Pasado y Presente (Yoongi)
El pequeño Yoongi, de solo 8 años, con sus ojos llenos de inocencia y curiosidad, miró a su abuela con preocupación. La noche era fría, el cielo estaba lleno de estrellas y la conversación que estaban teniendo era tan misteriosa como el paisaje que los rodeaba.
—¿A dónde iremos? —preguntó Yoongi, su voz apenas un susurro.
—Iremos al reino de luz, mi pequeño —respondió la abuela con una sonrisa triste, agregando—: "Porque te amo tanto que no quiero que te pierdas en esta oscuridad".
Sus palabras resonaron en el corazón de Yoongi, llenándolo de una mezcla de confusión y miedo. No entendía por qué tenían que irse, ni qué era ese reino de luz al que se refería su abuela.
De repente, se escuchó el sonido de caballos galopando y antorchas encendidas se veían a lo lejos. Yoongi se aferró a su abuela, mientras su corazón latía con fuerza.
"Abuela, alguien viene", dijo con voz temblorosa.
"Nos han encontrado", respondió la abuela con un suspiro de resignación. "Perdóname, te he fallado, Yoongi."
Las palabras de la abuela fueron las últimas que Yoongi escuchó antes de que el mundo se volviera negro. La oscuridad lo envolvió, llevándolo a un lugar desconocido donde solo podía escuchar el sonido de su propio latido.
—Mi amor, ¿qué te pasa? —preguntaba la madre de Yoongi, viendo las manos de su amado hijo llenas de sangre y su cuerpo temblando frenéticamente.
—Déjalo ahora, es un hombre —dijo con rudeza el padre de Yoongi, rey del reino de la oscuridad.
—¿A qué te refieres? ¿Dónde está mi madre?
—Como toda traidora al reino, ha sido ejecutada y has sido tú mismo, hijo, quien ha cortado su garganta.
—Yo... yo... yo no quería hacerlo —dijo Yoongi entre lágrimas, aferrándose al vestido de su madre.
—¿Pero te has vuelto loco? Nuestro hijo solo tiene ocho años. ¿Cómo le hiciste algo así a mi madre? —dijo su madre con un nudo en la garganta, mientras sus mejillas se humedecían por las lágrimas.
—Te advertí que no hicieran una estupidez. Estas son las consecuencias de tu desobediencia —dijo a la ligera el padre de Yoongi.
"Vete a tus aposentos,Yoongi, y recuerda que un imperio no se levanta con lágrimas. Todo el que traicione debe ser castigado, sin importar quién sea.
A pesar de que Yoongi temblaba de miedo, apretó sus manos buscando algo de valor y caminaba con pasos acelerados hacia sus aposentos. —Perdóname, abuela, perdóname —decía una y otra vez, llorando amargamente en sus aposentos.
¿Y tú qué esperas para irte? —preguntó el padre de Yoongi, viendo a su esposa de pie.
¡Eres un maldito monstruo! —exclamó ella, llena de dolor.
¿Quieres conocer a un monstruo de verdad? —La tomó de los cabellos y la llevó a rastras hasta la torre más alta del castillo y la puso cerca de la ventana. —Nunca me amaste, nunca te importé.
¿Dejarás a mi hijo sin su madre?
Tú solo serías un estorbo que buscaría ablandar su corazón, y no es lo que requiere este reino. —Adiós —la empujó, haciéndola caer.
Gritaba mientras caía: —Te amo, Yoongi—.
Al día siguiente, Yoongi, vestido de negro, asistía a su primer funeral, pero no cualquier funeral, sino el de mi madre y el de su abuela. Sin la oportunidad de verlas una última vez, ya que sus rostros habían quedado irreconocibles y el cuerpo de su madre desmembrado por la caída. Los que estaban a su alrededor murmuraban sin discreción: "La reina se quitó la vida, no le importó su hijo". Eso lo había herido profundamente, haciendo que se preguntara: ¿Nunca me amó mi madre?
—Yoongi, a partir de ahora eres un hombre que deberá actuar y comportarse como tal. Ya no tienes a tu madre para llorar. Comporta como el príncipe de la oscuridad. No dejes que nadie te haga cambiar o dudar. Los débiles mueren, así como las débiles de tu madre y tu abuela. ¿Quieres eso?
No, no quiero eso, padre —respondió con la voz temblando ligeramente.
Entonces, a partir de ahora, nada de emociones o sentimientos; si no, tu futuro será igual que el de estas cobardes —amenazó nuevamente.
—Sí, señor —fue lo único que alcanzó a decir.
El cielo se hizo gris y la lluvia se tornó torrencial; eso ayudó a disimular las lágrimas que caían de forma rebelde de los ojos de Yoongi. Ahora había quedado solo y, si quería sobrevivir, debía hacerlo por sí mismo.
Las cosas empeoraron; el rey golpeaba brutalmente a Yoongi y los castigos eran inimaginables, todo con el propósito de abandonar los sentimientos. "¡Bajo ninguna circunstancia debes llorar!", repetía una y otra vez.
12 años después
—Vas a contraer nupcias con Park Jimin —dijo su padre con autoridad al entrar al entrenamiento.
—¿Y ese quién es? —preguntó, bloqueando el ataque con su espada.
—Es el hijo del reino de Luz.
—¿Por qué contraer nupcias con él?
—Es por el interés del reino; necesitamos herederos.
—Está bien, si eso es lo que has decidido —habló Yoongi con una expresión seria.
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