Debería sentirme culpable, pero no puedo hacerlo.

Estoy en la bañera, tomando un baño de espuma mientras bebo vino, pensando en los acontecimientos de la última semana.

Pensando en el pasado, en el presente y en el futuro.

Pensando en dos hombres y el destino que les depara.

Sinceramente, creo que son buenos y están siendo coaccionados para hacer el trabajo sucio de alguien más. Necesito saber más, establecer el grado de amenaza que representan y la situación actual.

Y, por sobre todo, quiero volver a mi vida tranquila, sin peligro e intrigas.

El timbre suena y quiero sumergirme en el agua de la bañera y no salir. Desde aquí puedo sentir las presencias de Kai y Shane en la entrada. El timbre suena varias veces más antes que me digne a salir del agua, me pongo mi corta bata de seda sobre el cuerpo mojado y camino con parsimonia hasta la puerta principal.

Al abrir la puerta me llega el olor a macho enfadado, lo cual me excita y me sorprende a la vez. Mi libido lleva un par de años por el suelo, ni siquiera me han entrado ganas de darme una alegría yo sola.

Estos dos me han despertado de nuevo, quizás debería darles una recompensa por eso.

No han dicho palabra porque ambos están mirándome embobados. Shane mira el borde la bata que me llega a mitad de los muslos, mientras Kai mira mi cuello y escote. Tengo el cabello está recogido, pero algunos mechones se escaparon del moño y están rozando mi cuello, la mirada hambrienta de estos hombres me está calentando el cuerpo.

–Buenas noches chicos, pasen– abro bien la puerta permitiéndoles la entrada. Al cerrar la puerta veo que están parados en medio de la sala sin moverse mientras miran todo alrededor con caras de asombro.

Sé lo que ven, una casa grande y exquisitamente decorada, con colores marrones y verdes, con amplias ventanas, muebles de calidad estratégicamente colocados para dar armonía, las plantas interiores refrescan el ambiente y los adornos, junto a la alfombra oscura que cubre el suelo. Todos esos elementos sumados crean un ambiente acogedor.

Mi hogar.

Les señalo con la mano un sofá de tres plazas de terciopelo verde bosque mientras me siento en un sillón de igual tapicería cerca de la ventana.

–¿En qué puedo ayudarlos?–

–Tengo entendido que mi compañero te comentó algo que no debía y he venido a pedirte que lo olvides– Kai habla mientras Shane mira al suelo con aire de culpabilidad.

Levando un dedo para pedir silencio y sentir sus presencias en profundidad, al parecer no estamos siendo vistos ni escuchados. Mucho mejor.

–Puedo ayudarlos, pero necesito saber a qué me enfrento antes de arriesgarme–

–No necesitamos tu ayuda, encontraremos lo que vinimos a buscar y nos iremos– la voz de Kai se escucha muy enfadada, aunque se ve sereno.

Su corazón no late, además no necesita respirar, no necesita comer ni beber. Su cuerpo se mueve gracias a la magia absorbida de la tierra y esa es la razón por la cual los de su especie suelen dormir bajo tierra. Aunque no necesitan los ataúdes, esa parte es mentira.

–Relájate, no sé qué está pasando, pero deberías al menos escucharme–

–Estoy siendo razonable, no puedes meterte en este lío. Te pondríamos en peligro a ti también, y eso es lo último que necesitamos– Shane no ha dicho ni una palabra desde que llegaron, ahora está escuchando las palabras de Kai con aplomo y los labios apretados. Debe sentirse culpable por haberse acercado a la tienda a hablar.

–Cariño, ¿te parezco una niña pequeña? Puedo tomar mis propias decisiones–

–Ese no es el punto, tú…–

–Mi vida ha sido más larga que las vuestras. Pocas personas se ofrecerían a ayudarlos en las actuales circunstancias, yo solo quiero saber cómo llegaron a esta situación, estoy siendo muy razonable–. No tengo necesidad de alzar mi voz, mi tono no es amigable y la fuerza que le he puesto a mis palabras ha sido suficiente para hacer ondular la magia que protege la casa.

Dato importante: Toda la casa está encantada, y responde a mis emociones. Desde que estos hombres entraron por la puerta, no pretendía dejarlos salir sin obtener la información que quiero.

Al sentir el cambio en el ambiente, ambos se ponen alerta y se paran, para ser empujados nuevamente a su posición sentada por una fuerza invisible.

–¿Qué haces, Shea?– Shane habla con un ligero temblor en la voz, se siente traicionado, es normal, confió en mí. Su cara compungida hace que mi pecho se apriete un poco, porque lo último que deseo es hacerles daño. Pero tiene que ser así, no me han dejado otra opción y necesito respuestas.

–Libéranos, inmediatamente– ignoro la demanda de Kai y me paro frente a ellos.

–No puedo hacer eso. Necesito respuestas, y me las daréis, por las buenas o por las malas– pongo mis dedos índices en sus frentes y caen dormidos.

–Eagal, Pian– les llamo y se quitan el hechizo de encubrimiento. Sus sólidas patas se posan en el suelo y cuatro ojos oscuros me miran con expectación.

–Lleven a nuestros huéspedes al sótano y encadénenlos a las sillas de hierro negro encantado, y pónganlos dentro del círculo mágico incompleto– sus malvadas sonrisas no tardan en aparecer y sus cuerpos comienzan a crecer.

A veces olvido que son gárgolas adultas, por su típica inmadurez, pero hace más de treinta años alcanzaron la adultez. Yo les enseñé el hechizo para mantenerse pequeños.

Sus cuerpos crecen hasta llegar a mi altura y sus alas, ahora replegadas a sus espaldas, son tremendamente grandes. Sus caras, feas con anterioridad, ahora se ven atemorizantes con sus rasgos más toscos y la piel dura como el diamante. Cargan los cuerpos durmientes de los machos y bajan las escaleras mientras discuten a quien se van a comer primero.

Todo se complica con cada segundo que pasa y no me gusta nada.

***

Los hombres se despiertan con un chasquido de mis dedos, y al  recordar lo ocurrido escaleras arriba comienzan a luchar contra sus ataduras.

–No pierdan vuestro tiempo y fuerzas, es inútil. No tenéis vuestra fuerza sobrehumana ahora mismo. Mientras más rápido respondan a mis preguntas, más rápido os liberaré– veo sus caras enfadadas, gracias al resplandor de un par de velas cercanas.

–¿Por qué haces esto?– Kai está enfadado, pero a diferencia de antes, ahora se siente traicionado.

No quiero que se sientan así, pero esta es la forma más fácil para obtener lo que necesito.

–Necesito saber, pero ustedes son increíblemente tercos. Por lo que me he visto en la necesidad de recurrir a estos métodos–

–Solo te conocemos hace unos días, ¿Por qué habríamos de confiar en ti?– Kai sigue hablando mientras Shane está en silencio.

–Buen punto–

Quizás me he precipitado un poco, pero igualmente iban a terminar aquí.

–Incluso si quisiéramos, no podríamos– su tono deprimente me da una idea.

–Estáis siendo coaccionados por alguien. Os fue impuesta una vinculación forzosa– hablo en voz alta mientras observo sus reacciones, las cuales afirman mis sospechas.

Camino hasta pararme frente a Kai y me siento en sus piernas. Intenta sacudirse, pero su fuerza normal no hace acto de presencia y las cadenas le impiden moverse.

–Estáis sentados en sillas de hierro negro encantado sobre un círculo mayor de Twen dibujado con mi sangre. No iréis a ninguna parte hasta que yo lo permita, lo cual será después de tener la información– acerco mi cara a la suya y junto nuestras frentes mientras tomo sus mejillas con mis manos.

–No te resistas, será más fácil para ambos–

Y entro en la mente de Kai Toshinori.

***
Shane

Cuando me despedí de ella en la tienda y le toqué la mejilla sentí un cosquilleo. Pensé que se debía a mi propia reacción física hacia ella, pero puede ser algo más.

Al parecer su magia está enlazada a su sentido del tacto, y cuando dejé de tocarla su mirada se desenfocó por un instante y luego se llenó de tristeza.

¿Qué habrá visto en mi mente que le causara eso?

Cualquier cosa. Hay muchos recuerdos tristes rondando en mi cabeza, otras son solo asquerosas.

–El ama es buena– una voz no humana se escucha desde la parte más oscura de la habitación poniéndome en guardia.

–A mí no me lo parece– intento transformar un poco mis ojos para ver en la oscuridad, pero no funciona. Mierda, nos ha anulado.

–Bola de pelos, el ama solo quiere ayudarlos a ustedes–

–¿Cómo lo sabes?–

–A veces divaga en voz alta sobre sus planes, solo lo hace cuando está distraída– otra voz, igual de inhumana que la otra, suena desde otro lado de la habitación.–Y va a ayudarlos. Deberías estar agradecido–

Las dos figura finalmente se dejan ver y yo, me quedo sin palabras.
Gárgolas. Creía que estaban extintos, pero aquí hay dos de ellos.

–¿Cómo llegaron ustedes aquí?–
–Nuestra ama nos salvó cuando éramos crías hambrientas– habla el de piel más oscura.

–Nos dio alimento, nombres y lugar para vivir– y el otro termina la frase.

–¿Cómo puede ayudarnos ella?–

–Nuestra ama es muy poderosa y antigua, tiene muchos conocimientos. Si alguien puede ayudaros, es ella–

Shea se mueve en el regazo de Kai haciendo que las gárgolas se adentren en la oscuridad, dejándome solo con mis locos pensamientos.

***
Hiiii. Espero que estén todos bien. Aquí está el capítulo de hoy (jueves).
Disfruten, denle a la estrellita y compartan😘😘😘