- No soy tan feo... - dijo Tom colocando su mano en la mejilla que lastimé. Tenía un atuendo beige que le quedaba muy bien. Y me mostraba una sonrisa a pesar de la cachetada.

Agarró mi mano y dejó un beso ahí, como las personas saludaban antes.

- Perdón por el golpe ¿Cómo supiste que era yo?

- Tu perfume es inconfundible, además la máscara no oculta tus ojos.

Hice una pequeña sonrisa.

- ¿Por qué viniste? - cambié de tema.

- Sabía que vendrías... Sé cuando estas mintiendo.

- Te falta una máscara, tienes suerte, traje una. - la saqué de mi bolsillo y le di la máscara que pensaba darle a Draco. Pero Draco seguro no la necesita.

- Ahora hay que entrar. - suspiró. Agarró mi cintura y su varita, hizo un movimiento y aparecimos en la única habitación con la ventana abierta. Ya me había olvidado que sabía sobre aparición y desaparición. 

Adentro el lugar era precioso, los techos tenían pinturas renacentistas, había tambien esculturas, se notaba que era un lugar de millonarios y les gustaba demasiado el arte.

Caminamos por los pasillos hasta por fin llegar al gigantesco salón principal, había grandes candelabros colgando del techo, mesas con comida exquisita a los costados, las paredes decoradas con velas y flores y el centro estaba despejado. En realidad no, porque había un montón de personas con máscaras, vestidos extravagantes y trajes formales. Un solemne aire de riqueza se encontraba en todo el castillo.

Caminé hacia la multitud buscando a Draco cuando se escuchó el sonido de pequeños golpes en una copa de vidrio.

- ¡Buenas noches! Estoy muy agradecido por tenerlos como mis invitados en este baile de máscaras. - un señor muy parecido a Lucius Malfoy hablaba, solo que este tenía más arrugas y pelo más corto y blanco - Ahora bailaremos una obra musical clásica compuesta por mi propia orquesta "La clé du destin".

Una música comenzó a sonar y todos se pusieron en parejas.

- ¡Ahí estas! - dijo Tom, tomando mi mano.

- No encuentro a Draco, Tom...

- Después de este baile te ayudo a buscarlo. - nos pusimos en posición y bailamos el vals.

Todos tenían máscaras, pero Draco tiene cabello rubio platino, no debería ser tan difícil de encontrar.

Los ojos verdes de Tom miraban los míos mientras dabamos vueltas en la pista de baile. Espero que lo que me dijo fuera mentira, eso de ver a Draco con alguien más. Tom me mentiría para quedarse conmigo pero ahora dudo de sus intenciones.

La música paró y mientras comíamos algunas delicias de allí buscábamos a Draco.

De repente tropecé con alguien, levanté la mirada.

- ¿Theo? - Theodore Nott, no podía creerlo ¿Qué hacía él ahi? ¿No había muerto? Allí estaba perfectamente bien, con un traje gris, bien arreglado.

- T/n. - abrió los ojos sorprendido y miró a sus costados - Me tengo que ir...

No pude decirle nada más porque se fue y desapareció de mi vista. Recuerdo que en el colegio me evitaba y dejamos de hablar y de vernos hasta que no asistió más a Hogwarts.

- T/n, lo encontré - murmuró Tom. Me acerqué a donde él estaba y miré en su dirección.

Y ahí estaba, con otra chica.

Colocó su cabello atrás de su oído con su media sonrisa y le dijo algo en el oído. La chica rió y se acercó más a él, iban a besarse. Quería ver, quería ver si Draco era capaz de engañarme. Y si se besaron.

Me puse en frente y los dos se separaron y me miraron.

Primero ninguna palabra salió de mi boca, sentía una inmensa furia, Tom no me mintió al final y al cabo. Me saqué mí máscara, sentía mis ojos llenos de lágrimas, pero no iba a derramar ninguna.

- T/n... - susurró Draco perplejo y se sacó su máscara.

- No, basta de explicaciones. - recordé lo que Pansy dijo sobre explicar - Entiendo muy bien lo que está pasando.

Volví a ponerme la máscara y me fui a buscar a Tom, pero antes de poder hacer eso, alguien agarró mi mano y me llevó a un pasillo cercano a la terrible fiesta.

Draco me puso contra la pared, agarró mi cintura y me acorraló ahí.

- ¡Estuve preocupada por ti! ¡Hice todo lo posible para saber cómo estabas! ¡Y tu te divertías con otra! ¡Eres un mentiroso!

- No sabes por todo lo que pasé. No puedes juzgarme por esto, lo hago por nuestro propio bien.

- Mentira, tu padre tenía razón es seguro que no querías verme. Que me quieres lejos. Que no me escribes ninguna carta porque encontraste a alguien mejor.

Se escuchó la voz de Abraxas Malfoy.

- Escucha, habrá otro baile. - lo notaba un poco enojado a él también, me llevó a la pista de baile. Donde la orquesta ya estaba tocando una composición.

(Canción minuto 7:59 de la portada del capítulo)

Unimos nuestras manos, una de sus manos en mi cintura y mi mano en su hombro. Sentía la ira recorriendo mis venas, quería detener todo ahí, pero sus ojos grises azulados tan intensos me penetraban a través de su máscara. Lo miraba con el ceño fruncido, no pensaba perdonarlo por un vals.

Me hizo recordar a el Baile Celestial, nuestros cuerpos danzando al compás y dando giros, unidos. Pero esta vez puro enojo nos rodeaba, más a mi.

Mi respiración agitada por el enojo o por su mano masajeando mi cintura. No sabía si enojarme más o llorar. Llorar no, no pienso desperdiciar ninguna lágrima por este falso.

De repente escuché unos murmuros.

- Nos descubrieron - murmuró Draco, miré en la dirección que él miraba. Lucius, un hombre y una mujer estaban conservando y mirandonos. Agarró mi mano y volvió a llevarme a ese pasillo.

- T/n, te juro que te explicaré todo. Mañana me escaparé de aqui e iré a tu casa. Solo por favor confía en mi - acarició mis manos - Eres mi mayor deseo.

No respondí, no sabía que decirle ni que pensar. Solo quería irme.

- Ve a tu casa sin que nadie te vea. - ordenó, lo miré, podía ver un poco de miedo en él. Pero lo único que hice fue salir de ese pasillo y buscar a Tom.