Capítulo 1: Madrugada
Narra April:
Mi visión era borrosa, impidiendo que lo que sucedía frente a mí terminara de enfocarse. No podía moverme, notaba el frío y la humedad del ambiente pero nada más. Era como si mi cuerpo estuviese paralizado y mis sentidos aturdidos. Una voz siseante llegó hasta mis oídos, aunque muchas de las palabras que pronunciaba escapaban a mi nublado entendimiento.
Las palabras enterrar, cementerio y traidora retumbaron en mi cabeza; entonces sentí un agudo dolor en el costado, justo donde Greyback había clavado su cuchillo. Quise gritar pero de mi boca no salía sonido alguno, quise tirarme al suelo y retorcerme de dolor pero mis articulaciones no me respondían.
Mi vista se nubló del todo para, instantes después, recuperar la normalidad. El ambiente había cambiado, ya no parecía encontrarme en un lugar cerrado y oscuro. Ahora estaba en un cementerio, en uno que conocía muy bien.
Sentí que me mareaba, como si fuese a desmayarme de un momento a otro. Las visiones comenzaron entonces a sucederse en mi mente. Una manos pálidas cerraban una caja de madera. Oscuridad. Un gran sauce se erigía entre las tumbas. Negrura. La tierra se abría en un pequeño hoyo y en su fondo, la caja. Tinieblas.
Una malévola y pérfida risa resonó en lo más profundo de mi cabeza antes de despertar.
Me incorporé de golpe en la cama y retiré las sábanas, sentía que me asfixiaba del calor. Las gotas de sudor perlaban mi frente y las lágrimas habían cubierto mis mejillas. Mi primer reflejo fue llevarme una mano al costado, comprobando que la herida causada tiempo atrás no hubiera vuelto a abrirse.
Luego me sentí confusa por un instante, no despertarme en mi habitación de Hogwarts me había desorientado unos segundos. Hacía unas horas Neville y yo habíamos vuelto a Londres por navidad, su abuela estaba realmente contenta y había preparado una gran cena para nosotros.
Miré el reloj que descansaba sobre mi mesita de noche, eran las 4 de la madrugada. Al menos esta vez no había despertado a nadie más gritando. Me puse en pie y me dirigí al baño, donde me lavé la cara con agua fría en un intento de despejarme. Estaba claro que iba a ser incapaz de volver a dormir después de aquello, así que una vez en mi habitación, en vez de tumbarme en la cama cogí hojas de pergamino, una pluma y tinta antes de bajar al salón.
Aquella pesadilla había sido distinta, algo me decía, mi instinto tal vez, que lo que había visto era importante. Redacté con pelos y señales todo lo que había sucedido en aquel horrible sueño, y traté de hallar alguna relación entre lo observado en anteriores sueños y aquello, pero era todo demasiado confuso.
La voz que había escuchado era probablemente la de Voldemort, deduje que estaría dando instrucciones a alguno de sus mortífagos pero al no entender sus palabras en el sueño, no podía saber de qué se trataba. Tal vez sus órdenes guardaran relación con la caja de madera que alguien había enterrado.
Llevaba media hora dándole vueltas a aquel asunto, cuando decidí prepararme una infusión. Me dirigí con sigilo a la cocina y puse agua a hervir. Pensé entonces que, tal vez, también sería una buena idea dejar por escrito todo lo que había visto en los recuerdos de Dumbledore. Con aquella idea en mente, regresé al salón poco después con una taza humeante en mis manos.
Escribí acerca de mis poderes y sobre los recuerdos hasta que la tinta se agotó, entonces apliqué algunos conjuros para proteger mi valiosa información de miradas indiscretas. Al acabar alcé la vista hacia un reloj de pared, ya eran las 5 y media.
Dejé bien guardadas las hojas de pergamino en mi baúl y subí al desván. Allí me senté junto a la ventana para contemplar el amanecer, que no tardaría en dar comienzo. Escuché unos pasos en las escaleras e, instantes después, Neville entró en la habitación con una manta en las manos.
—Siento haberte despertado —murmuré.
—En realidad no lo has hecho, estaba despierto cuando te oí subir —admitió acercándose.
Neville se sentó a mi lado y nos cubrió a ambos con una cálida manta.
—¿Has tenido una pesadilla? —me preguntó.
—Sí... Desde la boda de Fleur y Bill no había vuelto a tener ninguna.
—Eso significa que has entrado en la mente de Quien-Tú-Sabes —masculló y, tras unos instantes, añadió—: ¿Quieres hablar de ello?
Asentí levemente y me recosté a su lado antes de empezar a narrarle todo lo que había visto en sueños. Él me escuchó en silencio con la vista fija en el cielo, que comenzaba a teñirse de un color cálido.
—El cementerio era el mismo en el que aparecimos el día de la tercera prueba, ¿no es así?
Volví a asentir, recordar lo sucedido aquel día aún me causaba dolor.
—No sé qué habrá escondido allí, pero debe ser algo importante... ¿Estás segura de que no aparecía nada más? ¿Ni siquiera viste el rostro de la persona que enterró la caja?
—No —contesté—, te he contado todo lo que he visto... Pero no me apetece hablar más de eso, no ha sido algo agradable.
—Está bien, no te preocupes.
Neville, tras decir aquello, besó con ternura mi frente. Después ambos permanecimos sin mediar una palabra contemplando el amanecer.
—Gracias —dije después de un largo silencio.
—¿Por qué?
—Por todo... Por no separarte nunca de mí, por apoyarme y escucharme, por lo paciente que eres siempre y por todo el cariño que me demuestras. Llevaba ya un tiempo queriendo darte las gracias por todo lo que haces por mí.
Él esbozó una gran sonrisa y sus ojos me miraron con gran ternura, sentí mi corazón latir más deprisa ante aquella mirada suya. Sus dedos acariciaron mi mejilla y se acercó para besar con suavidad mis labios. A su lado todo lo malo quedó en un segundo plano, amaba como Neville me hacía olvidar que el resto del mundo y las preocupaciones existían.
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¡Hey! Ya estoy de vuelta mis pequeños lectores :D He conseguido vencer el bloqueo literario. Bieeen xd
No sé si lo habréis notado, pero por fin he aprendido a poner los guiones de diálogo (—) correctamente. *Le hacen una ovación, le entregan un premio, sube al escenario y comienza a pronunciar un discurso de agradecimiento* Okay ya me calmo xd
Bueno, ya echaba de menos decir esto (y sobre todo a Abby respondiéndome)
¡¡PREGUNTAA!!
Si os dijeran que os regalan una varita de las que venden como merchandising de la saga, ¿la de qué personaje pediríais?
A mí la de Hermione me parece preciosa, así que seguramente esa.
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