Emboscada
Habían pasado ya algunos días de aquel torpe entrenamiento, la princesa Amatista se encontraba indignada por la forma en que el peli plata la había tratado en esa ocasión. Estaba dispuesta a jugar sucio sin importar las consecuencias, pues ella estaba acostumbrada a hacer lo que le viniera en gana y a su manera. Si Estarossa no pensaba enseñarle nada hasta que ella lograra tocarlo ante el primer ataque, la chica estaba dispuesta a emboscarlo de cualquier forma a como diera lugar para darle una lección.
Amatista era una experta con la espada y combatiendo cuerpo a cuerpo, podía acertar y esquivar puñetazos sin problema y tenía una gran resistencia. Aunque se hizo la tonta cuando combatió con el fornido mandamiento, la verdad es que ella era una poderosa guerrera. Estarossa sabía sobre su gran poder, pero era tan confiado que no creía que ella pudiera vencerlo. Hasta ese día.
El plan estaba listo, la princesa se había preparado a la perfección y la víctima no tenía ni idea de que aquella noche su vida o mejor dicho, su cuerpo estaba en peligro.
De un fuerte golpe en la nuca, con la empuñadura de su espada, la princesa derribó al musculoso hombre distraído. El peli plata ahora yacía en el suelo, inconsciente y bocabajo. La chica se aproximó a él para revisar que estuviera efectivamente adormecido y ¿cómo no iba a estarlo? Si ella lo había golpeado con fuerza. Acto seguido ella lo tomó de los brazos y comenzó a arrastrarlo por todo el pasillo del castillo del Rey Demonio. Para su fortuna, en ese rato no había ni un alma rondando por allí.
—Estás muy pesado, príncipe peli plata —murmuró mientras seguía arrastrándolo con el fin de llevárselo a la habitación que él mismo le había asignado.
Luego de un rato, entraron al lugar. Como pudo, la princesa recostó a Estarossa en la cama y rápidamente comenzó a encadenarlo de pies y manos para evitar que escapara. Tal vez las cadenas por sí solas no aguantarían mucho, por lo que optó a usar magia. Conjuró un fuerte hechizo para reforzar la efectividad de las cadenas y tan pronto lo hubo hecho, se sentó al borde de la cama a contemplarlo. Sus ojos se iluminaron al verle tan vulnerable, deseaba verlo bajo su control, quería dominarlo, humillarlo, hacerlo pagar por menospreciarla aquel día y ahora que lo tenía de ese modo, no iba a contenerse.
Amatista era una chica algo extravagante, pues se caracterizaba por aterrorizar a los hombres en su reino al acosarlos de muchas formas hasta saciar sus deseos sexuales con ellos para después desecharlos, oh sí, luego de hacer eso ella los asesinaba y Estarossa era su nueva y preciada víctima.
♠♠♠
Ando de buenas, así que hoy les traigo capítulo doble.🙈 Serán cortos pero cargados de rikura🙊💛 espero que sean de su agrado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro