Gradient no estaba seguro de cuánto tiempo estuvo tan solo sentado allí, delante de aquel agujero escuchando los sonidos que venían de él. Era muy extraño. Escuchando sabía que no se trataba de ninguno de los Au's existentes, ya nada de lo que decían se podía relacionar con ninguna, y también por la sensación tan extraña que despedía el agujero... lo más cercano que podía llegar era cuando escuchaba a Fandom, era muy extraño.

Era como un vicio, no podía dejar de escuchar lo que provenía del otro lado, que parecía llamarlo como el canto de una sirena, o puede ser que su soledad haya encontrado consuelo en escuchar a aquella extraña hablar, ¿qué de quien estoy hablando? es de aquella misteriosa voz que se podía escuchar del otro lado, al principio desde el agujero se escuchaban varias y distintas voces, hasta que escuche una en especial que me hizo acercarme más al hacerlo, esa es la única voz que puedo escuchar ahora (mas los que hablen con ella).

Se divertía escuchando los chistes que decía o cuando respondía con tanto sarcasmo las cosas que le preguntaban, disfrutaba escuchar de su música o oír sus historias; le dolía cuando lloraba y se enojaba cuando alguien la lastimaba.

Así paso todo su tiempo hasta que escucho algo extraño del otro lado. Era aquella voz que acostumbraba a escuchar pero se oía muy asustada... preocupado se acerco mas al agujero tratando de averiguar que pasaba, tan solo se podían oír gritos, pedidos de ayuda que él era impotente de responder y el llanto desgarrador de alguien al fondo.

Gradient estaba enojado, nunca se había sentido tan impotente en toda su vida, incapaz de aceptar que no podía hacer nada se esforzó por tratar de usar su alma en aquella persona a quien estuvo escuchando todo este tiempo, y haciendo uso de toda la magia que le quedaba se esforzó por agarrar su alma y atraerla hacia él, era un gran esfuerzo parecía como si la misma realidad se estaba rompiendo al tratar de detenerlo de hacer eso, pero él no hizo caso y siguió tirando... y siguió... y siguió... y siguió, hasta que lo sintió lo había logrado con sus últimas fuerzas trajo a aquella persona que logro hacerle sentir tal empatia, a aquella persona con la cual llego a conectarse tanto con tan solo escuchar su voz.

Lo había logrado, no estaba seguro de como sabia eso, pero él lo sentía había conseguido alejar del peligro a aquella voz tan extraña, pero parece que eso no era sin consecuencias la misma realidad parecía estar cambiando, adaptándose a tal cambio que él hizo. Los códigos de todas partes estaban revueltos, andaban sin rumbo o dirección cambiando de lugar atentatoriamente, por un momento incluso llego a pensar que había destruido el equilibrio, pero después de unos minutos se tranquilizo al ver que los códigos se empezaban a reacomodar.

Ya más tranquilo se puso a observar los códigos asegurándose de que todos estén bien, parecía que no habían sufrido ningún daño y que solo habían cambiado de lugar por lo cual ahora seguro de que todo estaba bien decidió revisar su máquina, la cual había empezado a sonar hace unos pocos segundos. Al parecer alguien había entrado a su Au, intranquilo por la sorpresiva visita de alguien a su casa y por lo que acaba de pasar, decidió irse rápidamente a su hogar.

Lo extraño es que cuando se estaba yendo le pareció oír a aquella voz hablarle dirigiéndose a él con unas palabras muy extrañas, pero eso no podía ser, después de todo ella no sabía que él la estaba oyendo.

- Merci mon ange de mélancolie...