CAPITULO V
Al llegar a la casa de su amigo, tocaron timbre y unas imponentes puertas de metal se abrieron, dejándolos pasar. Llegaron hacia la entrada de la casa, donde un mayordomo los esperaba.
MAYORDOMO: El señorito Kuuya los espera en el patio trasero, pasen por favor.
KAGHOME: Gracias, señor.
Siguieron su camino, rodeando la casa, hasta llegar a una casa un poco mas pequeña, pero que seguía siendo imponente.
Ahí afuera los esperaban Kuuya y Usui.
KUUYA: Hola bella dama – Dijo extendiéndole la mano a Kaghome para ayudarla a bajar de la moto - ¿Cómo ha estado?
KAGHOME: Hola Kuuya.
INUYASHA: No la toques, engendro – Se bajo de la moto, golpeando la cabeza de Kuuya
KUUYA: No seas celoso, Inuyasha Jajaja
USUI: ¿Qué tal estas, Kaghome?
KAGHOME: Muy bien ¿Y tu?
USUI: Bien. Escuchando los planes que tiene Kuuya para su cumpleaños
KAGHOME: ¿Cuándo cumplis los años, Kuuya?
KUUYA: Dentro de un mes.
INUYASHA: Keh. Falta todavía
USUI: ¿No lo sabes? Kuuya siempre da unas super fiestas para su cumpleaños.
KUUYA: Exacto. Y si te comportas conmigo, pensare invitarte, Inuyasha – Le sonrio con malicia, solo para hacerle enojar, porque era su pasatiempo favorito.
INUYASHA: Keh – Inuyasha corrió su rostro. Solo para no caer en sus juegos
KAGHOME: ¿Y que tienes planeado hacer?
KUUYA: Una super fiesta en mi casa, en este patio. Mis padres salen de viaje justo en esos días, asi que no abra nadie que nos moleste. Y como es verano podemos meternos en la piscina.
INUYASHA: ¿Y que Kaghome vuelva a usar esa ropa con la que muestra todo? Jamas.
USUI: Me sorprende tu grado de celos, querido amigo
KAGHOME: Inuyasha – Lo miro desafiante. A ella le gustaba mucho la piscina como para que el no dejara que se meta
KUUYA: No te preocupes amigo. Vas a estar tu cerca de ella, si no, siempre estare yo para cuidarla
INUYASHA: Considerate hombre muerto – Comenzo a correrlo, hasta que Usui le pregunto algo que lo descoloco
USUI: Inuyasha, eh querido preguntarte algo desde que llegaste ¿Por qué tenes orejas de perro?
Tanto Inuyasha como Kaghome se quedaron helados. Se habia olvidado de transformar cuando habían bajado del árbol. Paso un minuto cuando a Kaghome se le ocurrio una excusa
KAGHOME: ¿Eso? Jajaja es que justo estábamos jugando y probándonos unos disfraces, y vi esas orejitas que convidaban con su pelo, y se ve que se olvido de sacárselas ¿O no, Inuyasha?
INUYASHA: Ah Jajaja si, si, claro. Eso mismo.
KUUYA: Parecen muy reales – Se acerco a el y comenzo a tocarlas – Y se sienten muy reales.
INUYASHA: Bueno ya. Dejalas ahí, si no después me las olvidare. Segui contando sobre tu cumpleaños.
KUUYA: Ah si. Tambien voy a poner una barra en ese lado...
Ambos habían logrado manejar esa situación, pero tomaron nota mental de no olvidarse nuevamente.
Otro mes paso.
El deseo entre el hanyou y Kaghome pudo aplacarse, pero sus encuentros a solas cada vez se hacían mas seguido y mas fogosos. Ambos sabían que no iba a pasar demasiado tiempo hasta que se concretara eso que ambos deseaban.
En el colegio ambos iban muy bien. Inuyasha increíblemente habia aprendido todo lo que a ella le habia costado casi toda su vida. Se podría decir que era un chico "super dotado". Las matemáticas eran su especialidad.
Casi todos los días Inuyasha manejaba la moto de Kuuya, haciéndose casi un experto. Le gustaba demasiado la idea de tener una propia, pero no sabia como. Sabia que para eso se necesitaba dinero, pero el no lo tenia. Y como si fuera poco, queria ayudar a la madre de Kaghome, a su madre, con las cuentas del hogar, ya que nunca le habia negado nada, desde que se conocieron. Estaba en su árbol pensando en que hacer. Como conseguir dinero, porque un trabajo no podia ser, el no conocía casi nada de esa época como para conseguir uno.
Tenia demasiado tiempo para pensar, ya que Kaghome y su madre habían salido a hacer las compras, mientras el se quedaba cuidando a Sota.
Paso media hora pensando, hasta que una idea cruzo por su cabeza. Su colmillo de acero. Con su colmillo de acero podia crear diamantes y los podia vender. Pero ¿Dónde podia atacar y que no se destrozara? Un campo de fuerza potente podría ser, aunque capaz que se destrozarían todas las lanzas de diamante. Siguio pensando. Contra la funda de su colmillo de acero, tal vez podría funcionar. Pero no en esta época, si no en la otra, para no causar destrozos.
Esa una buena idea, si podría hacer las lanzas de diamantes, podría venderlas y darle el dinero a su madre, para comprar alimento y lo que necesitase. Pero primero, para ir a la otra época, tendría que hablar con Kaghome. Solo tendría que esperar a su pequeña.
A la media hora, llegaron las dos mujeres que tanto queria. Asi que bajo de un salto para poder ayudarlas con las bolsas.
Entraron a la casa, dejaron todo y se fueron a la habitación de Inuyasha para hablar.
KAGHOME: Dime Inuyasha ¿Qué sucede?
INUYASHA: Quiero que me acompañes a la otra época porque hay algo que quiero hacer.
KAGHOME: ¿Qué necesitas?
INUYASHA: Quiero que me acompañes, para poder hacer el Kongosuha, asi podre tomar las lanzas de diamante, venderlas y darle el dinero a nuestra madre.
KAGHOME: ¿Y no lo puedes hacer aquí?
INUYASHA: No quiero causar mas destrozos, pequeña.
Kaghome se quedo pensando. Le gustaría ir a la otra época, extrañaba a sus amigos, pero temia que Inuyasha no quisiera volver. Sin darse cuenta, se habia acostumbrado a su vida en esa época, pero con el, con SU Inuyasha. De la nada se le ocurrio una idea.
KAGHOME: Tengo una mejor idea. A unos kilómetros de aquí hay un edificio abandonado, donde podrias atacar sin problemas.
INUYASHA: ¿Podriamos ir mañana?
KAGHOME: Claro Inuyasha.
INUYASHA: ¿Te quieres quedar a dormir conmigo esta noche? – Pregunto mirando directamente a los ojos chocolates de ella, haciendo que se sonrojara en demasia
KAGHOME: Cla... Claro, Inu.
INUYASHA: Me gusta que me digas – Beso la punta de su nariz, y con sus colmillos recorrio una de sus mejillas, causándo que un frio recorra la espalda de la azabache – Y también me gusta cuando te estremeces asi entre mis brazos – Bajo su boca hasta su cuello, besándola con paciencia, disfrutando del gusto de su piel, y de las sensaciones que causaba en su cuerpo.
KAGHOME: Inuyasha – Dijo en un suspiro, y tomo la cabeza de su peliplata entre sus manos, apretándola mas contra su cuello. Era una de las caricias que mas amaba.
INUYASHA: Amo tu aroma a sakuras – Recorrio su cuello con su nariz, olfateando lo mas que podia ese aroma delicioso. Ajusto mas su agarre a su estrecha cintura, atrayéndola mas hacia su cuerpo. Cada segundo que pasaba junto a ella, en situaciones asi, añoraba mas unirse a su cuerpo, y marcarla como su hembra. Hacerla su mujer. Beso una vez mas su cuello, y de a poco se fue retirando, si ese momento se extendia mas, no podría aguantar – Vayamos a dormir, pequeña. Ya es tarde.
KAGHOME: Si, Inu – Intento calmar su respiración, y se fue a su habitación, para colocarse su pijama. Volvio a la habitación de Inuyasha, el cual ya estaba acostado, y se recostó a su lado. El oji dorado la tapo con una sabana, la atrajo hacia su cuerpo, beso suavemente sus labios y cerro sus ojos.
INUYASHA: Que descanses, pequeña.
KAGHOME: Tu también, Inu.
Y asi ambos cayeron en los brazos en un profundo sueño.
Al otro dia, despertaron temprano, para poder ir hacia el lugar donde Kaghome le habia recomendado.
Tomaron un taxi y fueron hacia la casa de Kuuya, para pedirle prestada su moto, asi poder ir mas cómodamente.
KUUYA: Bueno Inuyasha, aquí tienes. Tomate tu tiempo y no te olvides que mañana es mi cumpleaños, obviamente están ambos invitados.
INUYASHA: No lo olvidare.
KUUYA: Y ya que estamos en receso de verano, podríamos ir a la playa.
INUYASHA: Ya dije que no dejare que Kaghome vuelva a vestir con ese atuendo que dejaba todo su cuerpo a la vista
KAGHOME: Inuyasha. Basta – Dijo fulminando con la mirada a su novio
KUUYA: No seas tonto, amigo. Iremos a una casa de playa que es de mis padres. Estaremos solo nosotros, asi que no tienes que preocuparte.
El peli plata lo pensó. Si estaban ellos nada mas, podría ser que la dejara, sabia que sus amigos no se atreverían a mirar a su hembra, si es que sabían apreciar su vida.
INUYASHA: Entonces lo pensare – Dijo con un porte serio
KAGHOME: Deja de decidir por mi, Inuyasha. Si deseo me pondré mi traje de baño.
INUYASHA: Keh – Corrio su rostro únicamente para no discutir con ella, pero era SU hembra, el decidiría si su atuendo era muy demostrativo o no – Bueno. Vamos Kaghome.
KAGHOME: Si, vamos. Gracias Kuuya
KUUYA: De nada, bella dama. Nos veremos
INUYASHA: No juegues conmigo, Kuuya
KUUYA: Jajaja nos veremos, amigos.
Salieron hacia el edificio abandonado.
Media hora después, luego de haber viajado por un trecho de camino deshabitado, llegaron hacia una vieja fabrica abandonada. Entraron en ella, estacionaron su moto y se dispusieron a caminar un trecho, para buscar un lugar donde poder atacar, sin causar tanto desastre.
Ataco dos o tres paredes, sin tener mucho éxito. Instantáneamente las paredes se derrumbaban.
Siguieron caminando, hasta encontrarse con una estructura de metal, que se veía resistente.
INUYASHA: Intentare con esto, Kaghome.
KAGHOME: Espera – Tomo la funda de colmillo, clavándola frente a esa estructura, creando un campo de energía – Quizas asi sea mas resistente.
INUYASHA: Ponte detrás mio, pequeña – Kaghome se coloco tras su espalda, rezando que eso funcionara, no por el dinero, si no porque era algo que su amado deseaba - ¡¡KONGOSUHA!! – Miles de lanzas de diamantes se desprendieron de colmillo de acero, impactando contra el campo de fuerza y luego contra la estructura de metal. Cuando el humo se esfumo, se acercaron hacia el lugar donde se produjo el ataque, encontrándose con pequeñas diamantes que eran fáciles de llevar
KAGHOME: Funciono, Inu – Dijo sonriente, al ver como los ojos de Inuyasha destellaban alegría.
INUYASHA: Asi es, pequeña. Ahora podre ayudar a nuestra madre. Solamente tiene que venderlos. Podre darles una mejor vida a Sota, tu abuelo y a las mujeres mas importantes en mi vida – La miro directo a los ojos, con pura sinceridad.
KAGHOME: Gracias Inuyasha. Gracias por preocuparte por nosotras – Se paro de puntas de pie, alcanzando sus labios, para depositar un pequeño e inocente beso.
INUYASHA: Son muy importantes en mi vida. Solo quiero lo mejor para ustedes – Correspondio su beso, luego la abrazo contra su cuerpo, quedando asi unos instantes – Deja hacerlo una vez mas y nos vamos
KAGHOME: Esta bien, Inu.
Volvieron a tomar distancia, dejando todo tal y como estaba para el primer ataque.
Luego Inuyasha, volvió a hacer el Kongosuha, pero esta vez el campo de fuerza desistio y rompió la estructura de metal por completo.
INUYASHA: ¡Maldicion!
KAGHOME: Se ha destruido todo.
INUYASHA: El campo no ha resistido dos ataques tan potentes.
KAGHOME: ¿Ahora como haremos?
Ambos se quedaron pensando. No sabrían si la funda de colmillo aguantaría nuevamente otro ataque.
Pasaron unos minutos en silencia, pensando, hasta que a Kaghome se le ocurrio una idea.
KAGHOME: ¡Se me ocurrio una idea!
INUYASHA: ¿Cuál?
KAGHOME: Solo es una idea. Pero abra que intentarlo.
INUYASHA: Dime, pequeña
KAGHOME: Cuando ataques, en vez de hacerlo al viento, clava a colmillo en el suelo, con suerte las lanzas saldrán impulsadas por el suelo.
INUYASHA: Es buena idea, intentemoslo – Nuevamente Kaghome se puso tras Inuyasha, y este se preparo - ¡¡KONGOSUHA!! – Clavo su colmillo en el suelo, y del mismo salieron cientos de lanzas. El plan de su pequeña habia funcionado
KAGHOME: ¡Funciono Inu! – Se colgó del cuello de el, besándolo con ganas e Inuyasha la abrazo de la cintura dándo vueltas en el aire
INUYASHA: Si pequeña. Gracias a ti.
KAGHOME: Ahora tomemos todo, guardemoslo y vamos. Ya tenemos mas que suficiente para un tiempo ¿Sabes que con todo esto podras comprarte la moto que quieres?
INUYASHA: ¿De verdad? – Vio la ilusión y la esperanza en sus bellos ojos dorados, nunca lo habia visto tan ilusionado.
KAGHOME: Si, Inu. Si quieres mañana mismo iremos a comprar una, luego de que le den el dinero a nuestra madre.
INUYASHA: Muchas gracias, pequeña – La volvió a abrazar contra su cuerpo, y poso suavemente sus labios contra los de ella, besándolos con amor.
Volvieron a su hogar muy emocionados, encontrándose con su madre.
Dejaron la mochila de Kaghome arriba de la mesa e Inuyasha llamo a su madre.
NAOMI: ¿Sucede algo, hijo?
INUYASHA: Madre. Todo este tiempo me has alimentado y cuidado de mi, sin pedirme nada a cambio, y yo no es podido devolvértelo de ninguna manera, pero esta ahora te quiero recompensar todo lo que me diste, con esto – Tomo la mochila, sacando unos diamantes, mostrándoselo a su madre – Estos son diamantes, son todos para vos, para que puedas venderlos y utilizar el dinero para lo que necesites.
NAOMI: ¿Di... Diamantes? – Pregunto atónita sin creer lo que veía
INUYASHA: Si madre. Son diamantes
NAOMI: No... No lo puedo creer – Tomo uno entre sus manos, eran frios, brillantes, transparentes. Habia visto uno solo en toda su vida, y era uno pequeño de su anillo de compromiso que le habia regalado el amor de su vida. El padre de Kaghome y Sota. Pero nunca habia tomado uno tan grande entre sus manos. No creía lo que veía, era una belleza - ¿De donde los sacaste?
INUYASHA: Mi colmillo – Dijo agarrando su espada con una de sus manos – Puede crear diamantes. Hoy fuimos con Kaghome a una fabrica abandonada para poder hacerlos. Siempre estuviste pendiente de mi, nunca me negaste comida ni un lugar donde dormir, y yo solo queria devolverte un poco de lo que hiciste por mi, madre. Se que quizás no es suficiente... - No pudo terminar de hablar cuando sintió un firme abrazo alrededor de su cintura. Era su madre.
NAOMI: Muchas gracias, hijo. No sabes lo que me haz ayudado – Poso sus brazos sobre su pequeño cuerpo, y sintió un aroma salado. Era muy diferente al de Kaghome, sabia que era de lagrimas, pero no de su azabache.
INUYASHA: ¿Estas llorando, madre?
NAOMI: Lloro de felicidad, Inuyasha. No sabia como hacer para estirar el dinero para los impuestos y la comida, y con esto me haz dado una gran ayuda. Gracias, de verdad – Inuyasha la abrazo con mas fuerzas, se sentia mal porque culpa de el, su madre sufria por no saber como hacer con el dinero. Beso su cabeza como nunca habia hecho con nadie, nunca tuvo esa oportunidad con su verdadera madre, ya que cuando ella murió, el aun era muy pequeño, y no podia protegerla, pero no pasaría lo mismo con esta dulce mujer que tenia entre sus brazos. La protegería como lo hubiese hecho con Izayoi.
INUYASHA: Ya no llores, madre – Naomi se separo lentamente de el, sonriéndole.
NAOMI: Ahora mismo ire a ver donde puedo venderlos. Pero llevare unos pocos, lo demás lo guardaremos. Nos darán un buen dinero, asi que no es necesario cambiarlo todo ahora.
INUYASHA: Bueno, madre. Como tu quieras.
NAOMI: Kaghome – Llamo a su hija con su dulce voz
KAGHOME: Dime madre.
NAOMI: Lo llevare a Inuyasha conmigo para que me acompañe con el dinero ¿Vienes?
KAGHOME: Si madre. Pero antes, quiero hablar contigo a solas ¿Puede ser?
NAOMI: Claro.
Salieron al patio para poder charlar a gusto.
Kaghome le explico a su madre que Inuyasha deseaba comprarse una moto, ya que siempre usaba la de Kuuya. Su madre con gusto acepto el poder cambiar mas diamantes para poder comprarle esa moto que su hijo tanto anhelaba, era lo menos que podia hacer después de lo que trajo para su familia.
Volvieron a entrar y Naomi guardo unos cuantos diamantes en su bolso para ir hasta un comprador de joyas. Lo demás lo guardo en su habitación, en un lugar secreto donde siempre guardaba sus ahorros.
Los tres salieron hacia el centro de la ciudad. Cambiarian esos diamantes, comprarían algo de comida y tal vez, la moto que tanto anhelaba Inuyasha.
Llegaron hacia el local de un gran comprador de joyas, el señor Kamlofsky, un viejo alemán que hacia muchos años vivía en Japon.
KAMLOFSKY: Buen dia señora. Digame ¿En que puedo ayudarla?
NAOMI: Quisiera vender unos diamantes que tengo en mi posesión.
KAMLOFSKY: Veámoslos y vere que puedo hacer por usted – Naomi comenzo a sacar los diamantes de su bolso, y los ojos del hombre se abrieron a mas no poder
NAOMI: Estos son todos.
KAMLOFSKY: Dejeme decirle señora que si estos diamantes son verdaderos, tiene una gran suma de dinero. Dejeme que los analice bien, por favor.
NAOMI: Tomese su tiempo – Con mucho cuidado, el señor comenzo a observar y analizar con detalle y cuidado cada uno de los diamantes. Los peso y calculo cuanto salía cada uno.
KAMLOFSKY: Bueno señora. Todos son diamantes verdaderos, y esta seria la suma que le puedo dar por todos – Le acerco un papel con un gran numero escrito. Al leerlo Naomi casi cae de espaldas. Era muchisimo dinero. Mas de lo que habia visto en toda su vida
NAOMI: Es mucho dinero – Dijo muy sorprendida
KAMLOFSKY: Asi es señora ¿Quiere cerrar el trato?
NAOMI: Claro que si
KAMLOFSKY: Bueno. Firmemos los papeles de compra y venta, y luego iremos hasta el banco, para que yo puedo hacerle una transferencia a su cuenta, porque es demasiado dinero para que se lo de en efectivo. Lo digo por su seguridad.
NAOMI: Si claro, señor.
Asi, sin mas, Naomi firmo los papeles, luego de leer detalladamente cada uno.
Junto con el señor Kamlofsky, caminaron hacia el banco. Nuevamente Inuyasha y Kaghome se quedaron afuera esperando a su madre. Mientras Naomi entraba con el señor a hacer todos los tramites.
Luego de unos largos minutos, salieron ambos.
KAMLOFSKY: Fue un gusto hacer negocios con usted, señora.
NAOMI: Lo mismo digo.
KAMLOFSKY: Si tiene mas de esos espectaculares diamantes, no dudo en llevármelos.
NAOMI: Lo tendre en cuenta, señor. Un gusto
KAMLOFSKY: El gusto fue mio. Señora, jóvenes – Saludo haciendo una reverencia, y salio nuevamente hacia su negocio.
NAOMI: Bueno, pequeños. Fue una suma muy considerable de dinero. Aquí tienen una tarjeta cada uno.
INUYASHA: ¿Tarjeta?
KAGHOME: ¿Para que es, madre?
NAOMI: Todo el dinero esta depositado en una cuenta en este banco. Cuando necesiten dinero solo tienen que venir y sacarlo del cajero. Por eso hice cinco tarjetas. Para ustedes, el abuelo, Sota y para mi. Aunque la de Sota la tendre yo por un largo tiempo – Dijo con algo de gracia.
KAGHOME: Me parece bien, madre. Y gracias.
INUYASHA: ¿Qué es un cajero? ¿Y una cuenta? No entendí nada.
NAOMI: Jajaja déjame que te explique hijo.
Luego de explicarle a Inuyasha como era el mecanismo de cajero, la tarjeta, la cuenta y el dinero, salieron para hacer unas cuantas compras. En especial para poder comprarle la moto a Inuyasha.
KAGHOME: Bueno, nosotros iremos a terminar de hacer unas cosas ¿Vienes madre?
NAOMI: No, hija. Ire para hablar con el abuelo sobre esto, de paso terminare de comprar la cena para esta noche. Seguramente el abuelo se alegrara mucho.
KAGHOME: Bueno madre. Nos veremos dentro de un rato
Luego de despedirse, Kaghome e Inuyasha caminaron hacia una concesionaria de motos.
INUYASHA: ¿Dónde estamos, Kaghome? ¿Por qué hay tantas motos?
KAGHOME: Venimos a comprarte una, como tu querias.
INUYASHA: No, Kaghome. Madre necesita el dinero
KAGHOME: No, Inu. Nos dieron muchisimo dinero por esos diamantes, asi que podemos darte este gusto.
INUYASHA: ¿Estas segura?
KAGHOME: Si, Inu. Confia en mi – Apreto con fuerza su mano, mientras le regalaba una de sus hermosas sonrisas, haciendo que el peli plata se sonroje, corriendo su rostro.
Se adentraron en el negocio, y comenzaron a ver unas cuantas motos. Una pistera negra de cilindrado 200, llamo la atención de Inuyasha. Era parecida a la de Kuuya, pero de distinto color.
INUYASHA: Oe, Kaghome.
KAGHOME: Dime.
INUYASHA: ¿Esta se maneja igual que la de Kuuya?
KAGHOME: Asi es ¿Te gusto?
INUYASHA: Si. Mucho.
KAGHOME: Bueno. Ire a hablar con el encargado.
Luego de preguntar el precio de la moto, Inuyasha y Kaghome fueron nuevamente hacia el banco para sacar la plata y asi poder comprarla.
Kaghome la guardo dentro de su bolso, y volvieron hacia la concesionaria para poder pagarla.
Luego de hacer los papeles, le entregaron la llave de esa hermosa moto.
KAGHOME: Bueno, mi bello hanyou, aquí tienes tu moto... - No termino de hablar cuando sintió los labios de Inuyasha aprisionando los suyos.
INUYASHA: Muchisimas gracias, pequeña. Eres lo mejor que me paso en la vida.
Se besaron unos segundos mas, hasta que por falta de aire tuvieron que separarse.
Se subieron a la moto y con mucha alegría, partieron hacia su hogar. Ahora que tendría su propia moto, tendría que ir y devolverle la moto a su amigo Kuuya.
CONTINUARA...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro