-¿Ves aquel claro? -Niaj señalo con la mano -Al atravesar el prado esta la casa de mi tío y a poco a pie, la aldea. -Ella miro fijamente el lugar -¿Pasa algo?

-No -negó con la cabeza y dio un paso adelante.

Sus ojos rojos, la miraron como se mira a una presa. Sintió el corazón latir de él, los jadeos de su respiración, la rapidez de sus patas moverse. Y el salto...

-¡Apártate! -Sienna empujo a Niaj, cayendo con él al suelo.

-¡¿Pero qué...?! -y el miro al enorme lobo. Un impresionante lobo negro, con los ojos rojos, mirándolos. Sus patas abiertas, preparado para atacar. -No lo conozco.

-No es un amigo -Sienna movió lentamente la mano, hacia su muslo, para tomar su daga.

-Yo me encargare -Niaj desenvaino su espada.

El animal salto hacia ellos, pero antes de alcanzarles, se vio lanzado al suelo.

Los gruñidos inundaron el bosque, mientras los dos lobos pelaban, sus bocas abiertas, con los grandes dientes tratando de clavarse en la piel del otro, revolcándose en el suelo.

-¡Naya! -Niaj se incorporo, dando un paso hacia ellos.

-¡No te acerques! -Sienna le agarro del brazo tirando de él, entonces hizo una mueca y le apretó el agarre, sintió la mirada confundida de él en su rostro. El aullido de la loba resonó, mientras los dientes del lobo negro se clavaban en su rostro. -No -dio un paso a un lado, y acerco la daga a su mano, la corto, dejando que la sangre fluyera. Inmediatamente el lobo alzo la cabeza y la miro con anhelo. Y se lanzo a por su presa, mientras ella alzaba la daga.

Pero la espada de Niaj se cruzo en su camino, hiriendo al animal y logrando que este saliera huyendo.

-¡¿Te has vuelto loca?! -corrió hacia ella y tomo su mano, arranco un trozo de su camisa y envolvió su mano.

Naya gimió, acercándose a ella y restregando su cabeza contra su vestido.

-¿Estas bien Naya? -se agacho y toco la pata del animal -Taing duth (Gracias)

-Tienes muchas cosas que explicarme -Niaj la miro serio, miro a la loba y de nuevo a ella.

-Quizás no te gusten las respuestas -y ella guardo su daga y se agacho para coger su bolsa.

-Vamos, te curare la mano en cuanto lleguemos -El camino agarrándola del brazo.

A unos metro pudieron vislumbrar a un hombre, el tío de Niaj, cortando leña. Cuando el pareció divisarlos, coloco la mano sobre sus ojos, ocultándolos del sol.

-¡Niaj! ¡¿Que ha pasado?! ¡¿Estas bien?! -soltó el hacha y corrió hacia su sobrino.

-¡¿Que pasa?! -su esposa, salió de la casa e imito a su marido -¡Dios Santo! ¡Temíamos que te hubiera pasado algo!

En cuanto llegaron a ellos, la mujer lo abrazo y el hombre lo miro aliviado.

-Estoy bien -el sonrió levemente -Necesitamos quedarnos aquí unos días.

Entonces la mirada del matrimonio recayó en ella.

Gudman se tenso, mirándola fijamente, mientras su esposa, Miyed dio un paso atrás.

-Os presento a Sienna -Niaj la señalo y frunció el ceño -¿Ocurre algo?

-¿De que os conocéis? -Su tío la miro de arriba abajo.

-No recuerdo que fueras tan desagradable tío -Niaj alzo ambas cejas.

-Si, claro -el asintió -Soy Gudman. Sera bien recibida en nuestra casa.

-Pero...-Miyed miro a su esposo y agacho la cabeza al ver que el la miraba serio.

-Gracias -Sienna hablo asintiendo -Sera el menor tiempo posible, no quiero causar ninguna molestia.

-Hemos tenido un percance -Niaj tomo la mano de ella -Tengo que curarle.

-Claro, pasad -Miyed asintió, se giro y camino hacia la casa.

Una vez todos estuvieron en el interior, un tenso silencio se instalo en el lugar. Miyed, sirvió algo de comida para ambos, Niaj se concentro en curar y limpiar el corte de la mano de Sienna, mientras Gudman la miraba fijamente.

-Me muero de hambre -En cuanto termino, dejo el trapo en el cuenco de agua y se incorporo.

-Deja, yo me ocupo -Miyed tomo el cuenco -Tu come.

-¿Que paso? -Gudman miro a su sobrino.

-Había unos hombres en el bosque, atacaron una pequeña aldea que había en el bosque -Niaj frunció el ceño -Mataron a muchas mujeres. -el sonido del cuenco cayendo en el suelo llego hasta ellos, Miyed lo recogió rápidamente. -Nos persiguen.

-¿Os? -Gudman miro a Sienna.

-Si, nos persiguen -y con eso quedo fuera de discusión el que él no se inmiscuyera en el asunto.

-Gracias por la comida -Sienna se incorporo, recogiendo su plato.

-Deja, yo... -Miyed se acerco y le arrebato el plato -Yo me encargo.

-Supongo que querréis descansar -Gudman miro a su sobrino -Solo tenemos otra habitación.

-No importa -el miro de reojo a Sienna, dispuesto a hacer una broma, pero al ver que ella mantenía la vista en el suelo, frunció el ceño. -Nos apañaremos.

-¿Estas seguro? -Su tía lo miro preocupada.

-Si -el observo a sus tíos, confundido.

-Te dejare algún vestido -Miyed hablo a Sienna, con cierto nerviosismo -Para que puedas lavar ese.

-Voy a echar un vistazo a los alrededores -Niaj se incorporo, tomando su espada.

-Yo te acompaño -Gudman se levanto y camino junto a su sobrino.

Todo quedo en silencio, Sienna permaneció sentada en el mismo lugar, mientras Miyed desapareció en el interior de la casa y regreso dejando un vestido de la mesa.

-Creo que te quedara -no la miro

-Gracias -alargo los brazos y tomo el vestido.

-Se lo que eres -Miyed trago saliva -¿Que paso con las ...demás?

-Las pocas que sobrevivieron se han escondido -se incorporo de su lugar -Mataron a todas las que pudieron, incluidas niñas. -se quedaron mirándose fijamente. Los ojos de Miyed se llenaron de lagrimas -Siempre me dijo que ese era su destino.

-Lo siento -Sienna cerró los ojos con fuerza.

-No quiero que maten a Niaj -dio un paso hacia ella -Vuestra maldita magia me arrebato a mi hermana, no a él.

-Solía pasear al anochecer, venia a la linde del bosque y te observaba -hablo, viendo como ella gemía, llorando -Cada día.

-Dios mío -Miyed llevo las manos a su pecho llorando

-Wendolen era la mujer más maravillosa que jamás he conocido, fue una madre para mí -apretó el vestido en su mano -Tu hermana fue una madre para todas nosotras.