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Narrador:
Después de que el Toad se retirara del castillo, Peach felizmente, dijo la siguiente actividad que iban a realizar.
Peach: Bien chicas, es hora de hacer lo siguiente, es un juego muy divertido en el que haremos unas llamadas de broma.
Daisy: ¡Yuju! Se viene lo más divertido.
Rosalina: Espero que no salga mal esto.
Daisy: No pasará nada, la última vez que lo hicimos Peach y yo, lo máximo que sucedió fue que un Toad se tirara a un río.
Rosalina: Pues no fue gran cosa así que empezemos.
Narrador:
Las chicas se fueron a donde estaba el teléfono, y se sentaron en el sofá que estaba a lado de este medio de comunicación.
Peach: Entonces, ¿a quién le marcamos?
Daisy: Buena pregunta.
Rosalina: Ni idea.
Daisy: ¡Ya sé! Al Maestro Kinopio.
Peach: Pues... hagámoslo, empecemos con algo fácil.
Daisy: Okay.
Narrador:
Peach comenzó a marcar, en lo que ella lo hacía, Dasiy se aguantaba sus ganas de reírse al querer saber la reacción del pobre Toadsworth. Una vez que contestó, Peach le dio el teléfono a Daisy para que esta contestara.
Maestro Kinopio: ¿Hola?
Daisy: (cambiando su tono de voz) Hola.
Maestra Kinopio: ¿Qué se le ofrece?
Dasiy: ¿De casualidad no tendrá algún durazno o melocotón por ahí?
Maestro Kinopio: No... ¿A qué va la pregunta?
Daisy: A nada..., ¿qué idiomas habla?
Maestro Kinopio: El lenguaje más común de este reino, español...
Daisy: ¿No habla inglés?
Maestro Kinopio: Sí...
Daisy: ¿Por qué no me lo dijo antes? Ahora quiero que me de un durazno bien educado, servicial y de la realeza, ahora mismo.
Maestro Kinopio: ¿Y cómo consigo uno?
Daisy: ¡¿ACASO NO SABE A QUIÉN FUE A LA QUE ESTUVO EDUCANDO DESDE QUÉ ERA UNA BEBÉ?!
Maestro Kinopio: (cuelga)
Daisy: Ja, ja, ja.
Peach: ¿Era necesario usarme para esta broma?
Daisy: Sí.
Rosalina: Ja, ja, ja. Ahora yo quiero intentarlo.
Peach: ¿Estás segura?
Rosalina: Claro, nada como los contactos que tiene la guardiana del cosmos.
Daisy: ¿Me estás diciendo que hablarás a personas de otras galaxias?
Rosalina: Correcto.
Peach : ¿Pero eso es posible?
Rosalina: Claro, yo he llamado mil veces con los teléfonos del Reino Champiñón a otras galaxias y funcionan perfectamente.
Peach: Así que me han estafado, los de la línea mencionan que solo se pueden hacer llamadas en el Reino Champiñón.
Rosalina: Eso te lo dicen para que te cobren más.
Peach: Que suerte que nunca contraté ese servicio.
Daisy: Un momento, eso explica como Peach Felina te marcó sin problemas.
Peach: Cierto, no me di cuenta.
Rosalina: Correcto.
Daisy: Continuemos, Rosalina marca a quién querías.
Rosalina: Okay. (Dijo mientras marcaba el teléfono y esperaba a que le respondieran la llamada).
Daisy: No puedo esperar a quien va a marcar.
Rosalina: Hola.
Luma: Hola.
Rosalina: Soy Daisy, y te voy a adoptar.
Luma: ... (el Luma colgó en ese instante).
Rosalina: Ja, ja, ja.
Daisy: ¿Era necesario meterme en tu bromita?
Rosalina: ¡Claro!
Peach: Ja, ja, ja.
Narrador:
Así estuvieron las chicas por toda la noche, mientras los gatos ya habían llegado a la casa de Mario y Luigi.
Mario Felino: ¿Crees que se dieron cuenta de que no estábamos?
Peach Felina: No, aún siguen jugando Sonic CD.
Rosalina Felina: Sí, mira, ese mundo es dónde hay instrumentos amarillos.
Peach Felina: No son mundos, son zonas.
Rosalina Felina: Son lo mismo, ¿pero cómo sabes?
Peach Felina: ¿No recuerdas las veces que he usado la Mega CD sin el permiso de nuestros dueños?
Rosalina Felina: Cierto.
Mario Felino: ¿Qué es una Mega CD?
Peach Felina: Una consola de videojuegos.
Mario Felino: ¡Oh ya!
Rosalina Felina: ¿Ahora que vamos hacer?
Mario Felino y Peach Felina: No sé.
Rosalina Felina: Creí que iban a tener más ideas, más que nada por Mario Felino y tú hacen un buen equipo.
Mario Felino: Perdón, miau.
Peach Felina: Es que no podemos hacer mucho aquí adentro.
Mario Felino: Sí miau, además de que vengo cansado de la fiesta o reuñión que acabamos de teñer.
Peach Felina: Sí, otra cosa es estuvimos todos los felinos reunidos, así que había más material para hoy.
Rosalina Felina: ¡Qué pena! Entonces yo tendré que planear algunas cosas más antes de que se duerman.
Mario Felino: ¿Qué tienes en mente?
Rosalina Felina: Tengo en mente en tomar la Mega CD de Mario y Luigi.
Peach Felino: No creo que eso sea una buena idea...
Rosalina Felina: Vamos no pasará a mayores, a menos de que...
Narrador:
En lo que los gatos charlaban el teléfono de Mario sonó, acto seguido Luigi fue el que respondió la llamada.
Luigi: ¿Hola?
¿?: Hola.
Luigi: ¿Daisy?
¿Daisy?: Sí soy yo, Daisy.
Luigi: (dice nervioso) Ah... ¿qué cuentas?
¿Daisy?: Lo he estado considerando, y creo que...
Luigi: ¿Qué?
¿Daisy?: Te amo...
Luigi: Daisy, yo... también te...
¿Daisy?: (interrumpe a Luigi) ¡Feliz noche de chicas! Soy Peach, ja, ja, ja.
Luigi: ¿Entonces todo fue una broma?
Peach: Sí.
Luigi: (se poneun poco triste) Pues que buena broma ja, ja (hace una risa fingida).
Peach: Espero que tengas una buena noche, adiós.
Narrador:
Luigi se quedó un poco decaído, los gatos se dieron cuenta y se quedaron en blanco por la broma que le hizo Peach a Luigi.
Mario Felino: Ño sabía que Peach podía imitar la voz de Dasiy.
Peach Felina: Ni yo.
Mario Felina: Espero que esto ño le haya afectado a Luigi.
Rosalina Felina: Afortunadamente no, Mario siempre lo ayuda en las buenas y en las malas, mira si quieres asómate a ver los dos.
Mario Felina: (asoma su mirada a los dos hermanos) Cierto, miau.
Narrador:
Mario intentaba animar a Luigi después de la pequeña broma que le hizo Peach. Mientras las chicas quedaron sorprendidas y al mismo tiempo muertas de risa por todas las bromas telefónicas. Más tarse hicieron una pelea de almodas, hicieron varios juegos, hasta que se fueron a dormir. Este noche de chicas había sido abrumador, aunque había algo que comentar a detalle al siguiente día, ya que era un detalle de suma importancia y tenía que platicarse con seriedad máxima.
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