Capítulo 3
Confío en tu juicio, haz lo que creas correcto.
Estoy en la tienda, poniéndolo todo en orden antes de cerrar y las palabras de la Reina Elen me rondan la cabeza desde el sábado.
Solo hay un pequeño inconveniente. No sé qué es lo correcto.
He pasado mucho tiempo en soledad, manteniéndome al margen de todo. Nunca he tomado bandos en ninguna guerra. Neutral, es la palabra que mejor me define.
¿Me deshago de ellos rápidamente o investigo un poco más?
Se me ocurre una idea, es como una bombilla encendiéndose sobre mi cabeza, como en los dibujos animados. Abro la caja registradora y agarro una moneda.
Si sale cara, me deshago de ellos, si sale cruz, continuo con la investigación. Lanzo la moneda al aire y la cojo. Cuando voy a abrir el puño para ver el resultado escucho la campana de la puerta sonar.
-Está cerrado- digo mientras me giro hacia la puerta. Shane entra en mi tienda con paso inseguro mientras mira alrededor, al llegar al mostrador me da un saludo con la mano.
-Hola- parece un niño perdido cuando me saluda.
-Hola- no salgo de mi asombro, no me esperaba que apareciera aquí. Había pensado salir al club de nuevo a buscarlos este fin de semana.
-¿Qué es eso?- señala mi puño cerrado.
Nada, solo una moneda para determinar tu destino y el de tu amigo.
-Veamos que es- pongo la mano entre nosotros y abro los dedos, el lado de la moneda que vemos es... cruz. Una sonrisa misteriosa curva mis labios y lo miro a los ojos. -¿Qué te trae por aquí?
-La otra noche nos brindaste tu ayuda. Vengo a pedírtela-
-Está bien. ¿Qué necesitas?-
-Es un tema complicado y no tengo mucho tiempo. ¿Conoces alguna forma de deshacer una vinculación forzosa?- mis cejas se alzan tanto que casi llegan al techo. Al fin y al cabo, la vinculación forzosa es magia prohibida.
Me explico, existen varios tipos de magia.
La magia neutra, permite influir en el mundo exterior, se usa fundamentalmente para la manipulación de los elementos, telequinesis, y otros. Se manifiesta con hechizos pronunciados en voz alta, en su mayoría. De más está decir, que esa magia no se puede usar demasiado aquí en la Tierra. Aunque es la magia que domina casi toda la población mundial en Altana.
La magia de sangre, se le llama así porque usa la sangre como fuente de poder, para pintar círculos mágicos o runas poderosas. Aunque también puede usar cabello, saliva o uñas, de acuerdo a los requerimientos del hechizo. Si la ofrenda no pertenece al mago que lleva a cabo el hechizo, debe ser dada libremente. También se la conoce como la magia del sacrificio, porque el mago puede sacrificar alguno de sus sentidos para realizar grandes hechizos. Por cierto, es la magia que yo uso.
La magia negra, es aquella que usan los demonios, las gárgolas, entre otros. Su fuente de poder es la energía negativa producida por otros seres, aunque también pueden usar la propia. Que esa sea la fuente de su magia no indica que los usuarios sean malos. He conocido a un par de demonios muy agradables. Además, Pian y Eagal, mis fieles compañeros, no son malos.
La magia innata, es un tipo de magia especial presente en individuos especiales. Magia única del individuo. Todos los humanos nacidos con capacidades mágicas tenemos este tipo de magia, es una habilidad única de la persona en cuestión, y puede ser activada sin hechizos, runas o palabras. La mía está relacionada con la mente y la de mi ex, Hugo, le permite crear marionetas y extender sus sentidos a ellas. La Reina Arelenti también posee este tipo de magia.
La magia natural, es una característica de las diferentes razas mágicas. La magia que le permite a los cambiaformas, cambiar de forma y les brinda unos sentidos más desarrollados, que le permite a las hadas comunicarse con la naturaleza y les impide mentir, la que brinda a las escamas de los dragones propiedades protectoras y hace su sangre corrosiva. Es magia distintiva de cada especie.
La magia blanca, solo pueden usarla las sacerdotisas y sacerdotes elegidos por los Dioses de Altana. Esta magia es capaz de disipar cualquier hechizo y tiene también propiedades curativas.
Y, finalmente, la magia prohibida. Se llama así porque usa sacrificios no voluntarios como fuente de poder. La sangre, la carne, el alma, el odio y el dolor son usados para alimentar las fuerzas de los hechizos, que actúan contra la voluntad de los hechizados, como la vinculación forzosa.
Alguien hechizó a estos muchachos en contra de su voluntad para enlazar sus sentidos y sus vidas, pero el hechizo no tiene control sobre su mente y sus decisiones.
-Conozco una forma- su cara se ilumina y lamento tener que destruir esta reciente esperanza. -Pero, no tengo lo necesario para llegar a cabo el hechizo y es muy peligroso, por no decir complicado- la tristeza se asienta en sus rasgos.
-Está bien, gracias- se gira para irse, pero lo detengo.
-Espera- me vuelve a mirar con ojitos tristes -Necesito más información. No puedo arriesgar mi vida sin conocer los hechos ¿Puedes contarme como ocurrió eso?- asiente y vuelve a hablar.
-Lo haré, pero no ahora. El tiempo se me acaba y debo hablarlo con Kai- asiento con la cabeza. Mientras me mira alza una de sus manos y acaricia mi mejilla ligeramente con el dorso de los dedos.
Una escena aparece en mi mente. Son los recuerdos de Shane.
***
Un bosque con árboles sin hojas, un paisaje impoluto cubierto de nieve.
Salgo de la protección de mi cueva y corro disfrutando del viento deslizándose sobre mi pelaje, la punzada en mis pulmones por las bajas temperaturas, la nieve se hundiéndose bajo mis pesadas patas mientras mi aliento blanco sale a través de mi hocico.
Corro hasta que mis músculos protestan y la sed se hace presente, así que voy hasta el arroyo congelado a beber agua. Al llegar a la orilla veo el reflejo de mi rostro felino y los grandes ojos azules oscuros que lo adornan. El pelaje gris con manchas blancas y negras brilla por el agua derretida y un poco de luz solar. Rompo el hielo ejerciendo un poco de mi peso en la orilla y bebo de las congeladas aguas del arroyo.
Escucho una rama romperse en la distancia y me pongo alerta. Debe ser un humano, cazando.
Que tonto, nunca nos atraparán.
Lo rastreo con facilidad y lo observo desde la distancia. Es un hombre y cubierto de varias capas de ropa para retener el calor de su cuerpo. No puedo ver su cara, pero veo claramente la escopeta en su hombro. Se agacha para buscar huellas, pero no las encontrará, no dejamos nada. Jamás.
Dejo al hombre en su búsqueda inútil y me dirijo a la cueva con cuidado para no ser detectado. Antes de llegar a la cueva siento otra presencia, intentando alcanzarme.
Disminuyo un poco la velocidad hasta que mi hermana se pone a mi altura. Su cuerpo es más pequeño y ligero que el mío, pero igual de hermoso, con sus largas patas y gruesa cola. Sus ojos, de un color más claro que los míos, me miran con desafío.
Y corremos.
***
Un leopardo de las nieves.
Estaba tan ensimismada en el recuerdo que no noté cuando dejó de tocarme y se alejó. Me quedo mirando la espalda mientras sale del local a buen paso.
Tengo un nudo en la garganta por las emociones generadas por el recuerdo.
Es una de las cosas que odio de mi poder, puedo ver exactamente lo que vio y sentir exactamente lo que sintió.
Tengo el presentimiento que algo malo ocurrió. Algo, que provocó la profunda tristeza que sentí.
***
Kai
-¿Qué hiciste, QUÉ?- no suelo perder el control de mis emociones, pero ahora mismo estoy completamente enfadado con Shane.
-Le pedí ayuda a Shea- habla con timidez. Parece un cachorro cuando su dueño lo regaña por romper algo.
Cuando pone esa cara me es difícil enfadarme con él, tengo debilidad por esa cara. Siempre que hace algo que sabe que desaprobaré pone esa cara. Normalmente puedo perdonarlo fácilmente, pero esta vez no nos concierne solo a los dos.
-No la conocemos-
-Pero se ofreció, ella puede ayudar. Es más poderosa que tú, lo dijiste-
-Es cierto, lo es, pero nuestra situación la pondría en peligro- esas palabras lo hacen reflexionar.
-¿Y si se lo contamos todo?-
-¿Estás dispuesto a ponerla en peligro?-
-No- se ve muy triste.
-Iremos a disculparnos con ella mañana y hacerle unas simples preguntas-
Obviamente él tenía la esperanza que Shea nos ayudara. A mí también me encantaría, pero no es posible.
Un cosquilleo en la base de la nuca me avisa que estamos siendo vigilados.
Ha llegado la hora de callarse.
***
Lo prometido es deuda. Aquí tienen el capítulo de hoy.
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