39.- LA IDENTIFICACIÓN
La identificación es un proceso en el cual la acción y el efecto de identificar o identificarse. Esto es reconocer si una persona o una cosa es la misma que se busca, hacer que dos o más cosas distintas se consideren como una misma, llegar a tener las mismas creencias o propósitos que otra persona, das los datos necesarios para ser reconocido.
Esta identificación está vinculada a la identidad, que es un conjunto de los rasgos propios de un individuo o de una comunidad. Dichos rasgos caracterizan al individuo o al grupo frente a los demás. La identidad es, por otra parte, la conciencia que un ser humano tiene respecto a si mismo.
Para la sicología, la identificación es la imagen consistente del sujeto sobre sí mismo, formada por las habilidades, creencias, etc. Esta imagen se construye a lo largo de toda la vida, aunque el proceso es particularmente más activo desde el momento que nos cuestionamos sobre preguntas existenciales de nuestra vida.
Para empezar debemos de saber que identificarse con algo que tú no eres, es el inicio de la creación de TU Ego.
Te puedes identificar con el cuerpo, con la mente, pero desde el mismo momento en que te identificas, te pierdes de tu centro. En eso consiste el ego, así es como se forma y como cristaliza el ego.
Siempre que afirmas el "Yo" se produce una identificación con algo, con un nombre, una forma, con un cuerpo, con un pasado, una mente, unos pensamientos, unos recuerdos. Se produce una profunda identificación. Solo entonces puedes afirmar el "yo". Si no te identificas con ninguna otra cosa y sigues siendo tú mismo, no puedes decir "yo". Ese "yo" simplemente desaparece.
La identidad se convertirá en tu encierro. No te identifiques, sigue siendo tú mismo, así encontraras el camino a la libertad. En eso consiste el cautiverio. El ego es el cautiverio, la ausencia de ego la libertad. Ese ego no es sino identificarse con algo que tú no eres.
Pongamos un ejemplo. Todo el mundo se identifica con su nombre, pero todo el mundo nace sin nombre. Después el nombre adquiere tanta importancia que hay quienes son capaces de morir por él.
¿Qué es un nombre? En cuanto te identificas, adquiere gran importancia. Sin embargo, todas las personas nacen sin nombre. Lo mismo ocurre con la forma. Todo el mundo se identifica con su propia forma. Todos los días te pones ante el espejo, ¿y qué ves? ¿A ti mismo? No. Ningún espejo puede reflejarte a ti tal y como eres, sino solo la forma con la que te identificas. Pero la maquinación de la mente humana alcanza tal grado que la forma cambia constantemente, día a día, y nunca te desilusionas. De ahí nacen los problemas de autoestima.
¿Cuál era tu forma cuando eras pequeño? ¿Cuál era tu forma cuando estabas en el seno materno? ¿Cuál era tu forma cuando solo estabas en la semilla de tus padres? Si te presentaran una fotografía, ¿Reconocerías el feto en el vientre de tu madre? ¿Lo reconocerías y dirías, "Ese soy yo"? No, pero debes haberte identificado con él mucho antes... Después viniste al mundo, si pudiera reproducirse tu primer llanto, ¿lo reconocerías y dirías, "Es mi llanto?. No, pero era tuyo, y debes haberte identificado con él.
Si se pudiera enseñar un álbum a un moribundo... Una forma en continuo cambio... Sí, hay una continuidad, pero cada momento es un cambio... El cuerpo cambia cada siete años, por completo, nada sigue igual, ni una sola célula. Sin embargo, pensamos, "Esta es mi forma, esto soy yo". La conciencia carece de forma. La forma es algo externo que cambia sin cesar, como nos cambiamos de ropa., por eso la conciencia esta origina en un estado de pura energía, en un plano cuántico, no la puedes ilustrar en un forma, es una energía sin forma.
Esa identificación es el ego. Si no te identificas con nada, ni con un nombre, ni con una forma, con nada, ¿dónde está el ego entonces? Entonces eres, pero al mismo tiempo no eres.
Entonces eres con absoluta pureza, pero sin ego. Por eso Buda llamaba al yo, no-yo, lo llamaba anatta, anatma. Decía, "Como no existe el ego, ni siquiera puedes llamarte atma. No puedes decir "yo", porque el "yo" no existe. Solamente hay pura existencia". Esa pura existencia, es un estado de energía puro.
A veces me asusto de verdad cuando surgen las facetas oscuras de mi mente. Me resulta muy difícil aceptar que son el polo opuesto de las facetas luminosas, y me siento contaminado, culpable e indigno. Quiero enfrentarme a todas las facetas de mi mente y aceptarlas, para trascender la mente. Entonces ¿Cómo puedo dar el paso de aceptar en su totalidad?
Lo que hay que comprender en primer lugar es que tú no eres la mente, ni el lado oscuro ni el luminoso. Si te identificas con la parte hermosa, te resultará imposible desidentificarte de la parte fea, porque son las dos caras de la misma moneda. O la tomas en su totalidad, o la dejas en su totalidad, pero no puedes dividirla. Ya que en la conciencia misma de tu ser, solo hay existencia, no hay dualidades, por eso debemos de no identificarse con nada.
Toda la angustia del ser humano se reduce a que quiere elegir lo que parece hermoso y luminoso, quiere quedarse con el contorno plateado y dejar a un lado la nube oscura, sin comprender que el contorno plateado no puede existir sin la nube oscura. La nube oscura es el fondo, necesaria para que resalte el plateado. Solo fíjate como es el cosmos, el universo, es una energía luminosa que está en continua expansión , pero desde un punto ínfimo donde está la materia oscura, El universo es materia oscura, pero no por eso deja de ser maravillosa, en síntesis..., es todo energía, nosotros los humanos somos los únicos que le damos la característica de luminoso y/o oscuro. es tu mente lo que lo categorizo así.
Pero eres un observador que se identifica con cualquier cosa que le resulte agradable y se olvida de que lo desagradable acecha detrás como una sombra. No te preocupa el lado agradable, sino que disfrutas de él. El problema surge cuando se reafirma el polo opuesto; entonces te causa problemas.
Tú mismo iniciaste tu propio conflicto. Al abandonar tu posición de simple testigo, te identificaste. Abandonar de la posición de testigo, identificarse con algo y dejar de atestiguar.
Inténtalo de vez en cuando, deja que la mente sea lo que es. Recuerda que tú no eres ella. Entonces te llevarás una gran sorpresa. Como estás menos identificado, la mente empieza a ejercer menos poder, porque su poder surge de tu identificación y te empieza a absorber en sus caprichos de niña chica, pero cuando empiezas a mantener las distancia la mente empieza a reducirse.
Cuando dejes de identificarte por completo con la mente, aunque solo sea unos momentos, tendrás la manifestación de tu ser, que la mente sencillamente deja de ejercer control en tus decisiones. Antes estaba llena, antes actuaba sin cesar. Un día sí y otro también, durante el sueño y la vigilia, y de repente desaparece. Miras a tu alrededor y ves el vacío, la nada. solo energía.
Junto con la mente desaparece la personalidad y solo queda abrir la puerta a la conciencia, carente de un "yo". Como mucho se podría hablar de algo parecido a "una presencia", ¿Sera lo que tanto anhelamos en nuestras vidas, la divinidad misma? Para saberlo solo debemos encontrarlo sin tu "Yo". O para ser más exactos, se trata de solo "ser", porque en el "soy" queda todavía una sombra del "yo". En el momento en que se sabe que es "ser", se vuelve la totalidad universal.
La mente es una sucesión de pensamientos que desfila frente a ti en la pantalla de tu cerebro. Tú eres un observador, pero empiezas a identificarte con cosas bonitas, que te desconcentras. En cuanto quedas atrapado por las cosas bonitas también quedas atrapado por las cosas feas, porque la mente no puede existir sin dualidad.
La conciencia no puede existir con dualidad, mientras que la mente no puede existir sin ella. La conciencia divina no es dual, y la mente sí. De modo que ojo. yo no te dare soluciones. Te quiero demostrar, que consiste en retroceder y mirar. Has de crear una distancia entre tu mente y tú ser.
Tanto si es algo bueno, hermoso, algo que te gustaría disfrutar de cerca, como si es algo feo, mantente lo más lejos posible. Míralo como podrías ver una película. El problema es que las personas se identifican incluso con las películas. Ya que buscan encontrar emociones.
Una de las cosas con la que más se identifica el ser humano es con el miedo ¿Cuál es la mejor forma de enfrentarse al miedo? Nos afecta de distintas maneras... desde una ligera inquietud o el estómago encogido hasta un pánico espantoso, como si hubiera llegado el fin del mundo. ¿De dónde procede? ¿Adónde va ese miedo?
Todos los miedos son consecuencia de la identificación. Si amas a una mujer, el amor va en el mismo paquete con el miedo (dualidad), por si te deja, porque ya ha dejado a otro para estar contigo. Ya hay un precedente y quizá haga lo mismo contigo. Existe ese miedo, y se te encoge el estómago. Estás demasiado involucrado con los sentimientos del apego.
No comprendes un hecho muy sencillo, que llegamos a este mundo solo, que también estabas aquí ayer, sin esa mujer, perfectamente, sin el estómago encogido. Mañana, si esa mujer se marcha... ¿por qué se te va a provocar miedo? Sabes cómo estar sin ella, si eres un testigo de ese acontecimiento, serás capaz de estar sin ella.
El miedo a que las cosas puedan cambiar mañana mismo... Quizá se muera alguien, o te arruines, o te quedes sin trabajo. Pueden cambiar miles de cosas. Estás cargado de miedos, de temores, pero ninguno es válido, porque ayer también estabas lleno de miedos, sin ninguna necesidad. Las cosas pueden haber cambiado, pero sigues vivo. El ser humano posee una enorme capacidad para adaptarse a cualquier situación.
Solo tenemos que mirar a nuestro alrededor y ver la historia de la humanidad... El hombre vive en miles de climas, situaciones geográficas, situaciones políticas, situaciones sociológicas y religiosas, pero consigue vivir. Lleva viviendo así siglos... Las cosas cambian, y el ser humano sigue adaptándose a los cambios.
Sin embargo, lo que se plantea es lo mismo, que el miedo forma parte de la mente. La mente es temerosa y tiene que serlo porque carece de sustancia, está vacía, hueca, es como el cuenco del mendigo, ¿Te acuerdas? y tiene miedo de todo. Tiene miedo, sobre todo, de que un día de estos tú tomes conciencia. ¡Eso sí que sería el fin del mundo! jajaja.
No el fin del mundo literal, sino el hecho de que tomaras conciencia, que llegaras a un estado de meditación en el que la mente tiene que dejar de controlarte. Ese es el problema fundamental, porque ese miedo aleja a la gente de la meditación. Por ejemplo los enemistas son las personas que intentan propagar la meditación, de alguna forma de tomar conciencia y ser testigos. La sociedad en su mayoría se oponen a este concepto de ver la vida, y no sin razón. Ese miedo tiene su porqué, no quieren que tu despiertes.
La conciencia significa salir del control de la mente, o darse cuenta de que nuestra esencia es nuestra libertad interior, que era solamente pensar que se estaba allí con una libertad única. Entonces ahí desaparecen todos los temores.
Es el mayor descubrimiento de la vida, el tesoro más preciado es la conciencia. Sin ella te sumes en la oscuridad, en el miedo, y tú mismo seguirás creando nuevos miedos, sin parar. No serás libre, ya que vivirás constantemente preso de tus propios autoengaños creados por tu mente. Vivirás con miedo, morirás con miedo y no podrás ni siquiera probar la libertad. Posees ese potencial todo el tiempo, puedes reivindicado, pero no lo haces. La decisión de cambiar eso es únicamente tuya de nadie mas.
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