Capítulo 6
Ren se ve… horrible, no quiero ser mala pero es la verdad. Su precioso cabello oscuro ha desaparecido. Su calvicie es notable, pero eso es solo la punta del iceberg, está muy delgado, sus pómulos están muy marcados, sus ojos oscuros están hundidos y con unas marcadas ojeras los adornan. Pero lo peor son sus ojos, que carecen de brillo, y la mirada perdida en la distancia como si fuera una marioneta.
Kai entra a la habitación con paso lento y se sienta sobre sus espinillas en un cojín medio raído. Ren está sentado de manera similar al otro lado de una mesa baja, y no pareció notar la llegada de su gemelo.
Tres días antes de este incidente me sentí extraño, como si me arrancaran una parte vital de mí mismo. No sé si lo sabes, pero los gemelos tienen una conexión única, y nosotros no éramos la excepción. Sabíamos cuando el otro estaba triste, o asustado y a veces no necesitábamos hablar para comunicarnos, una mirada era suficiente. Y al sentir la total ausencia del vínculo supe que había algo mal.
Kai le habla a Ren, pero este último no responde, ni se inmuta. Kai intenta hacerle reaccionar con palabras, al ver que esto no funciona se acerca a su hermano y coge sus manos entre las suyas.
Lágrimas silenciosas corren por el rostro de Kai mientras confiesa sus sentimientos en voz baja.
Nuestras abuelas y abuelo murieron por un brote de influenza a inicios del año. Nuestra madre cayó en la depresión después que Ren fue arrebatado de su lado, siempre fue más cercana a él. Nuestro padre puso todo el peso de la familia sobre mis hombros y se fue a perseguir faldas. La situación social y económica japonesa estaba cambiando y las horas que tenía que dedicarle al negocio familiar eran demasiadas.
–Por favor, no me dejes solo– esas palabras susurradas hacen reaccionar a Ren, que aprieta las manos de su hermano.
–Jamás– Kai levanta la cara y sonríe mientras observa los ojos, ahora llenos de vida de su hermano.
–Ren ¿Qué ha ocurrido aquí dentro?– el susodicho mira a su alrededor y se pone de pie.
–Tenemos que salir de aquí inmediatamente– habla mientras coge a su hermano de la manga del abrigo y lo arrastra por una serie de pasillos.
–¿Por qué? ¿Me vas a decir está pasando?– Kai está enojado pero alerta, y mira atento a su alrededor.
–No lo tengo muy claro todavía. Pero al llegar aquí todo era normal, al menos al principio. Empecé a escuchar una voz en mis sueños que decía que me dejara llevar, que la dejara entrar. Obviamente no hice tal cosa– Ren deja de hablar mientras se detiene y se pega a la pared, ambos de pie entre las sombras mientras pasan tres monjes por el pasillo de la derecha.
Avanzan con cuidado, Ren asoma la cabeza en el pasillo y observa a ambos lados. Cuando no hay moros en la costa sigue caminando y hablando.
–A los seis meses esa voz se hizo más persuasiva, y comenzó a aparecer una figura oscura en mis sueños, disuadiéndome. Al cabo de los 15 meses me tenía bajo su meñique y me mostró su verdadera cara. Un hombre, al menos en apariencia, decía que tenía planes para mí. Que me separó de ti, porque tu presencia no lo dejaba manipularme a su antojo y la distancia que creó entre nosotros debilitó nuestro vínculo. Hace tres meses me maneja como una marioneta– llegan hasta un jardín y continúan caminando.
El cielo está nublado, tapado por unas oscuras nubes oscuras y cuervos volando sobre los árboles. Un mal presagio.
–¿Por qué?– Kai insiste
–Por mis poderes. Dijo que mis habilidades únicas lo ayudarán a crear un ejército–
A 20 metros de la puerta de entrada la temperatura comienza a descender y los truenos suenan con fuerza. Los chicos se miran y comienzan a correr hacia la puerta. Corren y corren más rápido… pero unos metros antes de alcanzar la salida una sombra se interpone entre ellos.
La sombra se convierte en un hombre caucásico de altura promedio. O eso parece… hasta que miras su cara. Nunca he visto nada igual. Donde deberían estar sus ojos solo hay dos cuencas llenas de oscuridad, su piel es pálida como la nieve.
–Ren… me has decepcionado– abre la boca pero no tiene lengua, de hecho, su boca también es una cuenca llena de oscuridad. Su voz me provoca un escalofrío, es como… estar bañándome en una tina de hielo, en una cueva del Polo Norte.
–Me esforcé mucho para que no sufrieras, pero debo enseñarte una lección– los dos chicos caen sobre sus rodillas empujados por una fuerza invisible –He sido muy indulgente. He manipulado a muchas personas para separaros, he trabajado todas las noches para entrar en tu hermosa mente, querido Ren. Y cuando finalmente estas completamente a mi merced… aparece ese estúpido vínculo otra vez– la figura oscura flota en círculos alrededor de los chicos mientras habla.
Ren lo sigue con la mirada y Kai se encuentra totalmente inmóvil, como si… La figura se detiene a sus espaldas.
–Así que, haré lo que debería haber hecho en un principio– una espada aparece de la nada y se mueve hacia el corazón de Kai.
Anticipando el movimiento Ren se interpone entre la espada y su hermano. La espada lo atraviesa con tal fuerza que se clava en la espalda de Kai, el cual abre la boca en un grito silencioso mientras sale del trance en que estaba.
La espada clavada en la espalda de Ren se desvanece mientras su hermano se cierne sobre él. Kai está totalmente en shock mientras su gemelo se desangra y no es capaz de ayudarlo. Ren susurra algo con el poco aliento que le queda e instantes después aparece un perro de dos metros de altura y ojos negros, y se lanza encima de la criatura con rabia.
–No me dejes solo– Kai llora desconsoladamente sujetando el delgado cuerpo de su hermano, que se enfría a pasos agigantados.
–Nunca… estarás solo. Yo siempre estaré contigo– Ren dibuja un símbolo extraño con su propia sangre en la mano de Kai mientras habla, pero este último no se da cuenta, porque su hermano suelta su último aliento.
Kai suelta un grito de desesperación y dolor mientras abraza con fuerza el cuerpo sin vida de su hermano.
–Que desperdicio de talento– la fría voz hace acto de presencia nuevamente pero Kai no lo nota y la figura se desvanece en el aire al igual que apareció.
El perro gigante se acerca a los hermanos, olfatea el aire y siente la pérdida de su maestro. Lanza un aullido lastimero y se hunde en la sombra del hermano vivo.
La muerte de Ren cambió mi forma de ver el mundo, fue un punto de inflexión en mi vida. Después de comunicarles a mis padres la muerte de mi hermano mi madre se ahorcó y mi padre siguió con su vida de libertinaje como si nada hubiese pasado. Me largué de ahí, salí de Japón y comencé a ver el mundo y a investigar, de modo que me topé con los vampiros y el resto del mundo de las sombras. Una vampira de sedujo y yo le pedí que me convirtiera en vampiro.
Un nuevo recuerdo aparece y veo a Kai caminando en las calles de Nueva Orleans con otros dos hombres. Están en pleno carnaval de Mardi Gras, o sea, es 16 de febrero, por sus ropas parece ser mediados del siglo 20. Los tres hombres se mueven como una maquina bien engrasada, parecen cazadores, y lo son. Son cazadores que salieron al festival a cazar para saciar la sed de sangre.
Kai detiene el paso abruptamente y sale corriendo por un callejón mientras los otros dos vampiros lo ignoran y continúan caminando por la calle principal, parece que Kai hace eso a menudo. Kai corre y corre en la oscuridad hasta que encuentra lo que salió a buscar.
–Kai, has crecido bastante muchacho– una voz carente de vida, insensible y conocida, rebota en las paredes y una figura se abre paso entre las sombras.
Esta vez no es un hombre, sino una mujer, pero con los mismos ojos vacíos y piel del color de la nieve. El cascarón es diferente, pero la sensación que provoca y la voz sonante, siguen siendo las mismas.
Kai no habla, solo saca los colmillos amenazando a la criatura sin nombre y lo mira con odio mientras se lanza sobre la figura. Igual que la otra vez el cuerpo de Kai es empujado por una fuerza invisible contra una pared. La figura se acerca y pone una mano alrededor de la garganta, unas palabras en un idioma desconocido se escuchan y Kai se retuerce de dolor.
Cuando el mantra termina Kai cae al suelo en busca de aire y una marca oscura cubre su cuello, como un collar tatuado.
–Buscarás el Libro de los Muertos y me lo traerás–
–¿O qué?– la voz ronca de Kai suena burlona.
–Sabía que no lo harías de buena gana, por eso te doy un pequeño incentivo. Conservo el cuerpo de tu hermano, está en el mismo estado que antes de su muerte. Tráeme ese libro y recuperaras a tu hermano– un movimiento de la mano pálida y Kai se pone de pie.
–¿Qué me has hecho?– la voz enfadada de Kai sale de su boca mientras intenta atacar a la oscura figura.
–Cumplirás mis órdenes, simplemente eso. Ah, y aquí te dejo un amiguito para ayudarte– un cuerpo peludo y ensangrentado cae al lado de Kai, sorprendiéndolo –Ciao– la figura vuelve a desaparecer, igual que la última vez, dejando un rastro de sangre y odio a su paso.
–¡¡¡¡Jodeeeeeer!!!!– Kai choca un puño contra la pared, abriendo un hueco en la misma.
El gran felino recupera la consciencia poco a poco y Kai le presta su total atención. El leopardo de las nieves se pone sobre sus cuatro patas mirando a su alrededor desorientado.
Cuando nota la figura de Kai se tensa y su mirada se enfoca en el desconocido. El vampiro sube las manos a modo para mostrar que no tiene armas y no quiere hacer daño.
–¿Puedes tomar forma humana?– los cambiaformas tienen una esencia característica y los sentidos desarrollados del vampiro la captaron al instante.
Los ojos desconfiados del gran gato no se separan del vampiro en ningún momento mientras se transforma. El sonido de los huesos rompiéndose y los músculos ondeando, bastante terrorífico, llena el pesado silencio que los rodea. Finalmente, donde antes había un leopardo de las nieves, ahora hay un hombre alto, ensangrentado y mugriento, con el pelo oscuro largo y enredado. Entre toda la suciedad se puede ver en su cuello la misma marca que tiene Kai.
–¿Cómo te llamas?–
–Shane– la voz del macho sale muy ronca, como si llevara mucho tiempo sin usarla.
–Soy Kai. ¿Qué te ha pasado?–
–Yo…– el macho se mira las manos como si fueran las de un extraño y lágrimas silenciosas comienzan a correr por sus mejillas, formando pequeños riachuelos.
El olor a tristeza llena el aire afectando a Kai, que se acerca al grandote y le da un abrazo, mientras recuerda su propio dolor.
Nos hicimos amigos. Buenos amigos. Fue como tener otro hermano. Lo ayudé a adaptarse al mundo humano y comenzamos a investigar. Hemos buscado es lugares que no te imaginas mientras buscamos el estúpido libro. Me alegro que no lo hayamos encontrado, así Makal no obtendrá lo que quiere.
¿Makal?
Así se hace llamar esa criatura sin alma.
La escena desaparece, y poco a poco dejo de la mente de Kai. Al abrir mis ojos, veo los suyos mirándome con su característica seriedad. Me separo de su cuerpo, ahora cálido por mi calor, y me pongo de pie. Solo han pasado unos 15 minutos desde que me senté en su regazo, pero se siente como una eternidad. Por eso odio hacer este tipo de intrusión.
–¿Qué hizo?– Shane le pregunta a Kai, este último deja de mirarme para comunicarle algo con la mirada. El macho más grande se relaja y me mira con incertidumbre.
No es capaz de camuflar lo que siente, es muy gracioso ver como todos sus pensamientos se reflejan en su hermosa cara.
Me siento en los amplios muslos de Shane. Su cuerpo duro se tensa, su respiración se acelera un poco y sus mejillas se sonrojan.
Entiendo perfectamente que esta reacción tan apetecible es por mí y le viene genial a mi ego. También me gustaría decirle que la atracción es mutua, pero no puedo, porque también me siento atraída por su mejor amigo. Buena mierda.
–Shane, no te haré daño. Solo quiero saber algo y necesito tu ayuda. ¿Está bien?– sus fosas nasales se abren un poco mientras huele mi perfume y un bulto empieza a crecer contra mi cadera.
Ignoro la muestra de masculinidad, aunque me encante y pongo mi frente sobre la suya. Caemos en el vacío del subconsciente y me dejo llevar.
***
Kai
Todo tipo de emociones bullen en mi interior. Tristeza, ira, alegría y alivio. Estoy triste y enojado por todas las situaciones a las que me he visto expuesto desde que nos forzaron la vinculación y antes. Me siento aliviado por no ser el único que carga con mis propios pensamientos. Ahora Shea conoce mi dolor y no me juzgó en ningún momento.
La esencia de su magia es cálida y amable, podía hacerme daño, pero fue respetuosa en todo momento con mis límites y sentí su tristeza cuando vio los peores momentos de mi vida.
Considerando lo poderosa que es, tener esperanza de que pueda deshacer el hechizo vinculante no es imposible.
Hay algo que no me cuadra de esta situación, pero no logro ver que es.
Estoy cansado, así que dejo la mente en blanco e intento relajarme.
***
Buenassss, aquí tienen qu actualización de jueves.
Y... sorpresa, 2 capítulos para hoy.
Continúen leyendo 🤗🤗🤗
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