas religiosas. La meditación, el amor, la compasión. Pero todas están en la superficie, pertenecen a la superficie y su trabajo es actuar en la superficie. Da lo mismo que sean religiosas o irreligiosas.

La auténtica y verdadera religiosidad está en el centro. Siempre enfocado en la perspectiva que se adquiere desde el centro. Sentado dentro de tu casa, contemplas tu propia superficie. Todo cambia, porque tu perspectiva y visualización es nueva. De pronto te has convertido en el dominador. De hecho, adquieres tanto dominio, tanto arraigo, que la superficie deja de preocuparte y puedes disfrutar de las olas, las mareas y la tormenta. Es bello, te da energía, te da fuerza... no hay ningún motivo para preocuparse y desesperarse.

Solo los débiles se preocupan por los pensamientos y la mente. Las personas fuertes simplemente absorben todo el conjunto, ya con ello se enriquecen hacia su interior. Las personas fuertes nunca rechazan nada.

El rechazo, nace de la debilidad, de tu miedo. A los humanos fuertes les gusta absorber todo lo que la vida ofrece. Religioso, irreligioso, moral, inmoral, divino, diabólico... les da lo mismo, la persona fuerte lo absorbe todo. Junto con ello se enriquece. Posee una profundidad completamente diferente, que la gente religiosa normal no puede tener, porque es pobre y superficial.

Observa a las personas religiosas normales que acuden al templo o a la mezquita o a la iglesia. Siempre encontrarás gente muy superficial, sin nada de profundidad. Porque han rechazado partes de ellos mismos. En cierto modo, están paralizados.

La mente no tiene nada de malo, los pensamientos no tienen nada de malo. Lo que es malo es quedarse en la superficie, porque entonces dejas de conocer el todo para que así sufras innecesariamente a causa de la parte y de la percepción parcial de tu sistema de creencia. Se necesita una percepción de la totalidad, y eso solo es posible desde el centro. porque desde el centro puedes mirar a tu alrededor en todas las dimensiones, en 360°, en todas las direcciones, ver toda la periferia de tu ser. Que es inmensa. De hecho, es igual que la periferia de la existencia. En cuanto estás centrado, poco a poco te vas ensanchando, agrandando, y acabas siendo la totalidad, nada menos.

Mira a tu mente de esta forma, como el polvo que se va acumulando en la ropa de un viajero. En tu viaje has visitado cientos o miles de lugares, todo lo bonito , lo feo esta en tu mente como ese polvo que acumulaste, Ahora a eso súmale que no te has bañado en ningún momento y tu ropa está muy sucia.

Naturalmente, se ha acumulado mucho polvo. Como puedes ver eso no tiene nada de malo, es natural que ocurra. Capas y más capas de polvo, Ahora todas esas capaz de tierra, tú crees que esas capas son tu personalidad. Te has llegado a identificar con todo lo que te ha pasado en tus viajes, has vivido tanto tiempo con esas capas de polvo, que las confundes con tu piel. ¿Me sigues?

La mente es el pasado, la memoria, el polvo. A todos les cae encima... si viajas, recogerás polvo. Pero no hay necesidad de identificarse con él, no hay necesidad de unificarse con él, porque si tu haces uno con él vas a tener problemas, porque tú no eres el polvo, eres conciencia. Recuerda lo que dice la cristiandad en el libro del génesis. "Polvo al polvo".

Decía Ornar Khayyam. Cuando uno muere, ¿qué ocurre? El polvo retorna al polvo. Si no eres más que polvo, todo retornará al polvo, no quedará nada más. Pero ¿acaso eres solo polvo, capaz de polvo, o hay algo más adentro que no es polvo, que no pertenece en absoluto a la tierra?...Eso es tu conciencia. La conciencia es tu ser, el polvo que va acumulando la conciencia es tu mente.

Ahora sigamos analizando. Este polvo se puede ejemplificar de dos maneras. Una es la manera "religiosa" este sistema de creencia consiste en lavar la ropa, frotarse bien el cuerpo. Pero estos métodos de la religión no sirven de gran ayuda. Por mucho que laves la ropa, la ropa se ha ensuciado tanto que ya no tiene remedio. No puedes limpiarla al cien por ciento.

La gente religiosa te proporciona tipos jabones y detergentes (sectas, organizaciones y religiones), instrucciones para lavar la suciedad, pero estos productos dejan sus propias manchas.

Por eso, una persona inmoral puede volverse moral, pero seguirá estando sucia... ahora lo está de un modo moral, pero sigue sucia. Es como una ilusión. Es decir todos los sábados o domingos, seré un individuo moralmente religioso, pero el resto del tiempo, les da lo mismo de eso trata en que no se puedan borrar las manchas.

A veces, la situación es aún peor que antes. En muchos aspectos, un hombre inmoral es inocente, menos egoísta. Un hombre moral tiene toda la inmoralidad dentro de la mente, y le ha añadido cosas nuevas, las actitudes moralistas, puritanas, egoístas. Se siente superior; se siente el elegido. Todos los demás están condenados a algo maléfico. solo él irá al cielo o será salvado. Pero toda la inmoralidad sigue estando dentro, porque no puedes controlar la mente desde la superficie, no hay manera de hacerlo. Simplemente, las cosas no funcionan así. Solo existe una clase de control, que es la percepción desde el centro. Cuando estas actuando en la periferia de tu ser, vives fingiendo en un sistema de creencia forzado desde tu crianza, ¿Te has puesto pensar que religión te gustaría practicar? ¿No será que tu creencia lo haces por inercia?

La mente es como el polvo acumulado durante muchos viajes. La auténtica actitud religiosa, la radical, a diferencia de la vulgar, consiste simplemente en tirar la ropa. No te molestes en lavarla, porque no se puede lavar. Simplemente despréndete de ella como se desprende una serpiente de su piel vieja y no mires hacia atrás.

Desde otro punto de vista, la mente es el pasado, la memoria, es todas las experiencias acumuladas. Todo lo que has hecho, mas lo que has pensado, has deseado, todo lo que has soñado... todo, tu pasado en forma total, es tu memoria... la memoria es la mente. A menos que te desprendas de la memoria, no serás capaz de dominar la mente.

Entonces ¿Cómo librarse de la memoria? Está siempre ahí, siguiéndote. Es como tu mejor amig@ o tu peor enemig@. De hecho, tú eres la memoria, así que ¿Cómo desprenderse de ella? ¿Quién eres tú, sino tus recuerdos? Cuando te pregunto. "¿Quién eres tú?", me dices tu nombre ( esa es tu etiqueta). Eso es tu memoria. Tus padres te pusieron ese nombre tiempo atrás. Yo te pregunto. "¿Quién eres?" y tú me hablas de tu familia, de tu padre, de tu madre... Eso es un recuerdo. Yo te pregunto. "¿Quién eres?", y tú me hablas de tus estudios dé tus títulos, de que eres un magister en el arte o doctor en medicina, o ingeniero, o arquitecto. Eso es un recuerdo.

Cuando yo te pregunto. "¿Quién eres?", si de verdad miraras en tu interior, tu única respuesta posible sería... "Soy un ser" Digas lo que digas, será un recuerdo, no tú. La única respuesta verdadera, auténtica, tiene que ser "Soy un ser", porque conocerse a sí mismo es lo último.

Yo puedo decir quién soy, pero no lo voy a decir. Tú no puedes decir quién eres, pero estás dispuesto a responder. En esta cuestión, los que saben guardan silencio. Porque si se descarta toda la memoria y se descarta todo el lenguaje, entonces no se puede decir quién soy. Puedo mirar en tu interior, puedo hacerte un gesto y puedo estar contigo con todo mi ser... esa es mi respuesta. No hay mas, Sin embargo la respuesta no se puede dar en palabras, porque cualquier cosa que se diga con palabras será parte de la memoria, parte de la mente, no de la conciencia. ¿Me sigues?

Ahora ¿Cómo librarse de los recuerdos? Obsérvalos, Aunque sea majadero, sé testigo de ellos. Recuerda siempre que "esto me ha pasado a mí, pero yo no soy esto". Claro que naciste en cierta familia, pero eso no eres tú, te ha ocurrido a ti, es un suceso exterior a ti.

Claro que tus padres te pusieron un nombre eso tiene su utilidad, pero el nombre no eres tú. También tienes una forma, pero tú no eres la forma, es solo la casa en la que vives. La forma es solo el cuerpo en el que vives. El cuerpo te lo dieron tus padres. Es un regalo, pero no tú.

Observa y discrimina. Esto es lo que en oriente se llama vivek. Segrega sin parar. Llegará un momento en el que habrás eliminado todo lo que no eres tú. De pronto, en ese estado, te enfrentas por primera vez a ti mismo, te encuentras con tu propio ser. Sigue suprimiendo todas las identidades que no eres tú. La familia, el cuerpo, la mente. En ese vacío, cuando todo lo que no eres tú ha sido eliminado, tu ser emerge de pronto. Por primera vez te encuentras contigo mismo..., Cuando ese momento mágico ocurra te encontraras contigo mismo y ese momento se convierte en maestría.

No se puede detener el pensamiento. Se detiene por sí solo. Esta distinción hay que entenderla bien de lo contrario, te volverás loco persiguiendo a tu mente.

La no-mente no surge deteniendo el pensamiento. Cuando ya no hay pensamiento, hay no-mente, es ahí donde existe el vacio perfecto, es la totalidad de esencia de la energía de la cual está hecha la conciencia. Esa es la no-mente .

Una cosa importante es el esfuerzo de detenerlo, si lo haces creará más ansiedad, creará conflictos, hará que te dividas. Vivirás en un constante torbellino interior. Eso no te va a servir de nada. Siempre debes dejar que ese momento único, de tu conectividad con tu origen, debe imperiosamente fluir, así son las leyes de nuestra humanidad, recuerda, como es el rio, el mar, las nubes, nadie los fuerza, solo fluyen. Es ahí donde está el silencio de la felicidad que todo ser humano, busca..., es la verdad pura, esa es la energía elemental que todos nosotros tenemos..., ¿me sigues?.

Así pues, no hay manera de detener la mente. Pero la mente se detiene... de eso no cabe duda. Se detiene por sí sola. ¿Qué es lo que hay que hacer? Es una pregunta importante. Observa. No trates de detenerla. No hay necesidad de realizar ningún acto contra la mente.. Limítate a ser testigo de ese momento.

La mente es una herramienta maravillosa es uno de los mecanismos más hermosos. La ciencia todavía no ha logrado crear algo similar a la mente. La mente sigue siendo la obra maestra. Tan complicada, tan tremendamente poderosa, con tantísimas posibilidades. ¡Obsérvala! ¡Disfrútala! No la mires como un enemigo, mírala como tu mejor amig@ porque si miras a la mente como algo ajeno a tu esencia no puedes observar. Cuando tu mente está actuando, involuntariamente hace prejuicios. Cuando eres ajeno a tu mente y lo vez como fuera de tu cuerpo, Ya has decidido que la mente tiene que estar actuando a su voluntad, ya has llegado a conclusiones. Cuando miras a alguien como ajeno, nunca puedes mirar con profundidad, nunca puedes mirar al fondo de los ojos lo evitas.

Observar la mente significa mirarla con profundo amor, con profundo respeto, con reverencia. Es una fuentecilla donde está la divinidad y la energía elemental, juntas, por eso en ella NO fluye la dualidad, es por eso que cuando quieres ir a tu origen, no debe existir la no dualidad.

Es un proceso muy bello, como otros procesos. Las nubes que se mueven por el cielo son bellas. ¿Por qué no van a serlo los pensamientos que se mueven en el cielo interior? Las flores que brotan en los árboles son bellas. Así es como algún día debe estar tu mente. Cuando eso ocurra estarás experimentando los mementos más felices de tu existencia. En ese momento solo existirá una única realidad, la verdad absoluta.

El río que discurre hacia el mar sin ningún esfuerzo es bello. Así es como ser tu meditación. Sin esfuerzo. ¿Por qué no ha de serlo esta corriente de los pensamientos que fluyen hacia un destino desconocido? ¿Acaso no es hermoso? Míralo con profunda reverencia. No seas un combatiente, sé un amante. Observa los sutiles matices de la mente, los giros repentinos, los hermosos giros. Los saltos bruscos, los juegos que la mente juega. Así es como la energía elemental de la conciencia fluye por el canal de física cuántica, hasta llegar al océano de la energía cuántica elemental.

Tu sabes donde se origina la energía..., tu sabes cuál es la verdad de la energía, tu sabes cuál es la forma de la energía, tu sabes la verdad de todas las energías, tu sabes cómo llegar a hacer uno mismo con la energía. Tu, el, nosotros, todos somos pura energía, solo falta despertar, estar atentos y ser nuestros propios magos de nuestra propia realidad, Solo falta lo más importante..., la voluntad. ¿Lo quieres hacer?

En una cáscara de nuez muy pequeña, muchas la llaman pineal, en ella llevas toda la experiencia de la existencia que se origina en tu mente. Eso es lo que es tú mente es. Es más debo ser más claro. En realidad, decir que es tuya no es correcto. Es algo colectivo, nos pertenece a todos. La psicología moderna ha estado buscándolo, sobre todo lo ha buscado el análisis jungiano. Han empezado a sentir algo que parece un subconsciente colectivo que viene desde los orígenes de nuestra capacidad de ser sociales. Pero en estos tiempos vemos que también existe la verdad misma de conciencia y sabemos que es una conciencia colectica Tu mente no es tuya, es un engranaje de hermandad, nos pertenece a todos.

Nuestros cuerpos están muy separados, pero nuestras mentes no están tan separadas. Nuestros cuerpos están claramente separados, pero nuestras mentes se solapan... y nuestras almas son una sola con la totalidad universal.

Yo no tengo un alma diferente de la tuya, y tú no tienes un alma diferente a la de los demás. En el centro mismo de la existencia, nos juntamos absolutamente todos, en ese plano no hay perfección, no hay dualidad, solo hay totalidad, en ese estado eterno somos uno. Somos las verdad absoluta, sin etiquetas.

Eso es lo que las creencias mundanas llaman "Dios". Pero para mí es algo que va mas ella de un dios o diosa..., simplemente es la divinidad absoluta. Es el punto de encuentro de todos. NO como humanos sino como seres de energía. Ya que como dijimos en otro capítulo, lo que es polvo que vuelva al polvo, es decir nuestra materialidad, nuestro cuerpo.

Entre Divinidad y el ser humano está la mente y la mente es un puente entre el cuerpo y el alma, entre el humano y la divinidad. ¡No intentes destruirla, no vallas en contra de ella!.

Hola mis queridos lectores, muchas gracias por su votos, lecturas y comentarios.

Un abrazo.