33.- CREANDO LA REALIDAD
Cuando era muy niño, siempre deseaba ser mi héroe de comic favorito (superman) y salvar a todo el mundo. Pongo este ejemplo para darnos cuenta que siempre hemos buscado ser algo transcendental como los héroes que eligen lo que quieren. Estar en muchos sitios a la vez. Experimentar muchas posibilidades todas a la vez. Luego, caer en una sola.
Ahora, después de tantos descubrimientos de la ciencia, la religión y la filosofía me hago la eterna pregunta. ¿Hago yo la realidad o la realidad me hace a mí?
Todos los caminos que hemos recorrido en los capítulos anteriores conducían realmente hasta aquí. Y de esta pregunta eterna saldrán todos los capítulos. Ninguno de nosotros puede librarse de contestar de alguna manera a estas preguntas: ¿Creo yo mi realidad o soy una hoja en el viento? ¿Soy yo la fuente que determina las cosas de mi vida o mi vida es el final de una cadena determinada en un instante en el Big Bang?
Recordemos esta aseveración en un capitulo anterior que decía, cada vez que nos levantamos de la cama, cada vez que interactuamos con lo de "ahí fuera". Bien, ¿contestamos la pregunta "¿creo yo mi realidad?" en todos nuestros momentos internos? Si es verdad que creamos nuestra realidad, entonces esos momentos internos son los precursores de los momentos externos. Ésta es la razón de que éste sea el momento central interno de este libro. De que existe una totalidad energética que proviene desde la misma divinidad intrínseca que tenemos, en este punto están unidos el alfa y el omega, el Jin y el Jan, el principio y el fin, donde no existe el tiempo ni las matemáticas, solo es la totalidad en su contexto real. Todo es una incertidumbre divinica.
Esta idea ha sido, y todavía lo es, un concepto esencial de tradiciones espirituales, metafísicas, ocultistas y alquímicas. Consideran que la máxima expresión "Abajo como arriba, fuera como dentro" es la manera verdadera y fundamental de contemplar el mundo. No obstante, mientras que el sentido común nos dice que creamos algunos acontecimientos de nuestra vida (qué tomamos para desayunar, con quién nos casamos, qué coche conducimos), parece que decir que tenemos algo que ver con que un árbol caiga encima de un coche es una cosa increíble.
De hecho, la idea de que creamos la realidad (que, al fin y al cabo, se crea de alguna manera, ¡ahí está!) tiene un sinfín de matices. Suscita cuestiones como éstas:
- Si yo creo y tú creas y ellos son diferentes, entonces ¿qué?
- "¡Yo nunca crearía este concepto, definición o argumento en mi vida!"
- ¿Existen las coincidencias?
- ¿Crea un niño hambriento su situación?
- ¿Y los desastres naturales?
- ¿Quién es el "Yo" que crea?
Todas estas cuestiones a su vez entroncan con los conceptos que la cultura hindú la denomina el karma, el yo trascendente, la resonancia en frecuencia específica, las actitudes, la responsabilidad personal, la victimización y el poder.
Debemos de tener en claro que todo discurso, acción y comportamiento es una fluctuación de la consciencia. Toda vida emerge de la consciencia y en ella se sostiene. El universo entero es expresión de la consciencia. La realidad del universo es un océano ilimitado de consciencia en movimiento.(recuerde el plano de la incertidumbre donde yacen las posibilidades en potencia) y nosotros somos ese rio que nace en las montañas y llegan a este océano ilimitado, el agua es la conciencia que crea nuestra realidad a lo largo de nuestra vida.
Vimos que la intención parece alterar lo que ocurre a nivel microscópico (en el plano de incertidumbre, donde yace la energía). Vimos cómo se podía modificar la supuesta aleatoriedad de los acontecimientos cuánticos y cómo la concentración mental podía producir un estado físico diferente (lo que hace con las gotas de agua, cuando se les etiqueta una intención). En el capítulo anterior a este, todo se refería a la desintegración de una nube de posibilidades confusas que se transforma en un solo estado definido. Sabemos que en la "Física cuántica" la realidad fija y sólida no es tan sólida, ni tan fija, ni tan estable, y que todo está interconectado en el universo. Las semejanzas entre "Física cuántica" y "La Consciencia crea la realidad" son convincentes una vez más.
De acuerdo con John Wheeler, físico de Princeton y ganador del Premio Nobel, "ya no se puede sostener la opinión de que el mundo existe "ahí fuera" con independencia de nosotros, por muy útil que sea en circunstancias cotidianas". No somos simplemente, como dice Wheeler, "espectadores en una etapa cósmica, sino, hacedores y creadores en un universo participante". Con esto solo nos puede quedar claro de que nosotros somos creadores en absolutamente todo, por un hecho muy simple, todos somos parte de una pura esencia, de la Energía Elemental. que vive en la plano de la incertidumbre divina.
Según el físico y escritor Amit Goswami, "todos tenemos la costumbre de pensar que todo a nuestro alrededor existe ya, al margen de mi aportación, sin mi elección". Lo que exponen estos físicos y la nueva física en general es el fin del dualismo. No es que la mente esté por encima de la materia, sino que la mente es lo mismo que la materia. No es que la consciencia cree la realidad, sino que la consciencia es lo mismo que la realidad.
Piensa en los dos lados de la valla:
Consciencia - Realidad física
Mente - Materia
Espíritu - Ciencia
Yo trascendente - Naturaleza
Dios - Cosas.
Capítulo tras capítulo, hemos estado observando la relación que existe entre ambos lados. Hemos estado buscando relaciones causales. ¿Qué causa qué? ¿Hay una conexión? ¿Hay una separación? ¿Quién creó la separación y quién se sienta sobre la valla con un pie a cada lado? Nosotros lo hacemos y lo hicimos desde tiempos inmemorables. El dilema está es que no queremos romper los paradigmas establecidos por la ciencia por un lado y por el otro lado el de la espiritualidad.
Ahora bien, con el fin del dualismo ya no hay conexión, ni causa (ni valla). Todo es lo mismo. Todo es interdependiente, que es lo que los exploradores de la consciencia han mantenido siempre. Goswami admite libremente lo difícil que es adaptarse a esta nueva forma de pensar que parece contradecir nuestra experiencia diaria: "Ésta es la única forma de pensar radical que necesitas, pero es muy radical (debemos de romper nuestro propio paradigma, de nuestra propia vida).
Es muy difícil, porque tenemos tendencia a pensar que el mundo ya está ahí fuera, al margen de mi experiencia. No es así. La física cuántica es muy clara al respecto". Todo esto llevó a Fred Alan Wolf, en los setenta, a acuñar la frase: "yo creo mi realidad". Entonces, el movimiento emergente New Age se aprovechó inmediatamente de la frase y la convirtió en parte de su paradigma. Pero, como muchos físicos siguieron diciendo, no se trata de un concepto simple que se pueda comprender del todo realmente. Según la cita del doctor Wolf mencionada anteriormente: "Tú no cambias la realidad de ahí fuera. No cambias las sillas, ni los enormes camiones, ni las excavadoras, ni los cohetes que despegan, ¡no, no cambias nada de eso!". Con esto quiere decir que el mundo que tu vives es real, pero desde un modo tangible, físico, de lo que ha creado nuestra mente, pero no nuestra conciencia, ya que en la conciencia esta solo la existencia misma, la incertidumbre misma de un mundo infinito de posibilidades que podemos tomar a nuestro antojo.
Como dice el físico Amit Goswani: Tenemos que reconocer realmente que hasta el mundo material que nos rodea, las sillas, las mesas, las habitaciones, la alfombra, no son más que posibles pasos de la mente creo a partir de una necesidad consciente.
Entonces ¿Quién crea qué? Una de las preguntas que surgen en relación con la creación de la realidad es. ¿Qué pasa cuando hay dos personas creando cada una de ellas una realidad diferente? ¿Qué pasa entonces?". Bueno, lo primero que tenemos que saber es que la idea de que tú creas tu propia realidad puede ser una idea equivocada, si por tú entiendes esa persona egoísta que crees que lo controla todo y que crea tu realidad. Seguramente no es ese tú en absoluto el que crea la realidad".
En este estado de cosas, la afirmación "la conciencia crea la realidad" plantea las preguntas siguientes ¿qué conciencia? ¿qué nivel de consciencia? ¿qué "Yo" es el que crea?
Existe una película Planeta prohibido donde representa una descripción maravillosa de esta cuestión. En ella la gente del planeta construye una máquina que convierte inmediatamente sus pensamientos en realidad física. Llega el gran día y la ponen en marcha. ¡Vaya día! Crean mansiones maravillosas, un Ferrari en cada garaje, parques preciosos, banquetes suculentos y, después, se marchan a sus magníficas casas, se duermen y sueñan. A la mañana siguiente, se despiertan en un planeta devastado.
Según el doctor Dean Radin, hay una razón muy buena que explica por qué no manifestamos cosas enseguida: "Todo lo que haces, todo lo que piensas, todos tus planes se extienden y afectan al universo. No obstante, luego resulta que a la mayor parte del universo no le importa y, por eso, nuestros pequeños pensamientos individuales no cambian inmediatamente el universo tal y como lo vemos. Me imagino que si fuera así, si cada uno de nosotros fuera tan poderoso que pudiera afectar al mundo con sus caprichos pasajeros, nos destruiríamos casi instantáneamente".
Piensa en todas las veces en que alguien te cierra el paso en la autopista y tú piensas... (bueno, ya sabes lo que piensas) e imagina que eso se convirtiera en realidad inmediatamente. O cuando tu pareja hizo algo que te causo ira y tú dijiste ¡Vete al infierno!
Podría ser que la falta de gratificación inmediata en la creación de nuestra propia realidad fuera para protegernos de nosotros mismos.
Por ejemplo. Sostenga una realidad y otra persona sostenga otra, es un proceso aditivo... Esta tarde es la Súper Copa, y la realidad que defiende un equipo es diferente a la que defiende el otro; y sólo una de esas realidades va a ser la realidad real (antes de del inicio del partido todo está en el plano cuántico de la incertidumbre, es el instante más alto de energía, en donde cada uno pone la intención de que gane su equipo favorito, es ahí que salta la magia y se crea una única realidad, el equipo ganador.)
Cuando cada uno de nosotros nos enfrentamos a algo difícil de hacer sólo debemos de ser claro en nuestra intención, de eso trata la fe del plano de la espiritualidad, debo decir a mí misma: "Va a ser estupendo, todo va a salir bien, lo sé", así que cuando surgía algún problema, no me preocupare mucho. Porque sé que estoy creando mi propio éxito, esa va a ser la realidad.
Como podemos ver en lo antes dicho, la clave es la actitud que debemos tener. Dos de las ideas fundamentales que Ramtha enseña en el Ramtha School of Enlightment (Instituto Ramtha de Iluminación) son que la consciencia y la energía crean la naturaleza de la realidad y que la actitud lo es todo. La primera idea formula la ley de cómo las cosas fueron como fueron, y la segunda idea explica el porqué.
Un estudio reciente realizado en Harvard por Ellen Langer y Rebecca Levy compara la pérdida de memoria en la gente mayor de diferentes culturas. Los americanos corrientes, que viven en una cultura que tema la vejez y "sabe" que nuestras facultades se debilitan a medida que envejecemos, presentaron una pérdida de memoria sustancial. Por el contrario, los ancianos chinos, cuya cultura mantiene en gran estima a los ancianos, no solamente mostraron muy poca pérdida de memoria, sino que los más viejos lo hicieron casi tan bien como los más jóvenes.
Cada cultura produce ancianos según la actitud preponderante sobre el envejecimiento. Luego están los franceses, en cuya cultura está bien visto beber vino, fumar, comer pasteles (¡azúcar refinado!) y las salsas que favorecen el aumento del colesterol, pero viven saludables, delgados y felices durante muchos años. Se han hecho muchos estudios para intentar averiguar el secreto, ya que según las teorías actuales debería haber un bypass coronario por cada pastelería. No es un secreto; es la actitud. Les encanta lo que comen y no se sienten culpables por ello. Si es personal, se llama actitud; si es cultural, se llama paradigma, y si es universal, se llama ley. "Fuera como dentro".
Daniel Monti, que es médico, nos cuenta que se hizo un experimento en el que la gente teína que comer algo que empezara a pudrirse. Los que lo hicieron con mala conciencia y sensación de culpa experimentaron una disminución real transitoria de la función inmune, mientras que aquellos que fueron capaces de disfrutar de la experiencia simplemente y de saborear la maravilla de lo que quiera que fuera que se metieran en la boca, tuvieron realmente una subida en el nivel de inmunidad.
Stuart Hameroff, médico también comenta. Yo no puedo demostrar que tú estás ahí fuera en la realidad y que tienes tu propia consciencia, y tú no puedes probar que yo soy consciente.
Quiero que volvamos atrás y nos acordemos ¿Qué es la realidad?. El cerebro crea las imágenes que creemos que constituyen el mundo real de ahí fuera. "Cambio de paradigma" contempla cómo ideas y descubrimientos fermentaron y crearon una visión del mundo muy difundida. En el "Plano cuántico" y nuestro rol como "El observador" ofrecen paralelos seductores entre el mundo subatómico y la forma en que la consciencia interactúa con la creación. "La mente está por encima de la materia" derriba la valla entre lo visto y lo no visto y apuntemos a una conexión entre ambos terrenos distintos en apariencia. En otras palabras, todos tratan de la consciencia, de la realidad y de la relación entre ambas.
Yendo hacia el futuro, los eruditos están a portas de analizar y evidenciar, cómo nuestras actitudes están codificadas en las estructuras neuronales y lo que se crea a partir de ellas. Las "Emociones" y "Adicciones" dan respuesta a cuestiones relacionadas con la pregunta "¿por qué creo la realidad en la que me encuentro?". "¿Por qué no somos magos?" contempla por qué no creamos lo que queremos, desde el punto del pensar. El "Deseo/Intención" del ser humano trata de cómo manejar conscientemente el hacha de la creación, mientras que en "Elecciones y los Cambios, vemos como nuestro poder de decisión hace los cambios que solo nosotros creamos a partir de nuestro libre albedrio. Contemplamos el recorrido del hachazo para ver lo que pasa en nuestra vida.
Ahora bien, en el tribunal cósmico de la experiencia ¿demuestra alguna de estas cosas, o todas ellas, que la consciencia crea la realidad? La idea parece reflejarse en todos los diferentes niveles de la experiencia (" como es abajo es como es arriba"); pero ¿es una prueba definitiva o circunstancial? Hemos oído de todo, desde electrones y positrones hasta a físicos y cineastas distinguidos. Según Dean Radin, "prueba no es una palabra que se utilice en ciencia. Podemos presentar datos fehacientes y podemos asegurar con un cierto grado de confianza que un efecto es lo que parece que es. ¿Ha demostrado alguien la gravedad? Newton dijo que la gravedad es la fuerza de atracción entre las masas. Einstein afirmó que la masa curva la geometría espacio/tiempo, lo cual causa entonces que las masas
se acerquen. Pero no se puede probar que eso es así. Como mucho, puede verse que no hay prueba en contra de la descripción matemática". En este punto, nosotros, los cineastas, los médicos, los sicólogos, los filósofos, nos escandalizamos y saltamos al otro lado de la valla.
Entonces después de masticar todas estas evidencias, viene mi pregunta central ¿ Soy capaz de crear mi propia realidad? ¿Vivo la vida que me gusta y me gusta la vida que vivo?
Acabamos de analizar que considerábamos si la idea de que "la consciencia crea la realidad" es una ley del universo o una fantasía, si existen o no pruebas que atestigüen que es un hecho cierto y si esas pruebas pueden aparecer en nuestras vidas.
Ahora ya has decidido más o menos tu posición ante la idea de que "tú creas tu realidad".. Todos admitimos que es verdad hasta cierto punto. La pregunta es: ¿hasta dónde lo crees tú? ¿Hasta preguntarte si vas o no a la heladería o hasta creer que la hoja que te cae en la cabeza es un creación tuya?
Seguramente estarás de acuerdo en que tú creas tu propia vida cada día de mil maneras distintas. Decides si vas a levantarte o no cuando suena el despertador. Decides qué te vas a poner y qué vas a desayunar o si vas a pasar de desayunar. Y cuando te encuentras con gente a lo largo del día, en casa, en el trabajo o en la autopista, decides también de qué manera vas a tratarles. Tus decisiones para ese día, o tu decisión de no tomar ninguna y flotar por la vida, afectan a lo que vas a hacer y a lo que vas a sentir.
En un plano más elevado, tu elección genera la trayectoria total de tu vida. ¿Te quieres casar?, ¿tener hijos? ¿ir a la universidad? ¿Qué carrera quieres estudiar? ¿Qué oferta de trabajo elegir? Tu vida no "sucede" únicamente, se basa en tu elección diaria o en tu falta de elección. Pero la pregunta sigue siendo la misma: ¿hasta dónde llega este hacer-la-vida? ¿Hasta el hecho de encontrar casualmente a la chica de tus sueños? ¿Hasta el jefe tirano? ¿Qué te toque la lotería?9 ¿Y la vida de quién estás creando TÚ? Parece una pregunta tonta, pero el "yo" de "yo creo mi realidad" es un interrogante importante. Y responderlo aclara todo el gran embrollo de la creación.
Joe Dispenza nos dice que somos máquinas productoras de realidad. Estamos creando efectos de la realidad todo el tiempo. Si tomamos información de una base de conocimientos pequeña, tendremos una realidad pequeña. Si la tomamos de una base de conocimientos grande, tendremos una realidad grande.
Entonces ¿Quién soy yo? o más bien ¿ Que soy yo? Volvemos a las grandes preguntas. El sabio indio Ramana Maharshi creó su doctrina en torno a esa pregunta precisamente. Según él, profundizar en ella lleva directamente a la ilustración. Pero vamos a posponer la ilustración de momento y a limitar la cuestión al hecho de la creación.
Según Fred Alan Wolf, "lo primero que tenemos que saber es que la idea de que tú creas tu propia realidad puede ser una idea equivocada, si por tú entiendes esa persona egoísta que crees que dirige el cotarro y que crea tu realidad. Seguramente no es ese tú en absoluto el que crea tu realidad".
Esto nos lleva a preguntarnos "¿quién es entonces?". Cuando pides la primera taza de café por la mañana, está claro que quien decide tomar un capuchino doble es "esa persona egoísta" o esa personalidad y no el yo inmortal, trascendente. Ahora, si un árbol aterriza sobre tu reluciente coche nuevo, la personalidad no tiene absolutamente nada que ver con ello.
La mayoría de la gente rechaza la idea de "yo creo mi realidad" cuando algo acontece en su vida que rotunda y positivamente nunca jamás hubiera creado. Nos decimos "¡Esto yo nunca lo hubiera creado!". Y es verdad; ellos (su personalidad) nunca lo hubieran hecho. Ahora bien, como todas las tradiciones espirituales sostienen, existe más de un "yo".
A esa esquizofrenia divina se le cuelgan muchos carteles: ego / yo verdadero, personalidad /divinidad, hijo del hombre / hijo de dios, cuerpo mortal / alma inmortal; pero, en definitiva, viene a decir que existen distintos niveles desde los que creamos. El objetivo de la ilustración es borrar esa fragmentación del yo y crear desde una única fuente. (Creo que por eso funciona el "¿quién soy yo?"). Expandir la consciencia hasta que seamos conscientes de todas nuestras creaciones y aceptar que "yo creo..." es una herramienta impresionante para lograr esa expansión. Si es verdad, entonces, cada vez que rechazamos nuestra participación en la creación de la realidad, estamos rechazando o negando una parte de nuestro ser (nuestro verdadero origen universal). Así la fragmentación continúa. De hecho, según los ilustrados, nuestra mitad espiritual crea la realidad con el único propósito de llegar a ser un todo. Para crecer tenemos que experimentar cosas que tal vez no sean la primera opción de nuestro ego /personalidad.
Lo llaman el karma: en algún momento del pasado, ya sea reciente o remoto, creamos todas las condiciones con las que nos enfrentamos en esta vida. Y ¿cómo interactúan todos los karmas de todas las personas del mundo? ¿Cómo encaja todo? ¿Cómo suceden esas felices (e infelices) "coincidencias" que a menudo son los heraldos de un mundo nuevo? ¿Quién maneja el ordenador capaz de mantener todo en orden para 6.000 millones de personas?
El Fisico William Tiller, nos aclara, nosotros controlamos el simulador de la realidad virtual. Tiene tal flexibilidad que creará para ti todo lo que imagines. Una vez que seas lo suficientemente consciente y que aprendas a usar tu intencionalidad, tu intención hará que se materialicen las cosas.
Pero ¿Cómo funciona lo que dice el fisico William Tiller? El universo ES el ordenador. No hay dualidad. No tiene que ponerse en marcha; está conectado, es una red en la que todo está en comunicación y todo lo crea el ordenador. No nos responde a nosotros, es nosotros.
El modelo dualista del karma dice que si pego a Bob, alguien me pegará a mí. Es un modo muy "causa → efecto" de contemplar el fenómeno (también llamado newtoniano). Es distinto del modelo de red, no-dualista, que postula que toda acción o pensamiento (que son la misma "cosa") surge en una parte de mi consciencia.
Hay una determinada frecuencia o vibración asociada a ello. Cuando realizo una acción, apoyo una realidad, de modo que me conecto con el universo en ese momento, a través de esa frecuencia o vibración ( el plano de la incertidumbre y de miles de millones de posibilidades reales, es ahí donde habita la energía cuántica), y todo lo de "ahí fuera" que esté en esa misma frecuencia responderá y se reflejará en mi realidad.
De acuerdo con esta idea, todo lo que hay en tu vida (gente, lugares, cosas, tiempo y acontecimientos) no son sino reflejos de las vibraciones de tu sintonía. Según Ramtha, "en tu vida, todo es una frecuencia específica para quien tú eres". Así pues, si quieres saber quién eres, mira a tu alrededor; el universo está siempre dándote la respuesta.
El problema son nuestros aspectos ocultos y reprimidos que también se reflejan. Los reprimimos porque no nos gustan. Constituyen los reflejos que nos hacen decir: "Yo nunca crearía esto". Y eso es lo que sigue reflejándose una y otra vez hasta que lo entendemos. Ésa es la rueda del karma, lo desagradable vuelve y vuelve. O como dijo una vez un profesor universitario: "La vida es un sándwuich de mierda y cada día le damos un mordisco". (jajaja me gusta esta frase). Lo dijo como una verdadera víctima. "La gravedad no existe, la tierra te chupa". Ídem. "La vida es una putada y luego vas y te mueres".
Mira lo que dice la mismísima Biblia. Para los puros todas las cosas son puras, pero para aquellos que no son honrados y no son creyentes, nada es puro, es más, incluso su mente y su consciencia son deshonrosas...(Tito 1,15)
Me he dado cuenta recientemente de que el acto mismo de negar nuestra participación en nuestra propia vida como agente causal supone un intento voluntario de desviar la atención para no tener que enfrentarnos a ningún aspecto de la realidad que nos contempla expectante. Pienso que he estado perfeccionando este "engaño" YO MISMO, la mayor parte de mi vida. Siempre tenemos que preguntarnos qué criterio nos guía cuando decimos que hemos creado o que no hemos creado algún aspecto de la realidad. Mi criterio era siempre: yo creo lo que es agradable y cómodo e intento negar mi responsabilidad en lo incómodo... Lo hice así durante mucho tiempo, pero luego la realidad me atrapó. Ahora pienso que soy la fuerza que causa y/o participa en todos los aspectos de lo que contemplo en mi vida.
El hecho de ver eso a uno mismo como una víctima es probablemente el mayor rechazo de "yo creo mi realidad". Sucede siempre. La víctima dice: "Me pasó a mí. Es injusto e injustificado". El corolario sería: "Pobre de mí. El universo es injusto. El karma es una operación caprichosa y parcial". La parte positiva de esa actitud sería: logras compasión, llegas a sentirte bien contigo mismo porque no has sido tú y puedes descartar la experiencia y no enfrentarte a la parte de responsabilidad que has tenido en ella..
La parte negativa sería: has aceptado la idea de que no creas tu realidad (y por lo tanto has perdido el poder hacerlo) y te volverá a ocurrir una vez más y otra y otra... También es una ruptura con la realidad. Separa al Creador de la Creación. Al echar un vistazo al reflejo de esa actitud en la sociedad en general nos damos cuenta de lo frecuente que es la victimización. Casi todas las noticias de la noche se centran en las víctimas. En Estados Unidos, la mentalidad de víctima ha alcanzado proporciones épicas. Si le pasa algo a alguien, lo primero que se hace es buscar a quién culpar.
Como dijo Carlos Castaneda en su libro Viaje a Ixtlan: "Te has pasado la vida compadeciéndote porque no asumes la responsabilidad de tus decisiones, que son tus propias creaciones... Mírame a mí. No tengo dudas ni remordimientos. Todo lo que hago es decisión mía y responsabilidad mía".
Creamos constantemente nuestra propia realidad y aunque nos cueste mucho aceptarlo, nada nos resulta tan sumamente agradable como poder culpar a otro de nuestra forma de ser. Es culpa de ella, o culpa de él, es culpa del sistema, de Dios, de mis padres... Miremos como miremos el mundo que nos rodea, eso es lo que nos volverá a nosotros. Si mi vida está tan vacía, tan falta de alegría y felicidad, por ejemplo, es porque mi centro de interés carece precisamente de esas mismas cosas. Miceal Ledwith.
Al igual que la victimización supone el mayor rechazo a la premisa de este capítulo, "acepto mi responsabilidad" implica la aceptación mayor. Supone un enorme giro en redondo en la forma de abordar el mundo y las experiencias. La victimización y la pérdida de poder que le sigue se acaban para siempre. En cada situación, se hacen estas preguntas: "¿En esta situación, dónde estoy o qué soy yo? ¿Qué se me devuelve reflejado? ¿De qué nivel de mi yo procede?
El giro en redondo supone que, en vez de pedir al universo que pruebe que tú creas la realidad para poder así sentarte sobre la valla y aceptar o rechazar lo que acontece, das por supuesto que eres tú quien crea tu vida y los acontecimientos y, por lo tanto, buscas su significado. Entendemos significado no en un sentido cósmico o filosófico, sino como lo que nos dice acerca de quiénes somos o qué creamos o qué estamos negando en nuestra vida. ¿Estás buscando un cambio en tu vida? Haz éste y observa la transformación ante tus muchos "yoes". "La gente se pasa la vida culpando a las circunstancias por lo que son ellos", decía el gran dramaturgo británico George Bernard Shaw. "No creo en las circunstancias. Las personas que llegan a alguna parte son las que se levantan y buscan las circunstancias que quieren, y si no las encuentran, las crean".
¿Cómo creamos las circunstancias? ¿Cómo creamos las coincidencias que causan un efecto enorme en la dirección que toma nuestra vida? Parece de locos que alguien pueda ocasionar una coincidencia como la siguiente: "Verás, se me olvidó el documento, de modo que tuve que volver corriendo a casa y en el camino pinché una rueda. Me paré a arreglarla, me agaché y en ese momento noté que se me rasgaban los pantalones, así que me enrollé una manta alrededor de la cintura y de repente vi una chica que pasaba conduciendo, y fíjate que ella había diseñado la manta; se paró y a consecuencia de ello nos casamos". Fue sólo una coincidencia. Lo que queremos decir realmente es que fue un co-incidente.
Entonces, ¿fue nuestro feliz marido el que creó la rueda pinchada o creó el que nos casáramos y el universo tejió los detalles? (Éste es el tipo de preguntas que surge una vez que te subes al carro del "yo creo"). Como comenta William Tiller acerca de sus experimentos sobre el cambio de pH del agua, "en la cuestión de si hacemos una declaración detallada de intención, o la hacemos de tal manera que dejamos la puerta abierta para que el universo encuentre el modo de hacerlo, la respuesta normalmente es la segunda posibilidad". En otras palabras, en lugar de dictar todos los pasos que el agua tiene que dar para cambiar el pH, lo que hacen los meditadores de los experimentos del doctor Tiller es concentrarse en el resultado y dejar que el universo proporcione los detalles, pantalones rasgados y demás.
Si nos ponemos a pensar que todo lo que está en el plano cuántico energético, donde yace la infinita incertidumbre de las interminables posibilidades, nosotros nos ponemos a decidir en las numerosas consecuencias de "creo mi realidad", una de las conclusiones más importantes fue: ¿se parece mi creación a un menú del día o es un plato a la carta? ¿Elijo cada uno de los acontecimientos o forman un "paquete"? He pensado en Jesús y en la Pasión. ¿Creó Él (Jesus) el sufrimiento y los malos tratos o su intención era traer una nueva conciencia al mundo y los malos tratos eran parte del compromiso?
Cuando la sílaba "co" se encuentra al principio de una palabra, significa que hay cierto tipo de interrelación. Cooperar quiere decir operar conjuntamente. Del mismo modo, coincidente significa que existe una interrelación entre los elementos del incidente.¿¡Qué raro que ahora la palabra signifique lo contrario!?
Pero aun la pregunta sigue estando ahí: ¿cómo puede funcionar todo esto? Y ¿cómo puede alguien llegar a ser más consciente de las posibilidades que existen para que la creación misma sea más consciente? Según Amit Goswami: nos dice que la consciencia sea la base del ser es una hipótesis. Todo son posibilidades de la consciencia. De todas las posibilidades de sí misma, la consciencia elige la experiencia real que manifiesta; que observa... La teoría cuántica habla de posibilidades, pero cuando te miras a ti mismo, ¿cuántas veces te has preguntado por las "posibilidades?".
Podría ser que el preguntarte a ti mismo sobre las posibilidades... se redujera a cosas sin importancia como qué helado vas a elegir esta vez, si de vainilla o de chocolate, cosa que depende completamente de tus experiencias anteriores. Así te pierdes la energía cuántica de tu vida.
Goswami ve que, en nuestra vida, las posibilidades se extienden como las ondas de probabilidad de un electrón. Lo que quiere decir que las opciones en nuestra vida son tan "reales" como las ondas que predice la ecuación de Schrödinger. Stuart Hameroff lleva este concepto un paso más allá: Podemos pensar que cada pensamiento consciente es una elección, una superposición cuántica que se ha desintegrado dando paso a una sola elección. Digamos que estás leyendo un menú e intentando decidir si tomarás arroz, pasta o atún. Imagínate que tienes una superposición cuántica de todas esas posibilidades coexistiendo simultáneamente. Puede que incluso te traslades un poco al futuro y pruebes las diferentes comidas. Y luego decides: "¡Ajá! Tomaré espaguetis".
Trasladarse al futuro no es tanta ciencia ficción como parece. Como apunta el doctor Hameroff, "en teoría cuántica, también se puede retroceder en el tiempo e incluso se insinúa que algunos procesos cerebrales relacionados con la consciencia se proyectan hacia atrás en el tiempo".
Si se demostrase que todas esas teorías son correctas, significaría que la consciencia individual examina constantemente todas las posibilidades futuras, quizá incluso va al futuro a "probar" si nos casamos con alguien o no, y luego se centra en la posibilidad elegida y la transforma en una realidad. Del "cómo" se encarga el universo superinteligente e inmensamente interactivo que responde automáticamente a la consciencia, porque eso es lo que es. El universo ES el ordenador que lleva la cuenta, para eso está aquí. Y si puede crear formas de vida conscientes de sí mismas y que se reproducen a sí mismas, también puede preparar una rueda pinchada.
¿Es posible hacer que la creación sea más consciente desde este punto de vista? Bien, para la mayoría de la gente, el futuro está al otro lado de un gran muro, adonde no se puede ir. Por tanto, tampoco se pueden ver las posibilidades latentes en ese otro lado, así que cuando aparecen aquí suponen una sorpresa o un shock. Pero darnos cuenta de que esas potencialidades son reales y pueden ser desarrolladas, manipuladas y transformadas, nos lleva por encima del muro al futuro, donde nos espera la novedad.
Lo que dice Ramtha. es que crea tu día, es una invitación a abrir la mente: "En el momento de despertarte, ¿has notado alguna vez... bueno, que no sabes quién eres? Te despiertas y no sabes quién eres. ¿Te has dado cuenta de que miras alrededor de la habitación para orientarte... y lo que es realmente sorprendente es cuando ves a la persona que está a tu lado y por un instante no sabes quién es? Creo que deberías considerarlo seriamente. Pasamos un rato orientándonos antes de salir de la cama, buscando un vínculo con una identidad que por un momento ni siquiera teníamos, y la identidad es lo que empezamos a formar cuando miramos a la persona que está junto a nosotros. Y después nos incorporamos y empezamos a rascarnos... y luego nos levantamos y vamos al baño y por el camino nos miramos en el espejo. ¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué nos miramos? Porque estamos intentando recordar quiénes somos. Todavía es un misterio.
Pero si tienes que recordar quién eres y recordar los parámetros de tu aceptación y la valla de tu duda, si tienes que hacer todo el ritual cada día para recordar quién eres, ¿qué posibilidades hay de que tu día se convierta en un día especial? Muy pocas realmente. Pero si... antes de intentar recordar quién eres, recordases lo que quieres ser, y quizá esto sucediese en primer lugar, antes de ver a tu pareja, antes de clavarte las uñas para rascarte, antes de salir tambaleándote de la cama, antes de asustar al gato y de mirarte al espejo... Antes de hacer todo esto, recuerda: "Antes de adherirme al ritual de mis circuitos neuronales, voy a crear un día alucinante, que se añadirá a mis redes neuronales y enriquecerá la experiencia de mi vida", y luego crea tu día. Ese momento en el que aún no eres tú realmente es un momento sublime en el que contemplas lo extraordinario, en ese momento puedes esperar y aceptar lo no ordinario. Hoy puedes aceptar una subida de sueldo. Si llegas a ser tú mismo, tus expectativas de un aumento de sueldo disminuyen en gran manera, ambos lo sabemos. Pero en ese estado único de indeterminación de tu identidad, en ese momento puedes crear.
Por eso digo a mis alumnos: antes de levantarnos y de recordar quiénes somos, creemos nuestro día. Y después de haberlo creado, nuestra rutina cambiará. Seremos unas personas ligeramente diferentes mirando el retrete y mirándoos al espejo. Habrá algo distinto en nosotros y ese algo (incertidumbre divinica) será maravilloso".
Todo esto parece asombroso, genial en teoría, pero hacerlo es duro. Recuerdo las primeras veces que empecé a crear mi día. Cuando aún no sabía quién era "yo" me era imposible. Mi cuerpo entero entraba en estado de shock. Me asustaba y tenía que hacer algo para volver a la "realidad". Era como si no pudiera soportar separarme de mi identidad normal el tiempo suficiente para crear algo diferente. El miedo y el pánico se apoderaban de mí. Me costó mucho tiempo permitirme simplemente estar asustado pero continuar adentrándome en lo desconocido; en cuanto comencé a ver los efectos y los resultados, el miedo se convirtió en anticipación.
La vida no consiste en encontrarte a ti mismo. La vida es crearte a ti mismo. George Bernard Shaw.
Esta preciosa enseñanza trata del "yo", que ha sido en última instancia el tema de este capítulo. ¿Quién es el "yo" que está creando? Si es la personalidad, las creaciones provienen de estructuras, hábitos, propensiones y circuitos neuronales ya existentes; y todo lo que se creará desde esa antigua estructura de la personalidad será lo de siempre, lo mismo de siempre. Crear lo que ya ha sido, difícilmente es crear. O crear proviene del yo superior, del ser divino, en cuyo caso es un acto inconsciente casi siempre, obra de un karma sepultado hondamente. Mientras que las creaciones son maravillosas para el espíritu, a la personalidad desconectada se le antojan arbitrarias, injustas y dan lugar a sentimientos de impotencia y victimización.
Esta técnica, en cambio, se aprovecha delmomento del no-yo, o del nuevo-yo. Desde ese "yo" se puede manifestar algorealmente nuevo. Algo que tú creas conscientemente. Y crear de esta formadeshace la trampa de la victimización y de la impotencia para siempre. Y afirmacada día y de manera muy real que tú creas tu realidad. (Si eso es verdad, ¿laafirmación es como una bomba incendiaria o no?).
Gracias por sus lecturas y votos, un abrazo
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