32.- NUESTRA REALIDAD O NUESTRA ILUSION
En la capítulo de la sabia madre naturaleza, podemos ver que muchas veces, los animales y los pájaros viven en una realidad muy distinta a la nuestra. Esto está comprobado por la ciencia. Algunos oyen sonidos que nosotros no podemos oír, o ven frecuencias luminosas que nosotros no podemos ver, como los rayos ultravioleta o los infrarrojos. La mayoría de los mamíferos, como los perros por ejemplo, viven un mundo lleno de aromas y confían en la vista mucho menos que nosotros. ¿Y los bebés, que se pasan horas mirando una esquina "vacía" del techo de su habitación?
Dime qué es la realidad cuando te enamoras o cuando tu verdadero amor acaba de morir. Y que es el "Deseo" ¿Crees que las decisiones se basan en la realidad o en lo que tú supones que es la realidad? Veamos, ¿"La consciencia crea la realidad"?. ¿ Nos estamos enfrentando a un nuevo paradigma o más bien a una nueva realidad aceptada?
Al pensar todas estas interrogantes podríamos deducir que todo podría coincidir. Estas preguntas están en todas partes, en todos los capítulos y en todos los momentos que vivimos. Toda decisión se basa en una idea subjetiva de lo que para ti es real. Pero ¿cuándo fue la última vez que te dejaste caer por el rio de tus suposiciones, dejándote llevar por la corriente hasta llegar al océano de la realidad?
Hicimos esta pregunta a unos cuantos científicos. En su respuesta, el doctor David Albert menciona cómo y por qué la contestamos todos los días.
Si me levanto por la mañana y, de repente, decido tomarme muy en serio la presunción (que seguramente es cierta) de en ese umbral de estar entre dormido y despierto no estoy seguro de que mis ojos funcionen correctamente, entonces, a juzgar por lo que yo sé (en mi mente), junto a mi cama podría haber un precipicio o algo semejante, aunque parezca que hay un suelo firme. Si fuera incapaz de ordenar esas posibilidades en función del grado de probabilidad que les asigno, ¡no saldría de la cama! Creo que me quedaría paralizado, en el sentido literal del término. Una hipótesis es que realmente hay un suelo, que es lo que estoy viendo. Otra hipótesis es que el hecho de que esté viendo el suelo sea una alucinación y que lo que hay es un precipicio. Cuando te levantas de la cama por la mañana, apoyas una de las hipótesis (apoyo mi primer pie en el piso) porque te parece más probable que la otra (que exista un precipicio). Así es como solemos actuar normalmente en la vida. Un hecho claro de esto es como se sienten las personas que van a padecer crisis de pánico, quedan estáticas ante las interrogantes de su propia realidad.
Cuando apoyamos la realidad que nos presentan los ojos, en ese momento estamos contestando la pregunta que se cierne sobre nosotros: ¿qué es la realidad? La mayoría de la gente cree que la realidad es lo que los sentidos proyectan ante nosotros. Y la ciencia, desde luego, ha apoyado esa visión durante cuatrocientos años: si no percibimos algo a través de los cinco sentidos (o de sus extensiones), no es real.
Sin embargo, esa "realidad" se muestra de una manera si la miramos con los ojos (visión) y de otra muy diferente si la miramos más detenidamente, en profundidad (percepción), con un microscopio o un desintegrador de átomos; entonces, se vuelve completamente distinta, irreconocible.
¿Y los pensamientos?, ¿son parte de la "realidad"? Mira a tu alrededor. Hay autos, edificios, ventanas, sillas, luces y este libro. Probablemente pensabas que todas esas cosas eran reales. Todas estaban precedidas por una "IDEA" de ventana o de silla. Alguien ideó esas ventanas y sillas, alguien las creó. Así pues, si lo último es real, ¿es también real la idea? La mayoría de la gente cree que los pensamientos y las emociones son reales; ahora bien, cuando los científicos exploran la "realidad" evitan cuidadosamente hablar de cosas semejantes.
¿Qué hay de la consciencia, el hecho fundamental de nuestra propia existencia, que va con nosotros donde quiera que vayamos? Tenemos que estar conscientes para hacer cualquier cosa. Para pensar, soñar, crear, percibir. ¿No es eso parte de la realidad?, Pero ¿Dónde está hecha, de donde nace? A diferencia de los objetos materiales, los fenómenos intangibles como la consciencia no se pueden medir; ahora bien, eso no significa que no son "reales", ¿no?. Es por eso que la conciencia viene de la incertidumbre, porque no sabemos que es en concreto, y es divina porque va mas allá de nuestra concepción humana, es por eso que es innombrable e indefinible.
Muchos científicos están hechos un auténtico lío en relación con esto de la conciencia. Si es real, su realidad puede ser examinada: si no es real, no tendrían que seguir buscándola más. Pero entonces jamás se conocerá como algo real. No es fácil, pues, contestar a la pregunta "¿qué es real?", posiblemente el interrogante más común entre nosotros. Y, sin embargo, ¿quiénes somos?, ¿qué es la vida?, ¿qué es posible y qué no lo es? Todo ello se basa en lo que pensamos que es real. Tu,yo y todo ser humano que existe en este mundo, vive en en forma constante, en un plano atemporal, en la incertidumbre divinica. ¿Entonces, como es que debo vivir en este plano?
Al no haber obtenido una respuesta a la pregunta "¿qué es la realidad?" (que resultó ser una pregunta demasiado compleja), la humanidad, más bien los amos de la ciencia volvieron al laboratorio y se intentó resolver un aspecto más sencillo: tomemos las "cosas" que nos rodean (todos estamos completamente de acuerdo en que son "reales") y veamos de qué están hechas. Son mucho más simples que los sueños, las ideas, las emociones o cualquiera de esas cosas interiores.
El filósofo griego Demócrito de Abdera fue el primero en concebir la idea del átomo: "Nada existe, salvo los átomos y espacio vacío: todo lo demás es sólo opinión". Era un gran punto de partida y de ahí salieron los microscopios electrónicos para adentrarnos más aun en lo que estamos observando. Aun así queríamos ir más allá y se invento los desintegradores de átomos y la cámara de Wilson donde podemos llegar a las partículas en su forma más sencilla que son las partículas de radiación ionizante. Nosotros, personas grandes, escudriñamos el mundo de las cosas pequeñas.
Ahora bien, probablemente en el colegio te mostraron el modelo de un átomo, con un núcleo sólido y electrones orbitando a su alrededor; y posiblemente te dijeron: "Los átomos son los pilares de la naturaleza". ¡Buen intento! ES un concepto claro y lo explica bastante bien, sólo que no es así exactamente. Resulta que las pequeñas órbitas regulares del interior de esos átomos diminutos y sólidos eran realmente paquetes de energía.
Luego se descubrió que tampoco se trataba de eso, sino de condensaciones momentáneas de un campo energético... Como tú sabes, cada "átomo" está formado casi enteramente por un "espacio vacío"; es una especie de milagro que no nos golpeemos con el suelo cada vez que intentamos sentarnos en una silla. Y como el suelo está también casi vacío, ¿dónde encontraremos algo lo bastante sólido como para sostenernos? "Nosotros", o nuestros cuerpos al menos, ¡también estamos hechos de átomos!. Si no fuera por la maravillosa gravedad todos estaríamos flotando, y adivine porque, porque tú y yo al estar hechos de átomos, estamos hechos de Energía.¿¡Entonces podría concluir que mi esencia es el vacio mismo!? Pregunta muy interesante que más adelante se contestara sola.
Hoy la investigación más puntera sugiera que el llamado "Espacio vacío" que hay en el interior de los átomos y entre un átomo y otro no está vacío en absoluto; está tan lleno de energía que un centímetro cúbico (una gotita o un área del tamaño de una canica) ¡contiene más energía que toda la materia sólida del universo conocido! Así que... ¿qué piensas tu que era la realidad?
Cuando tenía mas menos 8 o 9 años de edad, tuve un sueño que se convirtió en una pesadilla, Era tan real , ya que estaba en mi propio dormitorio. En una esquina de mi cuarto apareció un espiral luminoso que giraba como un remolino, eso me pareció algo irreal a mi corta edad, desde esa vez todo cambio. Yo nunca me había cuestionado la realidad era tan solo un niño. ¿Por qué iba a hacer semejante estupidez? Después, la realidad en la que vivía se volvió caótica y empecé a plantearme dudas, no necesariamente sobre las mesas o las sillas, sino sobre la manera en que yo las percibía. La pregunta de fondo es ¿Lo que yo soñé fu algo real, o fue creado por mi mente, mi imaginación o fue solo un sueño?
Cuando me di cuenta de que mi realidad era sólo el producto de mis limitaciones, comprendí que tenía que estar dispuesta a rebasarlas y soñar. ¿Qué es lo que deseo de verdad y no creo que pueda conseguir o llegar a ser?
En mi realidad, lo único "sólido" es la percepción que tengo de ella. Si estoy dispuesto a abrir los ojos a nuevas posibilidades, mi realidad puede cambiar.
Mucho antes que los primitivos filósofos griegos (y ciertamente mucho antes de que existieran los científicos de la física cuántica), los sabios de la India sabían ya que había algo importante más allá del reino de los sentidos. Los profetas hindúes y budistas enseñaban, y siguen enseñando, que el mundo de las apariencias, el mundo que percibimos con los sentidos es maya, o ilusión, y que por debajo de ese mundo material, hay algo más poderoso y fundamental, más "real" aunque sea totalmente intangible. Como tantos texto espirituales sugieren, hay una realidad "superior" que es más fundamental que el universo material y que tiene algo que ver con la consciencia.
Eso es precisamente lo que la física cuántica está revelando. Sugiere que hay un reino enteramente no-físico en el núcleo del mundo físico, llámese información, ondas de probabilidad o consciencia. Decimos normalmente que los átomos son aquello de lo que las cosas están hechas "realmente"; si esta opinión fuera correcta, tendríamos que decir que ese campo subyacente de inteligencia es lo que "realmente" constituye el universo en el fondo.
El doctor Edgar Mitchell, astronauta de la NASA, llegó a la siguiente conclusión en su viaje de vuelta del espacio.
En un momento me di cuenta de que el universo es inteligente. Avanza en una dirección y nosotros tenemos algo que ver con ello. El espíritu creador, el intento creativo que ha sido la historia de este planeta, procede de nuestro interior y está también ahí fuera; todo es lo mismo... Lo fundamental es la conciencia misma y la materia/energía es producto de la conciencia... Si cambiamos nuestra opinión sobre quiénes somos y conseguimos vernos como seres eternos y creadores que creamos experiencia física, unidos todos en ese nivel de existencia que llamamos consciencia, empezaremos a ver y a crear el mundo en que vivimos de una manera distinta.
El Físico Jeffrey Satinover, opina lo siguiente. La materia, sea lo que fuere, no tiene nada en esencia. Es completamente insustancial. Lo más sólido que se puede decir sobre la materia insustancial es que se parece mucho a un pensamiento. Es como una pizca de información concentrada.
Andrew Newberg, doctor en Medicina, ha estudiado la experiencia mística/espiritual desde el punto de vista de la neurociencia y ha escrito un par de libros sobre el tema: Dios: ¿por qué seguimos creyendo? Ciencia del cerebro y biología de la fe y The Mystical Mind: Probing the biology of Belief (La mente mística: demostración de la biología de la fe). Dice que la gente que tiene una profunda experiencia mística y luego "regresa" al mundo ordinario "sigue percibiendo que aquella realidad es más real y representa una forma de realidad más verdadera y fundamental; para ellos, el mundo material en que vivimos constituye una realidad secundaria.
Por eso, según Newberg, "necesitamos analizar detenidamente la relación que hay entre la consciencia y la realidad material... si el mundo material puede derivar realmente o no de una realidad consciente y si la conciencia misma puede ser ni más ni menos que el elemento esencial del universo".
Afuera de nuestra casa se encuentra un mundo regido por normas implantadas por nosotros mismos, creamos nuestros propios ideales, ya sean humanos o divinos, vivimos en un mundo cómodo, como si tenemos el poder o el dinero necesario, pero vivimos de penurias y sufrimientos sino no tenemos dinero para comprar aunque sea para alimentarnos. Me he dado cuenta de que hay gente que piensa que es inútil hacerse preguntas como "¿qué es la realidad?" y que no tiene nada que ver con la realidad del día a día. Pero supongamos por un momento que el mundo exterior sea una construcción mental nuestra. ¿Cómo alteramos la base que lo crea? ¿Intentamos cambiar las cosas de "ahí fuera"? Bueno, pues es eso lo que la mayoría de nosotros hace una y otra vez y nunca funciona. ¿Has intentado alguna vez huir de una situación y has descubierto que tus problemas te han seguido? Desde luego que te han seguido, porque no has dejado atrás tu sistema nervioso. Sigues reaccionando de la misma manera ante los viejos estímulos. Entonces, ¿hay otra forma mejor? Aprende esto: la realidad tiene todo que ver con nosotros.
En el siglo XVIII, el filósofo Immanuel Kant señaló que los seres humanos jamás podrían conocer realmente la naturaleza de la realidad tal y como es. Las investigaciones sólo nos proporcionan respuestas a las preguntas que planteamos y éstas están basadas en la capacidad y limitaciones de la mente. Todo lo que percibimos en el mundo natural o de afuera (bien con los sentidos, bien a través de la ciencia) nos llega a través del filtro de la conciencia y está determinado por las propias estructuras mentales. Así, lo que vemos son "fenómenos", es decir, interacciones entre la mente y la "realidad de ahí fuera", sea la que fuere. No vemos la realidad, sino únicamente la idea que nos formamos de la realidad y que fabrican las neuronas del cerebro. Para nosotros, la "cosa en sí misma" permanece oculta para siempre.
Dicho de otra manera, la ciencia nos da solamente modelos del mundo, pero no el mundo en sí. Como dice Miceal Ledwith.
Bueno, la visión cuántica de la realidad no ofrece la quintaesencia de la misma. Todo lo que intentamos hacer en la historia de la ciencia es producir modelos cada vez menos imperfectos que representen la naturaleza de lo que existe y, seguramente, en veinte o treinta años, puede que la física cuántica sea reemplazada por otra que permita una comprensión más seria y profunda de la realidad, se llame como se llame esa física en particular. Y cuando la ciencia nos proporcione los modelos, aún tendremos que abordar el "nosotros". Como por ejemplo aun se investiga la teoría del todo, a través de la teoría de las cuerdas. Y como toda teoría, todavía no es una realidad.
Como señala Andrew Newberg. En cuanto a la pregunta de si vivimos o no dentro de un gran simulador holográfico, no tenemos necesariamente una buena respuesta. Creo que es un gran problema filosófico que hay que discutir en términos de lo que la ciencia dice acerca del mundo, porque según ella, siempre somos los observadores. Siempre estamos limitados por lo que llega finalmente a nuestro cerebro humano, que nos permite ver y percibir las cosas que hacemos. Es concebible que todo esto no sea más que una gran ilusión de la que no hay forma de salir para ver lo que hay fuera realmente.
Cuando me levanto de la cama por la mañana y pongo los pies en el suelo, creo verdaderamente que el suelo es real y no una ilusión, que no hay un agujero sin fondo en su lugar. En todas las acciones que hacemos, damos por sentado algo acerca de la realidad. No obstante, rara vez nos lo preguntamos conscientemente. Lo suponemos y la realidad se ajusta a ello, de modo que nunca vemos la mano que lo hace. Por aquí, en algún sitio, planea la pregunta zen "¿cuál es el sonido de una realidad que se desintegra?"
Una información que puede ser muy útil para estudiar cuestiones sobre la naturaleza de la realidad es la idea de que hay niveles distintos que existen simultáneamente y que son todos reales. En otras palabras, los niveles superficiales son reales por propio derecho; sólo cuando los comparamos con niveles más profundos es cuando decimos que no son verdaderamente reales; no son el nivel "primordial". Los brazos y las piernas son reales; las células y las moléculas son reales; los átomos y los electrones son reales. Y la conciencia es real.
Como dice el doctor John Hagelin. Vivimos en mundos literalmente distintos; existen la verdad superficial y la verdad profunda. Existen el mundo macroscópico que vemos y el mundo de nosotros mismos; el mundo de los átomos y el mundo de los núcleos. Son mundos completamente distintos. Tienen su propio lenguaje y sus propias matemáticas. No son simplemente más pequeños; cada uno es enteramente distinto, pero todos son complementarios: yo soy mis átomos, pero también mis células. También soy mi fisiología macroscópica. Todo es verdad. Distintos niveles de verdad. De modo que:
1. Todo es verdad
2. Nada es verdad: se trata solamente de modelos.
3. Nosotros nunca podremos salir de nuestra propia manera de percibir la totalidad.
4. Si expandimos nuestra conciencia, podemos percibir la totalidad.
5. Todo lo anterior es verdad.
6. Todo lo anterior son modelos.
7. O hay algo mas...
La respuesta fácil a la cuestión de si la realidad es ilusoria y de que todo es realmente confuso como todas las probabilidades... sería sí. Así que si alguien seme acercara y me hiciera esa pregunta, le diría que sí, que es cierto básicamente. Sin embargo, es más complicado, porque en el momento en que interactúas con ella, la realidad adquiere una existencia absolutamente sólida, como una roca. Sólo es confusa cuando no interactúas con ella.(incertidumbre divinica)
En nuestra vida cotidiana, nuestra decisión sobre la realidad momento a momento, ¿es un proceso de total libertad simplemente? O ¿en qué momento se vuelve real algo? Si hay diez personas en una habitación y ocho ven una silla y dos ven un marciano, ¿quién se engaña? Si doce personas ven un lago como un cuerpo acuoso y una persona lo ve con la solidez suficiente como para andar sobre él, ¿quién se engaña? Pero la pega de todo esto es: ¿crea la realidad la conciencia?, es por eso por lo que nadie ha dado con una buena respuesta, porque la respuesta ES la realidad? o no jajaja.
Un abrazo fraterno...
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