CAPÍTULO 5
SECUENCIA DE ESCENA ANTERIOR.
Escena 14 y 15.
Ext. / Isla / Día.
- ¿Será qué Don Uriel la estaba protegiendo? -
-Si quieres saberlo, en el camino a la estación te cuento. -
- ¿Esto servirá? Lo saqué de la casa de Tite - Le mostré lo que traía.
- Es posible -
Mientras vamos camino a la estación, diré que me angustian dos cosas extrañas en mi vida: Una, el precio del amor, y dos; el fracaso.
He aprendido a tener problemas porque me es como pelearse consigo mismo. Aunque entre gustos y disgustos no cabe la conformidad.
- ¿Tienes nombre? - pregunté. Aunque fuera irrelevante saberlo ahora.
- Sergio, y no te preocupes. - Me descubrió.
-¿Por qué lo dices? - Quise despistar un poco.
-Por tu cara. No te quieres involucrar, ¿cierto? - Lo sabía.
- Tal vez... tengo cierta corazonada que esto no va a resultar bien para mi. -
- No es para preocuparte hermano, pero eres el único en quién prácticamente Abigail confiaba. -
- ¿Dices que es posible que vengan por mí para buscarla? -
- Es solo que tú también eres clave en la investigación de su secuestro. Y sé que contigo puedo resolver todo. -
- ¿Por qué piensas que puedes resolver todo, acaso, ¿eres algún tipo de Policía secreto o qué? -
- No, nadie me ha enviado. Esto es personal. Fui asesor de la Fiscalía por dos años sobre investigación e inteligencia criminal y aprendí mucho sobre homicidios y secuestros. Por eso sé quién eres, hace unos meses estuve en la isla y vigilaba lo que hacías... Estoy seguro que lo que pasó en el hotel tiene que ver con tu amiga. La agente que me ayudó cree que la explosión fue dirigida a alguien que andan buscando hace tiempo. El nombre de un abogado muerto por una puñalada hace unos años está en la lista de desaparecidos y creen que su esposa e hija que aún no aparecen lo asesinaron y escondieron el cuerpo. Creo que tu amiga es a quién buscan, pero su secuestro es solo para ocultarla. -
- ¿Personal? ¿Entre tú y quién? ¿cuál es tu rol en este lío? -
- No me creerás... -
- ¿Qué? -
- El hombre del que te hablo, es mi tío. Mi hermana no debía saber a qué venia. -
- Espera, espera, entonces tú y Tite son...-
- Sí, somos primos. Sabía que ella estaba acá por mi padre. Hace un año me llamó y me dijo que la había visto con mi tía, su madre. Desde ese momento, la ha estado vigilando. -
- Entonces, ¿fue él quien la secuestró? -
- No, fue alguien más... Mi papá solo la vigilaba, pero anoche tuvo un problema con el alcohol y no pudo estar en la casa de Abigail cuando se la llevaron. Creemos que pudo ser mi tía la que le pagó a alguien para ocultarla. -
- Mierda, es mucha información para mí. ¿Y qué piensas hacer? Estas personas pueden ser peligrosas. -
- No lo sé, pero si sabemos quiénes pusieron la bomba, podemos dar con ella. Lo que no me esperaba era...-
- ¿Lo de tu hermana, cierto?
- Sí...-
- ¡Lo siento! Pero hay algo que aún no me cuadra. ¿Si tú y ella son primos ¿por qué ella no reconoció a tu hermana? -
- Sabía que preguntarías eso. Antes de llegar a la isla le dije a Emily que hablara contigo porque yo sabía que te gustaría coquetear con ella. ¿lo hice bien no? Emily y Abigail nunca se conocieron. Mamá la tuvo en España. Y es la primera vez que llega a Colombia. Por eso, supe que ella vendría conmigo a conocer la isla porque nunca había visto el mar. -
- Ahora sé que no debo coquetear con nadie. - Le dije...
Int. / Estación de Policía. / Atardecer.
Llegamos a la estación. Eran casi las cuatro de la tarde y me preocupaba que mi vida estuviera en peligro. Dos policías nos revisaron para descartar cualquier tipo de arma. Dejé lo que traía en mano y preguntaron por la soga y la cinta. Pensé rápido y les dije que era para montar una hamaca y la cinta es para sellar unas cajas. No me dejaron ingresar nada y dejamos todo en un locker de servicio público con llave. Por el pasillo se notaba que todos corrían con afán, con la idea de que algo peor podían percibir y que ese algo llamaba la atención en general incluso a Sergio y a mí que ya sabíamos qué vendría si no encontrábamos a Tite pronto.
- ¿Podemos ver al señor Uriel? - Al agente sobre el despacho.
- Uriel, Uriel Velasco. Aquí está. ¡No señores, lo lamento! es un sospechoso de un acto terrorista y la investigación está en curso. Deberán venir después del juicio. -
- Gracias agente. -
- Joder! ¿Qué hacemos ahora? -
- Pues a lo mejor los números de teléfonos, los nombres y direcciones que hay en la cartera nos puede servir, ¿no? -
- Eso es... debemos ir a su casa y poder mirar todo eso con calma. -
-Espera, ¿y tus amigos? -
-Eso no interesa ahora, después los buscamos. ¡Vamos! -
Bueno, ahora todo parecía que las cosas podían complicarse. Sin poder ver a Don Uriel nos complicaba saber realmente algo más que nos faltaba. Era posible que él supiera quienes pusieron la bomba en el hotel o en efecto; confesar su arrepentimiento por complicidad y querer poder reparar los daños con ayuda de nosotros. Básicamente, Don Uriel es el primer sospechoso y todo podía llegar a él porque entonces ¿cómo habría sobrevivido a la explosión?
De pensar que también, al momento de que los supuestos terroristas se tomaron el hotel para colocar la bomba, él habría salido mucho antes o lo habrían amenazado para que lo hiciera. Aunque esto solo son conjeturas o indicios sin sentidos, temo que haya una catarsis en la búsqueda de Tite. Pero, en realidad me pregunto ahora, -¿quién es Abigail? -
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