Moderadora: aidiarte
Autor: Tropi16 (No le puedo dar una calificacion ya que todavia no termino de leer mi historia jiji)

La historia "Fuera de juego" nos presenta la vida de dos hermanas, Diana y Alaska, quienes, aunque no siempre tienen la mejor relación, logran apoyarse mutuamente cuando más lo necesitan. Este vínculo se pone a prueba cuando Alaska debe mudarse temporalmente con Diana, dando inicio a una convivencia que se convierte en el eje de la narrativa. 

A través de un enfoque cargado de comedia, la trama nos sumerge en la vida tragicómica de estas dos mujeres mientras enfrentan las secuelas de una crianza problemática, lidian con sus trabajos y aspiraciones, y combaten el miedo generacional a llegar a una edad en la que todo parece irreversible. 

Junto a ellas, la historia incluye personajes complementarios como su madre, cuya presencia nos ayuda a entender las raíces de sus conflictos personales, y el hijo de Alaska, un personaje que aporta un contraste de bondad y esperanza en medio de la cruel hilaridad que predomina en el relato.

Elegir personajes destacados en esta historia no es complicado, ya que su elenco es reducido. A pesar de tener dos protagonistas principales, quiero centrarme en una de ellas y en un personaje secundario menos recurrente.

Mis elecciones son Alaska y su hijo Jude, quienes brillan tanto por la singularidad de su relación como por el impacto que tienen en la narrativa. Además, son personajes profundamente interesantes y mejor construidos.

Empecemos con Alaska. Desde su introducción, se nos presenta como un caos andante, incapaz de gestionar su vida. Es una figura constantemente maltratada por su entorno, lo que genera una empatía inmediata hacia ella. Su trasfondo psicológico es fascinante: Alaska es una mujer adulta con sueños y aspiraciones no cumplidos, completamente consciente de que el tiempo para alcanzarlos parece haberse agotado. Este sentimiento de derrota está reforzado por un entorno que no cesa de recordarle su aparente incapacidad para triunfar. Sin embargo, lo que hace a Alaska especialmente cautivadora es su ambición latente, ese deseo de ser alguien que la define y da dirección a su evolución a lo largo de la historia. Esta ambición, que se convierte en su base, contrasta fuertemente con Diana, quien carece de un propósito claro, haciendo de Alaska un personaje mucho más sólido y entrañable.

Por otro lado, Jude aporta un equilibrio esencial. Su aparición aligera la carga emocional de la trama, marcada por el dramatismo y el humor oscuro. Aunque el tono humorístico persiste en las escenas en las que aparece, su presencia transforma la dinámica: los personajes se ven obligados a adoptar un rol protector hacia él, brindando un respiro dentro de la toxicidad predominante. Este cambio añade una dimensión más cálida y humana a la narrativa, destacando la importancia de Jude como un punto de conexión y redención dentro de la historia.

"Nadie quiere salir con una mujer que ya ha vivido tres vidas y parece que las ha perdido todas."

Esa frase es simplemente brillante, un golpe seco de realidad que condensa, en pocas palabras, una problemática social profundamente arraigada: el envejecimiento en las mujeres y el miedo moderno al final del tiempo de la belleza. Es frustrante que una línea tan poderosa no reciba el peso que merece dentro de la historia.

En lugar de enorgullecerse de la experiencia acumulada a lo largo de esas "tres vidas", esta mujer se ve atrapada en el lamento de lo que ha vivido. Es una reflexión brutalmente honesta sobre la sociedad, donde la edad se convierte en una carga en lugar de un logro, y donde las mujeres se ven presionadas a perpetuar una juventud eterna para mantener su valía a ojos de los demás. Una frase como esta merecía un contexto más solemne, algo que profundizara en su significado y le diera el lugar que realmente merece en la narrativa.

Quiero destacar los momentos compartidos entre Diana y Jude, que resultan increíblemente entretenidos de leer. Jude tiene la capacidad de transformar a Diana en alguien más simpático y accesible, lo cual es un gran contraste con la impresión inicial que genera debido a su personalidad altanera.

En particular, las escenas de la biblioteca y el KFC son encantadoras. Logran mostrar una faceta diferente de Diana, más humana y menos rígida.

Voy a destacar tres grandes fortalezas de la historia: la comedia, los diálogos y su facilidad de lectura.

La comedia es, sin duda, uno de los puntos más fuertes. El autor o autora tiene un talento notable para provocar al menos una sonrisa con sus ocurrencias. Sin embargo, aunque esto es una ventaja, en ocasiones puede volverse en su contra al saturar la narrativa con humor, y no cualquier humor, sino uno muy oscuro. Los chistes suelen funcionar la mayoría de las veces, pero hay momentos en los que parecen fuera de lugar y pierden impacto.

Los diálogos entre los personajes, especialmente entre las protagonistas, están muy bien logrados. Fluyen con naturalidad y muestran una química auténtica entre las hermanas, especialmente en los momentos en que necesitan apoyarse mutuamente. No se sienten como simples fragmentos de texto que acompañan la acción; tienen vida propia y aportan profundidad a la historia.

La facilidad de lectura, para mí, es la mayor fortaleza. La trama es ligera y la dinámica entre los personajes es tan bien llevada que puedes leer varios capítulos en un solo día sin sentirlo. Sin embargo, tengo la percepción de que esto podría diluirse a medida que avanza la historia, ya que noté que los capítulos tienden a hacerse más largos conforme progresan. Esto es algo que abordaré más adelante en las recomendaciones.

Una de mis principales recomendaciones tiene que ver con la estructura del libro, que es tanto una fortaleza como un área a mejorar. Actualmente, el libro se presenta como una recopilación de momentos separados en los que las hermanas interactúan. Esto, con su ritmo ágil y constantes saltos temporales, funciona muy bien en los primeros capítulos, ofreciendo una lectura amena y dinámica. Sin embargo, conforme avanza la historia, esta estructura se pierde, lo que afecta la cohesión y el ritmo narrativo.

En los capítulos iniciales, las escenas son breves, llenas de comedia, y el constante cambio de contexto hace que la lectura sea ligera. Pero, hacia los últimos capítulos, la narrativa adopta un enfoque más prolongado y detallado, con menos saltos temporales y más profundidad en cada escenario. Esto no sería un problema si el cambio fuera orgánico, pero actualmente resulta un poco abrupto y hace que el libro pierda parte de su encanto inicial.

Además, al hacer esta transición hacia capítulos más largos y detallados, se mantiene el mismo tono cargado de comedia, especialmente humor negro, lo que en un formato extendido puede volverse agotador. En los capítulos cortos, la comedia constante funciona porque las escenas no requieren profundizar en las emociones de los personajes; son momentos anecdóticos y ligeros. Sin embargo, en los capítulos largos, esta saturación de humor negro puede restar impacto a las emociones o problemáticas más serias que comienzan a explorarse.

Mi recomendación general es la siguiente:

Si decides mantener capítulos más detenidos y detallados, modera el uso de comedia para que respete la seriedad que la escena requiere. Permite que las emociones de los personajes tengan su espacio, sobre todo si estás profundizando en sus traumas, aspiraciones o conflictos internos. Esto hará que las situaciones sean más creíbles y emocionalmente resonantes.

Si prefieres volver al formato inicial de capítulos cortos y dinámicos, puedes seguir utilizando la comedia como el motor principal, sin necesidad de profundizar tanto en las emociones. Este estilo funciona perfectamente si el objetivo es mantener un ritmo rápido y entretenido.

¿A quién recomendaría esta historia?
Sin dudarlo, a cualquier persona que disfrute del humor negro. De forma totalmente sincera, esta es una de las historias con mayor cantidad de chistes que he leído. Los comentarios sarcásticos y las ocurrencias están presentes constantemente, uno tras otro, y logran mantener el interés sin llegar a aburrir gracias a su ingenio. En más de una ocasión me sorprendí pensando: "¿De verdad dijo eso?" Y sí, Diana es capaz de hacer un chiste sobre la sífilis con toda la naturalidad del mundo.

¿Qué pienso de las decisiones de los personajes?
Creo que todos toman malas decisiones, y esto no es necesariamente un defecto, sino parte de lo que hace que esta historia funcione. Todos los personajes parecen necesitar terapia urgente, pero en lugar de buscar ayuda, eligen enfrentarse (o ignorar) sus problemas de formas cuestionables. Y no puedo evitar mencionar a la madre, porque si hay alguien que se lleva el premio al peor personaje —en términos de actitud y moral—, es ella. De verdad, es uno de los seres más detestables que he leído, al punto de que provoca reflexiones extremas como: "¿Y si la ahogan?".