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I

"Busqué el poder toda mi vida, pero nunca me di cuenta de que el precio que pagué fue perder a las personas que más quería. Ahora que tengo todo lo que quería, me doy cuenta de que lo perdí todo." –Son Goku

Pasaron algunos meses de la pelea con Black Frezzer, sin duda fue un dolor de cabeza muy fuerte para goku y vegetta pero como ya era de costumbre goku se fue a entrenar. Los meses pasaron donde cada vez se volvía más fuerte, entreno y entreno hasta el cansancio y una vez satisfecho volvió a su hogar.

Habian pasado 10 meses desde que no se supo nada del son mayor, a nadie le extraño que goku se fuese, ya era tradición eso, pero varias cosas habían pasado en estos meses y la principal fue la muerte de Milk, si, la esposa de goku había fallecido o más bien fue asesinanda.

Hace 2 meses sufrió un robo, dos personas armadas intentaron robarle pero como Milk sabía antes marciales quizo "defenderse" pero uno de los atracadores en un ataque de nervios sin querer soltó el gatillo, así disparando 3 veces.

Milk cayó sin vida al suelo, ya que 2 de las 3 balas habían impacto en ella, una en el corazón y la otra en el abdomen.

Intentaron traerla de vuelta con ayuda de las esferas, pero su alma ya había sido reencarnada al perderse en el camino de enmadaio-sama. Sin duda fue una noticia muy triste para todos.

Goku llegó a la tierra y fue a su casa, al estar cerca no sintió la presencia de Milk ni la de goten, extrañado entro a la casa y todo estaba oscuro, encendió las luces y todo estaba con polvo, señales de que la casa llevaba mucho tiempo abandonada.

Rápidamente fue a la casa de Gohan, algo malo estaba pasando y el no estaba enterando.

Toco la puerta y la que abrió fue Videl, ella se sorprendió al ver al Son mayor.

—Hola Videl—saludo como siempre, con una sonrisa en el rostro y alzando la mano.

—Hola señor Goku, espere un momento, llamaré a Gohan—le extraño aquella actitud de la chica, sin duda algo estaba pasando.

Videl fue a llamar a Gohan y este se fue a ver a su padre, su rostro era serio y reflejaba molestia.

—Hola Gohan..—saludo a su hijo pero repentinamente fue interrumpido.

Gohan salió de la casa y cerró la puerta.

—¿Sucede algo? Estas muy raro, además que Milk no está en la casa—preguntó Goku confundido.

—Murió...—al oír aquello abrió sus ojos de la impresión.

—¿Qué acabas de decir?—pregunto sin creer aquello, pero su sorpresa fue aún más cuando el mayor de sus hijos lo agarró de su dogi.

—Mamá esta muerta y todo por tu culpa, si tan solo hubieras estado acá ella aún seguiría viva—le recriminó su hijo, el aún no salía de su estupor.

—¿Pero por qué no la revivieron?—pregunto algo más alterado.

—Su alma se perdió y por error fue reencarnación—explicó con lágrimas en los ojos y aún sujetando el dogi de su padre—¡Todo es tu culpa!

Gohan aún no superaba la muerte de su madre, se le era difícil seguir y más aún con un padre que toda la vida estuvo ausente, al no superar la muerte de su madre opto por culpar a su padre por aquella desgracia.

—Yo realmente lo siento...—no sabía que decir, quiso abrazar a su hijo pero este se negó.

—Solo lárgate, es lo mejor que sabes hacer ¿no?—soltó una risa sarcástica al final de su oración, goku abrió sus ojos de la impresión—Goten te tiene un gran rencor, yo me haré cargo de el, solo vete y no vuelvas.

Se dio media vuelta y procedió a llamar a la puerta y seguidamente a entrar. Se quedó ahí parado, no sabía que hacer, estuvo así por unos minutos sin saber que hacer, sin más tomó vuelvo y se fue donde bulma, quizás ella pueda ayudarlo.

Llego a Corporación Cápsula y para su buena suerte bulma le estaba esperando en una mesita fuera de la mansión, ya que vegetta le aviso que goku estaba viendo en su dirección.

Goku aterrizó y sin decir ni una palabra bulma le abrazo, fue ahí que Son Goku se derrumbó, abrazo a su mejor amiga y esta solo consolaba de el.

—No es tu culpa, todo fue tan repentino y...

—¡No! Todo esto pasó por estar lejos, si tan solo yo hubiera estado aquí nada de esto hubiese pasado—exclamó Goku—Gohan me odia al igual qur Goten, perdí a mi familia.

—Nada de eso es verdad, solo están pasando por un gran dolor, verás que pronto pasará—habló Bulma tratando de calmar a Goku.

Ambos de separaron, por primera vez vio llorar a su mejor amigo, por primera vez lo veía tan "miserable", ni la peor de sus batallas había dejado tan "herido" a Son Goku.

Así pasaron los minutos, donde ambos amigos hablaron del pasado y donde bulma le hacia entender que todo eso era un mal chiste del destino y que el no era responsable de nada.

Ambos se despidieron y antes de que goku se fuera fue detenido por una voz.

—Oye insecto—gritó vegeta a su rival, goku volteó y observó a su amigo—¿Qué es lo que harás ahora?—pregunto algo curioso.

—Aún no lo sé—respondió sin ánimos, sin más alzó vuelo y desaparecido a una gran velocidad de la casa de bulma.

Sin embargo, el dolor y la soledad siguieron persiguiendo a Goku a medida que los años pasaban. Los guerreros Z partieron de este mundo uno tras otro, dejándolo sumido en un aislamiento autoimpuesto. Se retiró a un planeta solitario, cargando el peso de la culpa y lamentando las decisiones que había tomado en busca de poder. Los siglos pasaron, y Goku se aferró a su inmortalidad otorgada por el Anciano Supremo.

....

—¿Crees que ya es hora de ir a verlo?—preguntó el Dios a su asistente.

Este tan sólo asintió y así ambas deidades saliendo del planeta a rumbo desconocido.

Goku se encontraba viendo a la nada, su mirada era perdida y no le había tomando importancia a la llegada de las deidades, pero su tranquilidad fue interrumpida por la voz del Dios.

—Es hora de irnos—habló Bills con pereza, ya había pasado más de 200 años desde que Goku perdió a su esposa y decidió abandonar a todos.

200 AÑOS ATRAS

Goku sin más fue al planeta de bills, no quería estar en la tierra por la culpa que sentía.

Whis se encontraba caminando por el jardín del planeta, hasta que su caminar fue interrumpido por Goku.

—¿Qué lo trae de nuevo por aquí?—pregunto aún sin saber de los acontecimientos de la tierra.

—Señor Whis, mi esposa.... falleció hace algunos meses—aquella respuesta sorprendió al Ángel, nunca pensó aquella posibilidad y decidió preguntar lo más obvio.

—¿Y las esferas del dragón?—sabía que aquellas esferas podrían traerla a la vida, aunque algo le decía que en esta ocasión no sería una solución aquello.

—Su alma reencarno sin querer y ahora ya no hay nada por hacer, mis hijos me odian y yo no se que hacer—cayó de rodillas al piso, con sus puños empezó a golpear el suelo de rabia e impotencia, por primera vez no sabía que hacer.

—Eso si que es un problema...—se acercó a su discípulo y trato de consolarlo.

Bills salió de sus aposentos y vio a goku, seguidamente el contó su problema.

—¿Y que harás ahora?—pregunto Bills viendo a Goku, este no supo qué responder, ni el sabía que haría ahora, no tenía el valor de ir a la tierra.

—Señor Whis ¿me puede hacer un favor?—tras preguntar miró al ángel esperando su respuesta.

—Depende de lo que me pida—respondió con simpleza esperando la propuesta del Son.

—Quisiera que me lleve a un planeta lejano y que nadie me pueda encontrar, por el momento quiero estar solo.—aquella propuesta sorprendió a ambas deidades, sin duda la muerte de su esposa le había afectado de sobremanera.

—¿Estás seguro de eso?–interrumpió el Dios de la destrucción y tan solo Goku asintió con la cabeza.

Bills dio el visto bueno y whis solo obedeció.

Asi parason los últimos 200 años, donde Goku ha permanecido en aquel solitario planeta, lejos de sus amigos y seres queridos. Atormentado por la culpa de la muerte de su amada esposa y el desprecio de sus hijos, cada día se proyectaba en su mente el anhelo de regresar y reunirse con ellos. Sin embargo, el miedo lo consumía, las dudas lo paralizaban y se encontraba atrapado en un ciclo interminable de arrepentimiento. La tristeza inundaba su corazón mientras observaba los destellos de luz de los otros mundos, recordándole los lazos que había perdido. Sufría en silencio, incapaz de encontrar la fuerza para enfrentar su pasado y reconciliarse con aquellos que más amaba. Los días se convertían en años, y Goku continuaba vagando en aquel solitario planeta, llevando consigo el peso de su dolor y una infinita pena en su ser.

| ACTUALIDAD |

Llegaron al planeta del hakai-shin sin problemas, el viaje había sido demasiado silencioso, teniendo en cuenta que Goku nunca permanecía en silencio, bueno hasta ahora.

Y así pasaron los años, dejando su marca indeleble en el corazón del legendario Saiyajin. Aquel ser que solía irradiar alegría y vivacidad, ahora se encontraba sumido en una profunda depresión, su rostro serio y apagado reflejaba el peso de sus tormentosos pensamientos. La sonrisa inocente que solía iluminar su rostro se había desvanecido, dejando en su lugar una expresión vacía, desprovista de toda emoción. Sus ojos, una vez llenos de chispa y risueños, se habían convertido en un abismo oscuro, reflejo de la profunda oscuridad que invadía su interior.

El paso del tiempo no hizo más que profundizar la sombra que envolvía a Goku. Sus batallas épicas y sus triunfos ya no le brindaban la misma satisfacción de antaño. Los lazos familiares rotos y los remordimientos lo consumían, generando una carga emocional abrumadora. Aquel ser que siempre encontraba la fuerza para enfrentar cualquier desafío, ahora se encontraba atrapado en la telaraña de sus propios demonios internos.

Tanto Bills como Whis notaron el cambio en Goku, su aura brillante y enérgica se había desvanecido, reemplazada por un aura sombría y melancólica. La vida se había tornado gris y sin brillo para él, mientras luchaba contra su propia oscuridad interna. Los días pasaban sin rumbo fijo, sumergido en un mar de pensamientos dolorosos y sin encontrar la salida hacia la luz.

Sin embargo, en lo más profundo de su ser, Goku anhelaba recuperar su esencia perdida. A pesar de la tristeza y el tormento que lo acosaban, seguía luchando silenciosamente por encontrar la redención y la paz interior. Sabía que debía enfrentar sus miedos y confrontar las heridas del pasado para poder reconstruir los lazos rotos y recuperar su sonrisa perdida.

Aunque el camino era difícil y plagado de obstáculos, Goku se aferraba a la esperanza de que algún día la luz volvería a iluminar su ser. Con valentía y determinación, se embarcaría en un viaje interno, dispuesto a sanar las heridas y encontrar el camino de regreso a la felicidad que tanto anhelaba.

Pero aquello al parecer se le sería imposible, ya que cada vez se volvía más frío y cortante, al pasar el tiempo acompaño al dios a realizar su trabajo, por cada planeta que veía ser consumido por la destrucción su "humanidad" también era destruida.

El tiempo pasó con normalidad, donde ahora Goku en ocasiones destruida planetas por órdenes de Bills, ya que este se la pasaba dormido y aquella acción acabó con su humanidad.

| Palacio de Zeno-sama |

Zeno Sama, el Rey de Todo, se encuentra sentado en su trono de cristal junto a Daishinkan , el Gran Sacerdote. Ambos están sumidos en una conversación tranquila.

—Daishinkan, el nuevo universo que creamos necesita un Dios de la Destrucción. ¿No crees que deberíamos buscar a alguien adecuado para ese puesto?—el pequeño dios habló con una sonrisa.

—Tiene toda la razón, Zeno Sama. Pero, ¿a quién podríamos designar? Debe ser alguien poderoso y capaz de equilibrar el universo con su fuerza destructiva.—el gran sacerdote contestó con algo de duda y posando su índice sobre su mentón.

Zeno Sama se pone de pie emocionado y golpea sus manos juntas, provocando una pequeña explosión de alegría.

—¡Ya sé! Goku sería perfecto para este trabajo. ¡Es increíblemente fuerte y siempre está en busca de nuevas aventuras!—habló muy emocionado el otro pequeño rey y el otro asintió por aquella idea.

—¿Goku? No creo que se una buena idea, después de todo lo que pasó dudo que acepte aquel puesto—ambos reyes hicieron un puchero, habían olvidado por un momento todo el tormento que vivió su amigo, después de todo, ellos sabían todo lo que pasaba en el multiverso—Aunque de igual manera contactare con Whis para que venga al palacio junto con Goku.

Daishinkan saco su báculo para comunicarse con Whis pero fue interrumpido por una voz.

| Fin del capítulo |

Hace un buen que no escribía y la verdad se me hizo algo complicado empezar,  las ideas que tengo son claras y para der sinceros ya llegó algunas semanas pensando el rumbo que llevará, la duda será si todo eso lo podré interpretar y plasmar acá.

Pues sin más acá lo dejo y ha saber cuando se actualice, trataré de continuarla lo más que pueda.

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