24.- DEBEMOS REPLANTEAR LOS PARADIGMAS ESTABLECIDOS
Busco a un montón de hombres con una capacidad infinita para ignorar lo que no puede hacerse (Henry Ford).
Un paradigma se parece a una teoría, pero es un poco diferente. Una teoría es una idea que pretende explicar el funcionamiento de algo, como por ejemplo la teoría de la evolución de Darwin.
Se supone que debe ser comprobada, demostrada o rebatida, apoyada o desafiada a través de los experimentos y de la reflexión. El paradigma, por el contrario, es un conjunto de suposiciones implícitas que no tienen que ser confirmadas; de hecho, son esencialmente inconscientes. Forman parte de nuestro modus operandi como individuos, como científicos o como sociedad.
Un paradigma nunca se pone en duda puesto que nadie piensa en él. Es como si llevamos puestas todo el tiempo las típicas gafas con cristales rosas y todo lo vemos de color rosa. Así es la realidad en que vivimos.
Nuestras percepciones nos llegan a través de ese marco que encuadra todas las cosas que damos por supuestas. Nunca nos las cuestionamos y ni siquiera nos damos cuenta de que existen, hasta que nos damos de narices contra una pared y las gafas de color de rosa se hacen añicos y, de repente, el mundo parece diferente.
¿Has hecho alguna vez galletas de Navidad utilizando un molde? Pongas los ingredientes que pongas, todas salen del horno exactamente iguales.
Otra forma de entender el paradigma es verlo como un sistema de creencias. Si alguna vez has intentado definir tu sistema de creencias, lo que valoras y crees, sabrás lo difícil que es. Puede que algunos de los puntos en los que hayas pensado conscientemente no sean tan difíciles; puedes creer en la importancia de la familia, de la amistad, del ejercicio, de una dieta sana; puedes tener razones para pensar que tu afiliación política es la sensata, etc.
Pero existen docenas, quizás centenares, de creencias inconscientes que no has examinado y que rigen tu vida desde el nivel subterráneo de la consciencia imprecisa, creencias sobre tu valía y competencia por ejemplo, o sobre si puedes confiar en la gente o no, creencias que fueron depositadas durante la niñez y continúan determinando tu relación con el mundo.
Un paradigma es como el sistema de creencias inconscientes de una cultura. Vivimos y respiramos esas creencias y pensamos e interactuamos de acuerdo con ellas.
Todos los días, prácticamente, aparece información científica nueva que no puede ser explicada utilizando el modelo newtoniano clásico. La teoría de la relatividad, la mecánica cuántica, la influencia de los pensamientos y emociones en nuestros cuerpos, las llamadas "anomalías", como la percepción extrasensorial, la sanación mental, la visión remota, las personas que actúan de médium y canales, las experiencias en la antesala de la muerte y fuera del cuerpo, todo ello apunta a la necesidad de crear un modelo diferente, un nuevo paradigma que incluya todos esos fenómenos dentro de una teoría más global sobre el funcionamiento del mundo.
No se trata sólo de que el modelo antiguo no sea suficiente para responder las cuestiones que plantea la nueva búsqueda. Un problema aún más serio, es que el viejo modelo no ha hecho lo suficiente para liberar al ser humano del sufrimiento, de la pobreza, de la injusticia y de la guerra. De hecho, podríamos decir incluso que muchos de estos problemas han ido a peor por causa del modelo mecánico que ha dominado tanto tiempo nuestro modo de experimentar el mundo.
Los cambios de paradigma también ocurren a escala humana. Puede ser tan simple como el despertarte de repente y darte cuenta de algo acerca de ti que ha estado siempre ahí, pero nunca te habías percatado. Por ejemplo: he descubierto hace poco una de las razones de mi voraz apetito de conocimiento; provenía no sólo de la curiosidad, sino también del miedo.
El modelo materialista de la realidad pasó hace tiempo desde las filas de la "teoría" a quedarse establecido como base implícita de todo pensamiento e investigación. Durante 400 años ha gobernado la búsqueda científica y la apertura del mundo científico a lo que es posible o imposible.
Dice que el universo es un sistema mecánico compuesto por "sillares" elementales, materiales y sólidos. Afirma que es real lo que es medible y que lo medible es sólo aquello que podemos percibir con los cinco sentidos y cualquier extensión mecánica de los mismos.
Presupone también que la única manera válida de adquirir conocimiento es desterrar los sentimientos y la subjetividad y llegar a ser completamente racional y objetivo.
Esta manera de relacionarse con el mundo divide la totalidad de la vida humana en mente y cuerpo. Declara que son impropios los sentimientos, las pasiones, las intuiciones y la imaginación. Cosifica la naturaleza y nos aparta de ella. Bajo ese prisma, la naturaleza se convierte en "recursos" a controlar y explotar en vez de un sistema orgánico vivo que hay que cuidar y mantener.
Según el paradigma científico actual, vivimos en un universo mecánico que es un universo muerto. Es el mundo de la máquina. Puede que una inteligencia viva lo creara y pusiera en marcha (tal y como Newton y los primeros científicos creían firmemente), pero, ahora, el universo es completamente mecánico y predecible.
Dado un conjunto de condiciones iniciales, el resultado está determinado en su totalidad. Los efectos son inevitables. Ahora bien, aunque el movimiento de los planetas sea predecible al igual que la caída de rocas o de manzanas, y aunque el funcionamiento de los objetos y su relación con el mundo material sea cuantificable (y veremos más tarde que la física cuántica contradice estos postulados), afirmar que todo ello es cierto con respecto a la vida humana es degradante y sofocante. ¿Adónde nos lleva esa clase de vida? Si no existe la libertad, si el camino que tenemos delante está totalmente determinado de antemano, ¿en qué consiste la vida, entonces? En ese modelo no hay lugar para el conocimiento ni para el espíritu, la libertad y la elección.
En palabras del doctor Jeffrey Satinover, "hay un montón de gente que quiere que la mecánica cuántica les rescate de esa indiferencia fría y despiadada. Y creen que necesitan ser rescatados porque la idea mecánica, fría y despiadada es enormemente poderosa. Aunque confiesen que no creen en ella, ha influido en su vida y en la visión de la civilización en grandísima medida".
Imagínate que eres un ser mecánico (todos hemos visto las suficientes películas de ciencia ficción como para imaginárnoslo con relativa facilidad) que vive en un mundo completamente muerto, en el cual todas las "cosas" son objetos inconscientes e insensibles que están totalmente controlados por leyes de funcionamiento abstractas. ¿Qué se siente? ¿Cómo te sientes con respecto a tus seres queridos, ahora que eres sólo una máquina y que el amor no es más que una circunstancia de la química del cerebro, un beneficio evolutivo para el ADN y nada más? ¿Te lo crees? Sin embargo, es lo que dice la mayoría de los científicos en todo el mundo. Son los mismos que dicen por qué el cielo es azul, y por qué arranca el coche por la mañana, y por qué los árboles convierten el dióxido de carbono en oxígeno. Si tuviesen un ordenador lo suficientemente potente, te dirían por qué estás ahí sentado justo ahora leyendo este libro en concreto. Todo son condiciones iniciales con las que "tú" (una ilusión, de todos modos) no tienes nada que ver. ¿Te lo crees?
Por supuesto que nos cuesta pensar en nosotros como seres puramente mecánicos, y es que no lo somos. Nadie lo es. Todos experimentamos que tenemos (o que quizás somos) consciencia y espíritu y que hacemos elecciones. ¿O no?
Debemos vernos dónde estamos y como estamos. Aquí en el fondo de la madriguera del paradigma. Estamos con la cabeza bajo tierra igual que las avestruces, es tan confortable y conveniente lo que vemos debajo de la tierra, que eso que miramos no nos deja sacar la cabeza para ver y contemplar que fuera de esa madriguera o de ese hoyo, existe otro mundo. ¿Lo quieres experimentar?. De eso se trata cuando se habla de que debemos romper el paradigma, y para empezar debemos empezar por el principio, es decir por cada uno de nosotros, nuestro propio paradigma, para después crear uno nuevo, uno que contemple a la sociedad misma (nuestro entorno) es decir el mundo.
A la izquierda está la vida en la que somos seres conscientes que determinamos nuestro camino, y a la derecha sólo hay unos y ceros que, de alguna manera, crean una imagen ilusoria de ti.
Desde el punto de vista clásico, somos máquinas, y en las máquinas no hay lugar para la experiencia consciente. No importa que la máquina muera, siempre puedes matarla, o tirarla a la basura... da igual. Si el mundo es así, la gente actuará así. Pero hay otra forma de pensar con respecto al mundo... a la que apunta la mecánica cuántica, que sugiere que el mundo no es una maquinaria de reloj, sino que se parece más a un organismo. Es semejante a un organismo con infinitas interconexiones... que se extiende a través del espacio y del tiempo. Y desde un punto de vista muy básico tiene que ver con la moral y la ética, que yo no creo que afectan al mundo. En cierto sentido, ésa es realmente la clave para entender por qué es importante un cambio en la visión del mundo.(Dean Radin, psicólogo)
Al igual que en tiempos de Copérnico, Newton y los demás pioneros del modelo científico de los siglos XVI y XVII, los elementos conservadores de la sociedad no sólo rechazan estas nuevas ideas, sino que se oponen ferozmente a ellas. La ortodoxia establecida se ha atrincherado rígidamente y no está dispuesta a considerar cambio alguno.
Hoy en día, ya no se quema en la hoguera (suplicio de eficacia probada), pero las autoridades eclesiásticas han sido sustituidas por algunas personas, no todas, que utilizan el poder de las universidades, de instituciones subvencionadas por el gobierno y de medios de mentalidad cerrada para amenazar, más que la vida, el sustento de los científicos "heréticos" (mediante el despido, negando la promoción o la permanencia en el puesto, reteniendo el dinero de los préstamos, o a través del ridículo o del sarcasmo), cuyas ideas y proyectos de investigación no entran dentro de los límites aceptados.
Amit Goswami vislumbra una esperanza. Cree que la oposición no es necesariamente algo malo. "La oposición tiene algo importante que decir. Nunca excluyes algo mientras creas que es basura, pues basta un examen superficial para eliminar la basura. Sin embargo, cuando algo se vuelve significativo y ya no sirve un mero examen superficial, entonces te vuelves firme y quieres excluirlo, porque es demasiado peligroso.
Así la percepción de que los científicos alternativos están argumentando bien los datos que obtienen en su campo está impactando ya en el mundo de la ciencia establecida. Por eso creo que la polarización existente es una buena señal de que estamos llegando a alguna parte".
Para mí el gran cambio de paradigma tiene que ver conmigo (el aquí dentro) y con el resto del universo (el ahí fuera). Si sólo somos relojes, muñecos de cuerda en un universo de tic tac, ¿por qué debería preocuparme lo que pase fuera de mí? Tal actitud es la que hace que sea fácil bombardear a la gente, agotar los recursos y mandar a las generaciones futuras a un mundo indigente. No obstante, cuando amplío mis fronteras en el tiempo y en el espacio, todo es diferente.
En la práctica significa que, en lugar de dejar la luz toda la noche encendida porque soy demasiado perezoso para apagarla, pienso en la cantidad de carbón o de petróleo que se quema con la iluminación de esa bombilla, pienso luego en su fabricación, en el agujero de ozono, y en que dentro de tres generaciones no quedará nadie. Es asombroso que la gente se preocupe todo el día pensando en su próxima comida y no le importe qué va a comer alguien dentro de cien años. El alce que pasta en mi pradera va de una zona a otras y jamás se come TODAS las semillas. Por cierto, tampoco llevan reloj.
Una de las grandes verdades con respecto a los paradigmas es que cambian. En la ciencia especialmente, que es una aventura continua en la que una generación construye sobre el trabajo de las que la precedieron, el paradigma del conocimiento evoluciona a medida que se demuestra que los antiguos puntos de vista son incompletos o incorrectos.
A veces avanza lentamente, otras veces a bombo y platillos; la grandeza de la ciencia es que ¡realmente avanza! Avanza inexorablemente, construyendo un punto de vista nuevo o una estructura nueva sobre la base de los antiguos.
A veces el modelo actual choca contra el avance continuo del conocimiento y resulta dañado en el encontronazo. Luego, con la ayuda o con la oposición de los poderes existentes, el modelo da lugar a otro nuevo.
El doctor Hagelin ha descrito el proceso de este modo: En el progreso de la ciencia hay etapas de entendimiento y etapas de evolución del conocimiento. Cada una de ellas trae consigo su propia visión del mundo, su propio paradigma, según el cual la gente actúa, han nacido gobiernos y naciones, se han redactado constituciones, se han estructurado instituciones y se ha creado la educación. Así, el mundo evoluciona de paradigma en paradigma a medida que el conocimiento progresa. Cada edad tiene su visión característica del mundo, su paradigma característico; uno lleva finalmente al otro.
Creo que la tendencia de mayor alcance en nuestros días es un cambio emergente en la visión que compartimos del universo: dejar de considerar que está muerto y experimentar que está vivo. Si consideramos que el universo está vivo y vemos que nosotros mismos estamos continuamente contenidos dentro de ese principio vital, veremos que estamos íntimamente relacionados con todo lo que existe. Esa visión interior representa un nuevo modo de mirar el mundo y de relacionarnos con él, y superar la profunda separación que ha marcado nuestras vidas.(Duane Elgin)
Junto con otros muchos científicos punteros, William Tiller ha acometido de frente el prejuicio de marras: "Bueno, hemos hecho experimentos con la intención y hemos obtenido resultados muy sólidos... Entonces ¿por qué no se lanza de lleno la ciencia a su investigación? La triste realidad es que la mayoría de los científicos están tan encerrados en el paradigma convencional y en el modo convencional de ver la naturaleza que han levantado una pared a su alrededor.
Si das información de experimentos que contradigan sus preceptos querrán que desaparezca, y la barren bajo la alfombra. No te dejarán publicarla. Como se trata de información incómoda para ellos, tratarán de bloquear todos los centros desde los que podrías darla a conocer.
Es una pena, pero siempre ha sido así, poco más o menos. Sentirse cómodo con una forma determinada de ver el mundo es una característica humana, y las novedades son incómodas, puesto que hacen que cambies tu forma de pensar".
Tiller explica una razón importante por la que el paradigma actual de la realidad científica tiene que cambiar: "En nuestro paradigma actual no hay lugar para cualquier clase de consciencia, intención, emoción, mente o espíritu. No obstante, como nuestro trabajo muestra que la consciencia puede causar un efecto muy potente en la realidad física, tiene que haber un cambio de paradigma, un cambio que permita incorporar la consciencia. La estructura del universo tiene que expandirse más allá de sus límites actuales para permitir que entre".
El cambio de paradigma que se está produciendo en la actualidad no ocurre sólo en el campo de la ciencia; se extiende también a la sociedad y está teniendo un profundo impacto en nuestra cultura mundial. Pero quizá el cambio más importante que está ocurriendo sea el personal. En los últimos veinte años muchos miles, quizá millones, de personas han experimentado una gran transformación en su escala de valores, en las cosas que perciben y en la manera de relacionarse con otras personas y con el mundo.
¿Por qué está sucediendo esto? Una de las razones es que la gente se ha dado cuenta de que tras correr en pos de coches más veloces, casas más grandes o de tener un par de zapatos distintos para cada día del año, lo que queda es un vacío, el mismo vacío que trataban de llenar con posesiones y éxito financiero.
La visión materialista del mundo dice: más dinero = mejor vida. Pero tras poseer más cosas y descubrir que el vacío permanece, la conclusión es: la suposición materialista está equivocada. ¿Otra razón? Si el paradigma nuevo es correcto y el universo es un ser vivo, del cual formamos parte nosotros y nuestros pensamientos, los planetas y las partículas subatómicas, entonces la necesidad misma de una nueva concepción del mundo hará que surja.
Puede ser una arrogancia por nuestra parte (no, ¡otra vez no!), puede parecer que nosotros estamos introduciendo esa nueva visión. Pero un organismo hambriento siempre busca comida y nosotros somos parte de ese organismo, como lo son los planetas, nuestros pensamientos y las partículas subatómicas, y buscamos un camino nuevo porque sabemos que estamos acampados a las puertas de la muerte.
Realmente no es que sea un lugar muy cómodo para estar. Agua contaminada y aire enrarecido. Un mundo con una superpoblación que se muere de hambre y con armas del tamaño de maletas que pueden destruir una ciudad. La lista sigue y sigue. La doctora Candace Pert dice que "el cuerpo siempre quiere curarse"; y si nuestra realidad, tanto física como no física, es un organismo enorme como sugiere la "nueva física", entonces, en este momento la realidad está tratando de curarse. De ese impulso surgen nuevas concepciones del mundo, al tiempo que las antiguas luchan para seguir afianzadas. ¿Qué hay en la balanza? Nuestra noción de la realidad. ¿Quién es la balanza? Nosotros.
Hola amigos, gracias por seguir leyendo mi obra, por sus votos y comentarios, un abrazo.
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