–¿Cómo?– Shane está confundido.

–¿Pretendes enfrentarte sola a ese monstruo? ¿Por qué?– Kai está enfadado

–Porque no puedo perderlos a ustedes también–. La fina cuerda que sujetaba el control de mis emociones se rompe y grito –¡Por culpa de mis acciones están en esta maldita situación! ¡Si nunca me hubieran conocido no estarían en peligro!– las lágrimas se me escapan y caen por mis mejillas. Me fallan las fuerzas y caigo sobre mis rodillas.

Dos grades manos se posan en mis hombros. Me giro para ver que están fuera del círculo y las marcas en sus cuellos se han desvanecido.

–Nada de esto es tu culpa y nunca vas a perdernos– Shane se baja a mi altura y me abraza los hombros.

–No somos como tu marido. No moriremos tan fácilmente. Gracias a que te topaste en nuestro camino, conocemos el verdadero significado de la libertad– Kai me ayuda a levantar y me da un beso en la frente. Ambos me toman de las manos y asienten.

Creo que acabo de caer enamorada.

–Está bien–

–¿Ya tienes un plan?– Kai debería tener una señal que diga: Adivino. Justo en la frente.

–Sí–

–Lo sabía– se ríe por su adecuada suposición.

–¿Qué hacemos?–

–En de 10 minutos…–

***

Ya explicado el plan caminamos hacia dónde está Makal apresado.

–Muchachos, ¿cómo están?–

–Cállate– gruñe Shane. Puedo sentir la violencia contenida, está furioso y quiere descargar esa furia en el causante.

–Uy, cuanto mal humor. Shea, querida, parece que no eres muy buena en la cama, porque ellos dos están de muy mal humor– preferiría ignorarle, pero el objetivo es mantenerlo ocupado.

–Soy genial en la cama, imbécil–

–Ya lo he visto, tienes unos encantos… abundantes–

¿Es mi imaginación o me está llamando gorda?

¿Nos ha espiado mientras estábamos en la cama?

Un escalofrío de asco me recorre el cuerpo.

–Makal. Déjame decirte lo que he descubierto según mis observaciones previas–

–Habla, muchacha– la burla tiñe la cara de ese cuerpo prestado. Pobre chica.

–Eres un ser antiguo, tanto que ya no apareces en los libros de historia de la magia. Eres en extremo poderoso, y me superas en casi todo lo relacionado con la magia. No tienes un cuerpo físico, por eso usas el de otros para interactuar con este mundo. Además, no pueden llevar a cabo la posesión a la ligera, porque es un hechizo complicado, agotador y fácilmente detectable, explicando porque usaste la vinculación forzosa en estos chicos para hacer el trabajo que tú no puedes. Eres un ser mágico, así que naciste en Altana y por eso… puedo enviarte de vuelta allí–. Cuando empecé a hablar sobre lo que desconozco y como me supera, se regocijaba con ello, pero cuando enumeré sus debilidades, su cara comenzó a cambiar y tornó igual de fría que su voz.

–Niña, no creas ni por un instante que puedes ganarme–

–Yo no puedo ganarte, pero…– le enseño un pequeño puñal, con una empuñadura bañada en oro y con la hoja blanca como la luz de luna. –…esto te dañará, ¿cierto?– digo con una sonrisa.

–¿De dónde sacaste eso?– dice mientras tira de las cadenas con desesperación.

–Me lo dio mi maestra como obsequio hace unos años, ¿sabes lo que me dijo?–

–Es un puñal bendecido por una sacerdotisa del Templo, con sangre de dragón imbuida en la hoja. Disipa cualquier hechizo y deshace la magia– habla como si le estuvieran arrancando las palabras de la boca.

–Ding, ding, ding. Punto para Makal– me estoy divirtiendo mucho con esta situación.

–Niña… libérame y prometo nunca más acercarme a ustedes–

–No– gruñe Shane.

–Esta noche pagarás por tu crímenes, para dar paz a las almas de aquellos que has matado– Kai habla fríamente.

Un grito monstruoso sale de la boca negra y la magia se condensa, la está absorbiendo de la tierra y está quemando el círculo mágico. Retrocedemos alejándonos de la bomba a punto de explotar ante nuestros ojos y los chicos se ponen delante de mí para protegerme.

Shane se quita la camiseta cuando sus músculos ondean bajo la piel y se escucha el sonido de huesos reacomodándose y rompiéndose. Detiene la transformación antes de completarla quedando en un estado entre humano y bestia. Es grotesco e inesperadamente hermoso.

Kai saca sus garras y colmillos, mientras sus ojos se tornan totalmente negros. Se ven amenazadores y listos para pelear. Bien.

Miro disimuladamente sobre el tejado de la casa y los árboles cercanos. Varias docenas de aves, cuervos en su mayoría, están posadas en los aleros y las ramas, mirando hacia aquí. Esperando mi señal para atacar.

De acuerdo, todo va según el plan.
Makal se libera del hechizo completamente y la onda expansiva causada por su magia nos envía al suelo a los tres.

Joder. Es más poderoso de lo que pensé.

–¡Pian, Eagal!– grito. Mis gárgolas bajan del cielo como pesadillas con cadenas de hierro encantado entre sus garras. Rodean a Makal con las cadenas y lo sujetan fuerte entre los dos.

–¡NOOOO!– Makal vuelve a gritar y usa su magia para deshacerse de las cadenas, pero no puede. Las cadenas de hierro negro encantado anulan la magia del cuerpo, así no podrá salir de ese cuerpo, aunque no impiden que manipule otro tipo magia.

La tierra tiembla y me llega una revelación. Tenemos que terminar rápido con esto o de verdad, moriremos.

–Kai– lo llamo y le doy el puñal. Asiente y mira a Shane, quien se asiente también. Siguiente fase del plan. Miro al cuervo más grande que está posado en un farol.

Hugo. Atácalo.

No me des órdenes, loca. No entiendo como pude ser tu novio durante siete años. El cuervo es una extensión de la magia y la mente de Hugo, que se encuentra a miles de kilómetros de distancia.

Soy muy buena en la cama.

Eso… no lo niego.

Todos los pájaros se elevan al unísono y atacan coordinadamente a Makal, distrayéndolo de Shane y Kai, quienes se acercan lo más rápido que pueden a la figura.

Yo me quedo atrás porque además de ser una cobarde, aunque me cueste admitirlo, soy completamente inútil en una pelea cuerpo a cuerpo.

Me arrodillo en el suelo, para evitar lo peor del viento y saco una pequeña bolsita de entre mis senos. Dentro hay un cristal circular transparente, parecido a una canica, pero un poco más grande, con runas grabadas con sangre en la superficie.

Shane rasga la carne de la espalda de Makal con sus garras, llamando su atención. El medio felino ataca varias veces con sus garras antes de ser golpeado por una onda mágica. Aprovechando la distracción de la bandada de aves y Shane, Kai le clava el puñal a Makal justo en el centro de los omóplatos desgarrando el núcleo de poder de Makal. Un grito desgarrador suena  momentáneamente y se hace un silencio absoluto. El viento se detiene y las aves se dispersan.

Me acerco hasta el cuerpo ahora arrodillado de Makal y pongo la esfera frente al cuerpo.

–No importa lo que me pase. Mi gente se alzará igualmente, y en venganza, consumirán ambos mundos, hasta las cenizas. Como es el deseo de mi creador…– las últimas palabras dichas entrecortadamente me causan un escalofrío. Tienen un toque amenazante.

Una sombra negra sale del cuerpo femenino rasgado, almacenándose en la pequeña esfera. Les hago un gesto a las gárgolas para que liberen el cuerpo de las cadenas.

Shane, en su forma humana, y Kai me ayudan a poner el cuerpo en el suelo en posición horizontal.

–Gracias– un susurro proveniente de los labios femeninos ensangrentados. Cuando exhala su último aliento, me estremezco.

No quiero imaginar el sufrimiento que Makal le hizo pasar para romperla. Era una chica bonita. Antes que le arrebataran la mente y el cuerpo.

–No había nada que pudieras hacer por ella– una voz femenina dice esas palabras.

Miro al lugar de donde viene la voz. Shane y Kai se ponen en guardia ante una nueva presencia, preparados para atacar.

–Chicos, no…–

–Reina Elen– Pian y Eagal corren en dirección a la recién llegada mientras se encogen, y se lanzan sobre ella en busca de mimos.

–Pequeñajos– la Reina de los elfos de Altana, suelta su imponente lanza y se sienta en el suelo para acariciar a los revoltosos.

–Kai, Shane. Conozcan a Arelenti, líder de la raza élfica de Altana y… mi mentora–

***
Kai

Esa mujer que está despatarrada en el suelo es la máxima soberana de una de las razas mágicas más poderosas que existen.

Honestamente, siempre la he admirado.

Era muy joven cuando asumió el trono. Su pueblo estaba en malas condiciones debido a las malas decisiones del rey anterior, pero ella sacó al pueblo adelante.

Estimuló el comercio, resolvió conflictos de siglos de antigüedad y destruyó muchos prejuicios con las palabras correctas y muchas decisiones sabias. Lo hizo en menos de 400 años.

La mujer que me convirtió en vampiro, nació en Francia hace más de 300 años y tuvo el placer de conocerla. Ella no es fan de los halagos, pero hablaba maravillas de la Reina. También la describió como la criatura más hermosa que ha visto (con mucha envidia), y no se equivocaba.

Parece salida de un cuento de hadas, aunque no es solo eso. Su fuerte y calmante presencia hace imposible dejar de mirarla.

Esta criatura es la mentora de Shea. Tienen la misma sonrisa ladeada y la forma de arquear las cejas. Es muy tierno.

Hago una reverencia para mostrar mis respetos, y silenciosamente agradezco a esta mujer por poner a Shea en nuestro camino.

***
Y aquí el capítulo del sábado✌
De cualquier forma, hoy publicaré otro(s).

Aún no lo sé.

Hay muchas cosas que quedan por resolver y cosas que nos quedan por saber de nuestros protagonistas.

El peligro ha pasado, pero la historia no ba terminado.

Sigan leyendo, den en la estrellita y comenten.

Graciassss 🤗