Planificación
Era ya tarde cuando aquel par llegó al reino de Galia, un apacible lugar al que Amatista reconstruyó por largos años junto a la ayuda de su gente. Galia era hogar de artesanos, principalmente orfebres y alfareros, incluso había algunos cuantos mercaderes, además de las distinguidas plañideras, las cuales harían mucha falta, ya que el mandamiento de la piedad pronto haría mierda el reino...
Zeldris y Cusack fueron bien recibidos por ciertas mujeres que los esperaban impacientes, pues querían ajustar cuanto antes los detalles para el gran ataque contra Amatista. Se notaba bastante el enorme deseo que tenían por verla muerta.
—Buenas tardes, tomen asiento —dijo Clío amablemente en cuanto estos se presentaron en la sala de reuniones, donde los hizo pasar de inmediato. Ellos hicieron caso omiso a la invitación de la mujer y prefirieron quedarse de pie frente a ellas.
Nadie dijo nada durante un instante y entonces el peli negro mostró una sonrisa un tanto fingida por lo tenso del ambiente.
—Mi maestro y yo ya tenemos un plan establecido —espetó éste, luego de ignorar aquel saludo intencionadamente.
—¡Perfecto! —contestó Jael emocionada, juntando sus manos como si fuera a aplaudir.
—Pero acordamos en que no se los diremos a ustedes —agregó Cusack, quien estaba a la derecha de su amo.
—¿Qué? —exclamó Clío sorprendida y notablemente enfadada.
—¿Por qué razón nosotras no podemos saberlo? —cuestionó la chica al peli rosa, pero en su lugar sólo obtuvo una mirada de soslayo de su parte y enseguida Zeldris tomó la palabra nuevamente.
—Porque ustedes son unas simples humanas y no tienen el poder suficiente para hacerle frente a lo que se viene. Sólo serían un estorbo, así que será mejor que se vayan si no quieren morir también.
—No me parece justo —objetó la pelirroja de brazos cruzados.
—Jael, no estás en condiciones de decir que no es justo, si tu misma estás conspirando contra tu propia hermana. ¿O acaso crees que planear la muerte de alguien que lleva tu misma sangre es justo? —espetó Cusack, repentinamente.
La joven se quedó en silencio conteniendo su enojo al apretar sus puños con fuerza, pues no le había parecido nada lindo que él le hablara de esa forma.
—Si quieres sernos útil debes tener algún poder mágico y por lo que percibo no posees ninguno —informó el peli negro.
—Lo sé, pero podría hacer algo más y... —afirmó la joven con determinación.
—Sabes Jael, me sorprende bastante que no tengas ningún poder. Incluso tu hermana mayor es mejor que tú —la interrumpió el peli rosa con una sonrisa burlona, quizá también recordando lo bien que se la había pasado aquel día cuando Amatista se lo terminó follando.
La pelirroja se mostró dolida ante su cruel comentario y sólo por eso, en ese instante se dio cuenta de que frente a ella tenía a dos verdaderos hijos de puta con los cuales no debió haberse metido nunca. Sí, ya era tarde para notar eso, pero ella lo había pensado en el último momento, ya cuando había hecho aquel pacto...
Joder, a Jael no le importaba ni un poco lo que pasara con Galia, pero si la opinión que Cusack tuviera de ella, ya que no podía asimilar que la subestimara demasiado. Sin embargo, las cosas no podían cambiarse, después de todo, ella había decidido hacer mierda el reino de Amatista. <<Ya no hay marcha atrás >> pensó la joven, un poco arrepentida por haber hecho aquel sucio trato con esos demonios.
En ese instante ella se sintió como una estúpida, pues no poseía poder mágico alguno, ya que ni el rey ni su madre provenían de una familia con habilidades de ese tipo. Sólo Amatista había corrido con suerte, ya que su madre había sido una poderosa caballero sacro de rango diamante. Ella estaba integrada a una orden llamada La constelación de Orión, la cual tenía por miembros a otras dos mujeres, a las que también llamaban Las Tres Marías debido a las estrellas más imponentes de dicha constelación...
Mientras una conspiración se estaba llevando a cabo en el mundo humano, en el purgatorio Estarossa y su amada princesa (la cuál había dejado la promiscuidad gracias a su avanzado embarazo) estaban conversando animosamente sobre su bebé, quien nacería en un par de semanas más.
—Tu barriga ha crecido bastante —dijo el peli plata mientras acariciaba el gran bulto en el vientre de esta.
—Eso es porque ya casi se acerca el día —afirmó la chica con una sonrisa.
—Oh, tienes razón. Tendré que estar al tanto de eso —afirmó, mientras llenaba de besos el vientre de ella —La verdad es que no me quiero perder ningún detalle y... No quiero dejarte sola en un momento tan importante en nuestras vidas —el mandamiento la tomó de las manos y la miró los ojos.
—Gracias por tanto amor y atención de tu parte cielo. Sabes, justo hoy estás diferente y amo eso. ¡Me encanta! —espetó la chica, luego de contemplar la dulce expresión en el rostro de él.
—¿Ah sí? —dijo asombrado, con un pestañeo repetitivo. Amatista nunca había dicho nada como eso antes y Estarossa se había impresionado bastante.
—Claro, te has vuelto más atento y dulce. Demasiado dulce, diría yo —respondió ella acariciándole el rostro con la yema de sus dedos, hasta bajar a su barba, donde comenzó a tirar de su corto bello facial.
—Eso es porque estoy muy feliz —manifestó sonriente mientras intentaba ignorar el leve dolor que ella le provocaba en ese momento —Voy a ser padre por primera vez y estoy tan emocionado. Además, tengo a una hermosa mujer a mi lado, creo que eso me pone doblemente feliz —susurró y las mejillas de Amatista se tornaron rojizas, sólo así dejó en paz la barba del peli plata.
—Estarossa... me siento tan afortunada —expresó la chica dulcemente, intentando no sonar exagerada.
—Yo también lo soy —pronto besó su frente cariñosamente y luego la miró a los ojos de nuevo —¿Has pensado en algún nombre para nuestro bebé? —preguntó, emocionado por escuchar alguno.
—Sí, me gusta Ailish.
—¿Ailish? ¿Cómo sabes que será una niña? —preguntó con asombro.
—No lo sé, es simple intuición. Tengo la certeza de que lo será.
—Bien, entonces le pondremos Ailish. Me gusta como suena. Estoy seguro de que amará su nombre —dijo Estarossa, sin imaginar las cosas que sucederían en unos pocos días más.
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Pienso darle final a esta historia dentro de unos cuantos capítulos más.💛
An Airad
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