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🎬 16 📸

El actor y su asistente personal desde hacía dos horas se encontraban dentro del auditorio junto a varias personas más para esperar por la decisión de los productores para saber quiénes quedaban. Amarilis estaba sentada en una de las butacas mirando hacia el escenario mientras que los posibles protagonistas estaban arriba junto con los encargados. De las más de cien personas que se encontraban allí, solo la mitad había quedado, entre ellos, Demetrio, y de ahí redujeron las personas a veinticinco. Él estaba dentro de esa cantidad. Hasta que por decisión del equipo seleccionaron solo a cinco que eran los principales y los secundarios, tres hombres y dos mujeres. El italiano había quedado entre los tres hombres porque querían un italiano y porque daba con la personalidad física del personaje.

La joven sacó una foto panorámica del escenario y uno de los productores vio lo que estaba haciendo y le gritó frente a todos.

—¡Ey! ¡¿Qué mierda haces?! ¡No puedes sacar fotos! Es una audición privada —dijo con seriedad y la chica se asustó.

—Lo siento, no sabía que no se podían sacar fotos —habló con la voz trémula y se le cayó el celular de los nervios.

De inmediato lo levantó del piso.

—No tienes derecho en hablarle así —le contestó Demetrio con una voz de perro.

—Me importa una mierda si es tu asistente.

—Baja esos humos con ella y conmigo porque nadie te hizo algo —lo enfrentó—. Saca fotos porque quiere, no te tiene porqué pedir permiso, en las audiciones se sacan fotos y nadie dice algo.

—Pues me importan poco si en las demás audiciones hacen eso, en las mías no —recalcó con mordacidad.

—Te acabas de quedar sin personaje italiano —respondió con sarcasmo—, te lo metes en el culo el guion, me voy —respondió tajante Demetrio y bajó las escaleras del escenario para acercarse a ella y tomar el abrigo—. Nos vamos.

—¿Está loco? —preguntó perpleja—, no puede exponerse así por mí, tiene mal carácter el hombre, pero no puede rechazar papeles cada vez que alguien me habla mal.

—Amarilis, nos vamos.

La argentina se puso de pie y se colocó la cartera en el hombro para salir del teatro junto con él.

—No puede estar perdiendo trabajos cada vez que alguien me grita o me dice algo desubicado —le contestó alcanzándolo y poniéndose a su lado.

—Me importa un cuerno, Amarilis. Yo no te traje aquí para que te falten el respeto o te griten, yo no me manejo así en el trabajo.

—Pero no puede hacer eso —negó con la cabeza—, no está bien, se acaba de perder una gran oportunidad —frunció el ceño estando preocupada—, esa película le podría haber traído más puertas abiertas y nuevos caminos, aparte de que lo que le ofrecían por la filmación era un buen precio.

—Me vale poco si el productor o quien fuese es un maleducado contigo —admitió y ella se sorprendió, pero luego se dio cuenta que estaba dejando notar su interés por ella y la arregló—, y conmigo también.

—Entiendo, pero no era necesario renunciar al papel.

Una vez dentro del coche, reinó el silencio y ella con un suspiro habló de nuevo.

—Lo siento de verdad, no sabía que no se podían sacar fotos en las audiciones.

—A él se le ocurrió eso, porque en cualquier audición se pueden sacar.

—Pero, no era para que se fuera así —emitió preocupada y sorprendida al mismo tiempo.

—Ya pasó Amarili —la nombró con el nombre en italiano—, no me quita el sueño no tener el papel.

—Puede que lo entienda, pero pudo ser un papel grandioso, más sabiendo que el personaje principal era italiano y estaban buscando a alguien como usted.

—Mañana y el resto de la semana la tengo ocupada, así que me enfocaré en los demás trabajos.

—De acuerdo —asintió con la cabeza y continuó conduciendo.

Demetrio la observó por décima vez en aquel día. Cada vez que la miraba le gustaba un poco más, le había llamado la atención desde que la vio en el perfil de Bruno y le dio un like, pero sabía bien que era una locura lo que estaba sintiendo por ella.

Cuando entraron al estacionamiento y ubicó el auto en su sector, apagó el motor y se bajaron.

El hombre recibió una llamada de su hermana.

—Hola, hermosa, ¿cómo estás?

—Hola, Demi, bien, ¿dónde estás?

—Por subir al departamento.

—¿Pu-puedo ver a Ammm-arilis? ¿Estt-a contigo?

—Sí, está conmigo.

—Vamos a verlos Vince y yo.

—De acuerdo, los veo en mi departamento.

Su hermana chilló de alegría y cortó la llamada.

—Vienen a visitarnos mi hermana y su novio. En realidad, ella quiere verte. No tienes problema en que te quiera ver, ¿verdad?

—Obvio que no. Me sorprende que quiera verme.

—Cuando a Mellea le cae bien alguien, es capaz de visitarla todos los días —rio con ternura.

—Por tener esa personalidad ya lo creo que sí —rio ella también.

Dos horas después de haber cenado los cuatro en el departamento de Demetrio, en donde era la primera vez que el novio de Mellea y Amarilis se conocían, fue Vincenzo quien le pidió a su cuñado alejarse un poco de las chicas para hablar entre ellos.

—Últimamente está tan raro que no sé qué pensar —contestó la hermana.

—Los hombres a veces son raros.

—Vince hace rato que está así —parpadeó varias veces—, y me pone nerviosa como ahora, cazzooo —volvió a decir una palabrota.

—Tranquila, estoy segura de que no es nada para que te preocupes.

—¿Y si le está diciendo algo a mi hermano porque quiere dejarme? —cuestionó con miedo y sus tics comenzaron a ser más notorios.

Desde parpadear con fuerza hasta abrir la boca y encogerse de hombros con insistencia.

—Mellea, no pasa nada, yo los veo que están hablando bien y no creo que estén hablando de vos.

La mujer no se quedó conforme y acercándose a los dos vio que su novio tenía en la mano una pequeña caja cerrada.

—¿Qué están hablando tanto? ¿Y qué es... qué es eso en tu mano, Vince? —Lo miró a los ojos.

—Algo que me tenía que dar a mí, porque se lo había pedido —dijo Demetrio sacándole la caja de la mano de su cuñado.

—Ah... Están tan misteriosos que estoy pensando lo peor —puso sus brazos en jarra.

—¿Qué estabas pensando? —cuestionó su novio apenas la miró.

—Que le estabas diciendo a mi hermano que... qu-e me qu-erías dejar —parpadeó varias veces.

—Lo menos que se me ocurrió fue terminar contigo, bellezza —le confesó sonriéndole, abrazándola por los hombros y dándole un beso en la frente.

Amarilis quedó encantada con la escena.

Un rato después la pareja se retiró del departamento con un fuerte abrazo de Mellea a Amarilis y viceversa.

—Me gustó mucho verte de nuevo.

—Y a mí también —sonrió—, le voy a decir a tu hermano que me dé tu número de teléfono para vernos un día fuera de acá.

—Me parece bien —chilló y dio varios saltitos.

Cuando Demetrio y su asistenta se quedaron solos, ella habló.

—Le ayudaré a acomodar todo y me iré al lado.

—No tienes porqué limpiar.

—Creo que será más rápido, mañana hay que levantarse demasiado temprano, a las ocho tiene la campaña publicitaria.

—Está bien —asintió con la cabeza y acomodó las cosas junto con ella.

Poco tiempo después cuando la muchacha estaba pasando un trapo húmedo por la isla, él se acercó y abrió la caja que le había sacado a su cuñado.

Por un breve instante Amarilis sintió el corazón desbocado pensando en que algo así quería para ella también y se puso nerviosa.

—Esto me mostró hace un rato Vincenzo, compró el anillo para mi hermana, pero como se acercó, tuve que improvisar y quedármelo yo.

—Es precioso. Brilla un montón.

—Se la quiere llevar de viaje para proponerle matrimonio.

—Qué lindo. Se nota que la ama mucho.

—Mellea encontró a su otra mitad.

—Se lo merece, es una chica magnífica y muy dulce —admitió y se giró para enjuagar el trapo, y dejarlo sobre la mesada—, terminé, ahora sí me iré a dormir.

Amarilis descolgó el abrigo y la cartera, y se las puso sobre su brazo mientras buscaba las llaves dentro del bolso para abrir la puerta.

—Buenas noches, señor Cabassi y gracias por todo —expresó dándole a entender que se refería no solo a la cena, sino sobre todo a lo que había pasado durante la tarde en la audición.

—Buenas noches, Amarili —el acento italiano al pronunciar su nombre sin la s final, le daba cositas en la boca de su estómago—, y no fue nada, nos vemos mañana.

Ella abrió la puerta y la cerró a sus espaldas, caminó pocos pasos y abrió la de su departamento, y la cerró recargándose sobre la misma.

No estaba segura si debía contarles lo que había pasado en el teatro porque Bruno y Fausto irían a reafirmar que su jefe le seguía tirando los perros.

Colgó sus cosas en el perchero y se fue desvistiendo hasta llegar al dormitorio, programó la alarma para que sonara a las seis de la mañana, se puso el camisón y se acostó, el sueño le llegó al instante.


🎬🎬🎬


Por la mañana del siguiente día, apenas sonó el celular, decidió levantarse porque sabía que, si se quedaba un rato más dentro de la cama, los cinco minutos se convertirían en una hora. Salió de la cama, la armó, acomodó los almohadones sobre la misma y entró al baño para darse una ducha.

Al salir, se vistió y se arregló, poniéndose perfume, un par de accesorios, máscara de pestañas, delineador de ojos y un poco de color en los labios.

Pronto se preparó el desayuno y se sentó.

Una hora más tarde fue ella quien golpeó la puerta de su departamento para saber si ya estaba listo.

—Buen día, pasa mientras voy a buscar el abrigo.

—De acuerdo —le dijo y cerró la puerta.

El aroma en el ambiente era riquísimo y pensó que a su departamento le vendría bien un aromatizador. Tenía algo pendiente que debía preguntarle a Daniela para que le indicara dónde comprar ese tipo de cosas.

—Listo, ya podemos irnos.

—Bien —acotó—, me gusta mucho el perfume del ambiente, ¿dónde puedo conseguir difusores y aromas?

—Me lo regaló Daniela, ella tiene una tienda de perfumes de ambiente.

—¿En serio? —Quedó sorprendida—, me viene genial porque me encantan esas cosas. Le enviaré un mensaje cuando pueda y me daré una vuelta por su tienda.

—Me parece bien y ahora que volví a acordarme, tengo que decirte cómo extraer dinero del cajero automático y de paso te daré las tarjetas.

—¿Las tarjetas?

—Sí —afirmó y caminó hacia lo que seguramente sería su dormitorio y regresó con dos sobres en la mano—. En cada sobre está la de crédito y la de débito.

—Con una estaba bien.

—Te conviene tener las dos, no en todos los negocios aceptan la tarjeta de débito.

—Bueno... ¿Y cómo le dieron las tarjetas si no tengo ni siquiera residencia acá?

—Soy responsable tuyo, me dejaron abrir la cuenta porque soy cliente de esos a los que le llaman vip. Pero, para que quede claro, a la larga, vas a tener que tramitar la residencia permanente, Amarilis. Te facilitará todo.

—Entiendo. Más que nada por estos temas de tarjetas y cuentas bancarias, ¿no?

—Exacto. Pero está la opción de que tramites la ciudadanía también, y con la ciudadanía podrás entrar sin problemas a Estados Unidos, sin necesidad de tener una visa, porque la visa tarda mucho tiempo y algunas veces te la rechazan.

—¿No cree que es un poco temprano para discutir estas cosas?

—No, porque a la larga vamos a tener que hablar de este tema que es sumamente importante.

Amarilis revoleó los ojos.

—Okey, está bien, pero no me gusta que me presione.

—Te lo digo desde ahora, porque sé que vas a evadirlo como cuando me lo hiciste al principio.

—Que tampoco fue hace meses atrás, ni hace una semana que estoy acá.

—Pero te conozco desde principios de mayo. Eso que me contaste de América del Norte, ¿para cuándo es?

—Si mal no recuerdo para noviembre.

—Tenemos seis meses por delante para tramitar los papeles.

—Creí que estaba hablando solo de las tarjetas y la cuenta bancaria.

Demetrio le sonrió mostrándole los dientes porque estaba obteniendo lo que quería.

—Sí, pero del viaje también.

Ella volvió a revolear los ojos y no le dijo más nada, abrió la puerta y salió para esperarlo en la puerta del elevador.


🎬🎬🎬


Durante todo el día estuvieron dentro del estudio fotográfico para la campaña publicitaria de la marca de relojes. Cada cierta cantidad de horas tomaban un descanso para beber algo o comer algo y a veces Amarilis le acomodaba la ropa cada vez que se debía cambiar de vestuario para presentar la colección de relojes.

Toda la campaña duró once horas, a pesar de los recesos que tenían todos.

Los dos habían quedado exhaustos, aunque ella no había hecho nada, tan solo acompañarlo y conducir, y revisar el celular, y la agenda electrónica donde allí le llegaban los correos electrónicos también.

Antes de retirarse, a Demetrio le regalaron un reloj.

Dentro del coche, él se reclinó un poco en el asiento y suspiró.

—¿A que no adivina quién envió un correo?

—No tengo idea.

—La productora de ayer, se disculparon y le piden que sí o sí acepte el papel, el productor ya no trabaja más para ellos —se mantuvo en silencio—, y les dije que el señor Cabassi aceptará encantado el papel nuevamente.

—¿Por qué lo hiciste? No debiste aceptarlo.

—¿Qué más le da a usted si me trataba mal? Es su trabajo, señor Cabassi. Su carrera no puede ir en declive por defenderme de alguien que tiene un temperamento violento.

—A nadie le gusta ser tratado así, nadie se merece ser tratado así y les hice un favor a todos, porque si seguía, esa productora se iba a la mierda por culpa del tipo.

—Bueno —levantó las cejas y apretó la boca cuando le escuchó decir una mala palabra.

—¿Y cuándo tendría que presentarme de nuevo?

—Apenas sepa algo de ellos, se lo haré saber, les dije que me confirmaran el envío del correo y a su vez que me avisaran cuándo debía presentarse para la reunión.

—De acuerdo. ¿Tienes hambre?

—Un poco.

—¿Te gustaría probar sushi?

—¿Probarlo? Me fascina el sushi, cuando tenía unos pesitos extra por el aguinaldo, compraba sushi. Me gustaría que lo paguemos mitad cada uno, por favor.

—De acuerdo.

El actor le indicó dónde ir para comprarlo y luego de que ella le diera dinero, él bajó del coche para entrar al negocio. Mientras el hombre estaba dentro, Amarilis le envió un mensaje a Daniela.


¡Hola, Dani! ¿Cómo estás?

Espero que muy bien,

me dijo el señor Cabassi

que tenés una tienda de aromatizadores,

¿podría pasar el sábado?

Es el único día que tengo disponible esta semana


Unos minutos después Daniela le respondió.


Daniela

¡Hola, Amarilis! Yo muy bien,

¿y tú? Por supuesto,

los sábados estoy de diez de la mañana

a cuatro de la tarde,

en cualquier hora que quieras venir,

aquí estaré. Te paso la dirección;

Via dei Condotti 057,

es una de las calles principales de Roma,

creo que no te podrás perder,

cualquier cosa le preguntas a Demetrio

o si no me llamas y yo te guio cómo llegar


Muchas gracias, Dani.

Revisaré el Google Maps,

y si no me llego a orientar, te aviso.

Te mando un beso,

nos vemos el sábado a la tarde 😊😘


Daniela

😘😘


En el mismo momento en que Daniela le envió los besos, recibió un mensaje de Bruno.


Bruni

¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Qué es esto?

📷

📷


😱😱

¡Hola! Todo bien, ¿y vos? ¿De dónde sacaste esas fotos?


Bruni

De alguien que me las pasó,

¿qué es o qué pasó?

¿Tenía un papel nuevo y

lo rechazó porque se peleó

con uno de los productores por vos?

Ando bien y Fausto también,

tus papis están bien también

Lis, ¿qué está pasando? 🤔🙄


No pasa nada, ayer hubo un lío que pensé

que nadie iba a abrir la boca o bien sacar fotos,

pero parece que me equivoqué.

Tenía una audición,

le dieron el papel principal,

pero por algo que yo hice sin saber,

el productor me trató mal,

y él me defendió.

Tanto que rechazó el papel


Bruni

¿Y qué hiciste?


Estuve sacando fotos


Bruni

¿Por eso te trató mal ese cavernícola? 😤


Sí, me disculpé,

pero siguió jodiendo y

el señor Cabassi lo encaró y

terminó rechazando ser parte de la película


Bruni

¿Y ahora?


Ahora me avisaron que lo quieren sí o sí,

y que ese productor ya no trabaja más con ellos.

Bruno... Nada, olvidalo


Bruni

Decime Amarilis, te conozco


No, deja... Es una re pavada


Bruni

Si no me lo decís, no voy a poder saber si es o no


Quiere que me haga ciudadana italiana


Bruni

😱😱😱😏😏😏😍😍😍

¡Qué genial!


Tiene algo para noviembre en Estados Unidos,

y ya me dijo que convendría hacer

los trámites de la ciudadanía italiana.

Primero me lo dijo por un tema

de las tarjetas y la cuenta bancaria,

y después terminó con esto que te comenté recién,

¿vos qué opinás?


Bruni

¿Yo? Yo opino que me

aprontaría para bajarme la tanga 🤣🤣🤣


Qué tontito 🤣🤣, en serio lo digo


Bruni

Y yo también te lo digo en serio 🤣🤣

Ya ya, que no me parece mal que te lo dijera,

más por un tema de que no tenés

que estar cada 90 días renovando

la residencia laboral,

porque es un dolor de huevos,

es mejor lo que él te dice,

incluso para entrar a USA,

si tenés la ciudadanía,

entrás de una al país


Mmm entiendo. Veré qué le respondo


Bruni

¿Y ahora qué haces?


Lo estoy esperando porque entró

al local de sushi para hacer el pedido,

vamos a cenar eso.

Y ya te dejo, porque salió

y está viniendo para el auto,

nos hablamos, un besote.

❤️😘


Bruni

😘😘


Demetrio entró al auto y ella encendió de nuevo el motor para ir al edificio.

Cenaron en el departamento de la chica y mientras lo hacían, ella le habló sobre la conversación que tuvo con su amigo.

—Bruno me pasó un par de fotos sobre el escándalo de ayer. Alguien filtró las fotos, no las mías obviamente, pero alguien más sacó fotos y estoy segura de que se las vendió a alguna revista para que en cualquier momento salgan.

—No importa, no voy a preocuparme por cosas así, de todas maneras, ya es un asunto del pasado, si ellos ahora te enviaron un correo de disculpas y que me quieren de nuevo, ya estaría todo arreglado.

—Qué fácil lo dice, señor Cabassi —comentó asombrada ante la tranquilidad del hombre.

—Como te dije, no voy a preocuparme por algo que para mí tiene poca importancia —respondió llevándose un roll de sushi a la boca con los palitos chinos.

—Espero que esto no le traiga problemas y espero también que su representante no se enoje.

—¿Gennaro? Para nada, él es un hombre sensato y comprenderá el motivo por el cual rechacé el papel —confesó y volvió a meter la pata—, digo, en general no trató bien a nadie ese productor.

—Sí, lo entiendo —dijo ella.

Amarilis había quedado desconcertada y no quiso indagar más sobre el asunto.

—Mañana lo esperan a las diez para la campaña publicitaria del nuevo perfume.

—De acuerdo.

—Quiero saber algo, ¿cómo haremos para viajar más al norte? Digo, tiene una presentación en Trentino, vi que el viaje dura casi seis horas en auto, no hay trenes o eso creo, pero lo que no hay seguro es avión, ¿no?

Él negó con la cabeza.

—Entonces lo haremos en auto.

—Así es y convendría salir un día antes, después de la reunión que tengo.

—¿Y no debería acompañarlo su representante?

—Sí, pero yo no soy el único artista que Gennaro tiene, tiene muchos más y ahora que tengo asistente me vas a acompañar tú —sonrió y ella sin querer se ruborizó por la manera en cómo la miraba y le sonreía.

—Bien —fue lo único que acotó y continuó cenando—. Le preguntaré a Gennaro si puede darme una idea de cómo él busca hospedajes, o si tiene una página confiable para poder hacer las reservas.

—Solo busca en las páginas que más se nombran donde se encuentran vuelos, hoteles y demás cosas.

—Bueno, entonces si es así, busco como lo solía hacer cuando trabajaba en la empresa. Es una pregunta un poco tonta la que le diré, pero, ¿prefiere siempre de cinco estrellas?

—De tres para arriba está bien igual.

—De acuerdo. Eso también depende del lugar al que esté invitado, ¿no?

—Así es. Si consigues, elige algo con sauna o con algo termal.

—Bueno, en ese caso, le pasaré opciones de hoteles y usted lo elegirá.

—No, el que elijas estará bien.

—¿Seguro?

—Por supuesto.

—¿Quiere que me fije ahora? Ya que está aquí...

—Buena idea.

Entre los dos fueron revisando los hoteles, casi todos estaban sin reservas por el festival hasta que Demetrio vio uno al que le quedaban solo dos habitaciones.

—Este parece que es el único que queda después de todos los que vimos que no tenían disponibilidad y me gusta, ¿y a ti?

—A mí no me tiene que gustar, creo que más bien a usted le debe agradar.

—Ese entonces.

—¿Podría realizar usted la llamada? Digo... por el tema del idioma —emitió y él se rio.

—Sí, te entiendo.

Demetrio se comunicó con el hotel, pero quien lo atendió se disculpó diciéndole que debían actualizar la información ya que para ese día les quedaba una sola habitación con cama doble.

—Los dos cuartos que decían en la página que había disponibles, solo queda uno y es con cama doble, ¿qué hacemos? —Le comentó por lo bajo a Amarilis.

—¿Con cama doble? —pronunció incómoda por tener que compartir dormitorio—. Está bien, resérvelo.

—Lo quiero, llegaremos un día antes del festival durante el transcurso de la tarde.

La persona de la otra línea le pidió unos datos y luego él cortó la llamada.

—Listo. Tenemos la reserva.

—Gracias, aunque no me siento muy cómoda compartiendo el mismo cuarto con usted.

—Lo sé, pero esta vez no puedo hacer nada.

—Lo entiendo, más cuando es un festival y desde hace semanas que los hoteles ya tienen reservas hechas, no puedo pretender que haya más disponibilidad cuando falta solo una semana para esa fiesta. Hay que reservar también para la presentación en Florencia.

—Y me toca hablar a mí de nuevo, ¿no?

—Sí —se encogió de hombros con pena y sonriendo.

—Me lo temía —rio él también.

Hicieron lo mismo que en el hotel anterior y esta vez reservaron dos cuartos con cama matrimonial.

—Te ayudo a acomodar todo y me iré a dormir.

—No es necesario, puedo hacerlo tranquila.

—Por favor, insisto —respondió y ella solo asintió con la cabeza.

Una vez que Amarilis quedó sola, fue al cuarto y se quitó los zapatos, se desabrochó el jean y se sacó el corpiño para luego tirarse en la cama y conectarse un rato en el chat.


¡Hola a todos! ¿Cómo están?

Espero que bien, yo ando bien,

muy cansada porque hoy

tuve que levantarme

como a las seis de la mañana,

pero no puedo quejarme.

Si contestan al mensaje y

no respondo es porque me

quedé dormida, sorry 🤣

Los quiero mucho a todos 😊

❤️❤️❤️❤️

😘😘😘😘


Mami

¡Hola, mi amor!

Me alegro de que estés bien,

trata de dormir algo, por acá

estamos bien todos,

buenas noches, descansa.

Te mandamos un beso grande ❤️😘


Amarilis no leyó el mensaje de su madre porque se había quedado dormida con la ropa puesta y sobre la cama arreglada. En el departamento de al lado, Demetrio había publicado una foto nueva en su perfil de Instagram.

demetrio.cabassi Muchas gracias @|tempo.orologeria por hacerme participar de esta nueva campaña publicitaria

bria. Te amo ♥

romano_ Increíble reloj

gio.9 Pero qué mano * . *

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