Capitulo 17: Cazado.
El humo llego hasta ella y abrió los ojos. Las llamas se alzaban, imponentes, amenazantes, consumiendo la naturaleza sin piedad. El metal de las espadas resonaba con el viento, los gritos de guerra, de dolor se sucedían. La sangre salpicaba, como si volara con el propio viento. El blanco de las hermanas de la luz se mezclaba con el rojo, el rojo que vestían ellas, las eternas compañeras de la oscuridad. Giro sobre sí misma, viendo los cuerpos a su alrededor, cuerpos de guerreros, cuerpos de sus hermanas, cuerpos del enemigo.
-¡¡Bruja!! -sintió la llamada y alzo el rostro para verla en la lejanía -¡Te di la oportunidad de unirte a mí! ¡¿No has perdido ya suficiente?! -vio su sonrisa, resplandeciente a través de la llama de fuego que se alzaba entre ambas -¿Lo sientes verdad? ¿No es maravillosa? La oscuridad.... es tan poderosa. Y tú puedes tener su poder - movió la mano en el aire y las llamas se alzaron mas -Solo úsalo. Es la única manera.... Meiga.
El dolor la atravesó, atravesó su cuerpo y su alma, la rabia hizo hervir su sangre, algo grande, inmenso ardía en ella y quería dejarlo en libertad.
Avanzo, ignorando las voces que la llamaban, se adentro en el fuego mientras sus ojos se cubrían de oscuridad.
-Agh -se incorporo bruscamente en la cama, respirando agitada. Paso las manos por sus brazos, intentando apartar el calor, la sensación del fuego atravesando su piel. Llevo la mano a su pecho y sintió las lagrimas descendiendo de sus ojos. ¿Que era? ¿Que era ese inmenso dolor, esa rabia? ¿Que le habían arrebatado? Aparto la sabana y se bajo de su cama, se acerco al balcón y miro al exterior.
-¡Toma! -Marga lanzo una manzana al aire
-¡Mía! -Lucien Bukchaman alzo su espada para cortarla. Pero unos instantes antes una daga la clavo en la pared al otro lado.
-¡Eh tu! ¡MacCarty! ¡Esa era de mi primo! -Moira lo señalo molesta.
Aidan MacCarty la miro con su mirada fría, como el mismísimo hielo y después volvió a mirar su plato.
-¡¡Que no oyes señor frio!! -Marga le tiro una manzana, pero una mano la atrapo.
-¡No le tires cosas a mi hermano! -Kurgan MacCarty apretó la manzana en su mano.
-¡¿O que eh!?! -Ayleen dio varios pasos hacia él, mirandolo fijamente.
-Ya, no mas peleas -Kristal agarro a su hermana del brazo -Mama se va a enfadar.
-Si eso, cuidado que la guerrera os castigara -Kurgan hizo una mueca
-¡Eh! ¡Déjalas en paz!-Connor Bukchaman salto de su asiento molesto
-¡¡Pelea!! -Kendrick Algart, futuro conde de Winxton alzo los puños.
-¡¡Pelea!! -Alec MacClain, futuro Duque de Bedford tiro una manzana al aire.
-¡Nadie peleara! -Isobel entro a la sala, con Coira Bukchaman y Ania MacClain a su lado. -¡¿Queréis que vuestros padres se enfaden?!
-¡¿Y por que íbamos a enfadarnos?! -Helen entro a la sala, con su pequeño Kirk tomado de la mano.
-Eso, ¿cual es el motivo para que nos enfademos? -Eara entro, sosteniendo la mano de su hijo Kenneth.
-¿Quien ha dicho de enfadarse? ¿Que ha pasado ahora? -Jannet entro a la sala cargando en sus brazos a su pequeño, Conan.
-¡A empezado el! -Ayleen señalo a Aidan MacCarty y después a la pared.
-¡¡Que no le eches las culpas a mi hermano!! -Kurgan le tiro un trozo de pan.
-¡¡Eh tu!! ¡A mi hermana no le tires cosas! -Marga le tiro una uva, dándole en la frente.
-¡Fue culpa del Frio! -Moira, señalo a Aidan MacCarty.
-¡Si suya! -Connor Bukchaman grito intentando hacerse oír.
-¡Basta! ¡Niños! -Helen frunció el ceño -¡Niños!
-¿Pero que pasa? -Freya entro a la sala con su hijo Kyle a su lado, que al ver lo que se había armado, alzo su espada de madera y quiso correr hacia los demás, pero ella le sujeto por el brazo. -¡¿Que pasa?!
-¡Niños! -Ayla entro a la sala gritando -¡Niños parad!
-Dije que no era buena idea juntarlos -Isobel negó con la cabeza.
-¡¡Basta!! -Eara apretó los puños.
Niara entro a la sala y al ver el caos, se planto ante todos y llevando los dedos a su boca, silbo. En ese instante todos se quedaron en silencio.
-¡Todos a formar! ¡Ahora! -Grito y todos los niños corrieron a ponerse ante ella.
-¿Que es todo ese jaleo? -Thalia entro a la sala seguida por los hombres.
-¿Que hace una manzana clavada en la pared? -Duncan frunció el ceño.
-Esa daga es de mi hijo -El Invencible miro la manzana y después fijo la vista en Aidan. -¿Tienes algo que decirme Aidan?
El miro a su padre, fijamente, impasible.
-Diablos, son iguales -Ewan tembló con un escalofrío -Ese niño de mayor será incluso peor que su padre.
-Nuestras hijas también están inmiscuidas en esto, estoy segura -miro a Marga.
-¡No fue mi culpa...! ¡Estábamos...! -Moira frunció el ceño.
-¡Jugábamos con Connor y el Frio se metió por medio! -Marga se cruzo de brazo.
-¡¿Que es eso del frio?! ¡Os he dicho que no le llaméis así! -Niara las miro furiosa.
-¡¡Y el tonto este se metió !! -Ayleen señalo a Kurgan MacCarty, que le saco la lengua haciéndole una mueca -¡¡¿Has visto Diabloooo?!!
-¡¡Que no me llames Diablo!! ¡Que soy tu padre! -Duncan paso las manos por su pelo nervioso y Ewan empezó a reírse.
-¿Y a que supone que jugabais Connor? -Mail miro a su hijo inclinando el rostro.
-Marga y Moira nos lanzaban manzanas y nosotros las cortábamos con la espada -Connor bajo la vista al suelo.
-¿Con la espada? -Mail suspiro -Ya sois mayores, estáis entrenando y por eso tenéis espadas, no para que juguéis.
-Sabéis perfectamente que con las armas no se debe jugar -Ayla coloco las manos en su cintura.
-¿Quien jugaba con las armas? -Javrik entro en la sala y frunció el ceño -¿Que pasa?
-Jugabais -Alexander dio un paso adelante, mirando su hijo Kendrick -Esa no es la actitud de un Conde Kendrick.
-Y tampoco la de un Duque Alec -Helen miro a su hijo y después de reojo a su marido -¿Verdad Ewan?
-¿Eh? Si, sí, claro -el asintió nervioso, al ver que todos les miraban, se rasco la cabeza -Esto... te parecerá bonito. ¡No se juega con la comida!
-Dios -Helen rodo los ojos suspirando.
-¡Cada uno a su habitación! ¡Estaréis castigados! ¡Por hoy ni entrenareis, ni saldréis al patio a jugar! -Niara hablo alto y claro. Señalo entonces a las demás mujeres.
-¡Las chicas os reuniréis con Jannet, Helen y yo, en la sala de música, para continuar con nuestras lecciones a las cinco! -Ayla hablo mirando a cada una.
-Y los chicos, os quiero a las cinco en la biblioteca, ya que os gusta tanto jugar con las armas, daréis unas lecciones de las distintas artes de luchas que hay con Niara, Eara y yo -Freya hablo mirando fijamente a los chicos -¡Y sin discutir entre vosotros!
-Isobel y Kristal -Thalia fue la que hablo -Vosotras os encargareis de los pequeños hasta la comida.
Y obedientes, ellas se llevaron a los niños.
-¿Que te pasa? -Ewan movió la mano ante la cara de Niaj. -Desde que estas enamorado estas tonto.
-Que te den -el camino hacia la mesa y se sentó, tomando un panecillo.
-Acabas de ver tu futuro ¿verdad? -Duncan sonrió sentándose en su mesa -Si, esto es lo que te esperas.
-Peor diría yo -Mail se encogió de hombros -No se te ocurra mentirle, lo sabrá.
-Sabrá todo -Alexander se sentó en su lugar -Sabrá lo que haces en cada momento.
-¿Queréis dejarle? -Ayla coloco la mano en su hombro -¿Estas bien?
-¿Habéis visto a Dalias? -el pregunto, mirando el panecillo en su mano.
-Estaba hablando con algunos de sus hombres en el patio -Angust frunció el ceño -¿Por...?
-¡Eh! ¡¿A dónde vas?! -Mail frunció el ceño.
-¿Lo va a hacer? -Eara sonrió
-Si, lo va a hacer -Helen aplaudió.
-¿Hacer que? -Ewan las miro confundido
-¡Vamos a la ventana! -Jannet se levanto y todas la siguieron.
-Haced inventario de todas las armas que tenemos, mañana empezaremos un entrenamiento conjunto -Dalias hablaba mirando al frente -Las Meigas llegaran pronto y nos darán una formación básica.
-¿Formación básica señor? -el hombre lo miro confundido.
-No es una batalla común -Dalias lo miro a los ojos -Nos enfrentamos a algo más grande.
-Dalias -Niaj se acerco a él -Perdón si interrumpo.
-No, ya hemos terminado -señalo hacia el patio, y el hombre se retiro. Miro a Niaj -No te he dado aun las gracias, por traer a mi hija sana y salva.
-Lo cierto es que se podría decir que fue ella quien me trajo sano y salvo -Niaj suspiro -Yo quería, bueno, quería hablar contigo...
-Si es sobre lo que ocurre entre tú y mi hija, es cosa vuestra Niaj -Dalias camino hacia la casa.
-¿Ella se lo ha contado? -El le siguió nervioso.
-No hizo falta -el sonrió -He visto como la miras.
-Vera yo...-Niaj se apresuro a entrar tras el -Quería pedirle su bendición para casarme con su hija.
Y Dalias dejo de caminar, Niaj lo miro impaciente, finalmente avanzo y le rodeo parándose ante el.
-Se que no soy... bueno, no soy un Laird, tempo tengo...-Niaj lo miraba nervioso.
-Eso no me preocupa, se que eres un gran hombre Niaj Bukchaman -Dalias coloco la mano en su hombro -Y no me opondría jamás a que mi hija fuera tu esposa, pero esa es una pregunta que debe responder ella. ¿Que dices hija?
Niaj se tenso, se giro y vio a Sienna, en lo alto de las escaleras, mirándole.
Ella bajo en silencio, observándole.
-Niaj Bukchaman, olvidas una cosa -se acerco a el -Yo te vi en mi vida, yo te escogí en mi futuro, tu eres mío, desde el momento en que apareciste en mis visiones. - se inclino y deposito un beso en sus labios -Nunca has tenido opción, eras, eres y serás mi esposo.
Y el la abrazo, besándola con fuerza.
-Bueno, supongo que te tengo que dar la bienvenida a la familia -Dalias desvió la vista incomodo.
-Eh, si -Niaj se aparto y miro a Dalias, se acerco a el -Gracias.
-La celebración tendrá que posponerse, pero esto es un motivo de mucha alegría -Dalias le estrecho el brazo con fuerza.
-Podéis abrir la puerta, será mas cómodo -Sienna hablo y su padre y su ahora prometido la miraron confundidos.
Las dos puertas de la sala se abrieron y todos aparecieron tras ellas, sonriendo.
-¡¡¡Cazado!!! -y todos gritaron al mismo tiempo. Tanto los guerreros, como las guerreras.
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