El polvo del camino se alzo, dando la señal a los vigilantes de la fortaleza, de que un ejército se avecinaba.

Isobel lanzo la daga, clavándola en el centro de la diana marcada en la puerta de los establos, Freya le sonrió, asintiendo, retirando la daga y caminando hacia ella para entregársela de nuevo. Javrik sentado en los escalones del castillo, las observaba en silencio.

-Te gusta -Kristal se sentó junto a su hermano, mirándole con una sonrisa -Y tu le gustas a ella.

-No digas tonterías -El desvió la vista incomodo

-Javrik -ella alargo la mano para tomar el brazo de su hermano -Regresaran ¿Verdad?

-Por supuesto que lo harán -él la miro a la cara, paso el brazo por sus hombros y tiro de ella, abrazándola contra su pecho -Son el Diablo, el Invencible, El Conde, El Duque, La Bruja...

-¡¡Ríndete!! -Marga avanzo con su espada contra su hermana.

-¡Ríndete tú! -Moira se defendió, atacando de nuevo.

-Ninguna ganara -Lucien Bukchaman bufo molesto

-El Frio está mirando a Kristal -Connor Bukchaman, miro a su hermano mayor y señalo con la cabeza, hacia donde Aidan MacCarty se encontraba, sentado bajo un árbol, mirando a Javrik abrazar a su hermana.

Kendrick Algart, futuro Conde de Winston salió de la casa acompañando a su hermano pequeño Kenneth y a su madre Eara.

-Yo ganaría a ambas -Kurgan MacCarty hablo mirando a las gemelas.

-Tú no podrías con ellas -Alec MacClain, futuro Duque de Bedford lo miro molesto.

-Nosotros te ganaríamos con los ojos cerrados -Connor Bukchaman apretó la mandíbula molesto.

-¿Vosotros? -Kurgan sonrió con superioridad -Un Bukchaman y un MacClain. -negó con la cabeza divertido.

Y de repente, el agua cayó sobre él, dejándolo empapado y desconcertado, mientras Connor y Alec reían.

-¡Ayleen! -Jannet grito mirando horrorizada, como la niña sostenía el florero que acababa de vaciar por la ventana.

-¿Qué? -y ella sonrió y tiro el ramo por la ventana, haciendo que cayera en la cabeza de Kurgan.

Conan MacPearson, que estaba en los brazos de su madre, hizo un sonido parecido a las carcajadas y Jannet negó con la cabeza acunando a su hijo.

-Es terrible -Helen se apareció en la estancia sonriendo -Sera el tormento de algún hombre.

-Yo creo que ella ya decidió a que hombre atormentar -Jannet sonrió.

-¿Pensaste que alguna vez tendríamos esta gran familia? -Ayla habló, mirando a Niara de reojo. Ambas estaban paradas en lo alto de la terraza, mirando al patio, observando a todos los niños, a su familia.

-Ni siquiera pensé que este pudiera ser mi lugar -acaricio su tripa -Y ahora no imagino...-dejo de hablar mirando al frente -¿Qué es eso?

-¿El qué? -Ayla entrecerró los ojos -Yo solo veo...

-Polvo...-y Niara miro al patio -¡¡Se acercan jinetes!!

Y la flecha de aviso se clavo en el centro del patio. Rápidamente los guerreros corrieron a empuñar sus armas.

-¡¡Niños entrad!! -Eara grito, subiendo los escalones -¡Venga!

-¡Vamos! -Freya, tomo a Isobel del brazo y tiro de ella -¡¡Marga!! ¡¡Moira!!

-¡¡Encerraos en la casa!! -Dalias bajo los escalones corriendo con la espada en su mano -Dos a la torre, repartid hombres por la muralla.

Los portones del castillo se cerraron y el silencio inundo el patio.

-Señor -uno de los guardias se paro ante Dalias -Son los Fergusson, el Laird Alastair solicita hablar con usted... dice...dice que Sienna MacLairs solicito su presencia.

-¿Qué? -Dalias frunció el ceño, asintió entonces y acompañado por dos de sus hombres, salió al exterior, cerrándose las puertas tras él. Sin ser consciente de que en segundos, los portones del castillo se abrieron, para dejar paso a Niara, Freya y Javrik que con sus espadas se situaron en los escalones de la casa, mientras Ayla, Eara y Jannet se situaban en los balcones, con sus arcos.

-¡¿Ahora se me considera un enemigo?! -Alastair hablo, subido a su caballo -Las puertas de tu castillo están cerradas para mí y los míos.

-Disculpa amigo -Dalias suspiro -Estamos en unos momentos complicados ...

-Lo sé -Alastair asintió -Es por eso que he venido. Tu hija solicito a mis hombres para proteger tus tierras y aquí están.

-¿Sienna? -Dalias paso la mano por su pelo -Yo...

-Me alegro de que la hayas recuperado Dalias -Alastair miro la puerta y de nuevo a su amigo -Se que mi sobrina esta ahí con sus hijos y también Jannet, la esposa de Eder.

-Mi hija siempre tiene una razón para cada cosa -Dalias extendió la mano hacia el -Si piensa que tu lugar es este, eres bienvenido.

-Este debió ser mi lugar hace mucho, pero el rencor me impidió verlo -estrecho su mano.

Juntos se encaminaron hacia las puertas de la fortaleza, ante las cuales Dalias dio la orden de abrir. Cuando el camino quedo libre, Dalias junto a Alastair y sus guerreros se adentraron.

-Tienes un gran ejercito -Alastair hablo, mirando a Niara, Freya y Javrik.

-¿Es Alastair? -Jannet frunció el ceño, bajando su arco despacio.

-¿Es amigo o enemigo? -Eara miro a Jannet y después a Ayla.

-No lo sé -Ayla aun sostenía el arco con fuerza en sus manos.

-¡Fergusson! -Niara bajo su espada y miro a Dalias -¿Le has pedido ayuda?

-Fue Sienna MacLairs la que me la pidió -Alastair respondió. Una flecha voló ante él hasta clavarse en el suelo, unos centímetros a su lado. Todos contuvieron el aliento.

-¡No es un enemigo! -Dalias alzo la vista y abrió los ojos al ver a Ayla.

-Y lo sabe -Alastair miro la flecha y después a su sobrina -Solo es un aviso.

Media hora más tarde, los Fergusson estaban organizados y situándose para proteger la fortaleza, mientras Alastair sentado en el salón tomaba una copa con Dalias.

-Debo admitir que me sorprende -Niara entro a la sala.

-Estas hermosa guerrera -El se incorporo y se acerco a ella para tomar su mano -¿Quinto?

-Séptimo con Javrik -Ella le miro a los ojos, se giro cuando el ruido de zapatos inundo el lugar -Alastair Fergusson, os presento a Lady Eara Sthorth Lancaster, esposa de Alexander Algart. -señalo a la primera, después a la siguiente -Helen Rusel, Duquesa de Bedford, esposa de Ewan MacClain.

-El Rubí -el se inclino ante Eara y después miro a Helen -La Duquesa que logró que Ewan fuera a la corte.

-Fue un duro trabajo -ella asintió, con una leve sonrisa.

-No lo dudo -miro entonces a Freya -La esposa del Invencible -inclino la cabeza y ella le correspondió.

-Yo no necesito presentación -Jannet entro a la sala, caminando hacia el -Estas viejo Fergusson.

-Los años pasan querida -él la miro a los ojos -Lamento lo de tu padre.

-Nos ofreciste quedarnos en tus tierras, si hubiéramos aceptado, todo habría sido diferente -ella le sostuvo la mirada -Ayla y Eder son tu familia Alastair, ocupa el lugar que te corresponde.

-¿A qué has venido? -La voz de Ayla inundo el lugar y todos, se apartaron, dejándolos uno frente al otro.

-Sienna MacLairs solicito mi ayuda, para vuestra protección - la miró, recorriendo su rostro, como si tratara de recordarla.

-Somos capaces de protegernos nosotras mismas -Ayla vio de reojo, como todos iban abandonando la sala.

-Lo sé -el asintió, suspiro -Pero hay niños, sus hijos, tus hijos... Solo quiero ayudar.

-¿A qué has venido? -y ella dio un paso adelante -Hace mucho también te pedimos ayuda y no acudiste.

- Y no me alcanzara la vida para arrepentirme -el apretó los puños -Le culpe, culpe a ... vuestro hermano, por convertirte en lo que ... Eras mi dulce niña y dejaste de serlo. Pero yo soy el culpable, yo me aparte de vuestro lado, yo no os protegí. Y todo porque creí manchado el honor de mi hermana -se giro dándole la espalda y cerró los ojos -Cuando debería haber estado orgulloso de ella, ver como crio a Lucien, como si fuera suyo, lo acepto...

-Lo amó -ella le interrumpió -Como nosotros le amamos. Y tu quisiste que te lo entregáramos, querías su muerte a cambio de tu protección. ¿Estas aquí por eso? ¿Por que ya está muerto?

-No -se giro de nuevo hacia ella y una lagrima resbaló por su mejilla -Se que nunca podrás perdonarme, yo no puedo perdonarme. Pero este es mi lugar, protegiéndoos y aquí estaré.

-Mama -Lucien entro a la sala, acompañado por su hermano y llevando a Coira en sus brazos, mirando al hombre que hablaba con su madre -La tía Jannet estaba hablando con Helen de nuestro tío.

Alastair los miro sorprendido, fijo la vista en la pequeña, vio el parecido con su madre y los ojos se le aguaron. Miro a Ayla entonces, agacho la cabeza y desvió la vista, dispuesto a no obligarla a presentarle los niños.

-Laird Fergusson, estos son mis hijos -el volvió a mirarla -Lucien -coloco la mano en el hombro del mayor y Alastair abrió los ojos mirandolo - Mi pequeña Coira -la tomo en sus brazos y después paso la mano por el pelo de su otro hijo -Y Connor. -suspiro -Chicos, este es vuestro tío, Alastair Fergusson.

El mantenía sus ojos fijos en Connor Bukchaman, lo miraba como si acabara de prometer todo un futuro a ese niño, sin que nadie más lo supiera.

-Gracias -Miro a su sobrino.

-No tienes un lugar aquí -ella hablo mirándole a los ojos -Tienes que ganártelo. Vamos niños -y se giro, saliendo de la sala, con los niños.

Alastair los vio marcharse y cerro los ojos, sonriendo levemente. Caminó hacia la ventana de la sala y se paro ante ella, observándola salir con sus hijos. Fijo la vista en el niño menor, Connor Bukchaman, le vio bajar los escalones corriendo, para unirse con los otros niños.

Saco una carta que llevaba guardada y la abrió.

Laird Fergusson, le escribo esta carta para solicitar su presencia en las tierras MacLairs, para la protección de su familia. Las mujeres y niños MacClain, Bukchaman, MacCarty y MacPearson necesitan de sus hombres, para permanecer seguros mientras los clanes libran una guerra.

Ahora es su momento, debe recuperar su lugar.

Alli encontrara lo que tanto busca, alli están sus respuestas.

Connor Bukchaman es su heredero, él será el esposo de su protegida.

Una sus vidas.

Sienna MacLairs.