-¿Donde estabas? -Niaj alzo la vista hacia ella cuando entro por la puerta de la casa -Me desperté y no estabas en la habitación.

-Salí a dar un paseo -Se sentó a la mesa, con el ceño fruncido.

-¿Estas bien? -Niaj la observo preocupado -¿Que pasa?

-No es nada, solo es una sensación -negó con la cabeza.

-Serviré el desayuno -Miyed se acerco a la mesa, depositando el pan en ella.

El sonido de golpear la mesa se amplifico.

Y todo comenzó a temblar, el sonido de los cascos trotando hacia ellos. El polvo del camino elevándose, seguido por la oscuridad.

El vaso que sostenía en su mano cayó, haciendo que todos la miraran.

-¿Que pasa? -Niaj extendió la mano hacia ella.

-Tenéis que iros, todos -levanto la vista y miro a Gudman -Lleva a tu mujer a la aldea y que nadie salga de alli. -todos se quedaron en silencio -Hazlo, ahora. -y se incorporo y saco sus dagas.

-Vienen -Niaj tomo su espada.

-Salid por detrás, yo les atraeré -se giro y camino hacia la puerta. Al salir fijo la vista en el final del bosque, los arboles que se extendían en la lejanía, por donde sentía que se acercaban. El aullido de Naya llego hasta ella, cerró los ojos con fuerza y los abrió al sentir la mano de Niaj en su brazo. Lo miro -¿Que haces? Ve con ellos.

-Yo no voy a ningún lugar sin ti -el la miro a los ojos con decisión.

El sonido de los caballos acercándose llego hasta ellos, miraron al frente, viendo aparecer a un pequeño ejército. Franqueados por dos lobos negros.

-Ahora me vendría muy bien tener aquí a Freya -Niaj hablo en voz baja mirando a los lobos.

-¿Que? -lo miro confundida, sintiendo una punzada en ella al oír ese nombre. Escucho de nuevo el aullido de Naya y la vio aparecer por el otro lado del bosque, directa hacia ellos. -No te alejes de mi.

-¿Eh? -el la miro como si estuviera loca -Se defenderme solito

-Tu haz lo que te he dicho -y se situaron en posición.

Pronto, los caballos estuvieron sobre ellos y los guerreros lanzándose sobre ellos.

Sienna fue consciente de cada movimiento, reaccionando en cada instante, moviéndose con velocidad, evitando sus espadas, logrando desarmarles y herirles. Miraba de reojo como Niaj luchaba, sin ser capaz de asegurarse de que se encontraba bien.

Escucho el chillido de un lobo y miro hacia ellos, justo en el instante en que Naya gemía tumbada en el suelo, con el lobo negro sobre ella, mordiéndole en el cuello.

-¡No! ¡Naya! -Niaj corrió hacia ella, alzando su espada para atacar al lobo.

-¡Niaj! -Grito al ver como una espada se cernía sobre él, corrió y con sus dagas, enfrento al guerrero que iba a por él y lo derribo hacia atrás. Después corrió hacia el agarrándole del brazo -¡Te dije que no te apartaras de mi!

-¡La va a matar! -el miraba a Naya, en el suelo, sujeta por el lobo.

Sienna miro a la loba y después al lobo negro, que la miraba fijamente.

-Fagho ig -Le grito al lobo mirandolo a los ojos, se inclino hacia él, mirandolo fijamente -Hits Shoah Thuez -jadeo entrecerrando los ojos -¡¡Hits Shoah Thuez!!! -y el lobo grito y gimió legándose sin dejar de gemir, como si algo le doliera. Sienna se tambaleo a un lado y Niaj la agarro.

Los guerrero cayeron sobre ellos con velocidad y pronto se vieron en el suelo rodeados por ellos.

-Pero que tenemos aquí -Uno hablo, quitándose el casco y mirándola -Eres más poderosa de lo que imaginábamos Meiga.

Ella le miro con asco, tumbada en el suelo, consciente de las espadas a su alrededor.

-Encerradlos en el granero -y el se aparto.

-Ven aquí bruja -uno la agarro del pelo, obligándola a levantarse.

-¡¡No la toques!! -Niaj se abalanzo sobre él y otros dos lo sujetaron.

-Vaya, así que te gusta la bruja eh -el la sujeto por la cintura, pegándola a su cuerpo y sonrió mirando a Niaj -Te entiendo, es muy bonita.

-Antes de que acabe el día estarás muerto -Sienna hablo girando el rostro para mirarle -Y no serás mas que un tenue recuerdo en la memoria de tu gente.

-Cállate maldita bruja -tiro de ella, pero con el miedo reflejando en sus rojos.

-¡¡SI la tocas te mato!! -Niaj se revolvió entre sus brazos

-Me pregunto si tu también le preocupas a ella -soltó su cintura y agarrándola del brazo empujo hacia Niaj -Mira.

Y uno de los soldados le golpeo en el estomago, Niaj tosió inclinándose, sujetado por los otros dos, de nuevo le golpearon en el rostro. Sienna permaneció mirando, con los labios sellados. Entonces uno tomo la daga de ella y sonriendo la acerco a él, corto en su pecho sonriendo.

-¡Ahg! -Niaj grito, resistiéndose a los agarres.

-¡¡Basta!! -Sienna grito abalanzándose hacia delante, pero sin poder lograrlo -¡¡Dejadle!!

-¡Ahg! -Niaj volvió a gritar ante el siguiente corte.

-¡¡Thitstaigh!! -grito mirando fijamente al que sostenía la daga y segundos después, este se inclino hacia delante y cayó al suelo, gimiendo. Ella seguía mirándole, con sus ojos tiñéndose de oscuridad.

-¡Mierda! -el que la sujetaba, la empujo a un lado, apartando al herido de su vista y el soldado se derrumbo en el suelo, jadeando. -Puta bruja, estaré feliz cuando te atraviese el corazón.

Los arrastraron hasta el pequeño granero y les empujaron dentro. Niaj se incorporo en el suelo, llevando la mano a su cabeza, mientras ella quedaba arrodillada junto a la puerta mirándole.

-¿Estas bien? -Sienna le observo, conteniendo la necesidad de acercarse a él.

-¿Que le hiciste? -Niaj gimió, incorporándose, para mirarla. -Se derrumbo en el suelo como si..

-Como si sintiera dolor -ella desvió la vista -Es lo que hice, le hice sentir el dolor, tu dolor.

-No te han matado -el se acerco a ella -Te buscaban para matarte y no lo han hecho.

-Seria lo mejor -Sienna cerró los ojos -Pero ahora saben que soy incluso más fuerte de lo que ellos piensan. Quieren usarme, quieren tenerme de su lado.

-¿Que lado? -el frunció el ceño.

-El lado de la oscuridad -Sienna le miro a los ojos -Cuando una Meiga comienza a albergar su magia, debe orientarla hacia la luz o la oscuridad.

-Pero si tu lado es el de la luz -El alargo la mano, acariciando su rostro -Tu jamás ...

-Es muy fácil corromper a una hermana de la luz -sonrió con tristeza -Solo es necesario provocarle un inmenso dolor, rabia, odio, tristeza. Corromper su alma y que solo ansié la venganza. -evito mirarle -Por eso te pedí que te fueras con tus tíos.

-¿Por que? -el frunció el ceño, entonces la miro sorprendido -Sienna, mírame -al ver que ella no lo hacia la tomo de la barbilla obligando a mirarla -¿Has visto nuestro futuro?

Y rápidamente ella se incorporo apartándose de el se paro ante la puerta, que se abrió. El Soldado que parecía guiar a todos la miro fijamente.

-¿Saben ellos lo que eres? -Sienna hablo, mirándole de manera fría.

-Sin duda eres más poderosa de lo que imaginamos -el cerro la puerta sonriendo -Realmente no quiero hacerte daño, podríamos formar un buen equipo.

-Tu no eres más que un instrumento para ella, ni siquiera tienes voluntad propia -Sienna negó con la cabeza -Tu poder no es nada, no sin ella. ¿Te ofreciste? ¿O te obligo?

-Siempre he sido suyo -el alzo una ceja -Dime ¿alguna vez has doblegado algún alma ante ti?

-No -lo miro fijamente -Esta será la primera vez -y vio como el daba un paso atrás, comprendiendo sus palabras. Pero antes de apartarse, ella había alargado la mano la sostenía sobre su cuello mirándole fijamente.

-¿Sienna? -Niaj se acerco despacio, observándoles.

La mirada de ella se había vuelto negra, como si estuviera sumergida en alguna profundidad lejana. Minutos después, Sienna jadeo y cerró los ojos, apartándose.

-¿Estas bien? -Niaj la agarro por la cintura, preocupado -Sienna.

-Estoy bien -pero su voz sonó muy débil, ella volvió a mirar al soldado que permanecía quieto ante ellos, se acerco -Saldrás por esta puerta y lucharas por mí, hasta la muerte.

-Luchare por vos, mi señora -el respondió sin parpadear, después salió del granero.

-¿Pero que? -Niaj observo la puerta abierta.

-Tengo que ser rápida -Sienna se giro para mirarle -En cuanto vaya hacia el bosque vendrán tras de mí. No regresaran a estas tierras.

-¿De que....? -y Sienna le beso, impidiendo que acabara su pregunta.

Después se aparto y salió del granero cerrando la puerta. No fue hasta unos segundos después que fue consciente de que le había dejado encerrado.

-¡¡Sienna!! -golpeo la puerta -¡No puedes dejarme aquí! ¡Te encontrare! ¡Sienna!

Rodeo el granero y observo al soldado que la había agarrado y llevado alli, aquel al que ella había dictado su destino. Vio que sostenía sus dagas en las manos. Se paro tras el.

-Eso es mío -y cuando el se giro, ella se abalanzo sobre el, golpeándole en el pecho, haciéndole retroceder y tomando las dagas que se lanzaron en el aire. Cuando el se inclino hacia ella, tomando su arma, Sienna movió una de sus dagas y le rajo el cuello. -Te dije que morirías antes de que se pusiera el sol.

Y el se derrumbo en el suelo, con la sangre brotando.

Miro hacia un lado del bosque y sonrió, consciente de la presencia de Naya.

-Cuida de él. -y salió de detrás del granero, corriendo hacia el bosque, consciente de que los soldados la vieron y que la sorpresa les inundo cuando el que era su jefe se interpuso ante ellos cuando se disponían a seguirla.