Un profundo silencio se extendía en la oscuridad de la cueva, solo roto por el crepitar del fuego que la calentaba. Tumbada junto a él, con su cálido cuerpo al suyo, dormitaba, en plena tranquilidad. Hasta que su nombre recorrió el silencio de la noche y ella acudió a su llamada.

Se incorporo y miro el fuego, las llamas moviéndose ante ella.

El tiempo se ralentizo, el rojo de las llamas fueron tornándose marrón, hasta que el suelo apareció ante sus ojos, miro a su alrededor, el bosque. Estaba sentada en un tronco, rodeada de los arboles.

Miles de sensaciones la envergaron, odio, venganza, tristeza, dolor. Y entonces las imágenes llegaron a su cabeza, como otra visión.

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La mano se poso en su hombro y respiro bruscamente, volviendo al fuego que había ante ella.

-¿Estas bien? -Niaj deslizo su mano desde el hombro, por el brazo de ella -Sienna -se arrastro sobre la manta, pegando el pecho a la espalda de ella. -¿Que ocurre?

-Nada - cerro los ojos, los abrió, giro el rostro y lo miro -Mañana saldremos de este lugar.

-¿Y? -el alzo la mano, acariciando la mejilla de ella, frunció el ceño -Yo iré donde tu vayas.

Ella le miro a los ojos, durante unos segundos y finalmente se inclino hacia él y beso sus labios, mientras sus manos se aluzaban, recorriendo su pecho hasta abrazarse a su cuello.

Entre besos y caricias, se tumbaron sobre la manta y en la oscuridad y silencio de la cueva, rodeados por el bosque, se entregaron el uno al otro, conscientes de que todo cambiaria pronto. Aunque Niaj Bukchaman no podía imaginar hasta que punto.

Sienna se movió en silencio, escondida tras los arboles. Niaj la siguió, mirando a su alrededor con precaución. Ella se paro tras un árbol, entrecerrando los ojos, mirando al frente, su mano se deslizo por su pierna, alzando el vestido, saco la daga y la lanzo.

El arma se movió con rapidez y sigilo, y se clavo la espalda de uno de los guerreros, que cayó al suelo.

-No voy a preguntar cómo le has visto -Niaj hablo en voz baja, inclinándose hacia delante para poder ver el cuerpo del hombre en el suelo.

-Le he sentido -extendió el brazo impidiendo que el avanzara hacia el cuerpo. Entonces otro guerrero salió corriendo de la nada.

-¡Nos atacan! -y Naya salto sobre él con un fiero gruñido, arrastrando a su víctima hacia los arboles.

-Joder -Niaj hizo una mueca -Menos mal que le caigo bien.

-Vendrán tres por el oeste y cuatro por el sureste -Sienna camino deprisa y en la siguió -Encárgate de los tres y yo de los cuatro. Consigue el caballo de uno.

-¿Y por qué yo de los tres? -Niaj la miro molesto.

Sienna le agarro del brazo tirando del hacia un lado y una daga paso cerca clavándose en el árbol que había junto a él. Niaj la miro sorprendido. Miro entonces a los cuatro jinetes que galopaban hacia ellos.

-¿Decías cariño? -ella saco su espada, dándole la espalda.

-Nada, amor -y el saco su espada y se giro hacia su lugar, donde unos segundos después aparecieron tres jinetes. -Ellos a caballo y nosotros a pie, una lucha muy igualada.

Sienna alargo la mano hacia los tres jinetes, sus ojos se centraron en ellos, en los caballos que galopaban, sintió el latido fuerte de sus corazones, el movimiento de su sangre a través de su cuerpo.

El relinchar de los animales recorrió el bosque, al tiempo que se agitaban y lanzaban al suelo a sus jinetes.

-¿Alguna petición mas cielo? -y se giro a tiempo para alzar su espada y desviar la daga que lanzaron contra ella.

Los gritos de lucha inundaron el bosque, el choque de las espadas.

Niaj se enzarzo en su lucha con sus tres contrincantes, mientras Sienna saltaba sobre uno de los caballos y con su espada esquivaba el ataque de él, para después tirarle del caballo. Freno al animal y vio como otro jinete se acercaba, Naya salto sobre él, derribándolo de su caballo.

-¡Bruja! -y el ultimo jinete, la miraba con las dagas en su mano, sonriendo fríamente. Entonces miro a Niaj y lanzo una de sus dagas. Sienna tomo la suya y la lanzo, interceptando esta.

El grito de el resonó en el bosque, mientras avanzaba sobre su caballo. Sienna entrecerró los ojos y agito a su caballo, incitándolo a avanzar. A unos pasos, ambos saltaron de sus monturas, alzándose en el aire y chocando. Ella el corto con una de sus dagas en el brazo, logrando que soltara la suya. Cayeron al suelo, ambos rodando, apartándose del otro. Rápidamente el se levanto y se lanzo contra ella.

-¡Sienna! -Niaj que derribo a su ultimo contrincante, corrió hacia ella.

-¡No te acerques! -ella le grito, esquivando al guerrero. -¡Consigue dos caballos! ¡Ya! -miro a su enemigo a los ojos -Lo siento pero tenemos prisa.

-Lamento interponerme en vuestro camino -el sonrió

-Oh, no lo haces -y ella le miro fijamente, le ataco, consiguiendo acercarse mucho, su mano libre se poso en el cuello de él y lo miro a los ojos.

-¡Los caballos! -Niaj se paró a unos metros, observándola, con dos caballos tomados de las riendas.

Sienna le seguía mirando a los ojos, todo a su alrededor desapareció, se adentro en el, en la oscuridad de su alma. Sintió la opresión en el pecho, jadeo ante el dolor que la atravesó. Escucho el grito de él y aparto su mano, cayendo de rodillas al tiempo que veía como el se desvanecía en el suelo.

Se inclino en la tierra, jadeando y se deslizo sobre el suelo.

-¡Sienna! -Niaj corrió hacia ella, arrodillándose a su lado -¿Que ocurre? ¿Que te pasa? -sus manos, temblando, acariciaron su rostro -Dime que puedo hacer.

-Estoy bien - ella cerró los ojos con fuerza, jadeando. Inspiro aire varias veces, finalmente se incorporo y le miro -Tenemos que irnos, vendrán pronto.

-Vamos -y el la ayudo a levantarse. Pero cuando ella iba hacia otro caballo, él la tomo del brazo -Iremos en el mismo, estas muy débil. -La ayudo a montar y se subió tras ella, apoyándola contra su pecho. -Descansa.

-Tenemos que ir...-ella sintió como la oscuridad la embargaba

-Iremos a las Tierras MacLairs, alli se están celebrando los juegos y están todos los clanes, si vienen por ti necesitamos un ejército y alli lo tendremos. -el hablo con seguridad, guiando al caballo -Descansa, lo necesitas.

Y el sueño la venció.

Dhachaigh.

A bheil thu aig dhachaigh.

Sus ojos se abrieron, viendo la muralla ante ella, las grandes puertas abiertas, la gente, los jinetes, entrando y saliendo. La música sonando. Alzo la vista, viendo los estandartes colgados, los colores de todos los clanes.

-Son los juegos, los clanes se reúnen y los mejores guerreros compiten -Niaj le hablo frunció el ceño al ver que ella parecía no oírle -Sienna. ¿estas bien?

-Thu mi dahachaigh -hablo en apenas un susurro, pasando bajo en gran arco de la puerta. Uno de los centinelas frunció el ceño mirándola fijamente. Inclino el rostro hacia abajo y alzo las manos para tomar su capucha y levantarla, cubriéndose.

-No es necesario que te escondas -El la apretó contra su cuerpo -Aquí estas a salvo. Mi familia te protegerá.

-Niaj ...-Sienna fue a hablar pero el caballo se paró en seco y ella frunció el ceño mirando al frente.

-Hasta aquí llego nuestro transporte -el se bajo y alargo los brazos, bajándola. -Están en las luchas de inauguración.

El sonido de las espadas resonando, los murmullos, los vítores y los gritos de pela resonaban en el centro de la plaza.

-Ven, vamos -el la agarro del brazo y tiro de ella, adentrándose entre la multitud.

-¡¡Niaj!! -Marga corrió pasando entre la gente hasta llegar a el y lanzarse a sus brazos.

-¡¡Niaj!! ¡¿Donde estabas?! -Moira fue la siguiente en aparecer -¡¡Papa y el tío Mail están peleando!!

-¡Hombre! -Brodick se acerco sonriendo -¡Te has dignado a venir! - le dio una palmada en la espalda -Todos están sentado junto a Dalias, viendo el combate entre el Diablo y tu primo.

-Necesito hablar con todos -Niaj se giro y frunció el ceño -¿Donde...? ¡¿Sienna?!

-¿Acabas de llegar y ya has arrastrado a una mujer contigo? -Brodick negó con la cabeza.

-Mierda -el miro a su alrededor -¡Ayúdame a encontrarla!

-¡¡Pero.. ¿Como es?!! -Brodick le siguió frunciendo el ceño -¡Niaj!

Sienna camino entre la multitud, con la mirada baja, pero siguiendo su instinto, sabiendo perfectamente a donde se dirigía. Pronto salió del montón de gente y se vio ante el lugar en el que dos guerreros combatían. Miro al frente tras ellos, donde en un atril estaban sentadnos todos. Dio un paso al frente, después otro.

Los ojos se fueron centrando en ella y los murmullos se fueron alzando.

Mail la miro y frunció el ceño, el Diablo y el apartaron sus armas mirándola confundidos, cuando ella se interpuso entre ambos, caminando hacia el atril.

-¡Ahí! -Niaj empujo a la gente, hasta salir de ella -¡Sienna!

-¿Sienna!? -Eder la miro fijamente.

-¡¿Sienna?! -Dalias MacLairs se levanto de su lugar dando un paso adelante.

Entonces ella alzo sus manos y aparto la capucha, deslizándola, dejando su rostro visible.

-Padre -y le miro a los ojos.

El silencio se hizo en todo el lugar.