Beomgyu no podía creerlo.

Fue solo un pequeño beso, solo un suave rose de labios con la más mínima presión. Algo torpe, algo descuidado, pero fue suficiente para callarlo.

Yeonjun se separó al instante, creyendo haber cometido un grave error, retrocedió un paso y llevó su propia mano a sus labios.

—Beomgyu, yo...

Ahora verán, Beomgyu no era una persona muy "frontal". El era de los que preferían evitar los temas complicados hasta que simplemente eran lo suficientemente pequeños como para no llamar la atención de nadie. Beomgyu no peleaba, no alzaba la voz, no confrontaba.

Se daba cuenta de lo mucho que había cambiado desde que Yeonjun había llegado a su vida.

Yeonjun lo hacía enojar.

Yeonjun lo hacía gritar.

Yeonjun lo había hecho llorar.

Y también lo había hecho reír.

Lo hacía sentir vivo.

Él no estaba seguro de merecerlo, pero eso no lo detuvo de ir hasta Yeonjun y colgarse de cuello buscando otro beso.

El alfa reaccionó de inmediato, pues Beomgyu prácticamente se había arrojado a sus brazos. Por supuesto, lo atrapó entre ellos, sosteniéndolo de la espalda y correspondiendo su beso con el mayor entusiasmo.

Se concentró en cómo sus manos encajaban perfectamente en la pequeña cintura del omega, en la suavidad de sus labios y en la forma en que este se aferraba a él. Húmedo y dulce como un algodón de azúcar. Todo acerca de Beomgyu era dulce. Removió con delicadeza el cabello del omega y acunó su rostro entre sus manos.

Cuando Beomgyu se separó lentamente de él, Yeonjun no pudo contener la tímida sonrisa en sus labios.

No hay duda, realmente le gustaba Beomgyu.

El omega río un poco con algo de incomodidad:—Lamento todo eso.

—No lo lamentes, a mi me gustó.—Las mejillas de Beomgyu se calentaron.—Y si te refieres al vaso roto, no es un problema, mi madre no estará molesta por eso.

Yeonjun recibió un inocente empujón de parte del omega.

—Por supuesto que me refiero al vaso, tonto.

Ambos rieron.

*******

Choi Soobin tenía el corazón roto.

Se preguntaba si su decisión de terminar con Kai había sido muy precipitada.

El realmente lo extrañaba, si era sincero ellos tampoco estaban exactamente saliendo, pero tenían algo, una conexión que era muy particular de ambos y que no se había dado cuenta atesoraba tanto hasta que se había decepcionado de él.

Tal vez él realmente estaba enamorado.

Tal vez podrían resolverlo si hablaban.

Si, eso haría.

Con eso en mente, decidió escaparse de la práctica un poco antes para ir a ver al pelirosa.

Las prácticas de porristas solían ser en el gimnasio, a corta distancia del campo donde Soobin practicaba futbol. Mientras los demás hacían el estiramiento final, el había salido con la excusa de que tenía que ir al baño urgentemente.

Cuando llegó al gimnasio, no vió a Kai entre los chicos del equipo de porristas recogiendo sus cosas. Era un poco tímido para preguntar, así finalmente decidió volver a buscarlo al día siguiente, pero entonces escuchó:—... La nueva parejita.

Era la voz de Taehyun.

Soobin se encontraba dentro del gimnasio, pero las voces sonaban afuera, justo al lado de la puerta.

—No me hagas acordar, me dan ganas de vomitar, esta mañana iban de la mano. Jamás pensé que Beomgyu caería tan bajo.

¿Kai?

—Él se ve feliz. Tal vez ese alfa lo folla muy bien.

—Asqueroso, Taehyun.

—De cualquier forma, dudo mucho que Beomgyu vaya a confesar la verdad, el simplemente actuará si lo de la apuesta nunca hubiera pasado.—Huening Kai bufó.

—Si él no le dice, lo haré yo. No dejaré que se salga con la suya. Él me quitó a mi alfa, solo es justo que le devuelva el favor.

Soobin frunció el ceño.

—¿Y cómo lo harás? Sabes que simplemente podría negarlo.

—Ya se me ocurrirá un plan, pero te aseguro que no dejaré que sea feliz.—Entonces escuchó las pisadas de ambos alejarse.

Soobin se sentía aún más decepcionado y roto.

Ese definitivamente no era el omega del que se había enamorado.

¿Cómo había podido engañarlo hasta ese punto?

Ni siquiera sabía si era verdad que Beomgyu realmente gustaba de ese alfa, él no había pensado en la posibilidad de que Beomgyu se enamorara de verdad de alguien tan horrible.

Debía hablar con su amigo y aclarar las cosas.