Capítulo 10
Las dos semanas siguientes pasan en un torbellino de trabajo, preparativos para el hechizo y sexo. Mucho sexo.
En cada momento libre follamos, siempre los tres juntos. Aunque, hay algo que me escuece. Todavía no he tenido la polla de Shane dentro de mí y hemos hecho de todo, por lo cual es un golpe para mi ego. Cosa que pensándolo así, suena a tontería. No puedo entender porque no quiere hacerlo, pero no lo forzaré.
Son las 10 p.m. y ellos dos salieron a buscar los últimos ingredientes. Mientras yo estoy almacenando mi sangre y otras sustancias necesarias para el hechizo. Hoy hay luna llena por lo tanto, mañana en la noche corresponde hacer el ritual, que va a ser agotador, física y emocionalmente.
Escucho unos sonidos conocidos que me hacen levantar la cabeza. Pian y Eagal están revolcados por el suelo, jugando. Pero sus juegos consisten en golpearse mutuamente hasta cansarse o hacerse daño.
La primera vez que jugaron de esa forma rompieron una mesa, dos sillas y una maceta, hasta que los paralicé con un hechizo y procedí a explicarles que debían tener mucho cuidado para no hacerse daño, ni romper nada importante dentro de la casa, porque podrían terminar mal parados. Esta casa está llena de trampas y hechizos, un paso en falso y se desata la mierda.
–Chicos, basta de juegos– me ignoran y siguen golpeándose el uno al otro mientras se revuelcan por el suelo.
Y ocurre lo inevitable.
Golpean la pata de una mesita baja y un pequeño objeto de cristal cae al suelo, rompiéndose en añicos. Mi corazón se salta un latido cuando noto que se rompió. Era un pequeño frasco de cristal, finamente tallado, que hace mucho tiempo tuvo el perfume más delicado que alguna vez he olido.
Fue un regalo de aniversario. Por nuestros 10 años de casados.
El corazón se me estruja a medida que me acerco a los pedazos de lo único que me quedaba del pasado. De él. De nuestra vida juntos. De nuestro amor. De nuestros sueños.
Con mucho cuidado recojo los pedazos que tengo a mi alcance y los pongo en un cenicero de cristal ubicado en la mesa de mi escritorio. La casa está en silencio.
Mis feos pero hermosos compañeros me miran con miedo en los ojos, sintieron el tirón del dolor que provocó todo esto.
–Lo sentimos mucho, Ama. No pretendíamos hacerle daño– Eagal habla por ambos mientras Pian se oculta tras su espalda.
Pian siempre ha sido más asustadizo y emocional, Eagal suele llevar la voz cantante de los dos. Me arrodillo frente a ellos y los envuelvo entre mis brazos.
–Sé que ambos lo sienten y acepto vuestras disculpas. Lo que se rompió no era peligroso, pero era importante para mí. Un recuerdo importante, pero solo eso, un recuerdo. Si algo peligroso se hubiera roto, podría haberles hecho mucho daño y no puedo perderos chicos. Por eso no deben pelear dentro de la casa– me separo de ellos y pongo mi voz firme –Están castigados hasta el amanecer. Vamos fuera–
Salimos al patio y ellos se detienen sobre un círculo mágico incompleto y desdibujado.
Completo el círculo y sus pequeños cuerpos se comienzan a endurecer y paralizar. Soy completamente consciente de que odian estar encarcelados, pero esta es la única forma de castigarlos sin causarles dolor.
Beso las cabezas de las estatuas y entro en casa.
***
–Estamos de vuelta– son las 3: 40 a.m. y yo estoy sentada en el salón viendo una serie animada que fue estrenada hace poco.
–¿Lo consiguieron todo?– pregunto sin quitar la vista de la pantalla.
–Sip– Shane se deja caer a mi lado en el sofá y me rodea con los brazos. Me olfatea y me besa el cuello provocándome un escalofrío de placer. Es muy cariñoso y le encanta en contacto físico, como un gatito.
–Voy a poner esto en tu estudio–
Kai vuelve sin la bolsa con la que llegó y se sienta a mi otro lado, estira las piernas y las cruza a la altura de los tobillos.
Su camisa negra de seda se estira sobre su pecho cuando pasa un brazo sobre mis hombros y me besa en la mejilla. Pasamos un rato en silencio mientras transcurre el último capítulo de la serie y cuando termina me quedo con la boca abierta y con ganas de ver más.
Me levanto del sofá, y voy al estudio. Compruebo lo que trajeron y todo está perfecto. Unos instantes después ambos machos se paran en la puerta de la habitación.
–¿Qué te ocurre?– Kai habla.
–Nada–
No estoy de humor para hablar con nadie sobre nada.
–¿Dónde están los revoltosos?– pregunta Shane.
–Castigados–
–¿Por qué?–
–Porque hicieron algo indebido–
El silencio vuelve a llenar la habitación. Y ya no tengo nada que hacer aquí dentro, pero no quiero girarme y ver sus caras. Así que me dirijo a los estantes y cojo un libro al azar.
–No tienes que hablar con nosotros si no quieres, pero no nos gusta verte así– suelto un suspiro ante las palabras de Kai.
Me he portado como una borde desde que pasó lo de esta tarde.
–Es una tontería–
–No lo es. O no estarías tan triste–
–¿Me veo triste?–
–Sí–
–No quiero hablar así que mejor se los mostraré. Vamos a mi habitación–
Al entrar en la habitación de descalzo y me quito la ropa, quedando en ropa interior. Me lanzo a la cama y ellos hacen lo mismo. Acostándose Shane a mi izquierda y Kai a mi derecha.
Les ofrezco a cada uno, una mano. Cuando los estoy tocando a ambos cierro los ojos y me preparo mentalmente para abrirme a ellos.
Les muestro un recuerdo de la vieja cabaña de madera donde viví los primeros años de mi vida, aislada en el medio de bosque espeso.
La casa consta de una pequeña habitación que no está dividida. Pegada a la pared de la derecha hay una estrecha cama, en la pared de la izquierda un pequeño horno y en el centro una mesa con un par de sillas. Las otras paredes están cubiertas por estanterías llenas de libros.
Ustedes saben lo que es la soledad de los inmortales, así que no lo explicaré. Mis padres habían muerto recientemente y estaba sola, además de terriblemente curiosa. Tenía ansias de conocer algo más que las paredes de la cabaña y los bosques circundantes.
Decidí salir de mi confinamiento a ver a mi hermano mayor. Viajé durante mucho tiempo hasta llegar a la costa.
Escocia era, y aun es, un país hermoso. En aquel entonces quería adentrarme en lo desconocido, y lo hice. La travesía estuvo llena de cosas nuevas, pregunté sobre todo a cualquier persona que hablaba conmigo.
Mi curiosidad era incontrolable.
La primera vez que vi a mi hermano después que abandonó la cabaña fue un shock para mí.
Me di cuenta que el tiempo no me afectaba de la misma forma que al resto de las personas. Él lucia sus cabellos salpimentados y arrugas con el orgullo típico de la madurez y yo parecía una chica de 16 años. Él se alegró mucho de verme, me dio la bienvenida en su casa, y le dijo a la familia que era su sobrina.
Pasó poco tiempo hasta que me acostumbré a la vida del pueblo. Trabajé muy duro para que todo funcionara, y lo hizo. Hasta que conocí a un hombre.
Evan era magnífico, con su pelo rubio y ojos verdes, el hombre más bueno y cariñoso del mundo. Era alfarero, todo un artista. Me enamoré rápidamente y me casé con él. Los años que estuve a su lado fueron los mejores de mi vida. Pero… el tiempo no me afecta de la misma forma que a ellos. Mi hermano murió poco después de casarme y yo solo tenía a Evan.
Pasaron 12 años antes de que las cosas empezaran a salir mal.
Cuando todos comenzaron a notar que ellos envejecían y yo no, el infierno se desató.
Dejaron de vendernos comida, no podía salir de casa sin que me gritaran obscenidades y Evan se quedó sin trabajo. Hicieron lo imposible por aislarnos, incluso amenazaron con quemarme en la hoguera, así que tomé cartas en el asunto.
A lo largo de los años había aprendido sobre mi magia y todos sus usos. Con esos conocimientos preparé un hechizo para que todo el pueblo me olvidara. Tracé un plan, un día de festividades, cuando todo el pueblo estaba reunido lancé el hechizo y todos fueron afectados… incluso Evan.
La magia es una balanza, y todo tiene su precio. Cuando intenté revertir el hechizo en Evan enloqueció y… terminó matándose. Maté al hombre que amaba. Él confió en mí y yo le llevé a su muerte. Quise morir e ir tras él, pero una persona salvó mi vida, y me devolvió las ganas de vivir. He estado trabajando para pagar mi deuda.
Durante todo el relato les muestro algunos de mis recuerdos, los buenos y los malos. Agradezco el silencio que sigue a mi confesión, porque me deja ordenar mis desenfrenados pensamientos.
–Y esa es mi historia–
–Tú no lo mataste– dicen los dos al mismo tiempo.
–Claro que sí–
–No. Fue la convergencia de muchos factores sobre los cuales, tú, no tenías control alguno– Kai me aprieta la mano mientras habla.
–Pude haberle dejado ir cuando me olvidó–
No puedo evitar sentirme responsable por todo lo ocurrido.
–Eras una joven enamorada, y casi un bebé en cuestiones de magia. No podías adivinar como le afectaría el contrahechizo–
–Podría haber hecho las cosas de otra manera– Shane se levanta sobre un codo y me mira a los ojos antes de hablar.
–Pero no puedes cambiar el pasado. Los “y si” no van a cambiar nada, solo te harán sentir culpable y te destruirán–
Unas lágrimas se me escapan de las comisuras de los ojos y es como una presa desbordándose.
Dos cuerpos masculinos me abrazan y me dan el consuelo que necesito mientas lloro hasta caer dormida.
***
Estoy preparando unas mezclas de hierbas que necesitaremos mañana en la noche y los chicos me hacen compañía.
–¿Por qué no podemos hacer el ritual hoy mismo?– pregunta Shane.
–El flujo de la magia está estrechamente relacionado con la naturaleza. La posición de la Luna, las mareas, la gravedad, el viento, los sismos, el movimiento de las placas tectónicas, los ciclones y otros fenómenos, afectan el flujo de la magia. Los que hacemos magia y las razas mágicas, podemos asimilar la magia dentro de nuestros cuerpos además de manipular la magia del ambiente– Shane se queda con cara de no entender nada. Kai está más familiarizado con la magia.
–Poniéndolo simple, la magia es el resultado de la asimilación y manipulación de una sustancia llamada mag que se comporta de forma similar a un gas. Esta sustancia proviene de la tierra y mientras más altura gane, mayor cantidad de magia hay en el ambiente. Durante todo el mes, el gas alcanzaría, aproximadamente la altura del tobillo. Y durante las más o menos 12 horas que la luna llena está presente en el firmamento, el gas supera los 2 metros de altura (de forma que la magia alcanza su punto álgido) y en luna nueva el nivel de la magia va por el subsuelo (haciendo prácticamente imposible hacer magia). Mañana, la noche después de la luna llena, la magia fluirá poco a poco de vuelta a la tierra, y es necesario para deshacer el hechizo–
–Entiendo. Gracias Shea– la cara se le ilumina con la típica dicha de alguien que satisface su curiosidad.
No tengo idea como me acostumbraré nuevamente a la soledad después que se vayan.
***
Kai
Mañana obtendremos nuestra venganza. Finalmente seremos libres del hacha que se balancea temerariamente sobre nuestras cabezas. Solo quiero reír y hablar con libertad, sin ser forzado a hacer algo que no deseo.
Estoy cansado. Desde que Makal apareció en mi vida ha sido un descontrol sin sentido. He pasado más de 100 años a la deriva, sin un sitio al que pertenecer. El único hogar que conocí fue con mi hermano, y eso no lo puedo recuperar.
Tráeme ese libro y recuperarás a tu hermano.
Esas palabras, dichas para manipularme, me alentaron a darle lo que quería, pero con los conocimientos que adquirí durante años de leer sobre magia, sé que recuperar a mi hermano es imposible.
La necromancia es un tabú en el mundo de la magia.
La muerte es intocable, no se puede traer de vuelta a un fallecido sin pagar un alto precio.
Y no estoy dispuesto a perder mi futuro por la culpa del pasado.
Enterré a mi hermano hace más de un siglo y me llevé lo mejor de él. No puedo pedir nada más.
Mi futuro, y también el de Shane están aquí.
Cuando comenzamos a acostarnos con Shea todas las noches pensé que, eventualmente, ella elegiría a alguno de los dos para establecerse, pero estas pasadas semanas me han hecho darme cuenta que ella nos quiere a ambos. Y yo no me imagino el futuro sin Shane.
Es un sentimiento extraño. Antes de ser amigos, éramos desconocidos forzados por las circunstancias. Con el tiempo, nos dimos cuenta que teníamos muchas cosas en común, e hicimos una promesa.
En las buenas y en las malas, hermanos para siempre.
Y desde entonces, ya no estamos solos.
***
Hellooooo. Aquí está el capítulo de hoy. Un poquito tarde, pero he estado ocupada.
Disfruten, den like y comenten.
Un besote grande.
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