Alzo la pierna, sobre la piedra y se dispuso a atar su bota.

Sienna. Sienna.

Alzo el rostro mirando al frente, con la mirada perdida.

Iria. ¿Que ocurre? ¿Estas bien pequeña?

Sienna. Hacia tanto que no te sentía. Tengo miedo.

Estoy aquí pequeña, sigo aquí.

-¿O no? -Niaj frunció el ceño, mirándola camino hacia ella e inclino el rostro para dejarlo frente a su cara -Eh. ¿Sienna? -alzo la mano y toco su mejilla -Cariño.

Movió la cara como si despertara, frunció el ceño y le miro.

-¿Cariño?-alzo una ceja.

-¿Que? -el se encogió de hombros -Es un apodo cariñoso.

-Ya -termino con su bota y se aparto de la roca, girándose y dándole la espalda -Pues haz el favor de no usar conmigo el mismo mote cariñoso que con el resto.

-Oh mierda -el hizo una mueca, bajo la voz -Esto va a ser complicado.

-No te imaginas cuanto -ella le respondió, sonriendo.

-¿Has visto algo? -camino hacia ella -Parecías muy concentrada.

-No, estaba hablando con...-giro el rostro hacia el lado.

Apareció de la nada, saltando sobre ellos, con la espada en alto.

-Niaj -le empujo, apartándose de su lado y sacando sus dagas.

-¡A por ellos! -el grito del guerrero sonó, al tiempo que saltaba de entre los arbustos sosteniendo su espada.

-Joder -Niaj tomo la espada que había cogido a su tío y le enfrento -Vamos a tener...-se movió esquivando el golpe de el -Que utilizar una palabra clave -asesto su golpe.

-¿Para? -ella frunció el ceño, deteniendo una espada con sus dagas, dio una patada en el estomago a su contrincante y le tiro en el suelo.

-Para que me avises cuando veas que estamos en peligro -clavo la espada en su enemigo y se dispuso a defenderse del otro -¿Que tal.....? ¿Espada?

-Muy original -giro alrededor de un árbol, logrando que la espada de su contrincante se atascara en este, entonces le degolló con su daga.

-Vale -suspiro, agachándose para evitar la espada -¿Oso?

-¿Oso? -ella le miro de reojo y esquivo el ataque de otro.

-Vale, vale -el bufo molesto, asestando un golpe a su enemigo -Di tu alguna.

-¿Que tal limón? -ella sonrió, logrando tumbar al guerrero contra el que luchaba y tomando su espada para clavársela en el pecho.

-Muy graciosa -Niaj miro molesto al guerrero que le hizo un corte en el hombro -¡Eh! ¡¿No ves que intento tener una conversación con mi mujer?! -le dio un puñetazo haciendo que se balanceara -Tengo una idea. ¿Que tal cariño? -La daga de ella voló, pasando ante el rostro de él y clavándose en el hombre que le iba a atacar desprevenido -Vale, olvídalo. Palabra descartada -Niaj miro de reojo al hombre con la daga clavada en la cabeza y fijo la vista de nuevo en su atacante.

Bruja.

Sienna se quedo quieta, giro el rostro y miro al lugar del que había sentido la llamada .

Y ahí estaba el, mirándola fijamente, con el anhelo de la venganza.

-O eres más fuerte de lo que pensaba o ella tiene mucho poder sobre ti -Sienna sujeto su daga y arranco la espada de uno de los hombres que había en el suelo.

-No estuvo mal para tu primera vez. -Camino hacia ella, sonriendo fríamente -¿Por que no piensas en unirte a nosotros? Estoy seguro de que disfrutaste doblegando mi alma. -señalo a Niaj -¿Por que no unirte a nosotros? Doblegarle a él, seria tuyo para siempre.

-El, ya es mío -Sienna se paro ante el alzando la espada y la daga.

-Bien -alzo su arma y sonrió -¿Te suena? -mostro la espada -Vas a luchar contra la espada de tu amorcito.

-Y te la clavare en el corazón -Sienna salto sobre él, moviéndose con velocidad. Las espadas chocaron y ella movió la daga, consiguiendo hacerle un corte en el ante brazo. Salto hacia atrás mirándole a los ojos y se movió, al igual que él, uno frente al otro.

-No imaginas cuanto disfrute viendo la muerte de esa Meiga -sonrió fríamente -Y escuchando los gritos de las demás. Las muy estúpidas estaban dispuestas a morir por ti.

-Cállate -Sienna respiraba agitada, apretando su daga y la espada en su mano.

-El olor a carne quemada, mientras gritaban -el alzo ambas cejas -Ardieron como brujas.

-¡¡Ahg!! -salto sobre él, las espadas chocaron de nuevo, giro, dándole una patada en el costado, cortándole con la daga en el hombro. Esquivo la espada de él, salto en el aire y le dio una patada en el pecho. Aterrizo en el suelo, alzando su espada de nuevo, pero fue la daga, la que clavo en su cintura. Fue entonces, cuando el puño de él se cernió sobre su rostro y la oscuridad la consumió.

-Ahora, eres mía -observándola en el suelo, camino hacia ella, con la espada que era de Niaj en la mano.

-Esto es por mi espada -Niaj clavo una espada en su espalda, sorprendiéndole -Y esto, por mi mujer -y con la daga de ella, le degolló, haciéndole caer a un lado. -Sienna -se inclino hacia ella y la tomo, recostándola en sus piernas -Sienna mírame. Mírame por favor -acaricio su rostro, apartándole el pelo -Te quiero.

-Vale -ella hablo, con la cabeza apoyada en sus piernas, abrió los ojos y le miro.

-¿Que? -el frunció el ceño.

-Cariño. Vale. -sonrió levemente, incorporándose -Me parece buena palabra en clave.

El la miro unos segundos, después se incorporo, para quedar a su altura, la abrazo, besándola con ansiedad. Se separo unos centímetros y hablo en voz baja.

-No vuelvas a darme un susto así-apoyo la frente en la de ella -Nena.

-¿Nena? -sonrió, mirándole.

-¿Prefieres brujita? -el alzo una ceja.

Y ella volvió a besarle, mordiendo su labio inferior y besándole una segunda vez.

-Tenemos que irnos -se aparto de él, se agacho y tomo la espada -La recuperaste.

-Buscare algo de leña para la hoguera.- Niaj dejo la bolsa de ella y su espada apoyada contra el troco que estaba tumbado en el suelo. Se arrodillo ante ella -Dime Nena -sonrió divertido -¿Pescare algo si lo intento?

-Si -ella le miro y él le dio un beso en los labios.

-Bien -Acaricio su mejilla donde se podía ver el golpe que había recibido -¿Por que no te pones algo para eso? Estoy seguro de que sabes que hacer para que desaparezca pronto.

Se incorporo y se alejo entre los árboles.

Sienna le observo desaparecer, después miro a su lado, fijo la vista en la espada y la tomo, observándola.

Niaj observaba la lucha. Una sonrisa de orgullo se dibujo en su rostro al ver que el guerrero caía al suelo y su espada al otro lado.

Se acerco a la zona de entrenamiento, mirando al ganador.

-Bien hecho Lachlan -Coloco una mano en su hombro. -Creo que ha llegado el momento, de que tengas lo que te pertenece -y alzo su espada -Es tuya hijo.

-Gracias padre -y Lachlan tomo la espada, mirándola orgulloso, la desenvaino y la alzó reluciendo a la luz.