Obtuve más felicitaciones por el éxito de mi primera conferencia, me sentía muy bien. El resto del día estuve trabajando con papeles y documentos para la próxima reunión.

Antes de salir, escuché mi nombre atrás mío, di media vuelta y ahí estaba Theodore Nott, vestido muy elegante.

- Hola T/n.

- Hola ¿Cómo estás? - pregunté sorprendida, luego de terminar Hogwarts me puse a investigar qué había pasado con él. Y bueno, era verdad que una familia rica lo había adoptado y estudiaba en su casa. Pero no supe nada más.

- Estoy muy bien. - nunca lo había visto tan feliz, ví un anillo en el dedo anular de su mano y él se dio cuenta - Me casé con una mujer llamada Astoria.

- ¿Astoria Greengrass?

- Si ¿La conoces?

- Si, es una larga historia...

- Vine porque me enteré de tu buen trabajo y esperaba que me ayudes a mi con un juicio.

Nos quedamos hablando un poco más.

A las seis de la tarde, volví a casa mediante los Polvos Flu.

Draco no estaba, ya que estaba en su trabajo. Para esta noche, me había pedido que no llegara tarde a casa ya que iba a llevarme a un lugar.

Fui a nuestra habitación y me vestí con un vestido negro cómodo, unos tacones bajos, el collar con el dije de serpiente que me regaló y dejé mi pelo suelto. No tengo idea de a donde vamos pero quiero verme bien.

Cuando llegó me miró de abajo para arriba. Y agarró mi mano con gentileza, donde depositó un beso y salimos afuera.

- ¿A dónde vamos? - pregunté mientras volabamos en su escoba.

- ¿Ansiona T/n? - no le respondí, quizás si estaba ansiosa.

Bajamos en otro bosque, pero en este había una pérgola circular, con plantas enredadas en esta y luces. Alrededor había un lago y un pequeño camino para entrar. Adentro había una mesa con los utensilios necesarios para cenar y la comida cubierta por un cloche/cubreplatos.

Todo se veía tan mágico. Era maravilloso.

Nos sentamos a comer y conversamos. Él me habló sobre un dispositivo mágico que estaba creando en su tiempo libre. Está fascinado con ciertos aparatos tecnológicos muggles y con la alquimia.

- Dolohov nos dio un nombre, pero también me nombró a mi como mortífaga.

- Ese estúpido, suerte para él que está en Azkabán. Sino yo ya lo hubiera agarrado. - dijo cuando ya teminamos de comer.

- Está bien Draco, hace años le mostré al Ministerio que no tengo la Marca Tenebrosa. - hicimos silencio pero sentía que su sonrisa decía mil palabras. Me encanta tanto verlo feliz.

- Algún día me gustaría ir a verte... Espero que mi presencia no te ponga nerviosa. - nos levantamos de los asientos.

- Tu presencia es la que menos me altera. - se acercó a mi y masajeó mi cintura, con esa mirada tentadora y su media sonrisa.

- ¿Estás segura?