- Me estás provocando y recién me despierto.

- Tu empezaste diciendo que te pongo caliente.

- Bueno, si, me pones caliente. Pero admite que yo a ti también - dije en tono desafiante.

- Ni un poquito - dice con una pequeña sonrisa, me quería hacer enojar.

- Hablaremos de esto después, porque tengo que bañarme.

Entré a la ducha, me desvestí y me bañé. Cuando salí, busqué toallas y no había. Maldecí por lo bajo.

- Draco - lo llamé pero no contestó. Me asomé a la puerta y estaba poniéndose unos zapatos - Draco ¿Me pasas una toalla?

- Si - agarró una toalla de su cajón y se acercó a la puerta asomándose para verme.

- Hey, no mires - dije agarrando su toalla y cubriéndome con la puerta. Cerré, me sequé y me vestí. Me puse unas calzas negras, con un buzo verde oscuro de lana al cuerpo, unos zapatos grises y dejé mi pelo suelto. Salí del baño y Draco no dejaba de mirarme.

- Y dijiste que no te pongo caliente - dije con media sonrisa.

Bajamos juntos al comedor, donde estuve hablando con Blaise. Una lechuza blanca voló por encima de nuestra mesa y le dejó una carta a Draco. Él la leyó, su rostro no tenía expresión, simplemente se levantó de la mesa y se fue caminando ligero sin mirar a nadie.

- ¿Qué pasó?

- Voy a buscarlo - le dije a Blaise, me pongo de pie y veo a los de Gryffindor mirándome. Los ignoro y salgo del Comedor. ¿Donde puede estar? Ah si, la Torre de Astronomía. Camino y al llegar, lo veo parado, apoyando sus manos en la valla y mirando el paisaje.

- Draco... - no reaccionó, me acerqué a él. Pero tampoco reaccionó, estaba serio pero tenía una expresión de preocupación. Agarro su mano delicadamente - ¿Qué pasa?

- Regresó. Y mis padres están de su lado - hablaba de Voldemort.

- Repite Malfoy - Nos dimos vuelta, con las manos juntas. Potter estaba atrás nuestro apuntandonos con su varita. Hermione estaba a su lado, también con su varita.

Mi varita estaba en mí bolsillo.

- T/n - dice Hermione - no queremos pelear.

- Entonces...

- Tu novio tiene que decirme lo que te dijo. - dice Potter sin bajar su varita. Él daba miedo, tenía ojeras, su pelo era un alboroto y parecía desesperado.

- ¿Por qué? ¿Que quieren saber? - pregunté.

- Harry baja tu varita - ordena Hermione.

- No, ya estoy harto de todo esto. Necesito información - se escucharon pasos. Potter y Hermione se dieron vuelta, lo que me permitió agarrar mi varita.

Era Pansy.

- ¡Petrificus Totalus! - le dije a Potter, este cayó al piso inmóvil. Draco, Pansy y yo, apuntamos con la varita a Hermione. Ella solo nos observó y soltó su varita.

- No quiero pelear, t/n necesito tu ayuda.

- Hermione ¿Te das cuenta de lo que me pides? Me dejaste sola y me trataste como si fuera basura sin ninguna explicación.

- No quería hacerlo. - dice mostrando notable tristeza - Pero tenía que.

- Que increíble excusa - me burlé.

- Desearía no haberlo hecho.

- ¿Después de casi tres meses me lo dices?

- Mejor aléjate de nuestro camino sangre sucia - dice Draco enojado.

- T/n... Por favor.

- No sabes lo que sentí cuando mis dos mejores amigas se fueron, estaba sola y a ustedes no les importó. Por suerte tuve apoyo en mi casa, y ahora no me juntaré contigo, sería como traicionar a Slytherin. - bajamos las varitas y caminamos hacia la salida.

- Nos vemos traidora de la sangre - le dice Pansy a Hermione.