¡Muy buenas hermosuras~! ¿Qué tal estáis?

Aquí otro capitulo de esta historia, les quiero agradecer mucho por el apoyo que esta ha recibido y realmente saben que escribo esto con mucho amor para ustedes 

En mi país son las 11:33 pm del día 13 de agosto, así que todavía aquí es el cumpleaños de Sebastian Stan y realmente amo a este hombre y tengo que recalcar este evento, realmente lo amo y admiro y hace un gran trabajo como actor y más haciendo el papel de nuestro amado Bucky Barnes, so, mucho amor para él❤

Dejando mi fangirleo atrás(?) os cuento que este capitulo va a tener algunas cosas distintas a la película de Disney, intento moldearla para unir la versión de Disney (la nueva y la vieja) junto con la versión original del libro, además de pequeños detalles para ajustarlo a los personajes.

Habrán más aclaraciones al final de esto, espero que les guste este capitulo, pues aquí Bucky-bear y Tony se conocen 7w7

Advertencia: puede que OOC y horrores ortográficos pues no esta revisado por un beta so...

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Capitulo II

The Winter Beast

María se encontraba un poco temblorosa, se intentaba cubrir bien con su abrigo pero el frío invernal calaba en sus huesos, era algo insólito, María veía como los pequeños de nieve caían encima de ella y a su alrededor, pero aún le parecía imposible ¿Nieve en verano? Una locura, pero ahí estaba, frente a sus ojos.

Tal vez no debió haber tomado ese "atajo" después de todo...

Había ido al pueblo donde vivía la familia Hill un total de tres veces, la primera había ido acompañada por el amable dueño de la librería y amigo de Tony, Bruce Banner, el señor Banner la había acompañado a aquel pueblo a comprar algunas telas y fue sorprendida por la familia Hill. La familia Hill ya había solicitado sus servicios antes, pero estando ellos de visita a su pueblo, le habían encargado un vestido de novia para su hija mayor quien se casaba con un humilde relojero de su pueblo, María confeccionó el vestido y habían quedado tan encantados con el resultado que le encargaron ahora el vestido de novia de su hija menor y había sido una suerte encontrarla en su pueblo ya que se habían ahorrado un viaje. La segunda vez que fue a ese lugar, fue sola, tenía que ir a tomar las medidas del vestido de la muchacha, recordó que Bruce le había mencionado algo sobre "Tenga cuidado al volver, los caminos se cruzan en el viaje de regreso y es peligroso" Así que Maria había tenido cuidado con ello, más sin embargo había tenido curiosidad, pues uno de los caminos parecía un buen atajo de regreso. La tercera vez que fue al pueblo era esta, había entregado el vestido y a la hija de los Hill le encanto, le habían pagado 30 monedas de oro por el vestido y 5 monedas más por el buen servicio, María estaba tan contenta por eso, y pensaba que no podría terminar aquel vestido, ahora con ese dinero podría comprarle algunas de esas chatarras que su hijo ama para construir cosas y aun sobraba para mantenerse ellos por un mes, agradecida con los Hill se despidió y deseo buena fortuna a la futura novia, luego de eso se paseó un rato por el pueblo, compro unas cuantas chatarras en la forja y relojería para su hijo y por ultimo compro la rosa que su hijo deseaba, una bonita flor de pétalos rojos que María esperaba llegara a casa tan linda como ahora. Luego de hacer sus comprar las colocó en su carreta y se montó en el lomo de Friday y tomando sus riendas le ordeno volver a casa.

Y ahí fue su error.

Esta anocheciendo y ella estaba tan cansada por el viaje que olvido por completo las palabras que una vez le dijo el señor Banner y siguió su instinto aventurero adentrándose a aquel "atajo" que ella pensaba.

Y he aquí ahora, perdida.

Perdida en un extraño lugar donde nevaba en pleno verano.

Friday cabalgaba a paso lento, pues la pobre estaba cansada ya por el largo viaje y Maria la entendía, incluso se sintió un poco culpable por el animal.

– Lo siento Fry – susurro la mujer a la yegua mientras le acariciaba en un costado –Supongo que no tengo las mejores ideas, pero en lo que lleguemos a casa te prometo unas dulces manzanas, ¿Que dices a eso bonita?

La yegua se animó un poco y relincho de acuerdo a los planes de su ama.

De repente un aullido cercano les hizo pararse en seco.

Maria sostuvo fuertemente las riendas de la yegua e intento que el pánico no se apoderara de ella.

– Shh, tranquila Fry, solo hay que seguir el camino, un poco más rápido –susurro mientras Friday acataba las ordenes acelerando su paso.

Los aullidos empezaron a tomar fuerza y se acercaban más hasta que Maria insto al equino a ir más rápido cabalgando en serio.

De repente y de la nada empezaron a salir lobos persiguiendo su carreta, Maria estaba asustada, aquellos lobos se veían hambrientos y eran más rápidos que ellas.

Los lobos las tenían acorraladas y les era difícil seguir el camino, los lobos les empujaban haciendo que Friday cabalgara a duras penas, intentaban tumbarlas.

Y tanto dieron que lo consiguieron.

Lograron tumbar la carreta haciendo que tanto Maria como Friday cayeran al suelo, Maria no podía permitir que este fuera su fin, no, tenía que ver por su hijo, tenía que haber una forma de salir de esto.

Y la había.

Con un poco de esfuerzo desató las cuerdas que ataban la carreta a Friday, despidiéndose de todo lo que compro y consiguió con su trabajo, logro que Friday se pusiera de pie justo antes que los lobos atacaran.

Cabalgaron rápidamente sin un rumbo fijo, en la mente de Maria solo estaba el hecho que debían huir de aquellas bestias, no le dio mucha importancia al camino.

La nieve empezó a caer más y más fuerte, la mujer temió una tormenta acercarse, pero primero debía huir de aquella manada.

De repente y con alegría empezó a notar como los lobos se iban quedando atrás hasta no quedar ninguno, no presto atención cuando paso por unas rejas y que los lobos se habían detenido abruptamente como si le temieran a algo, para Maria eso era absurdo que aquellos animales le temieran a algo que no fuera ellos mismos.

Que equivocada estaba.

Friday empezó a desacelerar el paso al darse cuenta que el peligro se había ido, fue cuando Maria se dio cuenta del lugar donde estaban.

Era un patio enorme, un jardín de hielo y debía admitir, se veía mágico gracias a la luz que reflejaba la Luna.

Vio al frente y observo un enorme castillo con enormes gárgolas, los muros se veían viejos y desgastados por el tiempo, daba un aspecto tenebroso, parecía estar abandonado.

La luz de la Luna apenas si iluminaba aquel lugar, la oscuridad y las sombras jugaban haciendo aparecer algunos espectros horripilantes y ocultando algunos otros tesoros.

Empezó a nevar más fuerte, la tormenta avecinándose con ímpetu, Maria decidió que pese a lo lúgubre que se veía el castillo era mejor buscar refugio de la tormenta dentro de este.

Maria se bajó de la yegua y la dejo en un viejo establo resguardada de la nieve.

– Ya vuelvo bonita –dijo la mujer mientras acariciaba el frente del equino –Iré a ver si hay alguien a quien podamos pedir ayuda.

La yegua relincho de acuerdo sin evitar mirar a su ama con preocupación.

Maria se dirigió a la parte delantera del castillo, donde había una gran puerta de madera oscura, Maria inhalo aire fuertemente tomando valor y apenas toco la puerta esta se abrió, Maria intento no asustarse ante esto y entro al lugar.

Por dentro era casi igual o más tenebroso que afuera, era muy oscuro, con muchos objetos antiguos alrededor, todo estaba lleno de polvo y telarañas, también habían algunas hojas secas y nieve, habia un pasillo inmenso y al final de este una gran escalera de mármol negro que llevaba a los pisos superiores, Maria camino un poco más intentando no tropezar con algún objeto a su alrededor.

– ¿Hola? –Pregunto Maria – ¿Alguien me escucha?

Encima de un buró se encontraba un candelabro que iluminaba tenuemente aquel espacio y un reloj antiguo inocentemente inmóviles, pero no por mucho.

– Un huésped –susurro el candelabro mientras abría sus ojos – Una mujer.

– Ya lo note, no estoy ciego –susurro el reloj aun manteniéndose inmóvil –Es mejor que cierres la boca.

– Pero... ¿Y si nos puede ayudar? –continuo el candelabro –Aunque se ve un poco mayor... Tal vez tenga una hija sexy para el amo...

– Solo. Podrías. Callarte –susurro el reloj acentuando cada palabra –Nos descubrirá si sigues parloteando –le regaño.

– Aguafiestas –recrimino el otro.

– ¿Hola? –Siguió hablando Maria sin darse cuenta de aquella extraña conversación entre objetos – Mis disculpas, no vengo a molestar, me he perdido en el camino a casa y necesito refugio hasta que pare la tormenta.

– Pobre señora, deberíamos ayudarla –volvió a susurrar el candelabro.

– No, sabes que no podemos, Buck se molestara si se da cuenta que hay un intruso en el castillo, recuerda la última vez... –dijo el reloj con pesar.

– Vamos, ten un poco de piedad –siguió hablando el candelabro.

El reloj se limitó a taparle la boca con una de sus asas y el velador le miro mal y con una de sus velas quemo la asa del reloj quien aulló en dolor.

– Por supuesto madame, sea usted bienvenida –dijo el candelabro con voz de anfitrión.

– ¿Quién dijo eso? -pregunto la mujer sosteniendo aquél candelabro en busca de su interlocutor.

– ¡Aquí! –contesto el candelabro en su mano y Maria miro a su alrededor en busca de la voz, era imposible que sea un objeto inanimado lo que le hablara, ya estaba imaginando voces, ha de ser por el cansancio.

– Es imposible –dijo Maria en voz alta más para sí misma –Estoy perdiendo la cabeza.

– Pues a mi parecer, la tiene donde debe madame –respondió el candelabro ofreciendo una sonrisa.

– ¡Ah! –grito la mujer asustada dejando caer el objeto parlante.

– ¡Ouch! –Exclamo al caer – Mujer ruda...

– ¡¿Vez lo que has hecho Clint?! –Grito el reloj enojado acercándose al candelabro -Haz espantado a la pobre mujer.

María observo impresionada a aquellos dos objetos moverse y discutir como lo haría cualquier persona, era simplemente imposible, pero ahí estaba, ante sus ojos.

– D-Disculpe el atrevimiento –tartamudeo la mujer aun en shock – Pero... ¿C-como...?

– ¿Hablamos? Si bueno, es una historia realmente interesante... –dijo el candelabro ganándose una mirada asesina del reloj a su lado o lo que podría ser para un reloj.

– Ni se te ocurra decir una palabra, Clint –dijo el reloj.

–...Que a Steve aquí presente no le gusta que digamos –termino el candelabro.

Maria rio.

– Bueno, imagino que habrá una razón importante, tampoco es que me guste entrometerme en asuntos ajenos –dijo Maria con una sonrisa que se borró de repente a causa de un estornudo.

– Oh madame, parece que la nieve le enfrío los huesos, venga, caliéntese un poco en la chimenea -dijo el candelabro mientras indicaba el camino a seguir.

Maria siguió el camino indicado pasando por un corto pasillo hasta llegar a un amplio salón amueblado con una gran chimenea encendida al frente que proporcionaba el calor necesario, Maria se sentó en el sofá que estaba frente a la chimenea y enseguida se sintió mucho mejor, el frío abandonando su cuerpo rápidamente.

Más objetos mágicos empezaron a aparecer, uno de ellos fue un pequeño reposa pies que ladraba como perro y se deslizo debajo de los pies de la mujer ejerciendo su labor como mueble. Otro fue un perchero que le tendió amablemente una sábana y la cubrió con ella.

– Espero se sienta mejor madame –dijo el perchero amablemente, algo en su voz se le hacía a Maria familiar...

– Muchas gracias –respondió amablemente sin embargo.

– Espero quiera un poco de té –dijo de repente una tetera encima de un carrito con ruedas al lado había una taza que se movía entusiasmado –Le calentara rápidamente.

– Oh, claro, sería un placer –dijo Maria mientras la amable tetera le servía su té.

Maria sostuvo la taza y bebió un poco de té.

La tasa se sacudió un poco riéndose.

– ¿Lo estoy haciendo bien, tía May? –dijo la pequeña taza.

– Lo estás haciendo perfecto Pete –dijo la tetera con cariño.

Maria dejo de beber el té y sonrió.

– Realmente un excelente trabajo –dijo Maria a la taza mientras la colocaba en el carrito.

– ¡Tia May la señora me felicito! –exclamo la taza con alegría infantil.

– Lo escuche cariño –dijo la tetera mirando orgullosa a la taza para luego mirar a la mujer – Mi nombre es May Parker, un placer conocerla señora...

– Maria –dijo la mujer con una sonrisa –mi nombre es Maria S... – fue interrumpida por la exclamación del candelabro.

– ¡Dios! Realmente se me habían olvidado las presentaciones –dijo el candelabro reprochándose a sí mismo – Steve ¿Por qué no me recordaste? Se supone que tú eres el de los modales aquí –culpo al reloj quien se encontraba con el ceño fruncido mientras observaba los alrededores con cautela, volvió su mirada al candelabro y le respondió.

– ¿Sera por qué nunca me escuchas? –dijo con voz cortante.

– Sí, tienes razón -dijo indiferente el candelabro y luego se presentó – Soy Clint Barton, un placer conocerla, y este amargado de aquí es Stevie –dijo señalando al reloj.

– Soy Steve Rogers –dijo el reloj con un suspiro para luego sonreír amablemente –un gusto conocerla.

– Igual es un gusto conocerlos a todos –dijo Maria –Y debo agradecerles mucho por su hospitalidad, realmente estoy agradecida.

– No es por nada madame –dijo la señora May – La tormenta parece ser fuerte.

– Lo es... Además, estaba muy cansada, después de un viaje largo y ser atacada por los lobos... –dijo Maria.

– ¡Oh por Dios! Pobrecita, realmente ha sido un día largo para usted –dijo la tetera con empatía.

– Sí, lo fue -dijo Maria con cansancio y luego una expresión triste quedo en su rostro –Y lo perdí todo... Un viaje largo para poder conseguir algo de dinero para mí y mi hijo y todo se perdió cuando los lobos me atacaron...

– Eso es una tragedia, lo siento mucho señora –dijo el reloj sintiéndose mal por ella.

– Oh bueno, esas cosas pasan supongo –dijo con una pequeña sonrisa –Nada ha sido fácil desde que mi esposo murió y criar a mi hijo sola tampoco lo ha sido, pero supongo saldremos de esta –dijo esperanzada.

– Y así será señora –dijo la tetera sonriendo.

Se quedaron hablando un buen rato casi dos horas hasta que la tormenta paso, la señora May le ofreció alojamiento en alguna habitación pero Maria no quería abusar más, dijo que le había prometido a su hijo llegar temprano a casa, así que le agradeció a todos y se levantó dirigiéndose hacia el vestíbulo del castillo, la señora May, Steve y Clint le siguieron.

Steve aun observaba los alrededores del castillo con cautela.

– ¿No te parece raro? -pregunto Steve a Clint –En ningún momento apareció y él odia los huéspedes...

– ¿Cambio de corazón quizá? -dijo Clint encogiéndose de "hombros" – Tal vez después de todos estos años decidió mostrar bondad hacia los demás, o por lo menos esta pobre mujer.

– Puede ser... Aunque Buck ya no es así –dijo el reloj melancólico.

– Lo que dije, está madurando –dijo el candelabro.

Llegaron al vestíbulo y era momento de las despedidas.

– De verdad les agradezco tanto por esto, tienen mi eterna gratitud –dijo la mujer agradecida.

– No hay de que Madame, estamos a su servicio –dijo Clint con caballerosidad.

De repente se escuchó un ruido estruendoso de algo cayéndose dejando a todos petrificados un momento. El primero en reaccionar fue Steve quien fue a ver que era, sus ojos se agrandaron en sorpresa y al ver hacia arriba el movimiento de una capa fue lo que le confirmo el autor
del hecho.

Los demás llegaron al lugar y observaron impresionados también, hasta Maria, pues frente a ella había dos bolsas medianas del cual sobresalían monedas de oro.

– Creo madame –dijo Steve lentamente – que esto es para usted.

– P-Pero ¿Cómo? –dijo Maria sin entender.

– Solo acéptelo como regalo del castillo, será mejor que empiece su camino –dijo el reloj.

Maria asintió con la cabeza y levanto las bolsas y se dirigió a la salida del castillo, curiosamente Friday ya se encontraba frente a la puerta esperándola.

Maria volteo y volvió a agradecer.

– Muchas gracias por esto –dijo para luego voltear hacia su yegua, en ese momento se fijó que, cercano al final de las escaleras de la entrada al castillo habían dos árboles repletos de hermosas rosas rojas como la sangre, Maria recordó entonces del regalo de su hijo.

Se dirigió a uno de los árboles para detallarlas mejor y debía decir, aquella rosa que compro en el mercado era bonita, pero estas eran preciosas.

– Espero no se molesten si tomo una...-murmuro Maria mientras alzaba su mano para cortar una de las flores cuando una fuerza enorme la jalo hacia atrás tirándola al suelo haciéndole gritar.

Friday relincho asustada y se paró en dos patas para luego huir del castillo.

Maria no entendía lo que pasaba y cuando abrió los ojos (que los había cerrado por el impacto) vio algo que le helo la sangre.

Una enorme bestia con cuernos y pelaje negro como la noche.

Maria no lo detallo bien por el pánico, pero cuando vio su rostro animalesco vio unos ojos azules que helaban más que la nieve donde estaba acostada, pero se veían tan inteligentes, tan humanos...

Luego la bestia hablo con voz ronca y furiosa.

– Dejo que te refugies en mi castillo a petición de la bondad de mi hermana pequeña, mis sirvientes te ofrecen la comodidad y hospitalidad necesaria, dejo que te lleves dos bolsas de oro contando de nuevo con el buen corazón de mi hermanita ¿Para qué? ¡Para que te quieras robar una de mis preciadas rosas! -grito furioso.

– ¡Y-yo no sabía! –exclamo Maria asustada.

– Oh, claro que no sabías –dijo aquella bestia con ironía – Si dejáramos de culpar a las personas por cosas que "No sabían" el mundo sería diferente ¿No crees? Pero no estamos en ese mundo...–siseo molesto.

– Mil disculpas señor, y-yo no quería molestar, q-quería llevarle un obsequio a mi hijo -dijo Maria en pánico – S-solo déjeme ir por favor, ¡Prometo no volver a tocar ninguna de sus rosas!

– Tarde, tarde señora –dijo la bestia con un gruñido – Merece un castigo, así aprenderá a no tocar otra de mis rosas... –dijo oscuramente para luego tomar a la mujer por el cuello y arrastrarla devuelta al castillo.

Los objetos animados miraron la escena con preocupación y pena, no podían hacer nada, solo esperar a ver si su amo recapacitaba...

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Tony se encontraba furioso esa mañana, ¿Cómo se le ocurría a Peter Quill que se casaría con él? Debía estar tan loco como sus fans para hacerlo.

Así que lo corrió de su casa sin sutilezas, le dijo que se buscara a otro u otra, pues él, Anthony Stark jamás seria llamado señor de Quill.

Él quería más que vida provincial.

Quería aventuras que al mundo asombre, incluso el verdadero amor encontrar...

Aunque debía admitir... Estaba leyendo demasiada ficción...

Esperaba que llegara su madre para contarle la locura que se le había ocurrido al hombre.

Pero su madre no llego...

Llego su yegua, Friday, de repente y toda asustada.

– Shh Fry, tranquila –susurro Tony tratando de tranquilizar al animal – ¿Qué paso? ¿Y mamá? –pregunto preocupado al ver que no había rastro de su madre, la yegua intento jalarlo mostrándole una dirección –Esta bien, espera un segundo.

Tony volvió a su casa para buscar su capa y en el camino encontró su pequeña navaja que perteneció a su padre, el castaño decidió llevársela también, por si acaso.

Volvió con Friday y dispuesto a encontrar a su madre monto la yegua y le indico que le mostrara el camino.

Pasaron minutos que parecían horas, o ya eran horas, el camino se tornaba más extraño que de costumbre, de repente el paisaje a su alrededor se volvía helado y la nieve empezaba a caer, pero ¿Cómo era esto posible? Era verano apenas, ¿Cómo rayos podía nevar?

Sus preguntas fueron ignoradas por él mismo cuando llego a un lugar escalofriante.

Paso por una rejas negras y tétricas y vio un jardín helado, habían algunos cristales formados por el hielo que resplandecían gracias a los tenues rayos de luz que recibía, era un tanto mágico si le preguntaban, pero cuando alzo su vista hacia el castillo todo lo mágico desapareció.

Aquel enorme castillo de muros grises y viejos con espantosas gárgolas era simplemente espeluznante, Tony trago saliva, mientras más se acercaban más imponente era el castillo.

Dejo a Friday en un viejo establo, Friday le miro preocupada y asustada.

– Estaré bien Fry, ten un poco de fe, lograre sacar a mamá de aquí –dijo Tony con confianza mientras acariciaba el frente del animal.

Luego de esto, el castaño ajusto su capa y suspiro, debía ser valiente, por mucho que aquel castillo diera miedo él debía ser valiente, era un Stark y los Stark son de hierro.

Con determinación se dirigió a la entrada del castillo y entro en el.

Sep, el interior daba más miedo.

Deberían contratar a un decorador de interiores, pensó Tony para aligerar su miedo.

– ¿Hola? ¿Hay alguien aquí? –Grito al vacío escuchando como su voz hacía eco – ¿Mamá? ¿Estás aquí? – pregunto mientras recorría los pasillos.

Mientras tanto cerca de ahí se encontraban dos objetos discutiendo por los últimos acontecimientos.

– Lo dije, lo dije muchas veces –decía el reloj –Era una pésima idea dejar que alguien se alojará en el castillo ¿Pero me escucharon? ¡No! Y ahora Buck está muy enojado –despotricaba mientras el candelabro le hacía burla imitando su forma de hablar.

– ¡Quería ser buena persona! La señora necesitaba ayuda, no creí que el amo y señor del lugar se enojará solo por una rosa -dijo Clint sarcástico cruzándose de "brazos"

– ¡Sabes lo que Bucky piensa sobre esas rosas! –recriminó Steve.

– ¡Pero debería calmar su temperamento un poco! Nunca conseguiremos salir de esto si no –recalco Clint.

Estuvieron discutiendo un rato más hasta que escucharon a alguien hablar.

– Y ahora qué –dijo Steve suspirando cansinamente.

– Tenemos otro visitante al parecer –dijo Clint para luego acercarse a dónde provenía la voz, al ver a la persona que se trataba se quedó impresionado – ¡Steve! ¡Ven! Debes ver esto.

El reloj fue rápidamente al lugar donde estaba su amigo y jadeo asombrado por la belleza de aquel muchacho.

– Es hermoso... –susurro un poco ido.

– Es una verdadera belleza, y soy más de chicas –dijo Clint en broma, Steve no le prestó atención, pues seguía viendo al joven muchacho que iba subiendo las escaleras hacia los calabazos... Espera... ¡¿Qué?!

– Va hacia el calabozo – dijo el reloj alarmado – Buck lo va a destrozar, hay que detenerlo.

– No creo que sea insensible con ese tipo de belleza –dijo el candelabro – Si hasta a mí me hace dudar de mi sexualidad, y te digo Steve si es insensible a eso estaremos completamente fritos ¿Qué no lo ves? Puede que sea quien nos libere de esto –dijo esperanzado.

– No sé si Bucky tenga el mismo nivel de esperanzas que el nuestro –susurro Steve tristemente –Él ha perdido la esperanza de romper el hechizo y solo se ha vuelto más hostil a las personas.

– Pues yo no pierdo la esperanza de volver a ser un humano y así sea en contra de "su alteza" se romperá este hechizo y tengo una fuerte corazonada de que este chico es la clave y pocas veces mis corazonadas no se cumplen –dijo Clint decidido mientras subía las escaleras hacia los calabozos con un sorprendido Steve a sus espaldas.

Tony seguía subiendo aquellas escaleras que parecían interminables, en el camino consiguió una antorcha para poder iluminar el camino, muy necesaria en opinión del castaño quien la tomo y siguió su camino hasta que llego a un lugar que parecía un calabozo un poco destruido.

– ¡Mamá! ¿Estás aquí? –dijo Tony mientras caminaba con cuidado por el lugar.

– ¿Anthony? –escucho una tenue voz conocida entre una de las rejas.

– ¡Madre! –exclamo Tony con dicha mientras se acercaba a aquella reja.

– ¡Anthony! Hijo ¿Qué haces aquí? ¿Cómo me encontraste? –Pregunto su madre para luego negar con la cabeza –No importa, debes irte cariño, vete, huye de aquí antes que ese monstruo te vea -dijo la mujer en pánico intentando que su hijo se fuera.

– ¿De que estas hablando? ¡No me iré de aquí sin ti! –dijo Tony decidido.

– Debes irte hijo, por favor, huye de aquí antes que la bestia te vea –decía la mujer desesperada.

Tony no tenía idea de que pasaba ¿Qué había puesto a su madre en tal estado?

Estaba por averiguarlo.

De repente Tony escucho un rugido y fue jalado por alguien mucho más fuerte que él, soltó la antorcha que tenía gracias a la fuerza del jalón que le dieron, la antorcha cayó en un charco cercano apagándose dejando aquel calabozo iluminado por la poca luz que entraba del techo.

– ¡¿Qué haces aquí?! –pregunto molesto una voz fuerte y oscura.

– ¿Quién eres? –pregunto Tony de vuelta intentando ver quien era su atacante distinguiendo apenas una enorme sombra oscura.

– El amo del castillo –respondió aquella voz sin perder su tono molesto.

– Vine a buscar a mi madre –dijo Tony respondiendo a la pregunta inicial de aquella voz –Por favor, suéltala, ella no ha hecho nada malo.

– ¿Y cómo lo sabes si no has estado presente? –dijo aquella voz con un poco de ironía.

Tony frunció el ceño molesto y apretó sus puños.

– Porque es mi madre y sé que ella no haría ningún daño –dijo con determinación.

– Salvo tomar algo que no le pertenecía –dijo aquella voz con un rugido.

¿Tomar algo que no le pertenecía? Eso no sonaba como su madre, ella era la mujer más respetable que él conocía.

– Tony cariño, no tiene caso, es mejor que te vayas –dijo su madre mirándole con una pequeña sonrisa resignada – Estaré bien... –dijo para después empezar a toser, el frío de ese calabozo estaba afectándola.

– No madre –dijo Tony tomando las manos de su madre entre los barrotes de aquella prisión y luego volvió a mirar a la sombra de su captor –Déjala ir, haré lo que sea...

– No puedes hacer nada -dijo la voz con un poco de rencor para luego exclamar – ¡Es mi prisionera!

– ¡Debe haber alguna forma! -exclamo Tony de vuelta, se quedó callado un momento, su mente trabajando rápidamente hasta que se le ocurrió algo, vio a su madre y se mordió el labio para luego volver a mirar la sombra de su captor que parecía irse –¡Espera! –Dijo para luego tomar una bocanada de aire y continuar – Yo me quedare aquí.

– ¡Tu...! ¿Tomarías su lugar? –dijo aquella voz sonando un poco sorprendida y curiosa.

– ¡Tony No! – Grito Maria entre lágrimas – ¡No sabes lo que haces! Hijo por favor...

Tony trato no prestar atención a las súplicas de su madre y siguió hablando con su captor.

– Si me quedo... ¿La dejaras libre?

– Sí –confirmo aquella voz –Pero, deberás quedarte para siempre –sentenció.

Ok, para siempre era mucho tiempo, pensó Tony, tenía que analizar bien todo y rápidamente, pero no tenía mucho que pensar realmente, era la vida de su madre de la cual hablaban, su libertad, pagar el precio de quedarse encerrado en una celda para siempre en cambio que su madre este bien y libre, Tony había decidido,pero primero, quería ver el rostro de aquel que será su captor.

– Sal a luz –dijo Tony mirando fijamente a aquella sombra retándolo a acercarse a la parte iluminada del calabozo.

Tony observo como aquella sombra se movió un poco vacilante y luego con determinación se acercó a aquel punto donde la luz atravesaba el techo del calabozo, noto también como mientras más se acercaba su tamaño iba disminuyendo pero sin dejar de ser más alto que el mismo Tony. 

Aquella figura salió a la luz dejando a Tony sin aliento por unos segundos.

Era un hombre alto, a simple vista, aunque estaba casi todo cubierto, estaba vestido completamente de negro, una gruesa capa negra se ajustaba en sus hombros, lo que más Tony pudo distinguir era apenas su rostro, pues tenía una especie de mascara negra que cubría su nariz y boca, tenía el cabello negro, largo hasta los hombros, pero lo más impresionante eran los cuernos que salían de estos, tenía unos cuernos enormes que sobresalían de su cabeza, además de eso Tony se quedó hipnotizado a ver sus ojos, azul glacial, eran tan fríos y podían reflejar peligro... Eran hermosos...

Admitía que tenia una reacción contraria para cualquiera ante el peligro, pero así era él...

Aquel ser le miro con esa fría mirada retándole a decir algo, tal vez sobre su apariencia, Tony no sabía exactamente, pero esa mirada penetrante y calculadora le incomodaba un poco.

Tony vio a su madre un momento y Maria le miro con preocupación, pues sabía lo que su hijo haría.

– No Anthony, ¡No vas a quedarte aquí! –dijo Maria en tono de orden que no usaba desde que Tony tenía 12 años.

Tony suspiro y volvió a ver a aquel extraño ser acercándose a él como si fuera a su juicio de condena.

– Te doy mi palabra –dijo Tony con determinación sabiendo que aquella persona sabía a qué se refería.

– ¡Hecho! -rugió en respuesta mientras pasaba por un lado del castaño dirigiéndose a la celda de la mujer, Tony por su parte apretó sus labios conteniendo un sollozo y cerro sus ojos para que sus lágrimas no escaparan.

– ¡Anthony no! –dijo Maria acercándose a su hijo y abrazándolo –Hijo escucha,yo soy vieja, he vivido mi vida, tu apenas estas empiezan... –no pudo terminar de habla pues aquel ser que la tenía cautiva la arrastro lejos de su hijo llevándosela del lugar.

– ¡Espera! –grito Tony tratando de sostener a su madre pero ya era muy tarde,aquella bestia se había llevado a su madre y le había encerrado en el calabozo.

Mientras tanto, aquella bestia llevaba arrastrando a Maria por el castillo mientras la pobre mujer gritaba por piedad a su único hijo, no fue escuchada y simplemente fue arrojada a una carroza vieja y encerrada ahí.

– ¡Por favor tenga piedad de mi hijo! –gritaba la mujer mientras golpeaba la puerta de aquella carroza.

– ¡Ya no es tu responsabilidad! –Grito aquel ser para luego dar órdenes a la carroza –Llévala al pueblo en este instante.

Aquella carroza antes inmóvil empezó a moverse siguiendo las órdenes de su amo y partió rumbo al pueblo.

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Eso es todo por ahora

¿Qué les pareció?

Ok algunas aclaraciones.

Bucky tiene dos formas, una como lo es "La Bestia" donde es una bestia antropomórfica con cuerpo de oso, piernas y garras de lobo, colmillos y cuernos enormes. Luego esta su segunda forma o la "más humana" que es la que le muestra a Tony, conserva la mayor parte de su cuerpo humano salvo por los cuernos y colmillos (que oculta gracias a la mascara) y sus garras (No tan grandes como en su forma original) y en ambas transformaciones Bucky mantiene su brazo de metal (y este cambia con él). Sobre esto se aclarara más tarde cuando estos dos estén en temas más "amistosos" puede que tenga muchos feels la explicación de como Bucky tiene esa dos formas.

En este capitulo Bucky se deja llevar por la ira, pareciendo más a la Bestia, en próximos capítulos intentare que Bucky sea más "él" por así decirlo XD puesto que siento que salio muy ooc, así que en próximos capítulos actuara más como digamos Winter. 

Btw, el porque Bucky asume su forma más humana ante Tony es porque, contrario de lo que Steve piensa, Bucky no es estúpido, el obviamente cayo ante la belleza de Tony y por muy amargado que se haya vuelto el realmente no quería asustar a Tony con la verdadera forma que la hechicera le condeno.

Y pues aquí tenemos la selección de personajes.

Clint sera como Lumiere, ¿Por qué? Mi prima y dos amigas más me convencieron de esto y además querían ver algo de Clintasha, so, prácticamente lo hice por ellas (Rachell, Giada y Heididi espero que me paguen por esto(?) okno las amo ❤ ) así que supongo no sera una sorpresa para ustedes a quien interpretara Natasha aquí ;) 

Steve es el reloj, desde el principio lo tenia en mente, incluso hice un post en mi tumblr sobre este fic con Steve como el reloj so, este si ya lo tenia planeado xD

May y Peter Parker son la Sra Potts y Chip, esto gracias a la idea de una de mis seguidoras @Zolei-sama gracias por la idea dulzura ❤

Hay más personajes que se verán en el trascurso de la historia encarnando objetos random y con importancia, por ejemplo, el perchero es un personaje sorpresa que Maria conoció hace años cuando su esposo vivía, por eso ella le suena familiar su voz, pero recuerden el hechizo, todos los habitantes del pueblo perdieron sus memorias sobre el castillo y quienes trabajaron ahí o estuvieron presentes en el hecho.

Hay muchos temas originales que pondré que salen de lo normal en "La Bella y la Bestia" algunos elementos nuevo para digamos hacer esto más interesante y con más drama(?) pero como tal, se mantendrá la trama de la historia original.

Eso es todo por ahora, si tienen dudas y preguntas pueden enviarlas aquí https://curiouscat.me/nocte_ o a mi tumblr: https://www.tumblr.com/blog/bella-beilschmidt

Espero le haya gustado este capitulo, lo hago con mucho amor para ustedes ❤ disculpen los errores y todo eso uwu

Les amo ❤