Nosotros los humanos nos fascina sentirnos poderosos, ya en el poder reside el respeto, la admiración, el control en los demás,. Desde el nicho de la familia, hasta el de ser el presidente de tu país.

Muchas personas con ansias de poder ni siquiera se dan cuenta de ello, su deseo de poder es prácticamente inconsciente. Los demás sí lo ven, pero ellos no.

El deseo de poder es la peor herramienta que ocupamos de mala forma. ¿Por qué digo esto? Porque todos los sistemas educativos, todas las religiones, todas las culturas y sociedades fomentan exactamente lo mismo. El empoderamiento del individuo.

Toda persona quiere que su hijo sea el hombre más importante del mundo. No hay más que oír hablar a las madres sobre sus hijos, como si todas hubieran dado a la luz un Alejandro Magno, Iván el Terrible, Stalin, Ronald Reagan. Hay millones de personas empeñadas en conseguir poder. Hay que entender que este terrible impulso surge de un vacío en el interior de la mente de la persona.

Sin embargo. La persona sin deseo de poder es una persona satisfecha, feliz, tranquila, contenta con lo que es. Su ser mismo expresa una inmensa gratitud hacia la existencia. No tiene nada más que pedir. Le han dado lo que le han dado, sin haberlo pedido. Es un simple regalo de la abundancia de la naturaleza.

Son dos caminos completamente distintos, el uno es el deseo de poder, el otro es el deseo de disolverse el poder.

Sin duda existe un poder que no tiene nada que ver con el dominio sobre los demás, por ejemplo del poder de una flor al abrir sus pétalos... ¿Te has fijado en ese poder, en esa maravilla? ¿Te has fijado en el poder de una noche estrellada? Sin que domine a nadie. ¿Te has fijado en el poder de una hojita minúscula danzando al sol o en medio de la lluvia? ¿En su belleza, en su grandeza? No tiene nada que ver con nadie, ni siquiera necesita que nadie la vea. No necesita que alguien la admire. Simplemente es y esta creada desde el mismo plano energético de donde todos venimos, es energía, son átomos de energía que se transformaron en un estado sólido. Pero fíjate. no gozan de poder, existen porque están en una estructura perfecta, de una totalidad universal, por eso está en un orden perfecto, es parte de la totalidad de la naturaleza, y la naturaleza reside en la totalidad perfecta de nuestro cosmos total, y nuestro cosmos totalitario, está en la energía perfecta de la totalidad divina. Estamos hechos o creados a su semejanza, somos eso, energía, somos parte de la totalidad única infinita.

Esa es la verdadera independencia, lo que te lleva a la raíz de tu ser, de donde brota la vida a cada momento, pero no debería llamarse poder a ese poder, porque crea confusión.

El poder humano se ejerce sobre alguien, algo que incluso las personas de gran inteligencia no han sabido comprender. En la India hay una religión, el jainismo. La palabra jaina significa "el conquistador". El significado original coincidía sin duda con la definición cotidiana, el poder que brota en tu interior como una flor cuando abre sus pétalos y desprende su fragancia. En la tradición del jainismo. Cuando llaman a un hombre "conquistador", es porque se ha conquistado a sí mismo. Siempre hay que conquistar a alguien. Empezando por uno mismo.

Por consiguiente el poder siempre ha estado en manos de personas violentas. Solo fíjate afuera en el mundo actual, que luchan por el poder con otros o consigo mismos. De modo que hay que entender muy bien, la fascinación por el poder, volverá a presentarse con un disfraz diferente, y empezarás a hacer esfuerzos para ejercer poder sobre ti mismo. Me parece que eso es lo que ocurre.

Muchos filósofos han analizado que "un poder que no depende de otras personas ni de sus reacciones, sino que es algo que existe en nuestro interior". El hecho mismo de que se mencione a otras personas y sus reacciones supone que no se piensa de una manera muy distinta. En primer lugar, quieres que la gente muestre respeto, para ello tienes que ser un hombre importante, un conquistador del mundo, un premio Nobel o cualquier otra jerarquía que te de poder, Mostar poder. recuerda todo comienza desde lo que nuestros ojos pueden percibir y observar. Como puedes ver no todo el mundo puede ser Alejandro Magno, ni ganar un Nobel, ni ser más importante que los demás en uno u otro sentido.

Aquí cambia la cosa, verte en una situación en la que no es posible, o en la que quizá la competición sea excesiva y te aplasten, porque hay personas mucho más importantes, mucho más peligrosas incluso. Entonces es mejor retirarse e intentar encontrar un poder sin relación alguna con otras personas, independiente de otras personas. Incluso esa conexión me lleva a deducir que vas a iniciar el mismo viaje. Al principio querías dominar a los demás y ahora quieres dominarte a ti mismo. Eso es lo que llaman disciplina interior y después esa disciplina se transforma en disciplina colectiva.

Hay un historia de Esopo. Las uvas ya están maduras, y una zorra intenta alcanzarlas, pero no llega. Lo intenta varias veces, y al darse cuenta de que no puede llegar, mira a su alrededor para ver si alguien la está observando. Un conejito ha sido testigo de la escena. La zorra se marcha, sin dar muestras de su derrota, pero el conejo le pregunta: ¿Qué pasa, zorra?. Y la zorra contesta, Nada, hijo. Es que las uvas todavía no están maduras.

Si cambias tu deseo de poder, no ocurrirá lo que en la fábula de Esopo dice. En primer lugar has de entender de dónde surge ese deseo de poder. Surge de tu vacío, de tu sentimiento de inferioridad, de no hacer el ridículo ante los demás, de que te tomen como una persona ignorante.

La única forma de librarse de ese absurdo deseo de dominar es internarte en tu vacío, ver exactamente en qué consiste. Te has escapado de él viajando por tus ambiciones de poder. Debes aplicar toda tu energía para no torturarte, a no convertir el masoquismo en disciplina. Por eso es importante ser testigo de eso, desde el centro de la nada. Has de entrar en la nada. ¿Y en qué consiste?

En esa nada, en tu nada, es donde afloran las intencioines. Allí encontrarás la fuente de la vida eterna, el origen de la energía, porque ya no estarás en las garras de un complejo de inferioridad ni tendrás que hacer referencia a otras personas. Es el plano literal de la energía cuántica divina y total.

Es ahí donde te has de encontrar contigo mismo. Quienes se sienten fascinados por el poder se apartan cada día más de sí mismos. Cuanto más se aleja su mente, más vacíos se sienten. Además tienen una característica en común rechazan las palabras como vacío o nada. Fíjate también que tú has aceptado esa idea en lugar de adentrarte en la belleza de la nada... Es el silencio absoluto, la música sin sonido. No existe alegría comparable con eso. Es pura dicha, es el plano cuántico de todas las posibilidades reales, es el centro mismo, siempre te es más cómodo estar en la periferia de tu propio centro, pensamos que el vacio no tiene nada, que en el vacio no están las soluciones. En el vacio mismo del silencio están todas las soluciones a tus problemas, porque es ahí, donde vibra la sopa cuántica de todas tus realidades, de crear tu propia realidad, más bien tus soluciones.

Debido a esta experiencia Buda Gautama denominó al encuentro definitivo consigo mismo el nirvana. Nirvana significa "la nada". Cuando te sientas a gusto con tu nada, desaparecerán todos los conflictos, las tensiones, las preocupaciones. Ahí encontraras la fuente de la vida que no conoce el fin de tu existencia.

Sin embargo, quisiera recordarte que no debes llamarlo "poder". Llámalo amor, silencio, dicha, o como me gusta a mi energía latente. Eso es el poder..., Porque ese "poder" está tan mal utilizado por nuestros antepasados que incluso la palabra misma necesita purificarse, ya que tiene connotaciones erróneas. Lamentablemente humanas.

Este mundo está dominado por personas que en realidad son inferiores, pero que intentan ocultar su inferioridad con alguna clase de poder, con cualquier clase de poder. Han inventado muchas fórmulas para ello. Naturalmente, no todo el mundo puede ser presidente del país. Pues bien, entonces dividen el país en varios estados, así muchas personas pueden ser gobernadores, o ministros. Después se divide el trabajo de los ministros, de modo que otras muchas personas pueden ser viceministros, y así sucesivamente. Esta jerarquía está compuesta por personas que sufren un complejo de inferioridad. Desde el peón de más baja categoría hasta el presidente, todos padecen la misma enfermedad. No tengo nada contra Estados Unidos, pero lamentablemente es buen ejemplo, es un enorme país, donde habitan o conviven mini países. ¿Esto es lo que definen como democracia?

Por supuesto, la gente minoritaria, normal y corriente no tiene el poder. Se limitan a mirar a los poderosos desde lejos a pensar. "Si a mí se me concedieran tantos honores, tanto reconocimiento, también yo dejaría mis huellas en la arena del tiempo". Están fascinados por el poder, pero hay que fijarse en ciertas personas (como Buda Gautama), que nacieron con poder y renunciaron a él, al comprender que resulta completamente inútil. Pero tú sigues igual en tu interior, porque no cambiarás aunque tengas millones de dólares.

Únicamente el cambio, la transformación interior, te proporcionará la paz. De esa paz brotará el amor, la danza, el canto, la creatividad, la simplicidad, la humildad, pero siempre hay que evitar la palabra "poder". Es solo energía que vibra.

En este momento no pienses en otra cosa. Pensar no te va a servir de ayuda. Pensar está muy bien para competir en el mundo por el poder, por el dinero, por el prestigio, por la respetabilidad, pero la mente no sirve para nada si de lo que se trata es de estabilizarte en tu propio ser. Por consiguiente, el esfuerzo que hay que realizar debe centrarse en ayudarte a que pases de la mente a la meditación, de los pensamientos al silencio.

Nada más con haber probado llegar a tu ser interior, se desvanecerá todo deseo de dinero, de poder. No existe comparación posible. Habrás encontrado a la divinidad misma dentro de ti. Entonces ¿qué más puedes desear?