Jeje. Aquí está el segundo capítulo de hoy. No iba a dejarl@s con las ganas. Disfruten.
Nos vemos el próximo jueves.

***

Me siento en el regazo de Shane, quien pega un pequeño salto cuando me nota encima, y subo mis pies a los muslos de Kai, el cual me masajea las pantorrillas con suavidad. Miro los ojos azules del macho sobre el cual estoy sentado, que permanece totalmente inmóvil.

–Puedes tocarme–

–Yo…– se queda en silencio, como si no supiera que responder.

–Nunca ha tocado a una mujer– las palabras salen de la boca de Kai y me quedo muda. Shane se pone rojo como un tomate mientras desvía sus ojos y le doy una mirada elocuente al vampiro que dice: Habla.

–Los primeros años de su vida los pasó con su familia en forma animal y no tuvo contacto sexual con hembras cambiaformas, mucho menos con humanas. Cuando nos conocimos y fuimos a vivir juntos, intentó tener sexo con una humana. Ella intentó besarlo y él tuvo un ataque de pánico y salió corriendo. Desde entonces se ha limitado a mirar–

–Vaya– es lo único que sale de mi boca.

No puedo creer que el cuerpo duro que estoy usando de cojín, no lo haya tocado nadie. Ese pensamiento me excita más de lo que ya estoy.

–Ahora mismo, soy capaz de entender la euforia que siente un hombre cuando va a tocar a una virgen– Kai se ríe mientras sube mi pie a su boca y me besa el empeine con sus fríos labios, y cuando su lengua se une al juego mi excitación aumenta.

Solo un pequeño detalle arruina mi placer, Shane está rígido como una estatua, con sus manos aguantando el borde del sofá, sin tocarme, mientras observa a Kai besando mi pie.

–¿No te sientes cómodo tocándome?– le hablo cerca de su cara y no puedo resistirme a darle un besito en la comisura de la boca. Ese simple contacto le provoca un estremecimiento.

–No lo sé– se ve perdido.

–Está bien, no tienes que hacer nada que te incomode. ¿Quieres mirar?– asiente a modo de respuesta y me separo de él –Siéntate ahí– señalo el sillón donde estaba Eagal. Que, por cierto, no se le ve por ningún lado.

Hace unos años les di a mis pequeños  “la charla”. Me vieron teniendo sexo con Hugo, mi ex, y la cosa se descontroló un poco. Ya ambos saben que cuando me pongo caliente tienen que irse.
Mientras Shane se levanta hago aparecer una bolsa de sangre y se la entrego a Kai.

–¿Qué es esto?–

–¿En serio me preguntas eso? Es mi sangre. Aliméntate, te quiero lleno de energía–

Su respuesta es una sonrisa sexy, llena de promesas de sexo caliente y sudoroso. Correspondo su sonrisa con la propia y lo observo clavar esos largos colmillos y sorber cuidadosamente toda la sangre, no se le escapa ni una gota.

Al terminar deja la bolsa a un lado y me recreo con la imagen del vampiro recién alimentado y con una erección lista para jugar. El sexo entre vampiros suele ser bastante sangriento, porque cuando se aparean suelen alimentarse el uno del otro para incrementar el deseo sexual.

–Sabes deliciosa, Shea–

–Gracias– me siento en su regazo de lado para tener una visión clara de Shane.

Kai pone su nariz en mi cuello, justo debajo de la oreja, e inhala profundamente.

–También hueles espectacularmente–

No digo nada porque me agarra la nuca y me besa con fuerza. La boca de Kai toma la mía sin pedir permiso y su lengua entra en mi boca empujando a través de los labios y dientes. Puedo sentir el ligero sabor ferroso de mi sangre en su boca, lo que aumenta mi deseo y lo beso con igual fuerza.

La mano en mi nuca me masajea el cuello con una delicadeza contraria a la brusquedad del beso, que poco a poco pierde fuerza. Yo hago lo propio acariciando su cuero cabelludo y muevo las manos tocando lo que encuentro a mi paso. Su pelo es muy suave, su espalda es delgada pero fuerte, su cara también es suave y ahora su temperatura es más alta. La mano que no está en mi nuca, se mete debajo de la falda del vestido y acaricia la parte interna de mis muslos hasta llegar a mi ropa interior, que ya está mojada.

La mano entre mis piernas juega con la tela húmeda, sin tocar demasiado. Aparta la tela y al sentir sus dedos sin nada en medio, me sale un gemido que no puedo evitar. Sus dedos juegan con el pequeño bultito de nervios, enviando corrientes de excitación hasta la punta de los dedos de los pies.

Abro los ojos, que había cerrado sin querer. Shane está sentado en el sillón mirándonos y respirando fuerte, sus manos están agarrando sus rodillas con mucha fuerza, tiene los nudillos blancos. Lo invito a unirse a nosotros con un gesto pero no se mueve del asiento.

Kai agarra la tela con intenciones de romperla, y aguanto su mano para detenerlo.

–No puedes destrozar la ropa interior, es Journelle–

Me levanto y me quito el vestido, que cae formando alrededor de mis pies. Puedo sentir la mirada de ambos sobre mi cuerpo cubierto por lencería de encaje azul oscuro, que apenas cubre lo necesario.

Kai se pone de pie y se desnuda también. Al ver que no lleva ropa interior, sonrío. Se ve tan serio, que una piensa que su ropa interior son calzoncillos largos de seda… pero no lleva.

Espero que no se me caiga la baba, porque sería en extremo embarazoso.

El pálido y delgado cuerpo de Kai me tiene hipnotizada. Es unos centímetros más alto que yo, con la piel más clara y el largo pelo cae en su espalda recogido.

No tiene ni un solo pelo en el pecho, pero tiene esa deliciosa y sensual línea de vello sedoso que va desde el ombligo hasta el pubis, donde un poco de pelo se agrupa en la base de una deliciosa erección.

Le suelto el cabello, que cae sobre su pecho y espalda libremente. Es una imagen que quiero recordar siempre.

Sus manos me agarran de la cintura y me acercan a su cuerpo. El contacto piel con piel es maravilloso. Paseo las manos por su cuerpo, hasta que me besa el cuello y mis piernas tiemblan. Me voltea, de forma que mi espalda toca su pecho, y quedamos mirando hacia Shane.

Las manos del vampiro amasan mis curvas, desde los grandes pechos hasta las amplias caderas. Giro la cabeza para besar su cuello y está mirando al cambiaformas con cara de incitación. Sigue mirándolo mientras una mano va en dirección a mi entrepierna.

Sus caricias me tienen al borde del orgasmo y casi no me ha tocado. Debo añadir que tener a un hombre mirando mientras otro me toca, es una experiencia extremadamente placentera.

La compostura de Shane parece romperse y se pone de pie rápidamente, haciendo que mi corazón se salte un latido por la emoción. Sí, los tendré a los dos en la cama.

En los ojos azules del hombre felino puedo ver excitación, pero también incertidumbre, como si no supiera cual es el próximo paso a seguir. Y tomo una decisión por él.

Me separo un poco de Kai, y sus manos aún tocan mi cuerpo cuando llego a la altura de Shane, que tiene los brazos pegados a sus costados sin moverlos. Me aprovecho para agarrar sus mejillas y poner su cara a la altura de la mía. Beso suavemente sus labios, con mucha delicadeza, dejando que se acostumbre. No hay apuro, este momento es para disfrutarlo y saborearlo.

Unos minutos después Shane coge un poco me confianza y pone las manos sobre mi torso. Mueve sus dedos, palpando la suavidad de la piel mientras las manos de Kai están acariciando mis caderas y muslos, poniéndome la piel de gallina.

Tengo la piel hipersensible y pendiente de cada toque de sus manos. He dejado el beso en manos de Shane que está empezando a experimentar con la lengua. Pongo las manos sobre su pecho, por encima de la ropa para que se acostumbre a mi toque.

Kai deja de besarme el cuello y se sienta en el sofá llevándome con él. Siento su erección entre las nalgas y quiero sentirla dentro. Me levanta un poco y me pone entre sus piernas, ahora abiertas. Ahora su erección se roza con la humedad de mi entrepierna y casi me vengo del gusto.

Shane se despoja de la ropa, dejando a la vista su alto y delicioso cuerpo. Vello corto cubre sus amplios pectorales y sus fuertes piernas, sus ojos azules eléctricos brillan sobrenaturalmente y me miran con excitación, además tiene una erección grande y gruesa lista para jugar.

Si antes babeaba ahora debo parecer un grifo abierto porque… jodeeeer. Esta es la situación más excitante de mi vida.

El pene de Kai entra en mi vagina y abro la boca para soltar un gemido de placer. Shane se acerca hasta que su pene queda a la altura de mi cara y no puedo evitar lamerlo desde la base hasta la punta, como una piruleta.

Kai termina de meter su polla con una estocada y pongo las manos en las caderas de Shane para no caerme. Chupo el pene en mi boca al mismo ritmo de las estocadas de Kai. Pasamos varios minutos así. Una de las manos de Shane se enreda en mi pelo mientras la otra me masajea un pecho.

Kai besa mi espalda y cuello, también me toca el clítoris, aumentando mi excitación y en cuestión de segundos me corro con fuerza.

Gimo alrededor de la verga de Shane y la vibración lo hace correrse, siento su semen caliente en la boca. Abro los labios y saco su pene, de forma que mi cara y tetas terminan también embarradas de esperma. También siento el calor del esperma de Kai en mi interior mientras sus manos se aprietan en torno a mi cintura.

Al terminar de correrme me apoyo sobre el cuerpo caliente a mi espalda para recuperar el aliento. Cuando recupero la totalidad de mi actividad cerebral siento el pene todavía erecto de Kai en mi interior y a Shane sentado a nuestro lado tocándome el pelo y las piernas con una buena erección también.

–Había olvidado que las suyas, son unas razas con energía en exceso– suspiro y me pongo de pie, el pene de Kai sale de mi cuerpo y su semen se escurre por el interior de mis muslos –Pero yo ya he terminado por hoy. Estoy satisfecha– sus caras se congelan y no puedo evitar reír.

Se relajan cuando notan que fue una broma y parecen realmente interesados.

Por un momento pensé que estaban actuando para ocultar nuestros planes. No es el caso.

–Vamos a mi dormitorio, caballeros, allí estaremos más cómodos– dos sonrisas llenas de promesas sensuales hacen acto de presencia y tengo la certeza de que será una larga noche.

***
Shane

No puedo creer lo que acaba de ocurrir. Han pasado tres cosas de suma importancia, las enumero:

Uno. He tocado y me ha tocado una mujer. Cosa sorprendente porque nunca me he sentido cómodo con el tema del sexo.

Dos. He tenido el mejor orgasmo de mi vida follando la boca de la mujer más hermosa del mundo.

Tres. VAMOS A VOLVER A HACERLO.

Estoy emocionado y a la vez extremadamente nervioso.

Contrariamente a lo que piensa Kai, no le temo al sexo es solo que pienso que la primera vez debe ser especial en todos los sentidos. Me enseñaron que el sexo no es solo eso. Cuando compartes tu cuerpo con otra persona se supone que debe ser especial.

Los cambiaformas generalmente están condicionados por su naturaleza animal. Los leones alfas tienen varias parejas sexuales, varias especies de aves son monógamos y se aparean de por vida. Y como esos tipos de conductas existen muchas otras.

Mis padres fueron la única pareja sexual del otro y según me contaron, se sintieron atraídos el uno por el otro en el instante que se vieron. Desde la primera vez que vi la cabellera roja de Shea no me he podido quitar de la cabeza.

En cuando a Kai, he pasado tantos años viéndolo tener sexo en vivo y en directo que me resultaría raro hacerlo sin él.

A lo mejor estoy loco, pero quiero esto, lo que sea que sea y por raro que sea. Para mí, se siente correcto.