Capítulo 13
Capítulo dedicado a @TellmeDaniLoo por también comentar todo todito ♥
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—No se va a acordar de mí —dice mamá en cuanto entro a la cocina.
Oh, no...
—No me va a reconocer —añade mi abuela. Entre las dos están poniendo la mesa para sentarse a desayunar.
—Seguro ya no me ama —les hace tercera tía Su mientras pelea con la cafetera.
—No es justo —reclamo a las tres sacudiendo mi cabeza.
—¿Qué hora son estás de llegar? —pregunta mi abuela colocando una mano en su cintura. Demanda una respuesta.
Rasco mi frente. ¿Cómo empiezo? —Yo...
—No te estamos juzgando —aclara—, eres una adulta; sin embargo hay cosas que no dejan de preocuparnos: ¿Él terminó con su novia? ¿Segura que no estás haciendo algo que, a la larga, va a afectarte?
Es lo mismo que me pregunto yo.
—No sé y... eso espero —contesto.
—¿Por qué aparecen de repente los pájaros cuando tú estás cerca? —empieza a cantar tía Su, aunque me lanza un beso para que no me enoje.
—Me alegra que estés de vuelta —digo, caminando hacia ella para abrazarla.
—Fue una experiencia... interesante —dice, haciendo muecas.
—No lo dudo. Más tarde me cuentas.
—No puedes culparnos por preocuparnos —retoma la conversación mamá—. Te queremos.
—No pasó nada —les aclaro de una vez por todas—. Nada de nada. Salimos en plan de amigos.
Mi abuela entrecierra sus ojos. —¿Toda la noche?
—Somos muy amigos, supongo —No las estoy convenciendo...—. Sé que suena a cuento —recalco—, pero lo juro... Lo más que hicimos fue abrazarnos.
—Yo te creo —dice mamá—. Pero de verdad me preocupa... No quiero verte mal.
—Lo mismo yo —añade mi abuela.
—¡Ajá! —exclama tía Su, cruzando sus brazos—. ¿Y por qué a ella si le creen? —Mamá y la abuela le dirigen una mirada fiscalizadora—. ¿QUÉ?
—Ella no pasó la noche en una comisaría con un tipo con el que ahora tiene una relación extraña.
—¿Relación extraña? —pregunto.
—Botellín ha sufrido mucho en la vida —lo defiende mi tía con actitud solemne.
¿Cómo?
—¿Te sirvo desayuno? —me pregunta mamá sacando la bandera de la paz por el bien de todas. Tía Su y la abuela ya ocuparon su lugar en la mesa.
—Solo tomaré café —digo, sentándome con ellas—. Ya desayuné.
—¿Dos huevos estrellados, salchicha y un poco de leche? —me codea tía Su y suprimo una risa.
—Eres una vulgar —la regaña mamá.
Mi tía rasca su barbilla y baja su mirada, esquivándole. —Perdón, estar en prisión me ha cambiado.
—Fue solo una noche en una comisaría —insiste en remarcar mamá.
—Me visto y nos vamos al centro comercial —cambio de tema para rescatar a tía Su y asumiendo mi responsabilidad por llegar tarde.
—Tú descansas los lunes —me recuerda mi abuela.
—Ayer prácticamente me ausenté, quiero reponer el día. Descansa tú.
Me hará bien distraerme.
—Lo mismo yo —dice tía Su, asintiendo—. Madre, ayer tú y Eve se encargaron solas de la tienda. Hoy nos toca a nosotras.
—No es mala idea que me quede —acepta mi abuela, viéndonos—. Invité a Di a cenar. Me gustaría estar aquí para preparar todo.
—¿Di vendrá a cenar? —respinga tía Su.
—¿Te parece poco que haya pagado tu fianza y la de la botella? —la regaña mi abuela— Hay que agradecérselo y reponérselo —enfatiza—. Por lo que no quiero caras largas —añade—, reclamos por el pasado —Esta vez mira a mamá—, ni ex novios viniendo sin avisar.
Carajo...
—No sabía que iba a venir —me defiendo.
—Pues dile que a partir de ahora avise.
¿Cómo?
—Quizá ya ni venga —defiendo y esta vez la mirada fiscalizadora me toca a mí—. No podemos estar seguras de eso, acéptenlo.
—Andrea —Mi abuela toma una vez más la palabra—. Me dejo de llamar Eva Linares si hoy mismo no veo de nuevo a Oliver Odom en la puerta de mi casa o mi tienda.
—Si lo dices así... —digo, temiendo lo esperanzada que me hace sentir escuchar eso. Aunque no debes olvidar que tiene pareja...
No debes.
...
—¿En serio no pasó nada? —me pregunta tía Su siguiéndome hasta mi habitación, entramos y dejo entreabierta la puerta. En cinco minutos tengo que bajar para que no lleguemos tarde a la tienda.
—Nada de nada —repito, buscando en mi armario una toalla para darme una ducha rápida. También busco qué ponerme—. Me lanzó indirectas pero en ningún momento habló claro... Y así no.
—Seguro hoy termina con la vaca.
—O se está cuestionando si vale la pena dejarla por mí... Ella es un buen partido.
—Andrea, basta —Le estoy dando la espalda a mi tía mientras busco mi ropa, pero el regaño duele como si le mirara de frente—, deja de hacerte menos diciendo ese tipo de tonterías.
—Yo me amo, tía —digo, caminando hacia al baño. Ahí cierro la puerta y comienzo sacarme la ropa, debo estar lista lo antes posible... No obstante, me tomo unos segundos para pasar mis manos por mis brazos y mi cintura. Aún siento como un cosquilleo el roce de Oliver—. Aquí la pregunta es: ¿Qué quiere Oliver? Además... es mejor no ilusionarse. Es... lo más sano.
—Que no deje de buscarte dice mucho —contesta tía Su al otro lado de la puerta.
Sí...
—Súmale a lo que acabo de decir que fui yo quien lo dejó —insisto—. ¿Con qué cara le pido que volvamos? Es él quien tiene novia y una carrera en ascenso que depende mucho de ella... Por todo eso y más la decisión sobre volver depende de él... Enteramente de él.
—No le conviene dejar a esa chica mientras continúe en El chef de oro —admite mi tía a regañadientes. Yo ya estoy bajo la ducha.
—Claro que no —suspiro permitiendo que el agua borre cada huella... o al menos lo intente.
Al menos hay que intentarlo...
...
—Tampoco me siento bien metiéndome en su relación con Karin —digo, saliendo del baño al mismo tiempo que empiezo a vestirme lo más rápido posible—. No quiero ser la manzana de la discordia.
—No existe tal cosa como el tercero o manzana de la discordia —crítica mi tía—. Nadie puede meterse en una relación sólida. Si tienes cabida es porque hay grietas, uno de los dos no se siente lo suficiente comprometido y tú, en cualquier caso, para bien o para mal, solo llegaste a destapar un problema ya existente.
—Tía, eso es muy profundo —la felicito.
—Lo sé. Es lo que me dijo la niñera el día que la encontré con mi marido.
—Oh —Me vuelvo a ocupar en mis zapatos.
—El caso es que nadie te quita algo que es tuyo, ¿de acuerdo? No tienes que pelear por algo que te pertenece... Poéticamente hablando, claro.
Hay un boquete en esa posición. —Tú perseguiste a la niñera y a tío Bruno —le recuerdo.
—Y también le pedí explicaciones —reconoce—. Aunque, ¿para qué? No puedo obligarlo a estar conmigo. Al final esa aprovechada me hizo un favor quitándome de encima a alguien que no me ama... que nunca me amó. Y se merecen.
—¿En este caso yo soy la aprovechada? —La idea hace revolver mi estómago.
—¿Te sientes como una aprovechada?
Niego con la cabeza. —Oliver y yo ya teníamos historia —defiendo—. Por otro lado, ya aclaré que lo más que hicimos fue abrazarnos... Pero eso no se va a volver a repetir —Me prometo—. No mientras él tenga pareja.
—Haces bien. Date tu lugar
—¿Eso también te lo dijo la niñera? —cuestiono frunciendo un poco mis labios.
—Yo a ella.
Asiento. —Ah.
—¡Vamos! —Nos llama mamá desde el pasillo.
—No sé por qué hago planes si ni siquiera intentó besarme —continuo, platicando todo a tía Su en lo que salimos—. Tampoco pidió mi número de teléfono... Tal vez solo fui... No sé... Es demasiado pronto para sacar conclusiones.
—Ya escuchaste a Eva Linares, te va a buscar otra vez hoy mismo.
—Prefiero no hacerme ilusiones.
—¿Sigue con su "Dudo que todavía me ame"? —pregunta mamá a tía Su al toparnos con ella.
—¡Mamá! —regaño.
—Algo así... —dice mi tía, mirándome.
—Las quisiera ver en mis zapatos.
—Si la busca hoy, ella comprará el almuerzo para las tres mañana —propone mi abuela desde su habitación.
—¿Estabas escuchando? —cuestiono, señalando con un dedo acusador su puerta.
—¡Ya te dije que hablas muy alto!
—Pero está bien —acepto—. Si Oliver me busca hoy, independientemente de lo que pase entre nosotros, me comprometo a invitar el almuerzo de mañana.
Sellamos el trato con un apretón de manos.
—No se va a acordar de mí —insiste en recalcar mamá, mirándome de forma significativa. Otra vez no... Pongo los ojos en blanco.
—No me va a reconocer —le secunda mi abuela, inmediatamente. Se ponen de acuerdo para torturarme.
—Seguro ya no me ama —termina tía Su agudizando mucho su voz. Les muestro mi lengua y empiezo a bajar las escaleras.
...
Camino al centro comercial, desde mi lugar en el asiento trasero del coche, mientras tía Su y mamá comentan trivialidades, me cuestiono a qué le tengo más miedo: A que Oliver no me busque de nuevo o que lo haga de una forma que, inevitablemente, alguien salga lastimado...
Y ese alguien quizá sea yo.
¿Seré yo?
...
—Tango, cumbia, vals... Lo que quieran —ofrezco—. Las clases en mi academia empiezan mañana.
—¿Tienes experiencia? —me pregunta la chica. Ella, su prometido y el hermano de él vinieron a contratar la organización completa de una boda. El Cisne continua cuesta arriba.
—Tengo un profesorado en danza y mi academia tiene tres años de experiencia —les explico—. Lo que pasa es que aquí todavía no me conocen, pero no importa, ya tengo alumnos... Mis clientes en Deya me recomendaron con amistades y otros se han inscrito durante la semana.
—No sé ustedes pero yo me anoto —dice el hermano del novio, sonriéndome. Yo le sonrío de vuelta. Bien, otro cliente.
—No es tu boda —se queja el otro—. Tú solo quieres ir porque te gusta esta chica.
El acusado no lo niega...
Arrugo mi nariz sin dejar de sonreír para agradecer el halago.
—¿Qué tiene de malo que quiera aprender a bailar? —pregunta, mirándome. Con su actitud me advierte que va en serio.
—Te puedo dar una muestra de mi trabajo —propongo y él se acerca hasta que estamos frente a frente. Le pido colocar su mano derecha en mi espalda y yo llevo mi izquierda hasta su hombro. Las dos que quedan sueltas las entrelazamos—. Uno, dos tres... —empiezo a contar, moviéndonos de un lado al otro—. Esto es lo más básico —explico, tras medio minuto de práctica en el que, entre un paso y otro, busca mi mirada...
Está flirteando.
Aunque no es el primero.
Ni será el último...
¿El problema? No le saqué gel de la cabeza cuando tenía diecisiete.
—Mi nombre es Henry —se presenta formalmente y hago lo mismo—. Y ten por seguro que me anotaré.
—Nosotros queremos una par de clases de salsa —piden los novios y los anoto a todos. Con ellos tres ya tengo seis alumnos. En Deya tenía diez veces más y en distintos horarios, pero será entretenido comenzar de nuevo.
—Es soltera —dice mamá a Henry cuando nos despedimos. Él le guiña un ojo en respuesta. Mamá quedando bien...—. ¿Qué? —pregunta cuando le dirijo una mirada acusadora ya con Henry y el resto de clientes lejos—. Eres soltera y ya has salido con chicos que conoces en clase. Ed, por ejemplo, me caía bien.
—¿No te parece que ya tengo muuucho en que pensar? —la detengo—. Y fueron ustedes las que apostaron que Oliver me volverá a buscar hoy.
—Lo que me da una idea —dice tía Su, buscando su teléfono móvil... Lo encuentra en su escote.
Me da miedo preguntar pero tengo que hacerlo. —¿Qué... idea?
¿Dejar mi vida amorosa en manos de tía Su? Cambio el peso de mi cuerpo de un pie al otro.
—¿Qué te parece si le damos un aliciente a Oliver?
Me inclino hacia adelante.
—¿A... liciente?
—Sí... Competencia.
—De ninguna manera —me niego, tratando de ocuparme en otra cosa.
—Nada más le dejaremos en claro que tus opciones no se limitan a él y que no estás 100% disponible. Al menos no... de no apresurarse a terminar con la vaca.
—Becker.
—Lo que sea.
—Tía... —Rasco mi frente.
—Empareja el juego y rescata un poco tu dignidad, mujer —rebate.
—¿Y cuál es el plan? —pregunto, dudando que funcione.
—Primero necesito llamar a Aaron —contesta ella viendo su teléfono.
—Pero Oliver conoce a Aaron.
—Lo sé, lo sé —Me calla con un gesto de su mano... Está al teléfono con Aaron y hago muecas mientras escucho lo que le está pidiendo hacer—. Tú sólo encárgate de contactar a Aaron la próxima vez que Oliver te busque —Me pide.
Lo bueno: Sí me ayudará a rescatar un poco mi dignidad.
Lo malo: Es un plan de tía Su ejecutado por Aaron.
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Aconsejo no empezar a despellejar a Andrea -Por si iban a hacerlo con acusaciones tipo "Ay no, ya va a empezar a lastimar a Oli"- hasta no ver el resultado de ESTO. Ya saben que Tatiana M. Alonzo no les vende drama sin humor de por medio 7u7
El caso es que el siguiente capítulo lo narrarán los dos y sabremos si ayudó jugar con fuego :P ¿Qué creen que pase?
Momazos de la semana publicados en el grupo de Facebook Tatiana M. Alonzo - Libros
Por Evelyn Amaya. Así que piden que Anonymus les ayude a descifrar a qué respondió "Sí" Oliver xD JAJAJAJA
Por Bárbara Castejón
MUCHAS GRACIAS POR DEJAR TU VOTO :')
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