Capitulo 1: La promesa al Zhau.
Entramos en una oscura biblioteca y junto a una chimenea encontramos a un viejo amigo.
Ale: Hola amigos míos, tiempos de no verlos y bienvenidos a mi biblioteca, aquí guardo registros de todas mis aventuras atrás vez del tiempo, por ejemplo aquí tengo el registro de lo que hice 1 y 2 guerra mundial, como me peleé con la ONU, como fui aceptable en Francia, Japón, Estados Unidos, El Salvador, Heidy y por la petición de alguien muy importante para mí Italia y muchas otras aventuras. Pero el día de hoy les leeré porque le debo muchísimo para siempre a la familia Zhau.
En Nankín China del 1938.
Yo pertenecía al ejército Japonés, nos habían ordenado encontrar a todo chino posibles y eliminarlos sin importar quién fuera.
Obedeciendo órdenes empecé a buscar y matar, hasta que el comandante dijo:
Comandante: ¡Soldados, estoy aburrido vayan y tráiganme chinos, quiero probar el filo de mi espada!
Soldados: ¡Si Señor!
Nos dividimos y empezamos a buscar por los edificios, casas y campos. Hasta que yo me encontré algo que cambió la guerra para mi, encontré un pequeño pueblo de Aldeanos que casi estaba solo conformados por niños y mujeres, los pocos hombres que habían trataron de golpearme o matarme, pero a mano limpia los vencí a todos, eso y que los amenace con mi arma, saben esas caras hizo nacer en mi algo que creí que está guerra mató: Piedad. Así que les grité (en chino).
Ale: ¡Váyase ahora antes que los maten y que yo me arrepienta, ya ya!
Todos empezaron a huir al Río Yangtze para llegar a la playa del mar de China oriental y de ahí ir a las Filipinas.
Ale: ¡Apresúrense, yo vigilo!
Aunque yo les dije: que yo iba vigilar, los pocos hombres que habían tomaron azadones, palas y rastrillos, y empezaron a vigilar conmigo mientras las mujeres y niños se iban.
Así continuamos por 10 o 15 minutos, hasta que… un escuadrón japonés nos encontró, los Aldeanos y yo tratamos de distraernos para que lograrán escapar los demás, algunos de ellos cayeron pero algo sorprendente pasó, yo estaba cubriendo una ruta de escape y un soldado japonés me vio y para quitarme del camino me disparó, yo no logré verlo a tiempo pero un aldeano si, me cubrió y recibió la bala por mi, cuando calló le dispare y mate al soldado japonés que le disparó, en el suelo y ahogándose en su sangre le dije: Gracias amigo, ¿Cómo te llamas? Y me dijo con su último aliento: Yīngxióng Zhau, y murió.
Ale: Gracias Yīngxióng Zhau, te prometo que ningún de tus descendientes será lastimado durante toda mi vida.
Después cuando terminó la guerra ubique a la familia de Yīngxióng y les dije que siempre contarán con mi ayuda y así es hasta el presente, solo que la familia Zhau ya no vive en China ni en las Filipinas ahora viven en Estados Unidos y antes me centre en proteger a la pequeña de la familia, creo que ustedes ya la conocen: Stella Zhau.
Por la promesa, protejo a los Zhau de problemas pero por generaciones les he dicho que mi protección es para problemas graves, así que para lograr que ellos sobrevivan en el mundo les he enseñado defensa personal.
Cuando recién se habían mudado a Royal Woods, Judy Zhau me llamó y me pidió que vigilará (no en el baño, aclaró) a Stella sin que ella se diera cuenta ese día, yo no le vi nada de malo y acepté, cuando la recogió el autobús escolar, todos los enanos la marginaron por la simple razón que ella era muy alta para su edad (antes mis ojos todos esos chicos no iban terminar el día, bien) hasta que un chico albino los salvo a todos y empezó a charlar con ella y se hicieron buenos amigos.
Años después ese mismo chico se convirtió en mi hermano adoptivo (Lincoln Loud) y le rompió el corazón a mi pequeña y le dejó un regalo que creo que algunos lo conocen: Stanley Loud; por ser mi hermano solo le deje morado el ojo y lo golpee en el estómago.
Ahora centro mi cuidado en él, el pequeño me agrada y lo bueno es que no están llorón como lo fue su madre. Yo seguiré cuidaré a los Zhau tanto los presentes, como los futuros.
Ale: Bueno amigos míos, y esa es la historia de porque les debo tanto a los Zhau, dejenme sus comentarios para la próxima historia que deseen que les cuente, yo soy Alejandro Gabriel Guerrero de los Ángeles y esta es mi biblioteca secreta hasta la próxima.
Todo el crédito es para los autores de los personajes prestados.
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