Shane

Descansar bajo el cielo nocturno es inigualable, especialmente en mi forma animal. En esta forma mis instintos predominan sobre mi mente humana, las preocupaciones y las complicaciones de mi yo humano se vuelven difusas y puedo disfrutar simplemente, del viento invernal y la tierra bajo mi cuerpo.

Estoy agradecido con Shea por impulsarnos a hacer esto. Estoy en casa, en el bosque noruego donde nací y durante estas seis últimas semanas me he puesto en contacto con el líder de mi clan y me he integrado un poco más en la sociedad de los cambiantes (otra de las formas para referirse a las criaturas duales como nosotros).

Hay reuniones anuales, trimestrales y mensuales para todos nosotros, y no son obligatorias, porque son básicamente para socializar y conocernos más entre nosotros.

Participé en una de esas reuniones hace unos días, me enseñaron muchas cosas. Hablé con una multitud de leopardos, no les conté mi vida, solo lo mínimo, aunque hay algo que me molesta un poco… las hembras.

Es muy raro sentir el olor de otra hembra de mi especie, ya que solo conocí el de mi madre y hermana. Pero lo peor es que intentaron seducirme, y yo no respondí muy bien. Una de ellas intentó tocar mi pene y le gruñí, no quería su tacto.

Solo quiero unas manos tocando mi cuerpo y definitivamente no las de ella.

Los mayores, al ver mi actitud agresiva, me dijeron que me he emparejado. Según dicen es una mezcla del amor humano y la posesividad del animal que afecta a los individuos que encuentras a sus compañeros de vida.

Me encanta ser solo de Shea.

Se lo mencioné a Kai cuando hablamos en la tarde. Él viajó Japón, para poner en orden sus asuntos. Ahora está viajando a otro lugar, aunque no fue muy claro con su explicación, es un tema demasiado personal.

Yo ya terminé con mis asuntos, y hemos decidido ir con Shea en tres días. Al fin, la extraño mucho.

Imágenes de ella y su amplia sonrisa me vienen a la mente y me calientan el cuerpo y el corazón. Ya quiero verla.

Mis ojos se cierran poco a poco, estoy agotado. He corrido mucho hoy y me he transformado varias veces, lo que consume mucha energía. Disfruto de mi cuerpo flexible y relajado contra el suelo y dejo que la negrura me consuma.

***

Después de la muerte de mis padres no he vuelto a soñar, no sé porque. Desde entonces he descansado muy bien por las noches y aunque no sueñe con los tiempos que mi familia vivía, tengo los recuerdos. Y eso es suficiente.

Estoy seguro que me fui a dormir, pero no me encuentro en la oscuridad típica de mis sueños.

Me siento de manera muy similar a aquella vez que Shea usó su magia para entrar en mi mente, un cosquilleo en la columna vertebral y la sensación de estar flotando. De repente me encuentro en un lugar familiar, el paisaje que me rodea es la cabaña donde murió mi familia y el bosque nevado.

–Es un lugar muy hermoso– una voz femenina conocida retumba en mi cabeza. Pertenece a esa elfa que conocimos en casa de Shea.

Esa que no me cayó muy bien.

Tiene una presencia abrumadora. Al verla sentí la necesidad de mostrarle sumisión. Eso no me gusta, yo soy de Shea y solo me someto ante ella.

El silencio es mi respuesta.

–¿No eres muy hablador, cierto?–

–No, especialmente con aquellos que no conozco y no me gustan–

–Entiendo lo que ella ve en ti– mi corazón se acelera al escuchar de ella.

–¿Estás hablando de Shea?–

La figura de la mujer aparece ante mí y camina hasta sentarse en el portal de la cabaña. Parece una visión, es realmente hermosa con la piel blanca, los cabellos color mercurio y esos extraños ojos.

Está usando un vestido con tiras muy finas sujetándolo en sus hombros y va descalza. Se mueve con la gracia depredadora, típica de aquellos acostumbrados a cazar.

–¿De quién más estaría hablando?–

–¿Ella está bien? No sabemos nada de ella desde que se fue–

–Está bien… dentro de lo que cabe– la forma de hablar me pone alerta.

–¿Qué le pasa?–

–Ella los necesita, deja lo que sea que estás haciendo y usa tu transportador para llegar a ella–

Y con esa simple orden, ella desaparece y yo despierto de golpe. Cambio a forma humana y tomo el teléfono satelital con el que me he estado comunicando con Kai desde que nos separamos y lo llamo.

El teléfono da varios tonos y no contesta. Me pongo ansioso y camino de un lado a otro. Kai suele responder en los primeros tonos.

–Vamos, contesta– puedo escuchar la tensión en mi voz.

La llamada se corta, pero insisto. Y mientras me pongo algo de ropa encima una voz monótona dice que está apagado. Eso no es normal, para nada.

Tengo un mal presentimiento.

***
Kai

El teléfono suena en la distancia, pero no puedo moverme ni un centímetro. Me han desangrado y apenas puedo mantenerme consciente.

–Precioso, te llaman– una mano femenina me agarra del pelo y me levanta la cabeza bruscamente. Marlene, que hija de perra. Me ha secuestrado y debilitado para matarme.

–¿Quién es?– le pregunta a la persona que sostiene mi teléfono.

–Dice: Shane– una voz masculina suena desde mi izquierda.

–Oooh, ¿es tu novio?– dice ella con voz burlona, pero puedo ver en sus ojos oscuros los celos y el odio. Nunca pudo soportar que la rechazara.

–Es mucho más que eso– es mi hermano y mi compañero. Por no decir que amamos a la misma mujer.

–Arrrrg– suelta un sonido furioso para nada femenino y coge un sable, lo desenvaina y lo dirige a mi cuello.

–¿Unas últimas palabras?–

–Tengo varias cosas que decir. Uno, eres una malcriada, nunca supiste aceptar un no por respuesta. Dos, has hecho perder el tiempo de todos estos vampiros por una venganza personal, no eres buena líder – no sé qué demonios estoy haciendo, solo alargo lo inevitable.

Entre los vampiros que hay aquí dentro no conozco a nadie, no es como si tuviera mucho contacto con el mundo vampírico de cualquier forma.

Esta hija de puta, es la líder de los vampiros franceses desde hace más de 200 años y fue ella quien me convirtió. Ella quería que  yo fuera su compañero de sangre, pero yo no quise, no estaba enamorado y ella estaba obsesionada conmigo, obviamente aún lo está.

Fui a Japón a presentar mis respetos a mis ancestros y a limpiar la tumba de mi hermano.

Decidí visitarla para limar asperezas y sumarme a la comunidad. Pensé que ella había madurado y aprendido a olvidar, pero es incapaz de hacer tal cosa.

–Tres, me estás reteniendo contra mi voluntad y tengo personas esperándome. ¿No puedes simplemente olvidarme?–

El silencio se asienta en la oscuridad, donde siento la presencia de numerosos vampiros. Y Marlene parece echar humo por las orejas.

–Eres un desagradecido. ¡Yo te convertí! ¡Te di la vida eterna! ¡Y me abandonaste!– lágrimas se agrupan en sus ojos y siento un poco de pena por ella.

–Eso no te da derecho a retenerme contra mi voluntad– uso mi voz más suave y persuasiva, para calmarla.

–Claro que sí, soy tu creadora–

–No existe ninguna ley vampírica que apoye esta locura. Déjame ir, por favor–

–Claro que te dejaré ir– su voz se escucha serena, pero sus ojos dicen la verdad.

Mueve la espada que aún tiene en la mano en dirección a mi cuello con una gran sed de sangre. No tengo fuerzas para moverme, mucho menos para intentar esquivar el golpe.

Voy a morir.

Ren… Shea… Shane…

Cierro los ojos esperando el final, con un recuerdo feliz. Shea, Shane y yo sentados en el sofá de casa de ella, riendo y disfrutando. Aprieto los parpados para retener esa imagen esperando sentir el filo de la espada en mi cuello.

Instantes después mi cabeza sigue unida a mi cuerpo y Marlene está completamente paralizada y pálida, con el filo de la hoja rozando  la piel de mi cuello, pero sin llegar a cortarla. Ella tiene la vista clavada en un punto detrás de mí y suelta la espada.

Las cadenas se aflojan y de alguna forma mantengo el cuerpo erguido, aunque solo quiero caer en una cama y dormir tres semanas. Una mano fuerte se pose sobre mi hombro y me mantiene en el lugar.

Coge tu teléfono, creo que la llamada era importante. Esa voz de barítono resuena en mi cabeza enviando un escalofrío por mi columna vertebral. La magia de su cuerpo se filtra en el mío a través de la mano en mi hombro.

Me levanto en silencio, sin mirar atrás y cojo mi teléfono (alguien lo apagó y yo lo enciendo) tengo varias llamadas perdidas de Shane, también dejó un mensaje.

No sé en qué andas metido y espero que estés bien. En cuanto escuches este mensaje usa el transportador que nos dejó Shea, tenemos que ir con ella. Algo malo le ha pasado y estoy preocupado. Voy unos pasos por delante. No tardes.

Ok, ahora estoy preocupado. Cojo la caja al fondo de mi mochila y la abro, el transportador está bien. Me pongo la mochila en la espalda con el tubo en la mano y me giro para ver al hombre que acaba de salvar mi vida.

Drácula, el puto Vlad “El Empalador” Tepech, evitó mi muerte. El tío es una leyenda en nuestro mundo. Nadie lo convirtió, (al menos no un vampiro), todos lo conocen y lo siguen.

Es el vampiro más poderoso de todos los tiempos, pero nadie lo conoce realmente, es un solitario y un enigma andante.

Inclino mi cabeza en señal de respeto y agradecimiento mientras rompo el tubo. El contenido se condensa me rodea poco a poco, haciendo mi piel cosquillear. Instantes después estoy en un bosque desconocido, y frente a mi está la casa de Shea.

Un suspiro de alivio saca parte de la tensión que estaba en mi cuerpo por estar en otra situación cercana a la muerte y entro en la casa.

***

Aquí estamos de nuevo, pichones. Un poquito de drama y adrenalina para nuestros protagonistas.

Aquí tienen el capítulo que les prometí y puntual 😅.

Nos vemos de nuevo el jueves, con el reencuentro.

Ciao, ciao.