Cómo lectores se deben estar preguntando:

¿Qué es lo que siente Soobin por Beomgyu?

Bueno, empecemos por el principio.

Cuando eran niños, Beomgyu había sido el primer omega fuera de su familia con el que se había relacionado. Su instinto siempre le había dicho que debía protegerlo, pero también se había vuelto su mejor amigo.

Ese adorable omega de mejillas regordetas, se había vuelto un adolescente bonito, y cuando tenía 14 años Soobin estaba un poco enamorado de él.

Llámenlo "crush" "enamoramiento", lo que sea, Soobin se sonrojaba cuando su amigo le sonreía. Pero al tratarse del primer omega con el que había tratado de esa forma y él estaba en la edad de que se le revolucionarán las hormonas.

Su enamoramiento, fue bastante breve, para alivio de Soobin.

Otros omegas llegaron a su vida y se dio cuenta de que lo que sentía por Beomgyu no era más que un tierno cariño por su mejor amigo. Pasó mucho tiempo tonteando con varios omegas una vez que había pegado el estirón y se volvía un alfa cada vez más atractivo.

¿Lo que sentía por Beomgyu ahora?

Lo quería como si fuese su hermano.

Y como a todo hermano, él quería protegerlo.

Así que, ahora Soobin se encontraba caminando rápido por los pasillos del instituto.

Era lunes y Beomgyu no se había presentado a clases, pues aún estaría lidiando con su ultimo día del celo.

—¡Soobin, espera!

Huening Kai lo seguía casi corriendo, pues el alfa lo había evitado a toda costa los últimos días.

—¡Espera, déjame explicarte!

Soobin se detuvo y volteó.

El omega parecía realmente triste, y le molestaba mucho que le afectara tanto.

Huening Kai...

Tampoco estaba seguro de que sentía por él, pero jamás un omega le había gustado tanto como ese.

Su cabello rosa, su bonito rostro, su actitud cariñosa, todo en el habían logrado engatusarlo y el alfa había caído directo en su trampa.

—No hay nada que explicar, pusiste a Beomgyu en un peligro inimaginable sin razón alguna, no eres la persona que creí que eras.

Huening Kai casi chilló:—¡El está bien, Yeonjun no le hizo nada!

—¡Y tienes suerte de que sea así!

El pelirrosa retrocedió.

—Perdóname, yo de verdad...

—No soy yo a quien debes pedirle perdón.—Soobin negó.—En serio me gustabas, Kai.

—¿Gustaba?—Dijo el omega con la voz rota.

—No eres la persona que creí que eras.

—¡Pero yo..!

—Adiós.

Y se alejó del omega, sin ser consciente de la corriente de pensamientos que inundaban la cabeza del omega.

"Choi Beomgyu, tiene la culpa de todo"