Capítulo 7
Seok Jin nunca fue alguien sumamente maduro en ocasiones. Solía hacer berrinche incluso a sus diecisiete años, berrinches dignos de un niño pequeño. Era un omega que odiaba cuando las cosas no salían como esperaba.
Por eso ahora estaba tirando todos sus almohadones por toda la habitación, gritando y sacando las colchas de su cama con ira. ¡Maldito trapito que le robaba a su alfa!
-¡Es mío, es mío, es mío!-exclamaba arrojando otro almohadón y saltando sobre su colchón.
El mismo donde estuvo sentado con JungKook. Ambos a punto de besarse... ¿y si no le gustaba realmente? ¿Si para él lo de las parejas destinadas no era sumamente importante? ¿Si no pensaba como él? Eso quería decir... ¿Que no le importaba él sino JiMin? ¡No! ¡No! ¡No! JungKook era suyo, el destino lo puso como su pareja destinada por algún motivo, eran almas gemelas, no podía perderlo con tanta facilidad. No, se rehusaba.
Arrojó otro almohadón y un peluche. Su habitación comenzaba a ser un desastre. Pero él no podía parar.
-Hijo ¿qué...-Jennie se agachó ante un peluche de unicornio volador-...pasa?
-¡Mamá!-el omega bajó de la cama y se lanzó a los brazos de su madre.
Ella lo abrazó al instante, acariciando su cabeza y dándole algunos besitos. Jin se calmó y la miró para realizarle una importante pregunta. O al menos era importante para él.
-¿Cómo hago para conquistar a mi pareja destinada?-Jennie enmudeció por largos segundos-¿Mamá?
-¿P-pareja...destinada?-preguntó, Seok Jin asintió.
-¡Sí! ¡Encontré a mi pareja destinada! Pero...él parece estar interesado en otro omega, no en mí. ¿Acaso soy feo, mamá?
-Claro que no, eres tan hermoso como tu madre. Así que tranquilo, seguro es un idiota. Si quieres mamá y sus amigos pueden hablar con él.
Cuando Jennie hablaba de "amigos", hablaba de los gigantes musculosos que eran sus guardaespaldas. Y si JungKook se cohibía con él, no quería imaginarse con una "conversación" de su querida madre. Solamente lo asustaría más y lo obligaría a estar a su lado. Estaba desesperado, pero no llegaba a tanto.
-No, mamá, está bien. Solamente...será mejor que yo hable con él ¿no?
-Bueno, si eso quieres. Pero siempre sabes que los amigos de mamá pueden ayudarte-Jin asintió rápidamente-Bien, venía a decirte que compré helado para el postre. Ahora me voy, debo ayudar a tu madre. Hoy quiso cocinar ella.
Cuando su mamá se fue, Seok Jin volvió a encerrarse en su habitación y se arrojó al mar de almohadones y peluches que cubrían el piso.
...¡El Grupo de los Raros!...
Esa mañana, milagrosamente, Seok Jin no se acercó a él. Pero eso no quería decir que no mirara hacia su dirección, en especial cuando JiMin se acercaba demasiado a él. Ah, estaba seguro que lo hacía a propósito. Si Jin se ponía celoso, entonces ese acercamiento que realizaba en ese momento no era mera casualidad.
JiMin era diabólico.
-HoHo, te cambio de compañero-dijo dándose la vuelta, HoSeok alzó la mirada.
-¿Sabes matemática, química y física para pasarme las respuestas?
-Eh...no tanto.
-Entonces no-y volvió a lo suyo que consistía en dibujar una especie de robot bailarín.
-JoonJoon-el otro alfa lo miró y negó con la cabeza-malos. No los invitaré a mi cumpleaños este año.
-Jamás lo haces, siempre vamos de colados por la comida-decía HoSeok siguiendo con su dibujo.
JungKook iba a responderles cuando un papel aterrizó en su cabeza. Giró para ver de quién se trataba pero otro papel voló esta vez a su rostro. Maldición, la profesora seguro salió.
-¡Quasimodo!-gritó un alfa levantándose de su pupitre-¡Piensa rápido!-y con una puntería envidiable le dio con un lápiz en la cara-¡Qué lento, Quasimodo!
-¡¿Por qué no te dejas de molestar y te metes este lápiz en el culo, infeliz?!-gritó JiMin tomando el lápiz y arrojándoselo al alfa.
-¡Hey, deja a mi novio, Trapito!-gritó un omega levantándose de su pupitre.
-¡Pues dile entonces que deje a mis amigos en paz o le demostraré que con ellos nadie se mete!
-Oh ¿y cómo piensas hacer eso? ¿Pintándome las uñas de los pies?-bromeó el alfa riendo junto a su grupo-¡Omega asqueroso!
-¡Asqueroso tu sucio trasero, hijo de puta!-gritó HoSeok levantándose de su pupitre también.
-¡Tú cállate, los caballos no discuten!-gritó el omega pareja del alfa líder de ese grupo de retardados.
-¡Las yeguas como tú no deberían discutir!-volvió a exclamar JiMin.
-¿A quién le dices yegua, chica con mango?
-¡A la única de este salón!-JiMin se arremangó el uniforme y acomodó su falda cuando el omega le lanzó otro lápiz-¿Qué pasa, zorra? ¿Quieres un poco de esto?
-¡Por favor, con damas falladas yo no peleo!-se burló entre risas.
Y como JiMin era pacifista...le lanzó su pupitre por la cabeza. Ah, tan tranquilo ese dulce omega.
-¡A ver, nenaza! ¡Que aquí la única dama fallada eres tú!-JungKook se levantó y sostuvo a JiMin de la cintura para evitar que se enfrascara en una pelea física.
-¡Habló la niña con pene! ¡Por favor, tú eres la dama fallada y asque...!-sorpresivamente una silla voló hacia ese alfa.
-¡Ten cuidado con lo que dices, maldito!-gritó NamJoon amenazando con tirarle otra de las sillas vacías.
-¡¿Quién te crees tú para golpear a mi mejor amigo?!-otro alfa se levantó y se acercó amenazante-¡Además el problema es con el feíto y su amigo travesti!
-¡Si te metes con ellos, te metes con nosotros también!-exclamó HoSeok tomando su tijera para amenazar al alfa.
-¡Vamos, ustedes son cuatro y nosotros siete! ¿Qué creen que podrían hacer contra nosot...?-el alfa cayó desmayado al suelo.
No hubo nadie que no mirara con sorpresa a Seok Jin. El omega había desmayado al alfa de un pupitrazo. Eso era otro nivel.
-Ahora son cinco contra seis, creo que deberé elegir a quien desmayar para que sea justo ¿no?-el grupo se alejó y Jin sonrió adorablemente-Bien, entonces ¿asunto solucionado?
El resto asintió, volviendo a acomodarse en su sitio, dejando los pupitres y sillas donde iban y haciendo de cuenta que nada había pasado. JungKook, por su parte, pensó que eso que hizo Jin había sido muy valiente.
...¡El Grupo de los Raros!...
Seok Jin acomodó sus cosas y tomó su almuerzo. Si lograba agarrar a YoonGi a tiempo antes de perderlo en la multitud, podrían almorzar juntos. Sino debía almorzar solo, su primo ese día estaría practicando con su alfa pasos de baile. Bueno, era algo genial. Desde que se había revelado contra esos idiotas que molestaban a JungKook ya nadie quería pasar demasiado tiempo con él. Eran unos imbéciles superficiales.
Ya con el almuerzo listo y el salón casi vacío, pensó en salir. Y pensó solamente porque cuando dio unos pasos a la puerta una mano tomó su brazo suavemente. El olor de su pareja destinada tan cerca de él delató a la persona que lo había tomado del brazo.
-JungKook...
-Sí...yo...quería agradecerte por lo de hoy. Fue...muy valiente de tu parte. Por lo general...nadie nos defiende, nos defendemos solos de todos-el alfa miraba al suelo tímidamente, Jin sonrió enternecido.
-No tienes nada que agradecer, JungKook-sus manos cosquillearon para tomar al alfa pero se contuvo.
Y como costaba contenerse.
-Yo...quería saber si...bueno queríamos saber si querrías comer con nosotros-¿podía ser un alfa tan jodidamente tierno?
-Claro, me encantaría.-JungKook sonrió todavía con la mirada baja.
-Entonces vamos, seguro nos esperan en la cafetería-Jin juró que se desmayaría.
El alfa había tomado su mano y lo llevaba hacia la cafetería. ¿Era un sueño, parte de su imaginación o qué? ¡Estaba que gritaba histéricamente de la emoción! Aunque claramente lo terminó haciendo internamente. No podía arriesgarse a volver a alejar a JungKook de él.
Al llegar los dos amigos del alfa alzaron las manos para saludarlos e indicar dónde estaban. Fueron inmediatamente y se sentaron, él al lado de su pareja destinada por supuesto.
-Jin-miró a JiMin, el omega que le caía mal.
-¿Sí?
-Eso que hiciste antes... ¡Estuvo de lujo! ¡Amé la forma en que lo desmayaste y en como los demás te tuvieron miedo e inventaron que estaba mal de salud solamente! Aunque creo que la enfermera habrá notado el golpe.
-Oh, gracias-sonrió orgulloso-haría cualquier cosa por JungKook.
-¿De verdad?-asintió-Genial, así nos ahorrarás trabajo-de un bolsillo JiMin sacó un moño y se lo pegó en la frente al alfa-listo, todo tuyo.
-Eh...pensé que te gustaba-comentó viendo al omega rubio.
JiMin jugó con un mechón de cabello haciéndose una fina trenza.
-No, lo conozco desde los cinco como al descerebrado de mi lado y el que se perdió con su pareja destinada. Somos como hermanos.
-Espera-las manos de JiMin se detuvieron-¿ese es un anillo de serpiente con ojos rojos?
-Síp, regalo de mami para un cumpleaños-Jin tomó su mano mirándola con admiración.
-¡Me encanta! Oh, Dios, tienes manos tan hermosas y pequeñas, me gustaría que las mías fueran así. Pero ni con gran manicura podría enderezar mis dedos-comentó con un puchero mostrando sus dedos chuecos.
-Vamos, son suaves y tus uñas perfectas, si las pintas y...
Un programa especial de censura de sonido de omegas se activó en los dos alfas. Uno que habían perfeccionado con los años cuando JiMin comenzó con sus cosas, pinturas y demás. Era cansador, sobre todo porque no entendían nada y poco les importaba. Ellos no se hacían mascarillas ni nada de eso. Bueno, tal vez sí, cuando hacían alguna pijamada en la casa del omega. Pero eran mágicas, al otro día tenían la piel tan suave que les daba hasta miedo salir a la calle, no querían arruinar ese gran trabajo.
Lo gracioso de todo fue que, al final de cuentas, JiMin y Jin terminaron llevándose de maravillas.
...¡El Grupo de los Raros!...
-Ya lo tienes, te salió genial, Tae-el gama sonrió orgulloso, al fin había aprendido la coreografía que tenía a medio aprender.
HoSeok era un gran maestro. Había tenido demasiada paciencia para explicarle los pasos de distinta maneras para que comprendiera. Sin contar que logró aclararle otros que estaba haciendo mal y él no lo había notado. Se sintió orgulloso que un gama como él pudiera llegar a realizar con éxito una coreografía completa. Cuando su mami supiera se pondría muy feliz, ella todavía no sabía que había estado practicando con un alfa, su pareja destinada, pasos de baile.
-Gracias, HoSeokie.-sonrió tímidamente.
No se sentía intimidado con el alfa, sino avergonzado temiendo verse mal o no sonreír bien para él. Quería verse lindo ante sus ojos, era su pareja destinada y el primer alfa con el que se sentía tan a gusto a su lado.
-No hay nada que agradecer, después de todo tú lo hiciste.
-Pero con tu ayuda.-alzó la mirada cuando el alfa posó una mano en su hombro-Tú me ayudaste a mejorar. Gracias.-tomando esas pequeñas porciones de valentía que guardaba para ocasiones especiales, se acercó y le dio un beso en la mejilla a HoSeok aprovechando que era unos centímetros más alto y no debía pararse en las puntas de sus pies.
El alfa se quedó tan tieso en su lugar que el gama se asustó y, para verificar que siguiera con vida, lo tocó.
Primer error: HoSeok cayó desmayado al suelo.
...¡El Grupo de los Raros!...
Hoy era el día en que el Infierno se abría y dejaba escapar a sus más grandes demonios, esos que torturaban de la peor manera posible, esos que te hacían gritar y retorcerte de dolor hasta que suplicabas por un poco de misericordia.
Sí, hoy era día en que todos tenían...educación física.
JungKook lo tomaba como una tortura. Odiaba el deporte. Los animes de deporte eran una cosa, pero hacerlos...era algo completamente diferente. Sus músculos se quejaban con tanto odio que sentía que próximamente escaparían y quedaría, literalmente, piel y huesos. Ah, lo peor eran los idiotas que lo molestaban. Al menos tenía a sus amigos con él, aunque JiMin se mostraba incómodo con los pantalones deportivos.
-¿Cuándo termina esta tortura?-preguntó JungKook entre jadeos a la cuarta vuelta ya dada.
-Cuando el profesor deje de coquetear con las omegas de tercero-dijo NamJoon igual de cansado.
-Nos va a tener así por horas-se quejó JiMin.
-¡No es para tanto! ¡Ánimo!-dijo HoSeok intentando influirles el mínimo humor posible.
Imposible. La actividad física filtraba la capacidad de hasta sonreír. Ni siquiera el que ahí estuvieran YoonGi y Jin hacía cambio alguno. TaeHyung, por su condición de gama, podía saltearse esas clases con completa justificación. Podía aguantar la actividad, pero siempre había algún compañero inmaduro que buscaba molestarlo y como eran seres frágiles lo mejor era alejarlos del peligro.
Un alfa pasó corriendo y empujó a JungKook el cual cayó al suelo lastimándose las palmas de sus manos.
-Eso, ánimo-se burló siguiendo su camino.
NamJoon lo ayudó a levantarse mientras JiMin intentaba quitarse una de sus zapatillas. Era clara su intención de arrojársela.
-Déjalo, JiMin, no vale la pena-dijo sintiendo el ardor en su piel, era molesto.
-Pero ellos...-sin embargo el omega no pudo seguir hablando porque entre dos omegas lo empujaron haciéndolo caer al suelo también.
-MinMin-HoSeok fue para ayudarlo a levantarse, JiMin insultó en susurros.
-Odio las clases de educación física-dijo más alto el omega limpiándose las manos y la ropa que se había ensuciado.
-¡Hey, ustedes cuatro! ¡No están corriendo!-gritó el profesor cuando dejó de coquetear con las ilegales de la escuela.
Maldito viejo pedófilo, ya lo iban a denunciar. Algún día.
-Vamos, antes de que le arroje algo al profesor-dijo cansado JiMin volviendo a trotar pero esta vez más lento, sin ganas.
JungKook asintió y volvió a correr, pensando en que un pulmotor no le vendría nada mal en esos momentos. O un tanque de oxígeno, cualquier cosa estaría bien. Sus pasos eran torpes y podía sentir la asquerosa transpiración. A diferencia de otros alfas su sudor no era atractivo. Era horrible, poco llamativo. Lo mismo pensaban ellos del sudor de omega de JiMin. Eran los marginados.
La clase, al final, terminó relativamente bien. Las burlas continuaron y cuando se vieron libres salieron para ir a cambiarse. Aunque, claro, JungKook, HoSeok y NamJoon lo hacían al final para que ellos no los molestaran en las duchas. JiMin hacía exactamente lo mismo.
Esperaron largos minutos en silencio, estaban agotados y hablar no era lo mejor para ellos. Así que luego de un tiempo entraron y se ducharon tranquilamente pero, cuando decidieron que era hora de salir y vestirse, un grito agudo los ensordeció. Salieron con sus toallas descubriendo que el vestidor de alfas estaba vacío. Se vistieron a gran velocidad y salieron para encontrarse con los dos omegas que habían empujado a JiMin cubriéndose con unas toallas viendo con horror unas marcas en su cuerpo que parecían ser una reacción alérgica. Ah, si mal no recordaba esos idiotas eran alérgicos a un químico de los jabones comunes que no tenían los que ellos llevaban. Todos lo sabían ya.
Sus alfas se acercaron para contenerlos, abrazándolos y diciéndole que quizás se habían equivocado de jabón. Un golpe en su hombro le hizo notar a YoonGi que salía con ropa en sus brazos que desechó en un tacho de basura cercano. Al verlo le sonrió y se fue tranquilamente.
Sería divertido ver a esos alfas buscar desesperados sus ropas y andar semidesnudos por toda la escuela.
...¡El Grupo de los Raros!...
NamJoon regresó a casa casi desecho. Luego de reírse de los alfas que lo habían molestado, habían quedado dos horas más de clases. Se había quedado dormido en clases y al volver a casa pensó en arrojarse a su cama. Estaba que se desmayaba por culpa del profesor de gimnasia. Maldición, ese hombre los odiaba, estaba seguro de eso.
Sonrió con satisfacción al sentir la suavidad de su colchón. Ah, era tan hermoso sentirla en su cuerpo, tan calentita, suavecita y especial. Quería quedarse toda la vida con ella, casarse y tener almohadones de hijos.
O al menos así fue hasta que su madre le pidió ir a comprar comida. No quería comprar nada. No quería separarse de su hermosa cama, su fiel amante. Bueno, exageraba, pero poco le importaba.
Salió arrastrando los pies, casi con cara de muerto viviente. Si se arriesgaba conseguiría un papel en The Walking Dead como uno de los zombies. Ah, conseguiría algo de dinero y se haría famoso. Buen plan.
-Hey, NamJoon-su nariz se movió al sentir el aroma de Alexander cerca, el chico caminaba hacia él con una bolsa en mano.
-Alexander, buenas tardes.
-Igualmente, me alegra encontrarte aquí.-el beta sonrió, al igual que la vez anterior vestía con ropas que cubrían por completo su cuerpo-¿Ibas a comprar algo?
-Sí, ¿Cómo supiste?
-Lo imaginé, ibas con cara de muerto hacia el lugar del cual provengo. Sospeché bastante bien.
-Sí, muy bien-sonrió con cansancio-bueno, debo irme.
-Entiendo, de seguro quieres dormir. No te preocupes, te dejo. Yo también tengo cosas que hacer. Planeo hacer la cena para mi hermano, viene tarde de trabajar. Ya sabes, no es sencillo ayudar a los demás a encontrar el camino hacia Dios y él se encarga de eso. Oh, hola señora Lee-saludó amablemente a la omega que paseaba a su perro.
-Hola, pequeño Alexander-la mujer le tomó la mejilla con cariño y luego siguió su camino.
-Tu hermano ¿trabaja en algo relacionado a la religión?
-Oh, sí, es sacerdote. Yo espero seguir su camino, es un ejemplo para mí.-Alex sonrió con dulzura-Bien, NamJoon, me voy. Ve con Dios, querido.
NamJoon sonrió y asintió antes de ver a Alexander marcharse. Genial, de todos los seres del planeta que podían tocarle como pareja destinada, tenía que ser justamente el religioso que seguramente no querría tener sexo más que para tener hijos. Y ellos siendo un alfa y un beta...no podían.
Ah, tal vez no moriría solo, pero a ese paso moriría virgen.
Subo este capitulo para avisar tambien que si lo desean en mi perfil encontraran dos links. Uno de un instagram mío y otro de un twitter, igual mío. Para las que no tengan instagram pero si twitter pueden seguirme ahí también, intentaré subir las mismas cosas en ambos uwu
Nos vemos! besos! :D
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