Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

You came back (Of course I came back...)



Este hermosuras, es el capitulo final de esta historia, como es costumbre en mi, al final habrá un mensaje muy gay para ustedes, continúen leyendo(?)

Advertencia: No ha sido revisado por un beta, muchos errores pueden ser encontrados.

Capitulo XIV

You came back (Of course I came back...)

En el Castillo, Steve se encontraba camino a la habitación del amo del castillo para alertarle del ataque, encontró a su amigo en su forma bestial cerca de la rosa que se iba marchitando cada vez más.

— ¡Buck! — Exclamo alarmado — Siento molestarte... El castillo...

— Él no volverá ¿Cierto? — interrumpió James con voz desanimada.

Steve se dio cuenta que su mejor amigo estaba agonizando lentamente, pero no podía mentirle, menos en un momento como este.

— No, no creo que lo haga... — respondió simplemente para luego decir con urgencia — ¡Pero están a punto de romper las puertas del castillo!

James suspiro sin ánimos.

— Déjalos entrar, no importa después de todo...

Mientras tanto en las puertas del castillo, se encontraban los habitantes del castillo haciendo barricadas con sus cuerpos en forma de objetos.

— ¡Esto no está funcionando! — exclamo Janet mientras intentaba resistir los golpes que daban los pueblerino a la puerta.

— Janet tiene razón — dijo Rebeca quien se hallaba en lo mismo que Janet pero a menor escala — Necesitamos un mejor plan.

Clint, mientras se encontraba recostado en la puerta haciendo fuerza como las chicas para que no la abriera, de repente sintió como una idea llego a él.

— ¡Literalmente se me prendió la vela! — Todos le miraron extraño por aquello — Es decir que tengo un plan.

Dicho esto, todos los sirvientes se dispusieron a seguir el plan de Clint y se alejaron de la puerta.

— ¡Maten a la bestia! ¡Maten a la bestia! — gritaban los pueblerinos hasta que la puerta fue abierta.

Los aldeanos entraron un poco sorprendidos, iluminando su camino con antorchas, pero confiados en su líder, Peter, quien les guiaba con valentía y coraje, o al menos eso pensaban ellos.

El castillo se veía abandonado, como muchos objetos apilados en el vestíbulo, eran objetos antiguos y algunos hasta llenos de polvo, pero esto solo le daba un aspecto tenebroso al lugar.

— ¿No les preocupa en lo más mínimo — comenzó Rocket — que el castillo pueda estar embrujado?

— No pierdas el valor Rocket — dijo Peter confiando — Son solo objetos antiguos.

El castaño ni miro a su viejo amigo y siguió avanzando hasta encontrar una tetera antigua.

— Bueno, al parecer Peter tiene razón, son objetos antiguos, esta vieja tetera es un ejemplo — murmuro.

— ¡¿Vieja?! — Exclamo la tetera enfurecida — ¡Ataquen!

En ese momento el caos comenzó, los objetos cobraron vida atacando a los aldeanos invasores.

Los aldeanos intentaban defenderse como podían, pero los objetos eran impecables, como podían se defendían, ninguno de los humanos pudo contra ellos.

En medio de aquel caos, Rocket vio como Peter intentaba huir de la escena dirigiéndose hacia el ala oeste del castillo, Rocket intento alcanzarle cuando una furiosa Janet le bloqueo el camino.

— ¿Va a alguna parte, guapo? — dijo con fingida inocencia.

Rocket intento retroceder cuando sintió un objeto detrás de él.

— ¿Se va tan pronto señor? Apenas la fiesta ha empezado — dijo Jarvis con fingida cortesía.

Al verse rodeado, Rocket acudió a su última esperanza.

— Peter, amigo, una ayuda aquí sería buena, Peter ¡Peter! — grito al verse ignorado por su amigo.

Peter volteo a verlo con una sonrisa arrogante.

— Lo siento viejo amigo, te la tendrás que arreglar solo, es hora del héroe.

Luego de decir eso se marchó corriendo por las escaleras.

— Ese desgraciado — murmuro Rocket con cólera.

— Me temo que ha tenido una muy mala elección de amigo — comento Jarvis.

— Nadie para protegerte ahora ¿Eh? — dijo Janet.

Rocket ya se había dado cuenta que para esto estaba solo y sus posibilidades eran muy pocas...

En otra parte del castillo se encontraba Rebeca luchando con los aldeanos.

— ¡Uno! ¡Dos! ¡Tres! ¡Cuatro! ¡Nunca me había divertido tanto! — dijo mientras ordenaba a algunos libros para que golpearan a los aldeanos invasores.

— ¡Lo haces perfecto! — Felicito Steve desde el balcón de la escalera — ¡La ayuda va en camino!

En ese momento un montón de platos empezaron a volar golpeando a los aldeanos haciéndoles huir.

— ¡Ja! Eso les enseñar una lección — dijo Steve orgulloso para luego encontrarse a tres de los cazadores de Peter dispuestos a destrozarlo — Bueno... Nunca digo no a una pelea.

Justo antes que los matones intentaran algo, Natasha salió al rescate.

— ¡Vamos chicas! Hay que desempolvar a los caballeros — dijo con cinismo mientras su grupo de plumeros empezaba a golpear a los matones quienes empezaban a toser y gritar por el polvo que los plumeros esparcían gracias a los golpes.

— Lo tenía cubierto — murmuro Steve mirando al plumero.

— Claro capitán, solo te di una ayuda extra — dijo Natasha — ¡Continuemos!

La señora May se encontraba en el techo gracias a la ayuda del candelabro echándoles agua caliente a los aldeanos.

— ¿Les gusta su té caliente? — dijo con emoción y coraje a los aldeanos quienes huían despavoridos de aquella fuente hirviente. De repente diviso entre los aldeanos una figura muy familiar — ¡Oh mi querido Ben!

Por la emoción, perdió el equilibrio y cayó del candelabro directo a su supuesto final.

Pero alguien le atajo antes de llegar al suelo.

— Gracias — dijo una sorprendida señora May cuando vio que quien le había atrapado antes de caer era uno de los supuestos amigos del cazador principal.

— No hay de que — dijo el castaño con indiferencia para luego agacharse cuando vio que uno de los aldeanos casi le golpea, la señora May le roció de agua hirviente y luego Rocket se irguió para golpear a otro de los aldeanos.

— Buen gancho querido — felicito la señora May.

— Gracias, solía estar de lado de Peter, pero es un imbécil completo — dijo con un gruñido.

— Entonces no merece tu amistad — dijo la señora May con convicción — ¿Seguimos en la lucha?

Rocket sonrió con diversión.

— Sera un placer.

Mientras tanto, Clint se encontraba teniendo su momento de diversión colocando líneas de pólvora en el suelo para luego prenderles en fuego haciendo que estallasen y espantaran a los aldeanos.

— ¡Cuidado abajo! — grito Clint con entusiasmo mientras veía correr a los aldeanos por sus pequeñas trampas explosivas.

— ¡Eso! ¡Largo de aquí! — grito Steve mientras veían a los aldeanos irse corriendo del castillo.

— ¡Y no vuelvan! — dijo Clint

— Buen trabajo viejo amigo — felicito Steve.

— Trabajo en equipo — respondió Clint con júbilo.

En ese momento llego Tony corriendo por las puertas del castillo, todos los objetos quedaron impresionados al verlo pero no dijeron ni una sola palabra. El castaño se veía angustiado, parte de su hermoso traje de gala estaba fuera, la chaqueta roja estaba descartado hacia mucho al igual que el lazo dorado que tenía, apenas conservaba su chaleco rojo y camisa blanca pero se veía desarreglado, se le veía preocupado y agotado.

— ¿Dónde está? — pregunto Tony con angustia y casi sin aliento.

Los habitantes del castillo seguían impresionados de verlo ahí y en tal estado y ninguno dijo nada, Tony estaba empezando a ponerse frenético cuando alguien hablo.

— Arriba, ala oeste, su habitación — dijo Rebecca saliendo de su asombro — Apresúrate, queda poco tiempo...

Tony respiro aliviado y sonrió agradecido para luego correr hacia las escaleras en busca de su bestia.

— ¡Ten cuidado Tony! — Se escuchó la voz de Rocket — Peter esta con él allá — le advirtió.

Tony sintió como se le helo la sangre ante esta advertencia, nada bueno podría resultar del cazador, no es que creyera que James no se pudiera defender, pero aun así tenía miedo.

— Resiste, Winter — susurro Tony a la anda mientras apresuraba el paso — Ya vine por ti...

Mientras tanto en el ala oeste, Peter entraba a la torre más alta donde se encontraba la bestia, con arma en mano apuntándole, pero cuando lo vio, sintió un deje de pánico en su sistema, nunca había visto un monstruo como ese antes, grande y al parecer fuerte, con cuernos como un demonio, era un ser infernal sin dudas para el cazador.

Quito el seguro de su arma y hablo.

— Hola Bestia — dijo con sorna, el nombrado apenas si le dirigió una mirada de soslayo, esto no le agrado al cazador — Soy Peter Quill — se presentó — Tony me envió, ¿Estás enamorado de él? ¿Honestamente creíste que alguien tan hermoso como él te querría?

James gruño al escuchar aquello ¿Qué se creía aquel imbécil para venir aquí y decirle aquello? ¡No podía ni siquiera sufrir en su soledad en paz!

James iba a enfrentar al cazador cuando de repente escucho el ruido de un disparo y lo siguiente que supo fue de un dolor punzante en su hombro derecho, salto fuera de aquella torre hacia el techo de otra de las torres de su castillo intentando recuperarse del impacto inicial y huir del psicópata.

Peter chasqueo la lengua al ver que la bestia seguía viva e intento sacar sus flechas para dar un tiro de gracia, pero cuando busco en su cinturón, las flechas no estaban, al voltear se dio cuenta de porqué.

Tony estaba detrás de el con sus flechas en mano y de un golpe las partió con su pierna.

— Tony — murmuro Peter con molestia.

— ¿Dónde está? — pregunto con furia contenida.

— Cuando lleguemos al pueblo, querido, te casaras conmigo y la cabeza de esa bestia colgara en nuestra pared. — dijo Peter mientras sacaba su arma.

— Jamás me casare contigo — dijo Tony con asco lanzándose a pelear con Peter para quitarle el arma consiguiendo que esta callera, tanto Peter como Tony vieron hacia donde había caído, pisos más abajo, parte de donde estaba parado Peter cedió haciendo que cayera un pequeño peldaño.

Peter se sorprendió un instante, pero al sentir que estaba en un punto solido volvió a buscar con su mirada su arma, al verla sonrió y se dirigió corriendo hacia ella.

— Voy por ti, bestia — dijo mientras corría hacia los pequeños muros en el nivel inferior donde se encontraba su arma.

— ¡No! — Grito Tony mientras perseguía a Peter, diviso a James e intento dirigirse al puente que comunicaba el ala oeste con el ala este, cerca de la torre donde se encontraba su Winter.

Parte del puente se estaba derrumbando y Tony tuvo que saltar algunos escombros, se dio cuenta que el castillo se estaba desmoronando y solo un pensamiento llego a su mente

"La rosa" pensó con pánico, si no se apresuraba, James y los demás...

No, no podía pensar negativamente, se armó de valor y salto algunos muros hasta llegar a un parte más estable donde podía divisar a James.

— ¡Winter! — grito llamándole desde una de las torres del castillo.

— ¿Tony? — Dice James con duda mientras escalaba una de las torres, cuando logra divisar a su amado castaño — ¡Antoshka! ¡Regresaste! — dijo con esperanza, fue como ver lluvia luego de una larga temporada de sequía, fue ver otra vez su luz dentro de toda aquella oscuridad, su Antoshka, su krasavchik, su amado...

— ¡Trate de retenerlos! — dijo Tony mientras se sostenía de la columna de la torre.

— ¡Quédate ahí! — Le advirtió para que no se moviera más — Voy por ti — dijo para luego ir saltando de tejado en tejado para ir hacia su amado.

Peter observo todo el intercambio entre estos dos y solo hizo su sangre hervir de rabia ¿Cómo rayos Tony se podía enamorar de esa cosa? Era simplemente inconcebible.

James iba agarrando impulso mientras saltaba por las torres, casi resbalando entre ella y provocándole gran preocupación a Tony. Cuando llego al puente más cerca de la posición de Tony, Peter salta desde una columna con un garrote y le golpeo en la espalda.

Peter empezó a golpear varias veces a James, desatando su ira en aquella bestia, su rencor del por qué Tony se pudo enamorar de algo así, y por qué no de él, estaba furioso y lo demostraba con cada golpe que le daba.

— ¡Peter! ¡No! — Grito Tony empezando a correr por algunas escaleras y otro puente intentando acercarse hacia el puente superior donde estaban ellos, llegando hasta la habitación principal del ala oeste, pero los cimientos del castillo volvieron a moverse bloqueándole el paso.

James se enoja volteando antes que Peter vuelva a golpearlo sujetando el garrote que este usaba para luego quitárselo y agarrándolo del cuello con su mano izquierda alzándolo hacia el abismo, Peter abre los ojos en sorpresa y pánico mirando a la bestia suplicante.

— ¡Bestia! ¡Por favor! ¡No me dejes caer! — Dijo asustado — Piedad, ¡Haré lo que sea bestia!

James lo pensó un momento y gruño acercándolo hacia sí.

— Yo no soy una bestia — dijo con molestia y soltó a Peter en el puente y este corrió despavorido — ¡Largo! ¡Fuera de aquí!

Tony vio con alivio cómo James se encontraba bien y de repente le vio prepararse para saltar.

— Espera ¡Winter! ¡Es muy lejos! — le advirtió Tony.

James no lo escucho y soltó un gruñido parecido a una risa y se preparó para saltar, salto con todas sus fuerzas logrando llegar hacia su Antoshka quien le espero con una enorme sonrisa en su rostro.

— Estás loco Winter — dijo mirándole con afecto, James coloco su gran mano en el rostro de Tony quien se apoyó en su toque.

— De cierto castaño es la culpa — dijo con cariño en sus palabras.

— Me mataras de un infarto algún día — dijo sonriendo para luego darle un ligero toque en su nariz de bestia.

Estaban tan absortos en su burbuja de felicidad que no se dieron cuenta de que Peter se encontraba apuntando con su pistola desde el puente, cuando escucharon el disparo ya era demasiado tarde.

Todo fue en cámara lenta para Tony, vio a James tambalearse y luego una enorme mancha carmesí manchaba en pecho de la camisa blanca de James, se escuchó gritar su nombre justo cuando un segundo disparo sonó logrando que James cayera al suelo de la habitación y Tony cayera de rodillas a un lado de él.

Peter, desde donde se encontraba, empezó a cargar nuevamente su arma para dar el tiro de gracias cuando el puente bajo sus pies empezó a tambalearse y antes que pudiera moverse, el pedazo donde se encontraba se desmorono haciendo que este callera al vacío.

Tony no presto mucha atención al destino del cazador, tenía algo más importante de que preocuparse y estaba frente a él.

— Winter, por favor James...

James sostiene la mano de Tony y la coloca en su pecho, justo donde está su corazón.

Antoshka... Volviste...

— ¡Por supuesto que volví! — Exclamo Tony con lágrimas escapando de sus ojos — Dije que lo haría. Y no volveré a dejarte...

James le dio una pequeña y triste sonrisa.

— Me temo, krasavchik, que esta vez es mi turno de irme...

— ¡No! — Exclamo Tony acariciando con su otra mano el rostro de bestia de James — Dijiste que estaríamos juntos, tú, idiota, si me hubieras dicho todo desde un principio, si me hubieras explicado... Nada de esto hubiera pasado... No tuviste que haberme dejado ir...

— ¿Y de que otra forma una bestia puede demostrar su amor?

— Hay otras miles de formas, tal vez una con otro final...

— Tal vez él destino lo quiso así...

— No digas tonterías — dijo Tony — Aprendiste, lo hiciste, abriste las puertas del castillo, no puede quedar así, esto no puede quedar así Winter... — dijo Tony con emoción en sus palabras — Así que escúchame, James — dijo con convicción aguantando más lagrimas — Estoy aquí, contigo, estarás bien, todo estará bien...

Y él quería creer, James en serio quería creer aquello... Pero sentía como la vida iba escapando de sí... Si tal solo... Él no hubiera sido egoísta ¿Esta historia tendría un final distinto?

O tal vez, él nunca hubiera conocido a su Antoshka...

Y no importa lo que pasará con él... Nunca cambiaría el hecho de haber conocido al castaño que le dio luz a su vida.

— Al menos... Pude verte... Una última vez... — dijo James mientras cerraba sus ojos sintiendo como sus fuerzas le dejaban.

En ese momento, el último pétalo de la rosa cayo.

— ¿Winter? — Dijo Tony pero no recibió respuesta — ¡Winter! ¡James! — grito empezando a llorar — Por favor, no te vayas, no puedo estar sin ti... Por favor... ¡James! — dijo para luego llorar a mares en el pecho de su amado.

Fuera del castillo, en las escaleras de este, los objetos aún se encontraban llenos de júbilo por haber defendido el castillo de los pueblerinos invasores.

— ¡La victoria es nuestra, Natasha! — dijo Clint mientras daba vueltas de alegría con el plumero.

— Y-yo... Clint... — balbuceo Natasha hasta que de repente no digo nada más y se quedó inmóvil.

— Natasha ¡Cariño! — Exclamo Clint con tristeza para luego dejar el plumero en el suelo — Mi querida Nat...

— Fuimos valientes — dijo Janet mientras sentía como empezaba a inmovilizarse — Adiós amigos... — dijo mientras se convertía en un simple armario.

— ¡Peter! ¿Alguien ha visto a Peter? — Pregunto la señora May preocupada, no había visto a su pequeño desde que había empezado la batalla en el catillo — ¿Dónde está mi querido niño? — dijo para luego callarse y su rostro empezó a difuminarse en la tetera quedando inmóvil.

— ¡Tía May! — se escuchó la voz infantil de Peter, había llegado junto con Tony y este le había dejado afuera a petición del pequeño para luego correr hacia el castillo, Peter se había quedado viendo como sacaban a las personas del castillo y cuando escucho la voz de su tía May instintivamente se dirigió hacia ella, se ayudó con el barandal de la escalera para llegar más rápido deslizándose por esta, pero nunca conto con que la fuerza le alzara de más hasta suspenderlo en el aire, pero mientras estaba en el aire su carita se borró de la taza, quedando como un objeto común y corriente, antes que la taza estallara en pedazos en el suelo, Jarvis lo atrapo y lo coloco junto a la tetera.

El viejo perchero entonces suspiro mirando a Rebecca quien se encontraba asustada mientras veía como todos sus amigos empezaban a convertirse en objetos inanimados.

— No tema, señorita — dijo Jarvis con sus últimas fuerzas — Piense en esto como otra aventura de sus cuentos...

— J-Jarvis... — susurro el libro mágico para luego ver como el fiel mayordomo se convertía en un perchero común, luego vio a Clint y Steve.

— Y-yo n-no puedo h-hablar — balbuceo Steve intentando acercarse a Clint y Rebecca — C-Clint... B-Becca...

— Esta bien, Stevie — dijo Rebecca aún con miedo a lo que pasaba, pero como princesa, tenía que darles confianza a sus fieles sirvientes y amigos, quienes le apoyaron en las buenas y en las malas — Esta bien...

— Y-yo... Fue un honor... S-servirle... — tartamudeo — C-Clint, viejo amigo, t-también fue un honor... — dijo Steve para luego quedarse inmóvil, siendo un reloj común.

— E-el honor fue mío Capitán Rogers... — dijo Clint tristemente con sus pocas fuerzas — G-gracias... Princesa Rebecca... — dijo quedando inmóvil.

— Gracias... A ustedes... Mis queridos amigos... — dijo Rebecca para luego quedarse inmóvil siendo un libro común.

En el dormitorio de la bestia, donde se hallaba la rosa, una mujer con una capucha marrón se acercaba al domo donde yacían los pétalos marchitos de la rosa, vio a su vez a un joven llorando en el pecho de aquella bestia que ella había hechizado años atrás.

— Winter... No te vayas— se escuchaba la voz del castaño entre sus sollozos — Por favor no me dejes...— susurro mientras levantaba su rostro y ponía un dulce e inocente beso en la frente de James — Te amo...

En ese momento la mujer sonrió, el hechizo se había roto.

La mujer se quitó su capucha revelando unos hermosos risos castaños mientras movía su mano haciendo que los pétalos empezaran a unirse al tallo volviendo a formar aquella hermosa rosa que una vez regalo.

— Así es como realmente puedes demostrar amor — murmuro la hechicera divertida mientras dejaba su magia trabajar.

Tony ve de repente como el cuerpo de James empieza a brillar, como un halo de luz dorada empieza a envolverlo y alzarlo lentamente por el aire, Tony se levanta asombrado mientras ve como ante sus ojos, aquella bestia empieza a transformarse, rayos de luz salían de sus extremidades mientras estas cambiaban de la forma animal a una humana, dejando ver a James completamente humano.

James quedo de pie a espaldas de Tony mirándose asombrado, empieza a tocar su cabeza a ver si siente sus cuernos o algo de lo que tenía cuando estaba en su forma parcialmente bestia, pero no había nada, ¡Nada! Todo estaba como antes ¡El Hechizo se había roto!

Se voltea mirando a Tony con alegría y el castaño solo le ve con asombro.

Antoshka — susurra James con emoción — ¡El hechizo! Esta...

— ¡Roto! — exclamo Tony con alegría para luego por la euforia y emoción del momento besarlo.

James no había esperado aquella reacción, pero reaccionando al instante correspondió al beso de su amado, era todo tan perfecto ¡Su Antoshka lo amaba! ¡Y logro romper el hechizo! Era simplemente maravilloso, como todo volvía a sonreír para él en su nueva vida.

Al separarse, Tony abrazo fuertemente a James, lleno de alegría, ¡Estaba vivo! Y habían conseguido romper el hechizo, pero lo que más le importaba era que James estuviera vivo, sea bestia o hombre... Tony le amaba, no podría vivir sin él...

Tony de repente se fijó en una persona cerca de la rosa (Ahora viva y llena de esplendor), se fijó que era una mujer joven y que la reconocía.

"¿Peggy?" se preguntó en su mente mirándola con total confusión, ella era la llamada "loca" del pueblo, muchos la trataban mal por ser una mujer sin recursos y viuda, Tony nunca la trato mal, siempre fue amable con ella, aquella mujer que era una paria para el pueblo, despreciada casi tanto como el mismo Tony, al parecer, la mujer ocultaba más de lo que aparentaba.

La mujer sonrió como si hubiera leído su mente e hizo un gesto colocando su dedo índice en sus labios indicándole que guardara el secreto, Tony, aún confundido, solo asintió levemente para que James no se diera cuenta, la mujer le dedico una amable sonrisa para luego irse dejando a la feliz pareja solos.

— ¿Qué ocurre, krasavchik? — Pregunto James curioso de la repentina distracción de su castaño mientras se separaba del abrazo para verle a los ojos.

— Nada — dijo Tony con una sonrisa acariciando la mejilla de James con ternura, el mayor se apoyó en su toque — Solo pensaba que realmente, esto de estar al borde la muerte es algo que no puede volver a pasar, a ninguno.

James rio ante esto.

— Te lo prometo, kotenok, no más drama, ahora, solo nosotros — dijo para luego volver a probar los exquisitos labios de su Antoshka.

Envueltos en su burbuja de felicidad, ninguno se dio cuenta de la suave ventisca que hubo y como todo el castillo peso a transformarse de ser un oscuro y tenebroso lugar, a un castillo lleno de luz y encantador, las esculturas que antes eran gárgolas y dragones se trasformaron en hermosas esculturas de ángeles y bellas ninfas.

A las afueras del castillo, los objetos inanimados le envolvió la misma magia dorada empezando a transformarlos.

El primero en transformarse fue Steve, quien se sintió como despertar de un sueño, estando completamente confundido al verse de pie ¡Con piernas humanas! Y al ver su anatomía completamente humana solo pudo contener un grito de alegría, todo parecía normal su musculoso cuerpo y su cabello rubio, era tal cual antes que el hechizo fuera lanzado.

De repente vio como sus amigos empezaban a transformarse.

— ¡Clint! — dijo con emoción a ver el cuerpo humano de su amigo.

El aludido se vio a sí mismo y a su amigo ¡Humanos! ¡Al fin! ¡Ya no era más un pequeño candelabro!

— ¡Steve! Vencimos al tiempo — bromeo Clint para luego abrazar a su amigo.

— ¿Clint? — pregunto una voz femenina haciendo que el mencionado volteara hacia un bulto de plumas.

— ¿Natasha? — Dijo Clint acercándose cuando una mano salió de aquella cantidad de plumas — ¡Mi querida Nat! — dijo Clint sujetando la mano de la mujer.

De aquella cantidad de plumas salió una hermosa mujer de piel pálida y cabellos rojizos y ojos verdes, la mujer sonrió al ver a su amado completamente humano, tan guapo como antes, su cabello rubio oscuro que amaba y sus hermosos ojos que le veían con adoración y alegría.

Sin poder evitarlo, los amantes se dieron un anhelado beso, esperado por tanto tiempo.

Steve negó con la cabeza divertido, se alegraba tanto por sus amigos, al fin podían besarse y tocarse sin que ocurriese algún accidente.

— ¿Y supongo que a mí no me vas a ayudar? — dijo otra voz femenina sonando un tanto infantil, Steve al voltearse vio de quien se trataba y se acercó de inmediato a ella.

— ¡Princesa! — exclamo Steve mientras le ayuda.

Una chica de unos 19 años se encontraba sentada en el suelo con sus brazos cruzado haciendo un puchero al rubio, la chica era hermosa, con unas facciones ligeramente parecidas a las de James, pero muy femeninas y delicadas, piel pálida y su cabello castaño oscuro casi negro, sus ojos azules y brillantes miraban a Steve con diversión y alegría pese a su "molesta" expresión.

Steve le ofreció una mano y Rebecca en seguida la acepto mientras el rubio le ayudaba a levantarse, Rebecca le salto encima con alegría y Steve no pudo evitar darle vueltas en el aire mientras la cargaba.

— ¡Somos humanos! ¡Se ha roto el hechizo! — dijo Rebecca con júbilo.

Jarvis había recuperado su movilidad sintiendo como si hubiera despertado y lo primero que noto fue sus manos humanas, ¿Era humano otra vez o era otro producto de su anhelante imaginación? Escucho los gritos de alegría de la princesa y se dio cuenta, no era un sueño, volteo a ver a todos como eran humanos o continuaban transformándose en ello, de repente vio como el carrito que siempre transportaba a la señora May empezó a moverse, le detuvo en la escalera cuando casi cae por esta cuando de repente se trasformó ella tanto como Peter en humanos mientras rodaban escaleras abajo sobre la bandeja que estaba encima del carrito de té.

La señora May estuvo confundida por unos segundos cuando de repente vio a su querido sobrino ¡Siendo un niño normal!

— ¡Peter! ¡Mírate! ¡Eres otra vez un niño! — exclamo la señora May llena de gozo mientras el pequeño de 8 años reía incontrolablemente.

— ¡Somos humanos, tía May! ¡No tendré que dormir más en la alacena! — dijo el niño con inocencia haciendo que la señora May estallara en carcajadas mientras se levantaba junto con su sobrino.

— ¿May? — dijo la voz de un hombre de repente acercándose a ellos.

— ¿Ben? — Dijo la señora May volteando a ver al hombre — ¡Ben! ¡Oh mi querido esposo!

— ¡May! Mi querida May ¡Lo recuerdo todo! — dijo el panadero del pueblo mientras abrazaba a su esposa y sobrino.

— ¡Tío Ben! — dijo el pequeño Peter mientras abrazaba a su casi olvidado tío.

Muchos sirvientes del castillo empezaron a encontrarse con sus familias del pueblo quienes empezaron a reconocerles, la gente del pueblo recordó entonces, a aquel reino, a aquel castillo y sus príncipes.

María llego junto con Bruce, en el caballo de este, la angustia de María por saber que había pasado y la preocupación de Bruce habían ganado y se dirigieron al castillo, fue un alivio para María ver que todo parecía normal y que de repente aquel castillo no se le hiciera desconocido, de repente recordó todo lo que antes había olvidado sobre el castillo, sus habitantes, su querido y difunto esposo... Todo había vuelto a su memoria.

— Mira, Clint — dijo Natasha mientras sostenía la mano de su prometido y señalaba hacia la entrada del castillo.

De las puertas del castillo salieron James y Tony tomados de manos y con expresiones alegres en su rostro.

— ¡Príncipe! — exclamo Clint con alegría mientras se inclinaba junto con Natasha y la mayoría de los sirvientes del castillo haciendo una reverencia.

— ¡Buck! ¡Lo lograste! — exclamo Steve con gozo luego de erguirse y acercarse al príncipe.

— Hola viejo amigo — dijo James con alegría mientras abrazaba a su mejor amigo.

— Es muy bueno verte como antes — dijo Steve en broma — Ahora no estarás tan gruñón — dijo separándose de su amigo sonriendo.

— Idiota — murmuro Bucky con diversión.

— ¡Hermano! — dijo Rebecca saltándole encima a James quien la atajo a duras penas.

— ¡Becca! No hagas eso — regaño ligeramente James para luego abrazar fuertemente a su hermanita.

— ¡Extrañe tanto esto! — Dijo la chica abrazando a su hermano para luego besarle la mejilla — ¡Volviste a ser mi Bucky!

James sonrió un poco avergonzado sabiendo que su hermana se refería incluso a su comportamiento anterior, desde que lo habían rescatado del reino tirano, él no había sido el mismo hermano alegre y divertido, desconfiaba de todos y se alejó hasta de su propia hermana, nunca le había vuelto a abrazar con tanto afecto desde que sus padres vivían, y cuando ocurrió la maldición todo fue a peor, entendía por qué su hermana se sentía tan feliz al verle sonreír ora vez y volver a sentir sus abrazos.

— Y eso te lo debo a ti — dijo Rebeca dejando de abrazar a James para acercarse a Tony quien abrazo también con ganas — Gracias por devolverme a mi hermano.

Tony no se esperó aquella muestra de afecto de Rebecca, incluso se sentía bien con ser un poco ignorado en aquel momento, pues era un momento importante para James y los habitantes del castillo, cuando luego de tanto habían vuelto a ser humanos, cuando por fin habían vuelto los días de los días de sol, vio con alegría las muestras de afecto y el momento mágico entre hermanos, cuando de repente Rebecca le abrazaba con tal fuerza y agradecimiento sorprendiéndolo, Tony correspondió al abrazo aun asombrado.

— Nos has salvado la vida — dijo Natasha con profundo agradecimiento acercándose a Tony cuando Rebecca le había soltado para luego de repente inclinarse ante él sorprendiendo más al castaño.

Tanto Clint, como Steve, Jarvis e incluso Janet y la señora May hicieron una reverencia ante Tony con respeto, les debían sus vidas y estaban agradecidos con él por haber traído de vuelta la alegría al castillo.

Tony se sonrojo profundamente por aquella acción, sentía que no la merecía, ese sería el trato a alguien de la realiza, no a él.

— Y-yo, no merezco esto, no hice tanto después de todo... Y no soy un rey o algo así... — dijo Tony un poco nervioso por como muchos en el pueblo le veían, incluso diviso la mirada divertida de su madre entre las personas.

— Antoshka, te mereces solo las mejores cosas del mundo, nos has salvado, me has salvado, me has hecho darme cuenta de mis errores y enmendarlos, en tan poco tiempo me devolviste la alegría que creí perdida — dijo James con adoración viendo al castaño a los ojos y alzo la mano de este para darle un tierno beso — Mereces esto y más.... — dijo para luego también hacer una reverencia ante Tony.

— Y para que sepas, James es el verdadero sucesor del trono y futuro Rey, así que ya que están juntos, sí, eso te a el suficiente derecho para ser de la realeza y merecer esto, cuñadito — dijo Rebecca divertida para luego hacer una reverencia igual que su hermano.

Un poco alejada del suceso que ocurría en las escaleras del castillo, se encontraba María, caminando rumbo a donde estaba su hijo.

— Quien pensaría que nuestro hijo estaría destinado esta grandeza, ¿No, Howard? — susurro María a la nada mientras veía como luego de la reverencia el príncipe abrazaba con ternura y amor a su hijo — Quien pensaría que él sería parte del castillo en el que trabajaste y estaría con la persona a cuya familia serviste e intentaste proteger con tu vida... — dijo sonriendo — Cuantas vueltas dio la vida, cariño...

— ¡Mamá! — se escuchó la voz emocionada de Tony mientras corría hacia su madre a abrazarla.

— Cariño — dijo María abrazando a su hijo.

— Creí que te quedarías en casa — dijo Tony al separarse.

— ¿Y quedarme con la angustia de saber que pasaría? No, jovencito, eso no iba a pasar — contesto María divertida.

María noto entonces que había alguien detrás de su hijo, alguien que le veía con suma vergüenza y arrepentimiento.

Tony volteo tomando la mano de James quien se sentía como un niño frente a la persona que era la madre de su Antoshka y a quien tiempo atrás trato de la peor forma...

— Madre yo... — empezó Tony pero fue interrumpido por James.

— Yo quería disculparme — dijo James avergonzado — Por mi forma de tratarla cuando llego al castillo... Nada justifica mis acciones y me avergüenzo de ellas, por tal razón le ofrezco una sincera disculpa de mi parte por todo el daño causado...

— Aunque tus acciones me parecieron abominables al principio — dijo María — Tengo una idea de la razón de ellas, y aunque no las justifico, aun así puedo entender tu nivel de condescendencia en aquellos momentos, así que te perdono — dijo María con una sonrisa sorprendiendo a James — Pero eso sí, mi Anthony es la cosa más preciada que tengo, hazle llorar y créeme que te hare llorar a ti — amenazo a la ligera pero muy seriamente y James sintió un escalofrío de miedo recorrer su espalda.

— No se preocupe señora Stark — dijo James — Nunca haría llorar a Tony ni le haría daño y si llegase a pasar prefiero volver a estar condenado — dijo con sinceridad.

Tony sonrió aliviado ante el intercambio entre su madre y James, era aceptable dado las circunstancias en las que se conocieron.

— ¿Señora Stark? — Dijo Jarvis acercándose al grupo — ¡María!

— ¡Edwin! — Exclamo María sorprendida — ¡Qué alegría volverte a ver! — dijo abrazando al hombre.

— No tanta alegría como me causa a mi volver a verla y saber que se encuentra en perfecto estado — dijo Jarvis con galantería — Y hermosa como siempre.

— Oh Edwin, siempre dices las cosas más encantadoras — dijo María sonriendo — Tenemos mucho de qué hablar — dijo mientras Jarvis le ofrecía su brazo para que María lo tomara y se dispusieron caminar hacia el castillo.

Tony vio aquel intercambio inesperado con curiosidad y luego negó con la cabeza.

— Admito que nunca espere eso... — dijo mientras veía a James.

— Pues, eran amigos cuando tu padre vivía — dijo el mayor aclarando alguna de las dudas del castaño.

— Explica mucho — dijo Tony sonriendo notando vagamente que James mantenía su brazo izquierdo detrás de su espalda — Ahora, príncipe James ¿Qué piensa hacer ahora con su reino y principado recuperado? — dijo en broma, sin prestar mucha atención a lo anterior.

— Primero, ofrecer unas disculpas a todos — dijo James — Ofrecer un baile y que las puertas del castillo se abran como cuando mis padres reinaban... Y agasajar con mimos, libros y hermosos detalles y rosas a mi prometido.

— ¿Tú prometido? — pregunto Tony divertido, pero nunca espero lo que vendría.

— Sí... Anthony Edwards Stark... — dijo mientras se arrodillaba y tomaba la mano de un sorprendido Tony — ¿Quieres hacerme el magnífico honor de casarte conmigo? — concluyo mientras sacaba una rosa que tenía oculta en su espalda.

Tony abrió los ojos con sorpresa y emoción ¿Estaba pasando en serio? ¡James le estaba proponiendo matrimonio!

— Winter.... — dijo Tony emocionado, sus ojos se humedecieron de felicidad — ¡Sí! ¡Sí! ¡Y mil veces sí! — dijo mientras tomaba la rosa y se lanzaba encima de James quien le sostuvo para luego levantarse cargándolo y dándole vueltas por los aires.

— Eso si es un final feliz — dijo un hechicera quien veía la encantadora escena desde los arboles — Espero que ahora todo vaya bien... — concluyo Peggy para luego colocarse capucha y caminar por el bosque.

____________________________________________________

Primeramente, quiero agradecerle a todas esas hermosas personas que estuvieron acompañándome en esta locura desde el principio, agradecerle por todos su bonitos comentarios y que, pese a que tardase en publicar algunos caps, tuvieron la extraordinaria paciencia conmigo y no perdieron fe en este proyecto.

Agradecerles por toda esta aventura, lindos momentos y a las maravillosas personas que conocí gracias a esta historia, gracias por sus likes, comentarios, apoyo, por simplemente darle una oportunidad a esta historia y amarla tanto como yo ame escribirlo <3 

¡Gracias por todo! 

Realemnte, no saben como les amo y como le dan alas a esta humilde escritora a seguir publicando historias y seguir con sus sueños y esperanzas, gracias por hacerme grande y reconocida, sin ustedes nada de esto sería posible, les amo como no tienen idea <3 

Habrá un epilogo de esta historia, que escribiré esta semana, será corto, como el prologo, pero será lindo <3

Gracias también por llegar hasta aquí <3 ¡Espero les haya gustado el final!


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro