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Capítulo 12: Entre la vida y la muerte

Ximena y John caminaban tan rápido como podían por las ajetreadas calles de la Ciudad Rosa buscando desesperadamente ayuda para llevar a Peter al hospital más cercano, sin embargo todos sus esfuerzos fueron complemente en vano. Todos parecían ignorarles por lo que Ximena, en un intento desesperado, se dirigió lo más rápido que pudo a Dev Johar, quien casi se encontraba entrando a su residencia.

No obstante sintió como algo detenía su brazo así que se giró, pudiendo notar como John le sostenía de la muñeca. Su rostro no tenía expresión alguna, solo una mirada tan fría como la casi inexplorada Antártida. Ximena no tardó en zafarse de su agarre y decirle en un tono hostil:

-Iré a hablar con él quieras o no, puede que sea nuestra última esperanza.

-Está bien, solo debo decirte que durante mi trabajo como guardaespaldas conocí mucha gente de ese tipo, y créeme, no son las más amables.- añadió el yorquino solo para que segundos después Ximena estuviese yendo en dirección al  director ejecutivo de “Silk House”.

El lugareño se había detenido a hablar con el que pareciese un comprador lo que le dio tiempo a Ximena  de pensar en sus palabras y una vez organizó sus ideas y soltó un pequeño suspiro para tranquilizarse un poco, se dirigió al jaipurí:

- Disculpe, Dev Johar ¿cierto?

-Sí pero ¿Quién pregunta?

-Ximena Johansson. Necesitamos su ayuda. A mi amigo le acaban de disparar y no sabemos nada de esta ciudad. Debemos llegar lo más pronto a un hospital. -dijo la inglesa con un tono de preocupación evidente.

Dev quedo pensativo unos segundos como si estuviese recordando algo y luego llamó a uno de los hombres que le acompañaban. Habló algunas palabras en hindi que Ximena no pudo entender con el que pareciese ser uno de sus guardaespaldas y luego volvió a dirigirse a ella diciendo:

-Kiran llevará a tu amigo a un hospital que hay cerca de aquí.

-Muchísimas gracias- agregó mientras su rostro cambiaba ligeramente a una expresión de alivio y aparecía un auto negro delante suyo para llevarle al centro médico.

Ximena le indicó al chofer donde estaban Peter y Manmohan y no tardaron más que unos minutos en llegar al hospital. Los paramédicos se acercaron rápidamente al auto para llevar al herido al salón de operaciones. El hospital estaba menos concurrido de lo que esperaba por lo que pudieron observar a los doctores entrar en una sala al final del largo pasillo principal. John al notar el indudable estado de preocupación de Ximena la abrazó de un lado para luego agregar:

-Todo estará bien, ya verás.

-¿Entramos?- añadió limpiando una lágrima rebelde que había escapado de sus cristalizados ojos. Nadie habló una palabra más y solo asintieron entrando a la clínica.

Los amigos tomaron asiento en unos butacones libres en el vestíbulo, sin embargo ninguno dijo nada durante las dos largas horas que estuvieron atendiendo a Peter. Una extraña mezcla de tensión y alivio inundaba hasta el último rincón de la sala de espera. Ximena observaba impacientemente la puerta por donde habían entrado los médicos como intentando que se apresurara el tiempo y justo cuando se había levantado para tomar aire, uno de los doctores apareció y fue hasta él lo más rápido que pudo. El galeno sonrió y le comunicó en un tono amble y tranquilo:

-Hemos tenido algunas complicaciones debido a la gran pérdida de sangre pero pudimos solucionarlo. Ahora el paciente se encuentra bajo los efectos de la anestesia, pronto despertará. Les sugiero que regresen horas después y para así poder visitarlo.

-Está bien, eso haremos.- añadió Manmohan esperando una expresión de aprobación por parte de sus compañeros. El yorquino asintió, sin embargo Ximena les dijo que se quedaría ya que después de todo había sido su culpa. Los amigos comprendieron y se dirigieron nuevamente al hotel.  

Era aproximadamente mediodía cuando una de las enfermeras se acercó a la ya más tranquila joven para comunicarle que Peter había comenzado a despertar y que ya podía pasar a verlo. Le indicaron que debía dirigirse a la habitación 26 y al entrar pudo capturarla al detalle.

Todo lucía muy limpio debido al color nieve de las paredes y el piso en una tonalidad crema daba una sensación más familiar. Había una mesa con una lámpara de noche a la derecha de la cama y del otro lado de esta había una especie de botiquín con algunos suplementos médicos y un reloj. En la pared restante había un gran ventanal que daba al cuidado jardín interior. La débil voz de Peter intentando reconocerla la sacó de sus pensamientos y fue hasta él: 

- Que bien que despertaste, ¿cómo te encuentras?

-No puedo creer que aún sigas aquí. Deberías haberte ido a descansar, ha pasado mucho tiempo desde que fuimos a casa de los Johar.

-No podía dejarte solo aquí cuando todo fue debido a mi tonta curiosidad.

-No te culpes, al final no pasó a mayores.

-Peter, recibiste un disparo e incluso tu vida estuvo en riesgo por ciertas complicaciones en la operación.- agregó ella cruzándose de brazos para luego desviar la vista por un momento al reloj en la pared.

-Bueno cuando lo dices así puede que si haya sido un poco grave pero ya solo tengo algunas molestias en el hombro izquierdo. Lo que aún no puedo comprender por más que le doy vueltas  es por qué seguiste a esa sombra.

-Noté como si alguien nos hubiese estado observando todo el tiempo así que giré y logre ver como una figura se escabullía detrás de una de las paredes de una casa y bueno el resto de la historia ya lo conoces.

-Sí, supongo, sigues a la sombra, el sujeto intenta dispararte, yo me interpongo, caigo al suelo y despierto aquí.

-Peter, te quería agradecer por arriesgarte por mí, la que hubiese recibido ese disparo hubiera sido yo de no ser por ti.

-No tienes que agradecerme, sabes que haría cualquier cosa por ti, podría recibir ahora otro disparo solo por protegerte, no dejaré que nunca nada te pase.- agregó con una sonrisa de boca cerrada.

Las palabras de Peter quedaron como flotando en el aire que componía la habitación para luego convertirse en una flecha que fue directamente al corazón de su amiga para revivirlo y darle una poco de esperanza. Ximena no lo pensó dos veces y le abrazó tratando de no tocar su hombro lastimado y al separarse después de unos segundos, el londinense añadió:

-Ahora ve a descansar, yo estaré bien.

-Mañana vendré a visitarte temprano. Intenta descansar un poco tú también, ha sido un día largo.

Habían transcurrido dos semanas desde el incidente cerca de casa de Kamala y Ximena había estado yendo diariamente a visitar a su amigo al hospital y los demás iban de vez en cuando. El doctor les había dicho que posiblemente pronto estaría de alta.
Mientras caminaba esa mañana junto a Francesca no podía dejar de pensar en que el día en que Peter regresaría al hotel estaba muy cerca.
El camino al hospital se había vuelto su rutina así que ya no se perdería tratando de encontrarlo.

Entraron a la habitación de Peter y se sorprendieron de ver al médico que había estado tratándolo, hablando con el londinense tan temprano.
Abrieron cuidadosamente la puerta y el Dr.Hari Kaur, un hombre de mediana edad y cabello azabache rizado, las saludó amablemente para luego terminar su explicación. Se despidió de los presentes y se dirigió a otro cuarto. Ximena con una notable curiosidad se dispuso a preguntarle a Peter sobre la visita del doctor pero este se le adelantó comentándoles:

-Según el Dr. Kaur ya puedo volver al hotel.

-En serio, ¡qué buena noticia! Entonces iré a recepción a pagar el tratamiento.- añadió Ximena saliendo de la habitación mientras Francesca comenzó a ayudarle con a empacar sus cosas.

Su camino hasta la mesa de atención no duró mucho ya que la habitación de Peter estaba en el pasillo principal. Al llegar una joven pelinegra de cabello lacio le atendió con una agradable sonrisa:

-¿En qué puedo ayudarle?

-He venido a pagar la factura del paciente Peter Adams.

-Está bien, déjeme revisar.- añadió la recepcionista para luego girarse a hojear varios expedientes encima de su escritorio. No tardó demasiado debido a que el registro de Peter estaba entre los primeros. Sin embargo, miró extrañada el final de la tercera hoja que lo componía y se dirigió nuevamente a Ximena- Srta. la factura ya ha sido pagada con anterioridad.

-Por favor puede volver a revisar, es imposible que ya haya sido pagada.- agregó la foránea dibujando una expresión de desentendimiento en su rostro.

-Sí, la factura se encuentra a nombre del Sr. Dev Johar.- dijo la joven después volver a observar la hoja de registro.

-Está bien, gracias- añadió derrotada y confundida la solicitante para volver a la habitación de su amigo.

El camino al hotel era el mismo pero no se percibía igual, había cierta alegría en el ambiente que por momentos los pensamientos de Ximena sobre la conversación con esa joven reemplazaban por extrañeza. Al llegar, Manmohan ayudó a Peter a llevar sus pertenencias hasta la habitación que le esperaba.

Ya en el dormitorio, decidió descansar un poco debido a que el trayecto le causó un poco de dolor en su herida. Ante esto, Ximena y Manmohan se dirigieron a la sala de estar del hotel. El lugareño se veía preocupado y desesperado en su expresión así que la inglesa decidió hablar:

-¿Cómo crees que podrás convencer a tu hermana de que venga con nosotros a Delhi?- preguntó Ximena a Manmohan quien permanecía mirando a la puerta del alojamiento con su puño en la mejilla.

-Aún no lo sé pero no dejaré que mi caprichosa hermana frene tu búsqueda.

-No te preocupes, sé que Andrea tiene un poco de tiempo cuando nos encomendó llevar a tu hermana de vuelta con tu padre.

-Eso espero. -agregó Manmohan un poco desesperanzado acerca de la situación.

La plática estaba siendo agradable pero Ximena no podía dejar de pensar en cómo se encontraba Peter, después de todo se culpaba de lo sucedido así que decidió ir a ver como se sentía. Subió por las escaleras de mármol y pasamanos dorados del hotel hasta que halló la habitación de su amigo.

La puerta no estaba cerrada con seguro así que entró sin hacer mucho ruido, solo para percatarse de que aún seguía descansando. Al observar que se encontraba mejor decidió bajar nuevamente pero antes de abandonar la habitación se percató de que justo detrás de la puerta había un anillo que a simple vista parecía costoso por lo que lo tomó y se dio la tarea de encontrar a quien pertenecía.

Ya con la joya en su poder, siguió su camino de vuelta a la sala de estar donde encontró a Francesca escuchando a la banda invitada junto a varias personas más. Tomó asiento en una de las sillas libres y mientras disfrutaban del concierto Ximena le preguntó acerca de su hallazgo en la habitación de Peter:

-Por cierto Francesca ¿este anillo es tuyo?

-No, la verdad no me gustan las prendas ostentosas, ¿por qué?- añadió la italiana un poco confundida ante la pregunta repentina de Ximena.

-Lo encontré cerca de la puerta de la habitación de Peter y pensé que podría ser tuyo.

-Quizás debas preguntar a los demás.
-Eso haré, pero como el anillo era de una mujer, me incliné por lo más obvio. Iré a preguntar a John que lo vi en bar cuando bajaba del dormitorio.

-Está bien, nos vemos luego.

Tal y como pensaba, John aún se encontraba en el bar tomando un trago mientras hablaba con el cantinero por lo que se acercó a preguntarle sobre el dueño del anillo:

- Hola John, te quería preguntar si sabías a quien pertenece este anillo.

-¡No puede ser! No se suponía que lo encontraras ahora ni de esta forma. Era un regalo para ti porque sé que te gustan los anillos con gemas inusuales. Esta por ejemplo es un topacio.

-John, eso muy lindo de tu parte, gracias.- añadió para luego colocarse el anillo en el dedo, que aunque le parecía un regalo inesperado y repentino, no podía negar que le había llamado la atención desde que lo vió

Comenzaba a caer la tarde en París y Pierre había encontrado un lugar para hospedarse por lo que se dirigió a casa de los padres de Grace, debía hablarles lo más pronto posible ya que era cuestión de tiempo que comenzaran a llegarle novedades sobre el caso de la muerte de la parisina.

Caminando por las calles de su ciudad natal recordaba todos los momentos que había pasado allí y lo feliz que había sido. Perdido en sus pensamientos y dejando que sus pies le llevaran, finalmente encontró la casa que buscaba y para su sorpresa no había cambiado mucho desde la última vez que la vio. Se dispuso a llamar a la puerta a pesar de que no podía negar que estaba un poco nervioso y se le notaba en su mirada. Al escuchar los toques, la madre de Grace, Stéphanie Boussin, contestó con una dulce voz y se apresuró a abrir la puerta:

-Hola  joven, ¿que se le ofrece?

-Acaso no me recuerda, soy Pierre Rivette, un gran amigo de su hija Grace.

-¡Oh, Pierre! Claro que te recuerdo es solo que estás muy cambiado. Hace años que no sé de tu familia, ¿cómo están?

- Ellos están bien, gracias pero la verdad el motivo de mi visita es otro y le puedo asegurar que es de suma importancia.

-Bueno pasa. ¿Quieres algo de beber?
-No estoy bien, gracias. Como le decía he viajado hasta aquí para contarle acerca de un asunto muy importante relacionado con su hija.

-¿Qué ocurre? ¿Está ella bien?

-Su hija Grace…bueno…ella… falleció hace unas semanas.

Los ojos de la mujer se  cristalizaron y las lágrimas comenzaron a salir libremente, sin embargo Stéphanie le pidió que le contara todo lo que había pasado a lo que sin dudar, Pierre accedió. A cada palabra que salía de su boca, su tono se contraía más, tratando de ocultar que su voz comenzaba a quebrase. Todos los recuerdos con su amiga comenzaron a revivirse en su mente al observar cada mueble de la casa, colocados tal y como recordaba. La madre de Grace no encontraba consuelo alguno mientras observaba constantemente una foto de su familia, se había quedado sola debido a que su esposo había muerto años antes y ahora la pérdida de su hija le partía otra parte de su alma.

Antes de dejar la casa, Pierre se despidió de la que alguna vez también fue una madre para él con una frase que venía directamente desde lo más profundo de su entristecido y fragmentado corazón: ’’Créame, a mí también me duele que se haya ido para siempre‘’.

Nota de autora:

Hola soy yo otra vez. Lamento haberlos hecho esperar tanto por este capítulo, las cosas han estado ajetreadas últimamente pero no quería dejarlos sin leer la historia más tiempo. Dentro de poco termino los exámenes así que estaré por aquí más a menudo. También les quería comentar que he estado trabajando en un booktrailer para la historia que espero poder mostrarles adjunto al siguiente capítulo.

Sin más que decir nos vemos. Los leo...Very 

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