Capitulo 3
Capitulo 3 Maraton 2/3
~Dos años después~
Las mellizas tenían sus dos años y unos meses, Austin tenía ya cuatro. No podía quejarme, mi vida iba mejor que nunca. Jorge era un marido ejemplar, Megan y Ashley se comportaban como dos señoritas y Austin asistía al jardín de niños sin ninguna queja. Recién ahora podía decir que tenía una buena vida, por fin me consideraba feliz.
Jorge estaba de viaje, había viajado a Londres y su ausencia era muy notable.
Cuando el hombre de la casa se iba, yo me sentía desprotegida y por lo tanto, mis hijos también. Los tres dormían en la cama que yo compartía con Jorge, creyendo que yo podía soportar eso por dos semanas, acepté, pero cuando se movían y me pateaban de noche, dormía en la habitación de Austin.
Megan estaba jugando a apilar unas maderitas de colores mientras Austin
desayunaba sus cereales. Ashley aún dormía placidamente.
-Ya acabé, mamá-avisó Austin.
Asentí con la cabeza y subí las escaleras. Ashley ya estaba despierta, observando el cuarto con ojos cargados de sueño. Me senté a su lado y apoyó su cabeza en mi hombro.
-Teno sueño, mami-dijo bostezando.
Le acaricie el cabello despeinado y la tomé en brazos.
-Debemos llevar a tu hermano al jardín de niños-avisé-. No puedo dejarte sola, si quieres puedes dormir en el auto.
Ella asintió. Ashley nunca se quejaba, siempre se comportaba y respetaba las reglas. No era una niña que trajera problemas. A comparación de Ashley, Megan era más pícara, le gustaba armar líos y se aventuraba de vez en cuando. Jorge era el único que podía imponer respeto absoluto en esa niña.
Ashley bajó las escaleras despacio y tarareando una canción. Austin le estaba colocando un abrigo mío a Megan. Reí.
-Ese no es de ella, Austin-le dije.
El niño alzó sus ojos verdes y me observó tristemente.
-Pero puedes colocarle el suyo-le tendí la campera fucsia.
Austin la tomó con una enorme sonrisa en su rostro. Se la colocó a su hermana mientras que yo le colocaba la suya a Ashley y cuando acabé, le prendí la suya a Austin. Nos subimos al auto y en menos de tres minutos, ya recorríamos las calles para llevar a Austin.
-¿Sabes? La señorita nos ha prometido que podemos jugar con la nieve hoy - sonrió.
-¿En serio? Eso es lindo, Aust-le dije frenando ante la luz roja.
-¿Nosotras tamben podemo, mami?-preguntó Megan desde atrás.
-No lo sé, vamos a ver, Megan-le dije avanzando.
-Yo no quelo-dijo Ashley-. Megan sempre tira bolas gandotas de nieve y yo caigo.
-¡Megan!-la regañó Austin.
***
Cuando volvimos de dejar a Austin, las niñas se quedaron jugando en la sala mientras yo preparaba la comida. Nunca me había gustado tener criados, lo único que aceptaba, era la niñera. Necesitaba ayuda con tres niños pequeños y no iba a negarme. Cuando necesitaba de ella, hacía falta una llamada y ella llegaba, sonriente y dispuesta a ayudar. Mercedes era la mejor persona, siempre cuidaba de mis hijos como si fueran suyos y los tres la querían tanto que cuando se iba de casa, la extrañaban mucho.
El teléfono comenzó a sonar.
-¡Ashley, atiende!-grité mientras me lavaba las manos.
-Es papi-entró en la cocina.
-Voy-le dije mientras corría rodeando la mesa.
Tomé el teléfono entre mis manos y me senté en la silla al lado del teléfono fijo.
-Hola.
-Hola, amor-fue un alivio escuchar su voz-. ¿Todo bien?
-Si, aunque ya te echamos mucho de menos.
-Yo a ustedes-admitió en un suspiro-. No sabes lo complicadas que están las cosas por aquí. Parece que papá tenía un juicio pendiente y lo ha perdido, no sé como hacer para pagar lo que se debe, es demasiado dinero.
Respiré profundamente y cerré los ojos por un segundo. Cuando todo iba mejor que nunca, llegaba un problema financiero queriendo destruir nuestra estabilidad familiar y felicidad.
-Jorge, sea lo que sea, siempre podremos superarlo.
-Yo sé, Tini. El tema es que son muchos dólares y papá no ha tenido en cuenta ese detalle cuando me ha dado la completa autoridad de la empresa.
Suspiró. Parecía agotado.
-¿Has hablado con él?
-No quiero ni verlo-admitió-. Él sabía muy bien sobre esto y ni siquiera lo ha mencionado, ahora debo hacerme cargo yo solo.
George había sido un maldito bastardo al dejar a Jorge con esa tremenda responsabilidad cargada a su espalda. Tendría que haber sido más considerado, después de todo, no era un desconocido, era su propio hijo.
-¿Cómo están los niños?
-Bien-respondí algo pensante-. Austin está en el jardín de niños y las nenas están jugando en la sala.
-¿No está Mer por allí?
-No. Su mamá tenía una operación hoy y ella debía hacerse cargo de cuidarla.
Jorge asintió con un ruido proveniente de su garganta. Observé la hora, la comida iba a quemarse si no me apresuraba.
-Tengo la tarta en el...
-Te extraño mucho-me interrumpió.
¿Podía irme a sacar la tarta del horno y dejarlo hablando solo? Nunca.
-Yo a ti, Jor-vi a Ashley vistiendo a una muñeca-. No soporto tener que dormir en la cama de auto de Austin y ellos ocupen nuestra cama.
Jorge rió sin ánimos.
-¿Solo me extrañas por la cama, Martina?
-Sabes que no-dije.
Volvió a reír de la misma manera.
-Te dejo tranquila, debes estar ocupada y yo tengo que terminar unos malditos papeles para entregar.
-Oh, está bien-suspiré-. ¿Cuándo vuelves?
-No voy a mentirte, no lo sé.
Las lágrimas quisieron resbalar por mis mejillas.
-Intentaré volver lo más pronto posible, lo prometo. Te amo.
-Yo a ti, adiós.
-Adiós.
Colgué el teléfono y entré a la cocina. Megan y Ashley estaban observando elhorno. Se debatían entre abrirlo o no. Las regañé porque ya habíamos hablado muchas veces sobre eso, no podían acercarse al horno cuando estaba prendido.
-Papá sonaba cansado-dijo Ashley.
-¿Está ben? No quere volver, ¿vedad?
-Megan, no digas eso-serví la comida-. Tuvo algunos problemas con la empresa,pero ya está bien-dije-. ¿Por qué no almorzamos y luego salimos a jugar con la nieve?
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Uy uy parece que Tini no se fia de Jorge😕🙈
Voten please!!!
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