📌Capítulo 9📌
Rochelle
Esperando impaciente frente a la fuente, repasa todas y cada una de las palabras de Kristal. Se mira el reloj «Joder, aún faltan cinco minutos» Iba casual, una sudadera, unos vaqueros y botines. Ansiosa, movía la pierna de arriba hacia abajo sin descanso, abrazándose a sí misma para disminuir el frío.
Miró el reloj, 8:01pm
Saúl
Se mira al espejo por última vez, acomodándose la corbata, miró el reloj, 7:49pm. Tenía tiempo de sobra ya que iba en coche.
Su teléfono empezó a sonar encima de la cómoda. «No de nuevo» Puso los ojos en blanco y con un suspiro, descolgó.
-Dime
-Buenas noches, Saúl -dice en tono de reproche el director.
-¿Qué quieres?
-Veo que no estás de humor hoy, ¿eh?
-No, no lo estoy. Dime de una maldita vez lo que quieres
-Estoy en la oficina, necesito que vengas.
-Estoy ocupado
-Pues me vale mierda lo muy ocupado que estés. Vienes y ya está. Te espero en 5 minutos aquí-esta vez, sí sonaba irritado.
«¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! Hoy, justo hoy que iba a por fin conocer toda la verdad»
Irritado, agarra las llaves del auto y sale de su apartamento.
Kristal
Algo iba mal, lo sabía, lo sentía. Roch no la había llamado desde que salió de casa, ni siquiera un mensaje para mantenerla al tanto. ¿Y si el plan no salía bien?
Ha pasado media hora y nada.
Algo va mal
Saúl
Ya en la oficina de Randy-el director- toca a la puerta y abre cuando se escucha un «pasa»
Sus ojos se clavan en la persona que tiene sentada de espaldas a él.
Alexander Viem
-¿Para esto me llamaste?¿Para reunirme con el inútil este?
-Cuanto tiempo, Saúl-esa voz fría y calculadora que tanto repudiaba, otra vez resonaba en sus oídos. Y pensar que eran mejores amigos cuando llegó a Estados Unidos.
-Alexander...
-¡Basta! No sois un par de críos para andar en esta guerrita absurda.
Alexander soltó lo que pareció ser una risa entre dientes.
-A lo que venís, Saúl, no veo que la revista avance...
-Ya lo tenemos todo planeado, y lo que haremos, nos garantizará el primer lugar en ventas...
-Lo dudo-Maldito hijo...
-Alexander...-replicó Randy
-Vaalee
-Aquí está el contrato que debemos de firmar- Randy saca unos papeles de su gaveta-. Es lo que le garantiza a Alexander quedarse con LUEM si no llega a primero. Lo debes de firmar, Saúl.
-¿Tan seguro estás de que fracasaremos? -me dirigí a Alexander
-Completamente-Capullo...
-Pues bien. Dame ese contrato.
Se sorprende al ver tanta seguridad impregnada en sus ojos. Pero se lo extendió y como dijo, firmó, no sin antes leer bien lo que decía.
Se levantó de la silla, la echó hacia delante y se encaminó hacia la puerta. Sin embargo, la voz de Alexander lo hizo detenerse.
-Que bueno que aceptas tu derrota.
Soltó una carcajada, irónico.
Aunque estuviera de espalda y Alexander no lo viera, enarcó una ceja y sonrió de lado con sarcasmo.
-¿Seguro?
Y se fue...
No se dió la vuelta a ver su reacción, pero estaba seguro de que lo irritó.
Bajó del edificio y fue hacia el aparcamiento, entró en su auto, sacó un cigarrillo y lo encendió. Dándose el lujo de olvidarse del mundo y despejar la mente. Cerró los ojos y recostó la cabeza sobre la ventanilla del auto.
Pensó en su infancia y parte de la adolescencia, como se conocieron Kristal y él. Hace quince años
Invierno del 2008
Sentado en la terraza de su casa, merendando y haciendo los apuntes, una voz femenina escucha. Se gira hacia su derecha, de donde proviene esa voz.
Una linda chica, quizás de su edad. Cabellos castaños oscuro, muy oscuros, casi negros con rizos definidos y perfectos. Una nariz recta y preciosa. Ojos pequeños del mismo color de su pelo. Labios gruesos en forma de corazón.
-Hola-le saluda-¿Cómo te llamas?
Pero él está demasiado embobado con su belleza como para responderle.
-Hooolaaaa
Al fin parece reaccionar y la mira a los ojos.
-Hola-le dice
La chica sonríe
-Soy Kristal, ¿y tú?
-Saúl...
-Woah -sus oscuros iris le brillan con interés-Lindo nombre. ¿Cuántos años tienes?
-Nueve
-¡Genial! Yo también... Bueno, eh...bienvenido al barrio, Saúl.
-Gracias, Kristal.
Unos golpecitos a su alrededor hacen que despierte de su recuerdo, y se gira al lugar de donde proviene el ruido. Baja la ventanilla al ver quién era.
-¿Es que no te cansas de joderme la vida?
-¡Venga, ya, Saúl! ¿Todavía con rencores? Por favor...- y soltó otras de sus odiosas risitas.
-Alexander, no estoy de humor, por favor...
-Ni yo-esta vez sonaba serio, le podría haber llegado a intimidar
-¿Que quieres?
-Deja que LUEM caiga en la ruina
-No puedo creerlo...
-No te hagas de rogar, Saúl. Sabes de lo que soy capaz y no quiero problemas.
-Sigue amenazando, amigo. Vas por buen camino.
-No es una amenaza
-Si tu lo dices...
-¿Lo harás o no?
-¿El que?
-Dejar que caiga en la ruina, imbécil.
-Ni de coña.
-Ni de coña... -repite como si analizara las palabras- Bien, pues te arrepentirás, Saúl García. -le conminó con una expresión cargada de maldad e ira- Te arrepentirás...
Después de eso se marcha y Saúl ríe entre dientes.
Alexander Viem
-¡Mierda! -golpea la mesa causando que las cosas tiemblen
-Relajate, Alex
-¿Que me relaje?¿¡Que me relaje!? ¿¡Como carajo quieres tú qué me relaje, Randy!?
-Venga, hombre, que no ha sido tanto.
-Que me ha humillado. El muy cabrón me humilló dos veces.
-Mira la parte buena, al menos fue solo delante de mí la primera y la segunda fue en privado-se encoge de hombros
-Se las verá conmigo, y ya comencé...
Saúl
Un par de hombres de sus tamaño, con el triple de sus músculos, vestidos con trajes se paran delante del auto cuando intenta arrancar. Se baja del auto, mientras ellos avanzan hacía el. Tienen guantes puestos.
-¿Que desean?
Uno de ellos se acercó y el otro se quedó en su lugar.
Bueno, la respuesta del tipo fue muy amable. Un buen golpe en la cara. Se la devolvió, pero en el momento en que iba a seguir le agarraron por atrás dándole mayor acceso al otro, cuando lo inmovilizaron. El grandulón volvió a dar golpes. Uno en la mandíbula izquierda provocó que el oído comenzara a zumbar. Sintió un líquido espeso bajándole del labio superior, enseguida supo que era sangre y lo confirmó cuando sintió el sabor metálico característico de la misma. Le dió una patada en la rodilla, el dolor fue demasiado que no pudo contener el grito de dolor, le rompió una pierna, y después un brazo. Por último lo tiraron al suelo y el que le sujetaba le dió una patada en el estómago que le quitó la poca fuerza que le quedaba. Lo último que escuchó decir fue:
-Un saludo de Alexander.
Y perdió la conciencia
👻👻👻
Despierta poco a poco. Una punzada hace que cierre los ojos por un instante. Luego vuelve a mirar a su alrededor, está en una camilla de hospital, Kristal-o eso cree- está sentada al lado de su cama, dormida.
Intenta sentarse en la cama, pero él dolor en todo el cuerpo se lo impide. Vuelve a caer en ella gruñendo de dolor.
-Saúl, despertaste. ¿Cómo te sientes?
-Horrible.
-Lo siento... ¿Recuerdas lo que sucedió?
-Con cada detalle.
-Perfecto, llamaré a la policía para que denuncies a quien sea que haya hecho esto.
-No, yo me encargo. Esto ya se volvió personal, Kristal.
-Vale.
-¿Cómo llegaste aquí?
-Me llamaron. Como me dejaste plantada, te hice miles de llamadas y sms, pero no respondiste y era el número más reciente. Ahora entiendo.
-¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?
-Nueve horas.
-Mierda. -se gira a Kristal- Me debes una buena explicación.
-Creo que es mejor dejarla para otro día, ¿no crees?
En realidad, sí era mucho mejor. Seguro que era mucho que asimilar y con este dolor de cabeza le sería imposible.
-Tienes razón. ¿Que tengo roto, además del brazo y la pierna?
-Dos costillas, y un no muy profundo corte en la nuca. Al parecer cuando caíste al suelo te heriste.
Su teléfono comenzó a vibrar. Era de la revista.
-¡Editor! -sonaban preocupados- ¿Cómo está? ¿Cómo se siente?
-No estoy bien, y me duele todo el cuerpo, gracias por la preocupación.
-Diganos en que hospital está y vamos a verlo.
Demasiado ruido para su gusto e interés
-¿Ehh? ¡No, no, no! Vosotros quedáis en la revista. Por cierto, ¿quién os dijo que estaba aquí?
-La secretaria, Kristal.
-¿Y ella como sabía?
-Ni idea, simple y llanamente nos avisó del suceso y punto final.
Miró a Kristal instintivamente. Mucha casualidad.
-Gracias por preocuparos.
-No se preocupe, editor. Aquí estamos en todo momento.
Con un equipo así, vale la pena trabajar.
-Disculpa por dejarte plantada.
-Ah, vale
Silencio incómodo
Rochelle
«Joder, no pudo aunque sea avisar»
Dos horas esperando, cansada y creyendo que no vendría, dió la vuelta y caminó en dirección contraria al lugar de encuentro.
«Voy a llamar Kris para informarle»
Dan dos tonos y Kristal descuelga.
-¿Roch?
-Soy yo
-¡Al fin, joder! ¿Por qué coño no me has llamado?
-Saúl no ha venido.
-P-pero...
-No me preguntes, ni siquiera me ha llamado.
-No solía ser tan informal-susurró más para sí misma Kristal.
-Tal vez se le presentó algún problema, no sé...
-Desde que te fuiste he tenido un mal presentimiento.
-Bue... Es Saúl, me está llamando. Un momento. -¿Saúl? ¿Donde estás?
-Ehh...hola, me gustaría decirle sutilmente pero no encuentro palabras, así que... Saúl está ingresado en un hospital. Me lo encontré inconsciente y lo llevé.
-Por eso no contestaba...
-Supongo, bueno estamos en el Hospital Central. Sigue inconsciente.
-Sí, muchas gracias.
-De nada.
Colgó y llamó de nuevo a Kristal.
-Kris, Saúl está ingresado inconsciente en el Hospital Central.
-¿¡Queé!?
-Sí, se lo han encontrado así. ¿Voy para allá o prefieres ir tú?
-Ve, yo voy en camino. Me quedaré solo un rato. No quiere que cuando despierte me vea.
-Vale, nos vemos.
-Nos vemos.
Kristal
«¿Que hice malo para que mi vida sea
tan cruel conmigo?»
Cuando termina de hablar con Roch, llama al equipo de la revista para informarles. Pidiéndoles de favor que no le digan quién les dió la información.
Rápidamente se viste con un jersey y vaqueros y sale hacia el hospital.
Al llegar va a la recepción.
-Saúl García
-Sala veintitrés, segundo piso.
-Gracias.
Va buscando, al principio se equivocó de pasillo, pero no tardó en darse cuenta.
Frente a la sala, toca antes de entrar.
-Pasa-es la voz de Roch, así que no debe estar despierto.
Se queda pálida al ver el rostro de Saúl. Ya no tiene sangre-por suerte- pero sí unos cuantos puntos. El brazo derecho y la pierna izquierda enyesados. Y la nuca vendada.
«Dios, que feo»
-Tierra a Kristal...
-¿Pero que le ha pasado?
-Le han dado una paliza.
-Pobrecito...
En ese momento el doctor entró y Roch fue a hablar con él.
Kris, aprovechó de su inconsciencia y le dió unas leves caricias por brazo y la cara.
No le dió tiempo de más, porqué Roch volvió a aparecer.
-Kris... El doctor ha dicho que puede tener... pérdidas de memoria a corto plazo. O sea, amnesia global transitoria.
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Holaa, fantasmitas.
¿Que opinan del CAP de hoy?
¿Les ha gustado Alexander?
¿Cuál será la historia oculta detrás de la enemistad de Saúl y Alexander?
Recuerden votar⭐ si les gustó.
Chaíto.
-R
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