Era una noche fría, las estrellas alumbrando el cielo junto a la luna. Nos encontramos en un bosque, donde las ramas se movían y las hojas de los árboles caían. En eso se escuchan pasos apresurados, jadeando por el cansancio y queriendo buscar la salida del bosque.

Una joven pareja de 21 años iba corriendo por el bosque, con varita en mano, pero no estaban solos en cierta parte. En las manos de la mujer llevaba unas mantas cubriendo a un bebé el cual dormía gracias al sentir el calor de su madre.

-Esto se pone más difícil.- dijo la mujer mientras miraba a su marido.

-Lo se, Mary. Estoy igual de cansado y asustado que tu.- dijo él hombre -Pero si queremos que Peter este vivo, debe ir con la única familia viva que tiene. Mis padres ya se sacrificaron para que nosotros logremos huir.- dijo serio

-Reed...- la mujer iba a hablar pero el hombre la detuvo.

-Espera...- dijo él.

Ambos se quedaron callados, lo que se podía oír era el aire, pero él aire era más fuerte de lo que pensaban. Richard solo vio a los ojos a su esposa y este negó mirándolo con tristeza, él hombre sólo la siguió viendo y con dolor reflejado en sus ojos; la mujer se fue con el bebé en manos.

Richard la vio irse, suspiro y se quedó viendo un lugar en específico. De un momento a otro gente con máscaras oscuras se posicionaron frente de Richard.

-Vaya, parece que es una reunión de excompañeros.- dijo Richard volteando a ver a los mortífagos.

-El niño, Parker.- dijo uno de ellos serio

-Vamos Lucius, tu y yo sabemos que no es necesario todo esto.- dijo Richard

-Tal vez para ti, pero nuestro Señor necesita a tu hijo.- dijo el hombre albino

Eso hizo que Richard se pusiera serio, apretó con fuerza su varita y una gran corriente de aire se formó.

-Dile al señor sin nariz, que jamás en su estúpida y larga vida... tendrá a mi hijo.- dijo Richard apuntando su varita hacia los mortifagos.

Todos se quedaron callados, y sin decir alguna palabra más, atacaron al pelinegro. La batalla iba a favor de Richard, por más sorprendente que fuera, pues él pelinegro tenía ya mucha experiencia en combate.

Bloqueo y ataque sucedía en el bosque, se lograba ver que cada mortifago caía poco a poco, así quedando solamente el pelinegro y el albino.

-Veo que aun no pierdo el toque, y eso que estuve sin pelear por un año.- dijo Richard sonriendo de forma astuta.

-Alardear no te servirá de nada.- dijo Lucius.

-Y querer a mi hijo para tu Señor, no servirá.- dijo Richard serio. -Además, cuando se entere que fracasaron, un Crucio les será unas buenas cosquillas.-

-Tal vez fracasamos por no traerle a su hijo, pero cuando le llevemos tu cuerpo y el de tu esposa, nos perdonará.- dijo Lucius con frialdad.

-Cuida tus pala....- El pelinegro se quedó callado por un momento y se arrodillo, sintió como su interior ardía de mala forma, sus venas se marcaron y soltó sonidos de dolor.

El pelinegro volteo a ver y a la que vio, fue a la bruja que tanto su esposa como él, temían.

-Bellatrix...- dijo el pelinegro

-Hola Parker.- dijo ella sonriendo -¿Cuanto tiempo sin hablar?-

El pelinegro sólo gemia de dolor.

-Te habías tardado.- dijo Lucius serio

-Fitzpatrick me dio varios problemas, pero ya no molestara mas.- dijo la mujer riendo levemente en burla y satisfacción.

Eso sorprendió a Richard, no sintió cuando Mary murió. La conexión de ambos le daba a entender a uno lo que le pasaba.

-Mi-Mientes.- dijo Richard enojado

-Oh, Parker... ¿no sentiste la muerte de tu amada cuerva?- pregunto Bellatrix con burla.

Richard soltó una lágrima, el amor de su vida ya no estaba con él y temía que su hijo ya fuera entregado al señor tenebroso.

-Aunque...- la mujer frunció el ceño -Tu hijo no lo encontré, y supongo que la dirección de tu hermano no la darás.- dijo ella

-¿Que comes... que adivinas?- pregunto él con una leve sonrisa, pues se sentía victorioso ante esa noticia.

La mujer al ver eso le lanzó otro crucio, haciéndolo soltar un grito de dolor. Lucius vio este con seriedad pero sin hacer nada.

-Créeme que tu hijo no es el mayor problema de nuestro Señor.- dijo Bellatrix. -El niño Potter también va a caer y así podremos matar a cada quien se nos entrometa.-

Richard ya no tenía fuerzas. Se trató de levantar pero ya no podía.

Bellatrix vio esto con satisfacción mientras sonreía.

-Mataló- ordeno a Lucius

Lucius asintió y apuntó con su varita al pelinegro. Se quedó quieto unos segundos para después pasar a matar... a su mejor amigo.

Todo esto fue visto por alguien, quien contuvo un jadeo y se miraba dolor en sus ojos. La figura llevaba cargando al bebé, volteo a verlo y este no lloraba gracias al calor que la figura transmitía. La mujer volteo a ver a los que estaban ahí y sin más... se fue.

Alguna parte de Londres.

La figura que llevaba al bebé vio una casa, era una muy hermosa y acogedora, esta vio por la ventana y reconoció a la pareja. Se poso frente la puerta y dejó al bebé, se quedó viéndolo por unos segundos, tocó la puerta y después se fue.

La puerta fue abierta y la pareja al verlo jadearon de sorpresa pues conocían al bebé más que nada. La mujer lo recogió y entraron a la casa, cerrando la puerta, él hombre abrió la carta que estaba con el bebé y la leyó.

"Querido Ben.

Si recibes esta carta junto a nuestro hijo, significa que morimos. Se que no hablamos desde el nacimiento de Peter, y lamento darte la responsabilidad de que lo cuides con May y Kaine, por favor, guialo y cuidalo. No sabes los planes siniestros que Voldemort tiene, entre uno de ellos es poder tener el poder de nuestro hijo.

Sabemos que nuestro hijo será un gran hombre si esta con ustedes, dile que nos perdone, cuando él esté listo para saber todo de nosotros, llevalo a nuestra casa y él sabrá que hacer.

Lamento todo esto hermano.

Att: R. P."

El hombre al termina de leer la carta comenzó a llorar, volteo a ver a su esposa y la abrazo con fuerza, pues su amado hermano... murió.

Eso fue visto por un pequeño castaño de ojos azules, vio a su padre llorar y eso significó que algo malo pasó.

Lo que no sabe, es que él tendrá una gran responsabilidad al igual que el pequeño bebé.
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Gracias ias por leer.