Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

I was keeping a secret... Yes, I knew this was love.


¡Muy buenas hermosuras~! 

¡Capitulo nuevo!

Lamento la tardanza... Pero últimamente no me he sentido tan bien... Mi animo ha estado muy loco esta semana y por ende intente no escribir mucho porque automáticamente mi animo afecta la forma en la que escribo... Pero no quería fallarles con el cap de la semana... Y bueno... Esto estará un poco sad pero dulce  y melancólico y luego feliz again(?)Y honestamente escribí un cap bonus, pero ese será para más adelante... Y ese lo escribí cuando estaba depresiva... Así que cuando publique ese cap bonus es mejor que tengan sus pañuelos cerca xD esta basado en una canción, que literalmente les estuve dando pistas durante toooodos estos últimos capítulos xD quien sepa la canción se gana un saludo(?) Okno XD pero si se me ocurre algún premio o recomiendan uno se lo ganan(?) 

Whatever... Puse una canción aquí de la nueva versión de Disney, e hermosa y creí que seria bonis ponerlo aquí(?) 

Otra cosa... Veré si en mi página de Fb ( Nocte ) publico un fanmix con algunas canciones que me han inspirado a escribir este fic, próximamente(?)

Ahora con el cap~

Disclaimer: La canción utilizada en este fic no me pertenece (Obviamente...), créditos a su respectivo creador.

Advertencia: OOC(?) y no ha sido revisado por un beta... Si ven algún error tenganme paciencia uwu  


_____________________________________________________

Capitulo IX

I was keeping a secret ... Yes, I knew this was love.



– ¡STEVE! –grito Bucky buscando al reloj, su grito se pudo escuchar en todo el castillo.



Luego de un rato se presentó el reloj, apresurado.



– ¿Qué ocurre, Buck? –dijo el objeto un poco sin aliento.



– Respira un poco –dijo Bucky suspirando esperando que su amigo se recuperara.



– Ahora si –dijo luego de unos segundos – ¿Qué ocurre?



– ¿Recuerdas el viejo taller de armas del castillo? –pregunto Bucky.


– Claro –dijo Steve confundido, Bucky por lo general no preguntaba por aquellas cosas, la guerra era un tema aún más delicado que el tema del hechizo – ¿Por qué la pregunta?



– ¿Recuerdas cuál era el nombre del inventor de nuestras armas? –respondió con otra pregunta.



Steve le miro aún más confundido.



– También... Es obvio, fue mi amigo, era Howard Stark –dijo sin vacilación.



Bucky suspiro y cerró los ojos un momento para después volverlos a abrir con determinación.



– Llévame al taller –indico a su amigo.



– ¿Q-qué? –pregunto Steve confundido.



James suspiro hastiado.



– Que me lleves al taller –repitió – Debo verificar algo por mí mismo.



Steve le miro como si le hubiera salido otra cabeza pero cumplió la orden dada y dirigió a Bucky a dicho taller.


Desde que habían vuelto del pueblo olvidado perteneciente a su reino, James había quedado con muchas preguntas que necesitaba resolver, y por lo que había visto y le confirmo Steve, las respuestas estaban en el taller que una vez se usó para la construcción de grandes inventos que ayudaron en la guerra.



Era un área exclusiva del castillo que se usó solo para eso.



Al llegar al lugar estaba lleno de polvo, la puerta se veía gastada y deteriorada por el paso del tiempo y su desuso, James la abrió con cuidado, las bisagras chillaron estruendosamente y una fina capa de polvo fue lo que los recibió.



– Este lugar tiene años sin usar... Y limpiar... –comento Steve mirando la cantidad de polvo que había en el lugar.



– En efecto... –dijo Bucky detallando el lugar –Dile a Nat que venga con su grupo y limpie este lugar, lo quiero impecable –ordeno al reloj.



– Sí Buck –dijo Steve para luego mirarlo con curiosidad – Buck... ¿A qué viene tanto interés por este lugar de repente?



– Es un regalo -respondió James – Quiero hacerle un regalo a Tony... Y algo que dice que este lugar es perfecto... Le debo una explicación por su pasado... –susurro lo último con melancolía.



Steve no sabía a qué se refería Bucky, pero vio que era importante y que incluía a Tony.



– Entonces le diré a Natasha que deje el lugar brillante –dijo Steve con una ligera sonrisa.



– Gracias... –dijo Bucky para luego salir del lugar dejando a un impresionado Steve... Bucky no acostumbraba a agradecer... Ese chico le estaba cambiando para bien.



___________________________


Últimamente Tony no salía de su habitación, desde aquel "escape" el castaño pasaba más tiempo encerrado en su habitación que en cualquier otra parte del castillo. James pensó que estaba bien, tal vez era porque aún estaba afectado por ir a aquella cabaña de su infancia, aunque a veces le notaba más pálido y débil, pero seguía pensando que era su situación emocional sobre aquel día, no pregunto nada, aunque en su corazón sentía que debía preguntar, pero recordó que cuando él estaba mal por recordar a su familia, él prefería encerrarse y no saber de nada más, así que, pensando que el caso de Tony era similar, James le dio su espacio mientras preparaba su sorpresa.



Sin embargo, la situación del castaño no tenía mucho que ver con aquella cabaña, aunque le había pegado emocionalmente aquellos viejos recuerdo de un lugar donde fue feliz, lo que realmente le tenía cautivo en su habitación era su enfermedad que se agravaba con los días, su tos seca era a veces insoportable y su fiebre y escalofríos se hacían difíciles de ocultar, pero no quería preocupar a nadie, incluso le había hecho prometer a Janet no decir nada, por mucho que la pobre protestara, Tony le aseguraba que estaba bien, que no era mal
de morirse... ¿Cierto?



Pero, Tony intentaba no perderse la cena con James ni una vez, y de vez en cuando, procuraba salir de su habitación en el día cuando se sentía un poco "mejor" cuando podía manejar aquellos síntomas y hacer creer que no existían, funcionaba la mayoría de las veces, era bueno ocultando su malestar, aunque tenía que mentir mucho, los objetos no eran idiotas, sabían que algo pasaba, pero Tony les aseguraba que no era así.



Lo bueno es que era fácil convencer a James, ya que últimamente el amo del castillo parecía estar ocupado y pocas veces veía a Tony en el día, aunque siempre le veía en la cena y se retiraba rápidamente culminada esta, el castaño estaba agradecido con eso, pues él sabía que aunque era "bueno" engañando a los demás, él no podría mirar a Winter y mentirle acerca de su condición, podía intentarlo, pero no sería capaz de mentirle descaradamente, por lo menos no tanto... No a él.



Así que por el momento, su coartada era que estaba cansado y prefería estar en su habitación leyendo. Pero en su habitación lo que hacía era intentar controlar su enfermedad.



Pero los engaños no duran para siempre.



____________________________________



Tony se encontraba con una manta aferrada a sus hombros cubriéndole mientras leía en la comodidad de su habitación, hoy era uno de esos buenos días en que su enfermedad se encontraba a raya, pero sin embargo decidió quedarse en su habitación cómodamente leyendo un libro de medicina a ver si por fin sabía que rayos tenía y como podía sanarse por sí mismo.



De repente, la puerta de su habitación fue tocada.


– ¿Quién es? –pregunto Tony aun prestando atención a su lectura.



– El amo del castillo –respondió James desde afuera en forma de broma.



Tony soltó una risa.



– ¿Y qué le puede ofrecer al amo de mi vida? –dijo con sarcasmo.


– Dejarme entrar sería un buen comienzo Antoshka –comento James.


– Eres el amo del castillo, puedes pasar cuando quieras –dijo Tony mientras se levantaba dejando el libro en el sillón dirigiéndose a la puerta.


– Prefería ser cortes –contesto James con sarcasmo.


– Encantador para una bestia -dijo Tony abriendo la puerta con una sonrisa ancha.


– Solo para ti krasavchik –dijo sonriendo tímidamente.


– Awww, eres tierno, sabes cómo hacer sentir especial a una persona –bromeo Tony palmeando ligeramente la mejilla del más alto con cariño.


James tomo la mano de Tony con una mueca de fastidio.


– No soy tierno... Tú en cambio... –dijo el mayor con una sonrisa sin soltar la mano del castaño luego frunció el ceño mirándole con curiosidad – Estas pálido...



– Es lo normal cuando no recibes luz solar y aquí no recibo mucha que digamos –dijo Tony rápidamente y cambio de tema – ¿A qué venias?


Eso suavizo la expresión de James.



– Quiero mostrarte un lugar... Y contarte una historia... Espero tengas tiempo.


– ¿Otro lugar secreto? Genial, nunca me aburro contigo –dijo Tony sonriendo.


– Exacto, trae la llave que fue de tu padre, la necesitaras –dijo James para luego besar ligeramente la mano de Tony que aun sostenía en un gesto inocente para luego soltarla –Te veré en el vestíbulo principal –anuncio para luego alejarse dejando a un muy confundido y sonrojado Tony.



– ¿Q-qué acaba de pasar? –pregunto a la nada sintiendo como las emociones se agitaban en su interior.



Tony movió su cabeza suavemente intentando despejar todos los pensamientos que surcaban su mente y se concentró en lo que dijo Winter, así que, aunque confundido, fue a buscar la llave de su padre y su abrigo para luego salir de su habitación para encontrarse con el mayor.


Después de que se encontraran en el vestíbulo principal, James tomo la mano del castaño dirigiéndolo a un lugar un poco apartado de todo lo que conocía en el castillo.



– ¿A dónde me llevas esta vez? –pregunto el castaño, como siempre la
curiosidad sacaba lo mejor de él.



– Es una sorpresa Antoshka –dijo James con una sonrisa de lado –No la arruines.


Tony hizo un mohín pero no dijo nada más y se dejó guiar por el otro.


Llegaron a un pasillo donde habían unas escaleras que llevaban a un piso más abajo, James se detuvo y le dijo a Tony.


– Cierra los ojos.



– ¿Por qué debería?



– Como dije antes, es una sorpresa, confía en mi -pidió el mayor mientras ofrecía su mano para que Tony la tomara.


El castaño le miro con los ojos entrecerrados en sospecha, pero luego le dio una rápida sonrisa y siguió su orden, cerro sus ojos y tomo la mano del otro confiando plenamente en él.



– Si me dejas caer o golpearme contra alguna columna, te destruiré –amenazo el castaño como quien habla del clima.



James resoplo divertido.



– Como si fuera a dejar que algo te pasara Antoshka.



James le condujo por las escaleras y luego caminaron un poco más por un oscuro y largo pasillo, un poco viejo y con rastros de polvo. De repente Tony empezó a toser ligeramente alertando un poco a James deteniendo el paso.


– ¿Estas bien, Antoshka? – pregunto preocupado.


– Estoy bien – dijo Tony aun sin abrir sus ojos y cubriendo su boca.


– Ha de ser los residuos de polvo – comento James, aun preocupado.


– Lo más seguro – dijo Tony tosiendo un poco más sin poder evitarlo.


– Vamos, mientras más rápido lleguemos al lugar y más alejado del polvo estés mejor... – dijo James volviendo a reanudar el paso.


Siguieron caminando por aquel pasillo, Tony tosió un par de veces más y luego paro, hasta que se detuvieron en una puerta de madera un poco rustica.


James abrió la puerta para ellos y condujo a Tony al interior, James ayudo a Tony a subir una pequeñas escaleras y luego le dejo en medio del oscuro lugar.



– Quédate aquí un momento –dijo James mientras soltaba la mano del menor –No abras los ojos todavía, no hagas trampa.



Tony rio ligeramente pero hizo lo que se le dijo, a través de sus parpados percibía que estaban en un lugar muy oscuro y ciertamente le ponía un poco nervioso y se preguntaba qué podría ser lo que Winter le quiere mostrar. De repente percibió como aquel lugar empezaba a iluminarse poco a poco, Tony sintió su emoción aumentar, estaba ansioso por saber que era ese lugar.



James se acercó al castaño tomando sus manos, estaba nervioso, no sabía si le gustaría aquello y más aún, no sabía cuál sería la reacción de Tony cuando se enterara porque le había traído a ese lugar.



– Puedes abrir tus ojos –susurro, los nervios le estaban carcomiendo
por dentro, pero los supo mantener a raya.



Tony abrió los ojos, la emoción burbujeaba en su interior y cuando vio aquel lugar sintió que su aliento se escapaba de sus pulmones.



Era una habitación grande, con muchos artefactos, una mesa grande. De madera con algunos bancos alrededor se encontraba en el centro de esta, había muchos papeles dispersos en esta, junto con algunas herramientas, era ciertamente el taller de un inventor.



Tony soltó las manos de James y se acercó a la mesa, las palabras no salían de su boca, estaba impresionado por aquel lugar, para alguien como él que amaba inventar cosas, aquello era simplemente hermoso.



Hasta que se acercó a la mesa y vio algunos de los papeles, eran planos, de algunos de los artefactos que estaban por ahí, supuso, aunque la mayoría de estos eran armas. Tony se sintió más curioso, miro detalladamente uno de los planos y cuando vio la firma tuvo que
apoyarse en mesa para no caer.



"Howard Stark"



– ¿C-cómo? –pregunto Tony, sintió su respiración acelerarse mientras miraba a James en busca de respuestas.


James suspiro.


– Es hora de la historia... No es muy linda, tampoco tiene un final feliz, pero es todo lo que puedo ofrecer... Deberías sentarte –dijo mientras veía al castaño quien se sentó en uno de los bancos, aun en shock, esperando una explicación.



El mayor se sentó en otro frente a Tony, cerró los ojos un momento y los volvió a abrir con determinación enfrentando al castaño, debía saber la verdad.



– Hace años existió un reino, era hermoso, era grande, con muchos pueblos bajo su protección, era próspero y tenía los mejores reyes, un rey justo y una reina amable, ellos tuvieron cuatro hijos, tres hermosas y graciosas princesas y un príncipe vanidoso y arrogante... –relato James mientras observaba la expresión neutra en el rostro del castaño, suspiro nuevamente – Todo era perfecto, hasta que un día no lo fue más... Había un reino cruel con un rey tirano que anhelaba las riquezas del otro reino, y para lograrlo empezó la guerra... Aquel reino cruel tenía una ventaja, eran buenos con las armas, su expertos y científicos estaban especializados en estas, pero eso no significo que el otro reino fuera débil, pues lucho con todo lo que tenían y enfrentaron valientemente al reino tirano, todo gracias al ingenio de un habitante de uno de los pueblos del reino, era un genio, inventaba armas que se usaban para enfrentar al reino tirano, los reyes le dieron un lugar en su castillo para que aquel inventor se destacara. Aquel inventor era un poco arrogante y sarcástico, pero bueno en lo que hacía, y era muy social, se hizo amigo de muchas personas en el castillo, sobretodo del joven capitán de las tropas –esto último lo dijo rodando los ojos y dejo escapar una pequeña risa – A veces eran insoportables... Aquel inventor amaba crear, sus inventos eran su pasión... Pero, había solo una cosa que aquel inventor amaba más que sus creaciones... Su familia... Debido a la guerra tuvo que separarse de ellos para protegerlos y cumplir su deber con el reino, pero siempre hablaba de ellos, como lo más especial que tenía, siempre hablaba de su esposa, la luz de su vida, y hablaba de su pequeño
hijo... Cuando no estaba construyendo armas estaba construyendo algo más, para su familia, era un regalo especial para ellos... Y lo logro terminar, antes que la guerra cobrara su vida también... Junto con los reyes y dos de las princesas... Y otras miles de vidas en los pueblos que no lograron ser evacuados a tiempo... –dijo con suma tristeza en sus palabras mirando su regazo evitando la mirada del otro.



Tony escucho el relato en silencio, cada palabra y era como si reabrieran una herida que no había sido curada en él, toda esa historia... Aquel inventor... Aquel reino... Sintió como las lágrimas se acumulaban en sus ojos.



– El nombre del inventor... Era Howard Stark, mi padre ¿Cierto? –Tony sabía la respuesta, pero aun así quería escucharlo de él.



– Sí... Este era su taller, no sabía que era tu padre hasta aquel día que fuimos a aquella cabaña olvidada... –dijo James aun sin mirar al castaño – Yo... Lo siento... –dijo con voz culpable.



Tony sintió una lagrima desbordarse y deslizándose en su mejilla y trago duro.



-No tienes por qué disculparte... No fue tu culpa que aquella guerra estallara... –susurro.



– Pero fue mi culpa confiar en quien no debía y que gracias a esto el enemigo invadiera el castillo... No pude hacer nada para salvarlos... –dijo James con voz entrecortada.



– Winter... No fue tu culpa... No podías haberlo sabido... Él te controlo...



– Y yo deje que lo hiciera... Si no hubiera estado tan ciego... Tan confiado... Tu padre seguiría con vida y hubiéramos ganado la guerra... Los reyes seguirían con vida también y las princesas...-cubrió su rostro con sus manos y continuo – La familia real estaría completa y los pueblos del reino unidos y prósperos como debía ser... Es mi culpa... No pude salvarlos... No pude... –decía en medio de sollozos incontrolables, pensaba que podría decir aquella historia sin ponerse emocional, pero la verdad era, que nunca lo había dicho antes, y la culpa por lo sucedido le carcomía por dentro, más ahora, con Tony ahí quien también había perdido a alguien importante en la guerra, y se sentía culpable de ello.



– Shhh, Winter... –intento Tony calmar los sollozos del otro y sin siquiera pensarlo bien se levantó del banco y abrazo al otro hombre.




James se tensó un poco por la acción, no había sentido el abrazo de otro ser humano por tantos años, desde su madre, la última persona que le había abrazado con tanto cariño; y aquí estaba Tony, abrazándole, consolándole, no pudo evitar sollozar más fuerte, no lo merecía, esa compasión, ese abrazo, ese momento... Un monstruo como él no lo merecía, pero como lo anhelaba, aquella hermosa calidez que Tony le ofrecía.




Tony siguió abrazando al mayor, moviéndolo un poco para así él poder estar sentado en su regazo y que el abrazo fuera más fácil. Tony tomo las manos de James las cuales cubrían su rostro intentando que las quitara de ahí.



– Vamos Winter, quita tus manos y déjame ver tus hermosos ojos –susurro con voz casi maternal, quería ver lo ojos del mayor.



James dudo un minuto, pero luego lentamente dejo que el castaño apartara sus manos de su rostro dejando ver sus ojos azul grisáceo acuosos por las lágrimas.



– Eso es –susurro nuevamente soltando las manos del mayor las cuales instintivamente se envolvieron alrededor de la cintura de Tony manteniéndolo en su lugar, el castaño por su parte limpio algunas lágrimas que corrían por las mejillas de James con una sonrisa triste
en su rostro –No te culpo por lo de mi padre, las cosas sucedieron así, no fue tu culpa, si a alguien hay que culpar es a aquel reino tirano y al imbécil traidor, pero tu... Fuiste solo otra víctima del suceso, no te puedo culpar de algo que no pudiste saber...



– Y-yo... Pero yo pude... Lo siento, Antoshka... Lo siento, lo siento –dijo James volviendo a sollozar y susurrando disculpas, enterró su cabeza en el pecho del menor empapando su camisa con sus lágrimas.



Tony suspiro envolviendo sus brazos alrededor de James, apoyo su mejilla en la cabeza del mayor teniendo cuidado con sus cuernos, se quedaron así por un momento, ofreciéndose consuelo mutuo, Tony sabía que en algún punto esas disculpas no eran solo para él y le hizo
preguntarse ¿Cuánto tiempo habrá cargado James con esa culpa? ¿Alguna vez incluso lloro por la muerte de sus padres? ¿Cuánto dolor habrá soportado? Pensar en eso solo le hizo más triste y derramo lagrimas por aquella persona la cual abrazaba en esos momentos.


Pasaron en esa posición un tiempo, hasta que las lágrimas se agotaron, James se separó un poco de Tony sin romper el abrazo solo para mirarle.


– Lo siento... Por todo esto... –dijo un poco avergonzado.



– No es problema, creo que necesitabas desahogarte, y yo también –dijo Tony sonriendo ligeramente.



– Aun así, espero no haber arruinado el ánimo completamente para la sorpresa.


– ¿Sorpresa? ¿Que no era esta? –pregunto Tony confundido.



– En parte, sí... -dijo James -Pero falta algo más, lo más importante.



James sostuvo a Tony firmemente con su brazo mecánico mientras se inclinaba un poco y con su otra mano sacaba una caja que estaba debajo de la mesa.  Un pensamiento cruzo su mente un instante y era el hecho que Tony se encontraba en su regazo y la verdad era que no sentía ninguna incomodidad con ello, realmente era como si el cuerpo más pequeño del castaño se amoldara a la perfección con el suyo más grande, observo de reojo a ver si conseguía algún indicio de molestia en la expresión de Tony, pero lo único que encontró fue mera curiosidad por saber que había en la caja que él había sacado, retiro rápidamente aquel pensamiento y se concentró más en la caja.



– Hay algo que quiero mostrarte –dijo James sacando de la caja una caja más pequeña y volviendo a su posición inicial se la entregó a Tony, y como quien no quiere la cosa, volvió a colocar su mano en la cintura de Tony "inocentemente" – Lo encontraron aquí, mientras limpiaban, automáticamente pensé en aquello que me dijiste en la cabaña.



Tony, completamente distraído por la caja que le dio James, no le presto mucha atención a las otras acciones de este y la verdad es que se encontraba muy cómodo en su posición actual.



– ¿Qué es? –pregunto curioso sosteniendo la caja y mirando a James a los ojos.


– Ábrelo y lo descubrirás – dijo el mayor con una pequeña sonrisa alentadora.


Sin esperar más palabras, Tony abrió aquella caja y jadeo en sorpresa al ver lo que había adentro.



Era un pequeño piano ornamentado de lo que parecía ser de madera con muchos hermosos detalles en oro. Con cuidado, Tony saco la preciosa reliquia de aquella caja, observándola con mayor detalle, era hermoso, aquel pequeño piano tenía una especie de broche para abrirlo y Tony le abrió descubriendo así que el pequeño piano era una especie de cofre que contenía diversos materiales de costura, aguas, pequeñas tijeras, hilos, botones, alfileres, todo un kit de costura.



– Es hermoso –susurro Tony cerrando el cofre y mirando a James con nuevas lágrimas en sus ojos –Gracias...



– Era el regalo que hizo Howard para su esposa e hijo... Te pertenece por derecho –dijo James con un poco de melancolía en sus palabras –Pero... Te falta ver la mejor parte ¿Trajiste la llave?



Tony asintió con su cabeza para luego sacar del bolsillo de su camisa la pequeña llave que antes había encontrado en la cabaña.


– De acuerdo, ahora, busca el lugar donde pertenece –dijo James un poco divertido al ver la expresión animada que hizo Tony.



Enseguida, Tony empezó a ver cada detalle del piano minuciosamente hasta que encontró lo que buscaba, una pequeña abertura al costado del objeto, Tony metió la pequeña llave en él y le dio vueltas y aquel piano empezó a tocar una dulce melodía.




– ¡Una caja de música! –exclamo Tony emocionado para luego escuchar aquella melodía, ya bien conocida para él – La canción de mamá –susurro Tony –Ella suele cantar mucho esta canción, es su preferida, yo amaba escucharla, también escuche a Jarvis tocarla varias veces en su violín, no entendía bien como la conocía, pero creo que ahora tiene más sentido... –dijo con una ligera risa.




– Así que tu madre inspiro esta melodía –susurro James – También he escuchado a Jarvis tocarla, nunca creí que tuviera una letra...



– La tiene –dijo Tony con la mirada perdida, soñadora, mientras escuchaba la melodía que ofrecía aquel regalo – ¿Cómo un momento dura para siempre? ¿Cómo puede una historia nunca morir? –empezó a cantar apoyando su cabeza en el hombro de James. – Es el amor al que nos debemos sostener. Nunca es fácil, pero lo intentamos. A veces nuestra felicidad es capturada. De alguna manera, nuestro tiempo y lugar se detienen. El amor vive dentro de nuestros corazones y siempre lo hará...


Los minutos se convierten en horas, los días y en años y se van

Pero cuando todo lo demás ha sido olvidado

Nuestra canción aún vive


James escucho a Tony cantar, su voz era sorprendentemente suave como si cantara un arrullo, suave, gentil, melodiosa, no pudo evitar disfrutarla cerrando sus ojos, sintiendo el confortable peso de Tony en su regazo, sus brazos alrededor de la cintura del menor, el aliento del castaño rozando su cuello mientras cantaba, era un hermoso pedazo de cielo, James realmente quería, que como decía la canción, aquel momento durara para siempre...


Tal vez algunos momentos no fueron tan perfectos

Tal vez algunos recuerdos no tan dulces

Pero tenemos que conocer algunos malos momentos

O nuestras vidas son incompletas

Entonces cuando las sombras nos alcanzan

Justo cuando sentimos que toda esperanza se ha ido

Escucharemos nuestra canción y sabremos una vez más

Nuestro amor vive


Tony siguió cantando, aquella canción que le canto su madre, prácticamente desde que nació... Como un momento dura para siempre... Deseo que aquel tranquilo momento junto con James durara para siempre...


¿Cómo un momento dura para siempre?

¿Cómo dura nuestra felicidad 

a pesar de la oscuridad de nuestros problemas?

El amor es belleza, el amor es puro

Al amor no hace caso a la desolación

Fluye como un río a través del alma

Protege, cubre y persevera

Y nos hace completos


Mientras cantaba, Tony vio desde su posición la relajada expresión de James, parecía que estuviera a punto de dormir, sonrió ligeramente y por primera vez entendió perfectamente las palabras de aquella canción, la letra era tan profunda... ¿Así era el amor que se profesaban sus padres? Hermoso... Puro... Les hacía sentir completos... Fluía como un río en el alma... A veces sin darse cuenta, era tan extraño y maravilloso el amor, aparecía cuando menos lo esperabas y en quien menos creías...


En ese momento entendió el significado de aquella canción, el amor de sus padres vivía, aun dentro de él, en su corazón, para que él pudiera hacer frente a los momentos más oscuros, para que le mostrara el camino a seguir y de alguna forma, encontrar a alguien con quien compartir esa clase de amor, tan maravilloso, tan hermoso...


– Los minutos se convierten en horas, los días en años y se van... – continuo cantando Tony cerrando sus ojos un momento con una sonrisa en su rostro y siguió – Pero cuando todo lo demás ha sido olvidado, nuestra canción aún vive. Así es como un momento dura para siempre: cuando nuestra canción vive...



James sintió que estaba dormitando cuando la caja musical dejo de sonar y por ende el castaño dejo de cantar, estuvieron en silencio unos minutos hasta que la repentina tos del castaño volvió a atacar, alertando a James.


– ¿Estas bien? –pregunto con preocupación.



– Estoy bien –dijo Tony sonriendo ligeramente – Creo que el polvo de
aquel camino aún me está afectando.



– Tal vez sea mejor que volvamos -murmuro James –Le diré a Natasha que limpie ese pasillo...



– Pero, volveremos a aquí ¿No? –pregunto Tony con una expresión casi infantil de temor.


James no pudo evitar sonreír.


– Por supuesto que volveremos, por eso quiero que el camino este más limpio.



– Pero para volver hay que pasar por ahí, ¿No? -pregunto Tony.



– No necesariamente, hay una salida externa que nos llevara cerca de los establos y luego caminaríamos un poco para llegar a la entrada –menciono James.



Al mencionar los establos, Tony recordó a su muy querida yegua y se sintió culpable por no haberla ido a visitar recientemente.



– ¿Podríamos ir a los establos? –Pregunto – Tengo tiempo sin ver a mi yegua...


– ¿Estás seguro? –Pregunto James preocupado – Con esa tos no sé si debas.


– Es solo una tos tonta –mintió a la ligera sin ver a James –Solo... Quiero verla, será rápido.



James suspiro pesadamente.



– Está bien... Iremos a verla.


Tony sonrió.



– Eres el mejor –dijo para luego abrazarlo fuertemente en un gesto inocente de agradecimiento y luego apartarse mirándole con una hermosa sonrisa.


James sintió su corazón latir mucho más fuerte, un sentimiento que nunca creyó sentir antes estaba envolviéndolo, una agradable calidez, algo tan frágil pero hermoso... Un sentimiento al que siempre le temió...


Amor...


Sin embargo, contagiado por el aura alegre del castaño, le sonrió de igual manera esta vez sin importarle si sus colmillos sobresalían de sus labios, Tony le hacía olvidar aquello, le hacía olvidar que él era una bestia, le hacía olvidar sus imperfecciones y le hacía querer ser mejor persona.


Se dejó llevar por aquel sentimiento que descongelaba su corazón, que derrumbaba poco a poco, pero a paso constante las murallas en su castillo de soledad, dejo que aquel sentimiento le invadiera por completo.


Sí... Él sabía que aquello era amor...


____________________________________________________

¡Hasta aquí el capitulo!

¿Qué les aprecio?

Espero les gustara... Con todo y mi melancólica bipolaridad esta semana(?)

Tengo noticias... Malas...

Pues no se si pueda seguir actualizando semanalmente... Pues, aunque como tal, aun no he empezado clases en la universidad, tengo que presentar dos importantes parciales dentro de unas semanas, y es derecho constitucional... Así que no lo puedo tomar tan a la ligera y tengo que estudiar para ellos, así que descuidare un poco este fic hasta terminar aquellos parciales y luego volveremos a la normalidad :3

Aunque intentare escribir algunas cosillas para el fic, pero no les puedo garantizar que siga actualizando semanalmente, así que les estoy avisando para evitar problemas(?) Así que deseenme éxito en mis parciales (?) 

Les amo demasiado <3  


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro